7 ene 2023

Las columnas políticas hoy, sábado 7 de enero de 2023

Biden pacta con México una nueva política migratoria para Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití

EU extiende los permisos para personas con lazos en el país y recibirá hasta 30 mil personas de estos países cada mes, pero endurecerá los castigos a quienes entren ilegalmente.


Inmigrantes en la frontera entre México y Estados Unidos, en el Río Grande, entre Ciudad Juárez y El Paso (Texas).

JOHN MOORE (GETTY IMAGES VIA AFP)

La inmigración irregular a Estados Unidos, que batió récords el año pasado, se ha convertido en uno de los flancos por los que la oposición conservadora ha atacado con más fuerza al presidente, Joe Biden. Los republicanos aseguran que el país sufre “una invasión” y quieren procesar políticamente al secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas. Biden ha decidido este jueves tomar nuevas medidas para reforzar el control de la frontera con México y a cambio promete ofrecer nuevas vías de inmigración legal, especialmente a personas que puedan demostrar lazos o arraigo con el país y que procedan de Venezuela, Cuba, Nicaragua y Haití, según han adelantado altos cargos del Gobierno. 

El presidente ha anunciado que viajará a El Paso, Texas este domingo, en su primera visita a la frontera desde que ocupa el cargo.

Biden evaluará en El Paso las operaciones de detención y control fronterizo en una región que declaró una emergencia ante la creciente llegada de inmigrantes sudamericanos a finales de diciembre. “Sé muy bien que la migración está elevando la tensión en las comunidades fronterizas”, ha dicho Biden desde la Casa Blanca. (El País)

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El fentanilo será el tema de Biden; y de México el tráfico de armas de allá para aca...

La visita de Biden a México tiene entre sus objetivos abordar el tráfico de fentanilo a EU, dijo John Kirby vocero del Consejo de Seguridad Nacional de la Casa Blanca.

Biden arribará este domingo por la noche a la Ciudad de México, procedente de El Paso, Texas, donde supervisará la seguridad fronteriza.

"Hay una agenda muy importante, con tres grandes temas: cambio climático, migración y drogas, particularmente fentanilo. El Presidente está muy ansioso de abordar esos tres", dijo Kirby en conferencia de prensa.

"No quiero adelantarme a la cumbre, van a hablar mucho de esto, y México ya ha tomado pasos significativos, tan sólo ayer, arrestando al señor Guzmán, un traficante clave de fentanilo, eso no es un logro insignificante por las autoridades mexicanas, y ciertamente estamos agradecidos por ello", subrayó.

Esta semana, la DEA informó que el equivalente a 379 millones de dosis de fentanilo fueron incautadas el año pasado, una cantidad que, según la agencia, es suficiente para matar a todos los estadounidenses.

Kirby evitó responder a la cuestión de si EU estuvo involucrado de alguna manera en el arresto de Guzmán, por quien ofrecía una recompensa de 5 millones de dólares, o si procederá a una pronta extradición.

"Fue una operación de México, entonces dejaré que las autoridades mexicanas hablen de ello, y es el Departamento de Justicia el que tiene que responder sobre el tema de extradición", declaró.

Biden saldrá de México el próximo martes.

Sobre las razones por las que el Mandatario estadounidense aceptó aterrizar en el AIFA, la portavoz señaló que es un gesto diplomático.

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 El republicano McCarthy elegido por fin presidente de la Cámara Baja de EU.

El republicano Kevin McCarthy fue elegido finalmente este sábado presidente de la Cámara Baja de EU tras 15 votaciones, después de convencer a un número suficiente de congresistas ultras de su propio partido que se negaban a apoyarlo. 

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 Deprimido y casi sin estómago, así está Ovidio, dice defensa

Nota de Abel Barajas, Reforma, 7 de enero

La defensa de Ovidio Guzmán sostuvo en la audiencia de ayer en el Penal de Altiplano que su cliente padece depresión y ansiedad y que recientemente tuvo una cirugía en la que casi le retiraron por completo el estómago.

Por lo anterior, pidió al juez que instruya a las autoridades penitenciarias a brindarle tratamiento médico y el acceso a sus medicamentos.

Guzmán ingresó a la sala a las 13:29 horas, vestido con pants gris y cubrebocas blanco. Es un joven muy delgado y con postura encorvada que apenas debe rebasar 1.60 metros de estatura, tez blanca, muy pálido y voz grave, aunque de volumen bajo.

"Sin prejuzgar si son ciertos o no (sus problemas de salud), se instruye brindar la atención y los medicamentos a cada uno de sus padecimientos a la brevedad", acordó el juzgador.

Ovidio es mucho más delgado de como se veía en las fotos que circularon en octubre de 2019, después del "Culiacanazo".

Durante la audiencia mantuvo una postura encorvada y su tez blanca parecía demasiado pálida en el contraste con el castaño oscuro de su cabello. Ayer todavía conservaba la barba y no le habían cortado el pelo.

Desde las 13:30 hasta las 14:21 horas, en que se desarrolló la diligencia, la sala estuvo vigilada por unos 10 elementos de la Guardia Nacional.

El perímetro del Penal del Altiplano, donde se encuentra este centro de justicia, también estaba rodeado por agentes de la corporación y militares.

En todo momento, "El Ratón" estuvo atento a las incidencias de su audiencia informativa. Sólo hizo uso de la voz para identificarse y expresar monosílabos como respuesta a los requerimientos del juez.

Con un "sí", designó como sus defensores a los tres litigantes que lo acompañaron: Juan Clemente, Julio Segura y Díaz Mendieta.

"Señor Ovidio Guzmán ¿quisiera hacer alguna manifestación?", preguntó el impartidor de justicia.

"No, ninguna", respondió con voz grave, aunque de volumen bajo y con marcado acento sinaloense.

"¿Le queda clara la información?", interrogó el juez, "sí", expresó el "Chapito" La únicas ocasiones en que dijo más de dos palabras fueron cuando pronunció su nombre, al principio, y, al final, cuando también designó como sus defensores a otros dos abogados sinaloenses que no estuvieron presentes en la audiencia de ayer.

"Juan Rivera Angulo y Ernesto López Benítez", mencionó Ovidio, inclinado hacia el micrófono, sentado en medio de sus tres abogados que lo asistieron durante el trámite.

Niegan cerrar audiencia

A las 11:00 horas, cuando estaba programada la audiencia y Ovidio Guzmán López aún no estaba en la sala, la Fiscal Elizabeth Ramírez Vicente pidió al juez Salazar Hernández acordar que esta diligencia fuera privada, es decir, sin público ni medios de comunicación.

Su principal argumento fue que Estados Unidos pidió resguardar la información de su solicitud de detención con fines de extradición, además de que se trataba de información reservada, conforme a la Ley General de Transparencia y Acceso a la Información Pública.

El juzgador, sin embargo, reviró que esta petición no tenía un fundamento legal, pues la audiencia era de carácter informativo y no para conocer el contenido de la petición formal con la acusación completa, la cual deberá entregar Estados Unidos a más tardar en 60 días.

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Las columnas políticas hoy, sábado 7 de enero de 2023

Templo Mayor/ REFORMA

BIEN CLARO dejó la Casa Blanca que el asunto central de la reunión del lunes entre Joe Biden y Andrés Manuel López Obrador será el tráfico de fentanilo hacia EU, así es que seguramente la captura de Ovidio Guzmán "El Ratón" será utilizada para tratar de demostrar que se está actuando.

PERO si algo ha enseñado la historia de la lucha contra el narcotráfico, es que cuando se le corta una cabeza a la hidra inmediatamente surgen otras que incluso pueden llegar a ser más peligrosas.

PARA COLMO, en el caso de "Los Menores", cuyas actividades están centradas en el tráfico de fentanilo y metanfetaminas a la Unión Americana, es un hecho que tiene otras tres cabezas: Iván Archivaldo, Joaquín y Jesús Alfredo Guzmán.

DE HECHO, fuentes de inteligencia de ambos países consideran que el líder de la organización es Iván Archivaldo, quien es conocido como "El Chapito", y que Ovidio no era el jefe de sus hermanos.

ASÍ ES QUE, a pesar del golpe del jueves, la organización heredada por Joaquín "El Chapo" Guzmán a sus hijos sigue operando y, así como una golondrina no hace verano, tampoco la captura de un ratón significa que ya se eliminó a la manada.

EL BALAZO que le pegaron al avión de Aeroméxico que intentaba despegar el jueves en Culiacán y que ya iba presurizado seguramente tendrá como consecuencias daños millonarios por dejar a la aeronave fuera de servicio, costos de reparación y la necesidad de cumplir con nuevos requisitos de aeronavegabilidad, entre otros.

AFORTUNADAMENTE el ataque perpetrado por narcotraficantes en el aeropuerto no provocó una tragedia humana de enormes dimensiones.

LO QUE resulta increíble es que el gobierno diga que se prepararon ¡seis meses! para la captura de Ovidio Guzmán y que no hubieran previsto la necesidad de redoblar la vigilancia y la seguridad en los aeropuertos cercanos o, de plano, parar temporalmente las operaciones antes de que iniciara el operativo.

QUE NADIE se sorprenda si lo ocurrido resulta ser un factor relevante -y negativo- para la de por sí complicada tarea de conseguir que México recupere la Categoría 1 de seguridad aérea cuando las autoridades nacionales vuelvan a intentarlo en abril.

DESLUCIDA pinta la reunión anual 2023 del cuerpo diplomático mexicano acreditado en el extranjero.

Y ES QUE, a diferencia de otros años, a los embajadores y cónsules no les programaron la tradicional comida con el presidente de la República, apenas tendrán una "visita a Palacio Nacional" el jueves.

ESO SÍ, el viernes la Sedena se los va a llevar de excursión al AIFA para que lo conozcan porque, como prácticamente no hay vuelos internacionales en ese aeropuerto, no han tenido la oportunidad de utilizarlo.

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No más Badiraguato para el Presidente

Bajo Reserva/El Universal

En octubre pasado, el presidente Andrés Manuel López Obrador prometió que estaría en este primer mes de 2023 en Badiraguato, Sinaloa, cuna del Cártel de Sinaloa, para inaugurar el camino a la sierra hacia Guadalupe y Calvo, Chihuahua. Sin embargo, tras la detención de Ovidio Guzmán López, alias El Ratón, hijo de El Chapo Guzmán, nos hacen ver que por cuestiones de seguridad, esta promesa no se ve difícil sino imposible de cumplir, pues prácticamente sería ir a meterse a la cueva del lobo. Así que es un hecho, nos cuentan desde los equipos de seguridad civiles y militares que cuidan al mandatario, que en lo que resta del sexenio, las visitas de López Obrador a esta zona del Triángulo Dorado están canceladas. ¿Será que el Presidente acepta la prohibición de los responsables de su custodia o, como en no pocos temas, terminará imponiendo su voluntad, aunque a todos a su alrededor les parezca una imprudencia?

La Marina y el operativo contra Ovidio

Hablando del operativo para detener a Ovidio Guzmán, considerado por Estados Unidos el principal responsable de la introducción masiva de fentanilo a su territorio, llamó la atención el papel que se le atribuyó a la Marina. Nos hacen ver que al almirante secretario, José Rafael Ojeda Durán, se le vio muy serio en las últimas dos conferencias de prensa en las que estuvo presente, una de ellas para confirmar la detención de Guzmán, y en las que no hizo uso de la palabra y la institución que encabeza no fue mencionada como participante. Tal vez, nos hacen ver, se deba a que se quedó con las ganas de que sus marinos apoyaran en la recaptura del hijo de “El Chapo” Guzmán. En el gabinete de seguridad, nos comentan, hay funcionarios que se preguntan por qué se relegó a la Armada en esta operación, siendo que su presencia en Sinaloa ha sido permanente. ¿Será que dejaron que el Ejército se sacara la espina después de la fallida captura de 2019, conocida como Culiacanazo? Nos recuerdan que los cuerpos de élite de la Marina fueron en los dos sexenios anteriores los encargados de operaciones de este tipo y eran los consentidos de las agencias estadounidenses, que expresaban con frecuencia su desconfianza del Ejército. Hoy las cosas han cambiado radicalmente.

¿Corcholatas se agarrarán del chongo?

Nos hacen ver que los simpatizantes del canciller Marcelo Ebrard le pidieron a los Reyes Magos de regalo que sea su "corcholata" la que gane la encuesta de Morena para definir al candidato a la presidencia en 2024. Fue el caso de la senadora Martha Lucía Micher, quien, tras expresar su deseo a los visitantes de Oriente, dijo que don Marcelo es el mejor aliado de las mujeres. También se sumó a la petición el diputado federal Emmanuel Reyes. Lo que no dijeron los simpatizantes del encargado de la política exterior es si van a seguir tratando de ayudar a que el regalo se cristalice por medio de denuncias penales en contra de la jefa de Gobierno de la Ciudad de México, Claudia Sheinbaum, por presuntos actos de campaña adelantada con la aparición de espectaculares en muchos estados del país. Nos hacen ver que tras conocerse la primera denuncia por parte de un personaje muy cercano al secretario, en Palacio Nacional lo recibieron con miradas de hielo. Y eso que todavía no arranca formalmente la competencia.

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Metrallas, no abrazos, el narco no es tu amigo/Juan Pablo Becerra-Acosta

El Universal 7/01/2023;

¿Qué dejó de aprendizaje el operativo de las fuerzas federales realizado el jueves pasado en Culiacán? Expongo varios apuntes preliminares…

   1.- En una decisión muy controvertida y severamente criticada por algunos sectores de la comentocracia, quizás el Presidente de la República acertó hace tres años y tres meses, cuando ordenó a sus tropas dejar libre a Ovidio Guzmán López, hoy de 32 años, para evitar una masacre que, de acuerdo a sus cálculos, podría haber causado un baño de sangre con un saldo de 200 vidas perdidas (“civiles inocentes”), todo como consecuencia de un operativo “precipitado”.

   Quizás acertó en aquel entonces Andrés Manuel López Obrador, aunque mancilló el prestigio de las Fuerzas Armadas porque éstas se exhibieron doblegadas y quedaron en ridículo como jamás les había ocurrido, pero sin duda que la madrugada de este jueves pasado su gabinete de seguridad sí dio en el blanco.

   Atinó de manera rotunda porque la captura del hijo de Joaquín El Chapo Guzmán se consiguió gracias a seis meses de discreción y un semestre de reconocimiento y vigilancia en el área de influencia del grupo criminal que comandaba Ovidio “N”. Fue un trabajo pulcro de planeación y coordinación entre los órganos de inteligencia del Estado mexicano, con el Ejército, la Guardia Nacional y la Fiscalía General de la República (FGR) a la cabeza, lo cual se notó en la estrategia para interceptar en tierra a Guzmán López sin que se produjera una masacre, pero sobre todo se percibió en el eficiente plan para extraerlo del lugar vía aérea sin que se presentaran graves obstáculos.

   2.- El Estado mexicano recuperó algo que había extraviado y que es su potestad constitucional: el uso legítimo de la fuerza. El adagio de “abrazos no balazos” quedó sepultado durante dos momentos de la madrugada del 5 de enero: primero, cuando los efectivos militares repelieron a ras de suelo el ataque del comando de Ovidio “N”, y después, cuando al menos un helicóptero de las Fuerzas Armadas lanzó desde el aire andanadas de metralla que acababaron por someter a los criminales que escoltaban a quien valía cinco millones de dólares de recompensa en Estados Unidos.

   Fue un alivio constatar la superioridad de fuego de las tropas y su libertad para operar como consideraran pertinente en delicadísimos momentos de combate. Algunos estudiosos de los temas de seguridad llevan años alegando (la mayor parte de ellas y ellos lo hacen de buena fe) que la letalidad de soldados y marinos en combate es muy superior a la de los criminales. Hombre, pues sí, afortunadamente así es. La nota, gravísima, preocupante para el país, sería que en cada enfrentamiento cayeran siete soldados por cada delincuente abatido, o que ningún criminal fuera neutralizado ante el fallecimiento de once marinos.

   Con el éxito que tuvieron el jueves, las Fuerzas Armadas recuperaron el orgullo, el espíritu de cuerpo en combate que parecía perdido porque el Presidente tenía maniatados a los militares: muchas obras y encargos millonarios, pero cero combates para neutralizar criminales que asuelan regiones enteras. Huyan, aguanten afrentas y humillaciones, reciban escupitajos, insultos, golpes y balazos, pero no respondan, soldados-marinos-guardias. Eso, lo vimos claramente durante cuatro años, envalentonó a los criminales, cuya insolencia y desparpajo fue creciendo hasta niveles inadmisibles.

  3.- Se acabó (espero que el Presidente no recule) eso que citaba yo hace unos segundos, la impunidad con que ya operaban los criminales en distintas regiones del país, muchas veces ante la mirada complaciente o resignada de las tropas. Matanzas entre cárteles por aquí, desapariciones masivas por allá, y había que esperar estoicamente, firmes, a que los programas sociales rindieran frutos mientras las balas silbaban por todos lados y ensangrentaban mucho más distintos territorios. Los programas sociales no deben verse como sustitutos de una estrategia de seguridad para inhibir la violencia criminal; ambos son elementos complementarios de cualquier política de Estado que pretenda generar protección ciudadana.

   Hoy, después de lo ocurrido el jueves, los criminales, se llamen como se llamen, se apoden como se apoden, representen las siglas que representen, saben que, o le bajan a su violencia y a su descaro delictivo, o les va a llover fuego del cielo para que puedan ser capturados, apresados y quizá extraditados a Estados Unidos, sin que nadie lo impida, salvo algún juez de dudosa probidad.

  4.- El narco no es tu amigo. Parafraseo una exitosa y controvertida campaña de comunicación interna que hubo en la UNAM a principios de 2018, hace cinco años, al final del sexenio de Enrique Peña Nieto: “No es tu amigo. Es un narco.”, fueron las frases utilizadas para hacer consciencia sobre la violencia que pueden desatar los narcotraficantes en cualquiera de sus modalidades.

   Este jueves pasado, en calles de Sinaloa, eso mismo quedó claro. Células integrantes del grupo delictivo de Ovidio “N” realizaron 19 bloqueos y agresiones armadas en Culiacán, incluidos ataques al aeropuerto internacional y a la Base Aérea Número 10. Ahí, en el aeropuerto, un avión de Aeroméxico fue impactado por una bala cuando sicarios arremetían contra una aeronave de la Fuerza Aérea Mexicana.

    “¿Qué pasó, mamá? ¿Por qué?”, preguntaban niños agachados y tirados al piso a bordo del aparato comercial, un Embraer 190, matrícula XA-VSU . “Agáchate, agáchate”, ordenaba su padre ante los balazos de origen criminal.

   Es un narco. No es tu amigo. Culiacán fue una jungla este jueves. Saqueos, rapiña, coches estrellados contra locales comerciales para robar refrigeradores y todo tipo de objetos, como pantallas de televisión. La base social narca operando para hurtar y causar miedo, pánico, zozobra. Robo de tráileres, quema de tractocamiones, despojo de mercancías. Convoyes y retenes de sicarios, balaceras, robo y despojo de 250 vehículos. Al final, según el recuento del General, 29 personas perdieron la vida y 35 resultaron heridas. Entre los fallecidos hay 10 militares y 19 integrantes del Cártel del Pacífico. Afortunadamente no hubo bajas colaterales, siempre según la Sedena.  

   El narco no es tu amigo, aterroriza a tu hijo en un avión, se roba tu mercancía, destroza tu negocio, te despoja de tu coche y luego lo quema. Mata a tus militares, a tus policías, puede herir a ciudadanos inocentes. Amenaza a medio mundo y extorsiona a quien se le da la gana. El narco desquicia la economía, provoca que se cancelen 102 vuelos desde y hacia diferentes sitios de Sinaloa.

   La secretaria federal de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez, dijo este jueves sobre el gobierno de López Obrador:  

   “No venimos a ganar una guerra, venimos a construir la paz.” 

   Pues sí, Secretaria y ex colega, suena muy lindo, pero para alcanzar esa paz en medio de las batallas sicarias mexicanas primero se tiene que ganar la guerra del uso legítimo de la fuerza, así que no está no está nada mal como aprendizaje de un jueves negro: metrallas, no abrazos, el narco no es tu amigo.

   No es pueblo bueno, pues. ¿O sí?                                                                                               jp.becerra.acosta.m@gmail.com 

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No quitemos el dedo del renglón/ Sergio García Ramírez

El Universal, 

Los cronistas de nuestra circunstancia festejan algunos acontecimientos y deploran otros. Hay de todo. Lo habrá en 2023, que inicia entre luces y sombras, ambas muy intensas. Subsisten y subsistirán. Por eso, no quitemos el dedo del renglón.

No cesarán los errores y los enconos que recibimos desde el micrófono del poder, empecinado contra el derecho y la libertad. En ese debate, tan difícil y desigual, mantengamos la exigencia de cordura y rectificación. El caudillo maneja una fábrica de infortunios. Todo hace ver que habrá mucho más. Ahora nos enteramos, por una elocuente confesión, de que la defensa de los pobres por quien ha multiplicado la pobreza, obedece solamente a un motivo político. Se quiere captar voluntades y acumular sufragios (¿no lo sabíamos, de sobra?).

Desprendimos la última hoja del calendario del 22, pero en las primeras del 23 figura el legado del año anterior. La oratoria furibunda no se ha modificado. Por ello es necesario que los agraviados (y agraviables, que son multitud) insistan en la exigencia de cambio radical en la conducta que incendia a México. Mantengamos el dedo en el renglón, mientras declina la furia. ¿Cuándo será?

Genio y figura, el personaje que ofendió al Poder Judicial y pretende subordinarlo, difamó a las instituciones de nuestra joven democracia e injurió a un amplio sector de la sociedad, volvió a las andadas en el alba del 23. Golpeó de nuevo, entre sonrisas melifluas

(melifluo, meliflua [persona] Que se comporta de forma afectada o excesivamente amable), a la prensa, a las clases medias, a los intelectuales, por no citar sino a algunos agraviados. Y volverá, porque la sensatez no figura en su proyecto de vida y gobierno, ni circula en sus venas, ni ilumina sus ideas.

Las andadas regresarán en cada arrebato y en cada matinée. Volverán sin tregua ante el menor obstáculo o la más leve crítica a sus decisiones. Arremeterá —lo está haciendo— contra la judicatura insumisa, la prensa libre, los órganos electorales, las instituciones de educación superior y otros frentes que luchan por cumplir el encargo que les dio la nación, a despecho de los cargos con que los ofende el Ejecutivo.

No retiremos el dedo del renglón en la obra de sobrevivencia que se impone a los ciudadanos y a sus instituciones. Entre éstas cuentan algunas muy apreciadas y necesarias. Ha seguido y seguirá la animosidad en contra de los juzgadores que detienen el capricho y sostienen la legalidad. Cuando aplican la ley (contra la convicción del caudillo: “Y no me salgan con que la ley es la ley”) se les tachará diciendo que están al servicio del conservadurismo. Crecerá la ira en contra de los órganos electorales, que en 2023 estarán sometidos a duras pruebas de perseverancia, coraje y cumplimiento.

En este año habrá cambios relevantes en el escenario electoral y movimientos decisivos en el panorama político. Podrían marcar el futuro de México. Quien no derrotó por ahora a los defensores de la Constitución, hará hasta lo imposible —que es perfectamente posible— para valerse de la reforma legal y desplegar desde ahí, como también desde la tribuna y el presupuesto, su batalla campal contra la democracia.

El conductor de una poderosa artillería, equipada para destruir, califica de “corruptas” a instituciones que sirven a la República. Habrá que ver dónde reside, verdaderamente, la corrupción que duele a México. Mientras llega la hora de verlo e impugnarlo con el voto de los ciudadanos, mantengamos el ánimo y la entereza que millones de mexicanos mostraron el 13 de noviembre de 2022. No quitemos el dedo del renglón.

Profesor emérito de la UNAM

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Quinto año/Jorge Volpi

en REFORMA, 07 Ene. 2023

El primer año, el recién llegado necesita deslindarse del pasado, se decide por unas cuantas medidas espectaculares y empieza a consolidar su poder; el segundo, acentúa su influencia e imprime su sello personal; el tercero, se empeña en demostrar su popularidad en las elecciones intermedias; el cuarto, intenta dejar todo atado para su eventual sucesión y, en el quinto, decide quién habrá de reemplazarlo: es, paradójicamente, su cenit y el momento de su irremediable claudicación. El sexto año de gobierno no solo suele ser una prolongación anticlimática, sino una fuente de conflictos, crisis y desastres: el precio a pagar por cinco años de un poder casi absoluto.

Así era, más o menos, la lógica del priismo hegemónico: la vida del país -y, por desgracia, la de todos sus habitantes- marcada a fuego por este tiempo sexenal en el que México estaba obligado a reinventarse una y otra vez. Todo el sistema posrevolucionario, con su relativa estabilidad, se basaba en este principio: continuidad a partir de una ruptura pactada cada seis años. No deja de resultar abrumador que, pese a los veintitrés años transcurridos desde nuestra incompleta transición a la democracia, la esencia del modelo no haya cambiado demasiado. Igual que entonces, el presidente López Obrador ha disfrutado de un enorme poder personal -acentuado, además, por su propio perfil autoritario- que está a punto de perder. Por más que la 4T se asuma como un quiebre, nos aventuramos en un quinto año no muy distinto de los que le precedieron: el punto más alto de su gobierno y, a la vez, el inicio de su final. Porque una cosa es nítida: una vez que haya candidato o candidata oficial, él perderá el control casi unívoco que posee.

En su afán por distanciarse de sus predecesores, AMLO construyó en estos cuatro años un sistema que rememora con nostalgia aquel priismo. Las diferencias, por supuesto, son notables: su victoria fue arrasadora y democrática y el poder se encuentra mucho más pulverizado que en las épocas de Ruiz Cortines o López Mateos o incluso de Salinas de Gortari o Zedillo, pero aun así los parecidos resultan evidentes. Este año el líder elegirá a su sucesor o sucesora, aun si en vez del dedazo se recurrirá a una encuesta a modo: en vez de tapados, López Obrador ha optado por contar con destapados, las tres "corcholatas" -un término aún más desdeñoso-, que en el fondo se reducen a dos: Claudia Sheinbaum y Marcelo Ebrard. Consciente de que la polarización en dos bandos ponía en peligro a su movimiento, construyó una tercera candidatura solo para que el derrotado tenga menos posibilidades de romper

Todos los signos que él ha expresado de manera rotunda y abierta apuntan a que la elegida será la jefa de Gobierno de la Ciudad de México: su heredera política, a quien le permitirá la irremediable distancia que habrá de imponerle una vez que ella ocupe la Silla del Águila. Por supuesto, el Presidente se ha empeñado en asegurarle al canciller que la competencia será pareja, pero en realidad ha hecho hasta lo imposible por mantenerlo apartado del país y de cualquier oportunidad de campaña, en tanto su rival aprovecha cada ocasión para asentar su primacía. El juego del Presidente parece obvio: llevar la contienda hasta un punto en el que a Ebrard ya no le convenga inconformarse o rebelarse, resignado a repetir el papel que Manuel Camacho, su preceptor, desempeñó con Carlos Salinas: como entonces, debería saber que la herencia no se otorga a los hermanos, sino a los hijos.

El otro parecido de este quinto año con los postreros tiempos de la hegemonía priista es el obtuso lugar de la oposición: un conjunto de partidos aún más desprestigiados que Morena que cargan a cuestas con la guerra contra el narco de Calderón y la corrupción endémica de Peña, sin una sola figura de prestigio capaz de aglutinar el descontento contra López Obrador. Si no ocurre una sorpresa mayúscula -y los quintos años suelen tenerlas-, se verificará una vez más esta tradición nacional y la última gran demostración de poder del Presidente consistirá en la designación de su sucesora.

@jvolpi

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Cuando Biden llegue.../Jorge Ramos Ávalos

en REFORMA

Cuando el mandatario estadounidense, Joe Biden, llegue a México, en unas horas se va a encontrar con un país polarizado, muy violento -con muchos muertos y un creciente control de los narcocárteles- y con un Presidente fuerte y popular que insiste en imponer su agenda y que, en el proceso, se está volviendo cada vez más autoritario.

El reciente arresto de Ovidio Guzmán en Sinaloa dejó decenas de muertos y heridos, ocasionó bloqueos en varias ciudades y provocó ataques en carreteras, a aviones en el aeropuerto de Culiacán y a una base aérea militar. Esto no es normal. En cualquier otro país, esto hubiera generado una emergencia nacional. La estrategia de seguridad ha fracasado -con más de 133 mil asesinatos en lo que va del sexenio- y el de AMLO ya es el gobierno más violento del siglo. Y la resistencia presidencial a un cambio de estrategia pronostica dos años muy difíciles.

Pero México es mucho más -y mejor- que su gobierno.

Biden también verá a una joven democracia que se resiste a dejar de serlo, a una nación creativa, alegre, luchadora y cuestionadora, que ve en Estados Unidos a un socio y, también, una oportunidad cuando las cosas se ponen mal en México. Durante décadas, Estados Unidos ha sido para muchos mexicanos una aspiración, una válvula de escape y la mejor opción para una segunda vida.

Los lazos entre México y Estados Unidos son profundísimos. No solo por la obvia cercanía territorial sino, sobre todo, por los más de 37 millones de personas de origen mexicano que vivimos en el norte.

Y, sin embargo, somos tan distintos.

"Probablemente en ningún lugar del mundo vivan, lado a lado, dos países tan diferentes como México y Estados Unidos. Al cruzar la frontera, digamos, de El Paso a Ciudad Juárez, el contraste es impactante: de riqueza a pobreza, de organización a improvisación, de sabores artificiales a especias picantes. Pero las diferencias físicas son menos importantes. Probablemente en ningún lugar del mundo dos vecinos se entiendan tan poco".

Este párrafo del libro Vecinos distantes fue escrito en 1984 por el corresponsal del diario The New York Times Alan Riding. Y sigue teniendo validez casi cuatro décadas después. México y Estados Unidos aún mantienen enormes diferencias de salarios y de crecimiento económico. Además, en los últimos cuatro años México se ha convertido en el muro de Estados Unidos, tal y como lo quería Trump.

Somos muy distintos pero el destino de ambos países está amarrado al otro.

Estados Unidos y México comparten una frontera que no es frontera. Millones la han cruzado nadando, caminando por desiertos y montañas, o con visas de turista que luego expiran. Por primera vez, desde que se llevan las cuentas, 2.7 millones de personas cruzaron ilegalmente hacia Estados Unidos, por la frontera sur, en el pasado año fiscal.

La frontera entre México y Estados Unidos está pintada con lápiz; es porosa por naturaleza, por historia y por costumbre. Está llena de huecos y hoyos. Nadie la puede sellar. Fue creada -¿inventada?- luego de la guerra entre ambos países (1846-1848) y todos los esfuerzos por marcarla, asegurarla y cerrarla han fracasado. Es una frontera impuesta por la fuerza -en que México perdió la mitad de su territorio- incómoda y frecuentemente violada.

Y así como entran inmigrantes, entran drogas. La gran mayoría de la heroína y las metanfetaminas que se consumen en Estados Unidos -el principal mercado de drogas del mundo- pasa a través de México. Más de 80 mil estadounidenses murieron por sobredosis de opioides en el 2021.

¿Vecinos distantes? A veces nos aguantamos y otras nos abrazamos.

Tras 175 años con la misma frontera, ya hay pocas cosas que nos sorprendan del vecino. Drogas, migración, el nuevo acuerdo comercial (junto con Canadá) y el tráfico de armas de Estados Unidos hacia México son los temas permanentes de la relación entre ambos países. Biden y el presidente Andrés Manuel López Obrador tendrán mucho que discutir. Pero estar en desacuerdo es lo normal. Cada uno responde a intereses e historias distintas.

A final de cuentas, Biden y AMLO saben lo esencial: que México y Estados Unidos están tan amarrados que la única solución es aprender a vivir juntos.

La frontera es solo una rayita.

@jorgeramosnews

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La cacería de Ovidio

LINOTIPIA / Peniley Ramírez

REFORMA, 7 Ene. 2023

Ovidio Guzmán era el eslabón más débil en la jefatura del grupo mafioso que las autoridades llaman Cártel de Sinaloa. Su perfil psicológico, elaborado por la inteligencia de Estados Unidos y México, dice que era el más propenso a hablar bajo presión y el más descuidado de sus hermanos, los hijos de Joaquín "El Chapo" Guzmán.

Ovidio se descuidó en octubre de 2019, cuando se quedó con su pareja y una escolta mínima en su casa en Culiacán. Se descuidó de nuevo esta semana, en el poblado de Jesús María. Allí lo capturó un operativo del Ejército, que se nutrió con información de la CIA e informantes clave. Recopilé esta información con fuentes de seguridad en ambos países, en las últimas horas.

El gobierno mexicano primero informó que llevaba seis meses siguiendo a Guzmán, aunque después anunció que el Ejército lo detuvo cuando revisaba unas camionetas con un blindaje sospechoso.

Hubo otra contradicción. El canciller Marcelo Ebrard dijo que Guzmán tiene que responder ante la justicia en México. Este viernes, un juez informó al hijo de "El Chapo" que fue detenido por una solicitud de extradición a Estados Unidos para enfrentar cargos por trasiego de cocaína, marihuana y metanfetaminas.

La indagatoria que llevó a la detención comenzó meses antes. La CIA infiltró el círculo de confianza de los hijos de "El Chapo", me dijo una fuente que estuvo cerca del operativo. En julio pasado, en Topilejo, cerca de la Ciudad de México, la policía detuvo a 14 personas que trabajaban para Guzmán. El grupo de élite que seguía a Guzmán obtuvo información.

En noviembre, en Culiacán, el Ejército buscaba a Aureliano Guzmán, "El Guano", hermano de "El Chapo". No fue capturado, pero sí cinco escoltas. Pocos medios lo publicaron. "Ese silencio militar nos hizo pensar que seguirían otras detenciones de alto nivel en Sinaloa", me dijo Eduardo Guerrero, director de Lantia Intelligence.

En esos días, informantes en el cártel entregaron datos clave a Estados Unidos. Esta semana, el mismo grupo de élite militar que detuvo a Guzmán en octubre de 2019 lo capturó otra vez. El operativo comenzó por aire, con un helicóptero que disparó sobre las casas a mansalva, dijeron vecinos a la prensa local.

El grupo de élite trasladó enseguida a Guzmán fuera de la zona, mientras otros elementos del Ejército llegaban en apoyo táctico para contener la violencia desatada por los delincuentes. A diferencia de 2019, en esta ocasión no llegó la orden de liberarlo.

El único caso público contra Guzmán en Estados Unidos está en una corte del Distrito de Columbia, data de 2017 y lo presenta como un traficante menor, en comparación con otros miembros de su familia. Sin embargo, otras acusaciones pueden estar aún bajo secreto en Estados Unidos. Según conversaciones entre ambos gobiernos a cuyos detalles tuve acceso, Guzmán era un operador clave en el trasiego de fentanilo.

México se ha convertido en el mayor exportador de esa sustancia hacia Estados Unidos y en uno de los principales productores, dice un informe del Congreso estadounidense que se publicó el mes pasado.

Antes, la mayor producción de fentanilo en el mundo estaba en Wuhan, China. Los precursores se enviaban a México. En 2020, Wuhan fue el epicentro de la pandemia de Covid-19 y la estricta cuarentena que impuso el gobierno chino obligó a los productores mexicanos a conseguir precursores en otros sitios.

Ahora, la detención de Guzmán ayuda al gobierno mexicano en su relación con Estados Unidos, ayuda frente a la narrativa de la oposición de que existe un pacto oficial con los traficantes de Sinaloa y ayuda a Ismael "El Mayo" Zambada, quien puede retomar poder operativo.

Para frenar la producción y el trasiego se necesita, sin embargo, no una detención espectacular, sino minar la estructura logística y el lavado de millones de dólares en ganancias diarias por el fentanilo. De esto, aún esperamos noticias.

@penileyramirez


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