En un artículo, el cardenal William J. Levada Núñez , prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, acusó al diario New York Times de tratar injustamente al Papa por la manera como manejó denuncias de abusos anteriormente.
Los obispos suizos instaron a las víctimas a presentar denuncias penales. Los obispos alemanes habilitaron una línea telefónica para las víctimas. El primado de Austria, cardenal Christoph Schoenborn, reconoció la culpa de la Iglesia al presidir una misa realizada bajo el signo del arrepentimiento.
"Gracias por romper vuestro silencio", dijo Schoenborn a las víctimas. "Mucho ha salido a la luz. Son menos los que apartan la mirada, pero resta mucho por hacer".
Una semana después que Benedicto XVI fustigó a los obispos irlandeses por sus errores groseros en el manejo de casos de sacerdotes que violaron niños, los obispos europeos, uno después de otro, confesaron errores, expresaron solidaridad con las víctimas y prometieron actuar cuando se denuncien abusos.
El mismo Benedicto XVI realizaba una Semana Santa de "humildad y penitencia", dijo el vocero vaticano Federico Lombardi a The Associated Press.
"El Papa es una persona de fe. Considera (el escándalo) una prueba para él mismo y para la Iglesia".
En la misa del Jueves Santo en el Vaticano, sin embargo, Benedicto XVI no mencionó los escándalos.
"Como sacerdotes, estamos llamados en fraternidad con Jesucristo, para ser hombres de paz, estamos convocados a oponernos a la violencia y a confiar en el supremo poder del amor", dijo el pontífice en su homilía en la Basílica de San Pedro.
Más tarde celebraba el rito de lavar los pies de 12 sacerdotes en señal de humildad.
El miércoles, la Iglesia respondió enérgicamente a una de las noticias más escandalosas relativas a los abusos: la decisión en la década de 1990 de no expulsar a un cura estadounidense acusado de abusar de niños sordos.
El cardenal Levada dijo en un artículo en la página de internet del Vaticano que juzgar al reverendo Lawrence Murphy hubiera sido "inútil" porque estaba agonizando cuando su diócesis inició un proceso canónico.
Levada criticó al New York Times, que dio a conocer los primeros detalles de la historia la semana pasada. Dijo que el influyente matutino usó erróneamente el caso para criticar a Benedicto XVI por su manera de manejar las denuncias. Una vocera del Times defendió los artículos, señalando que nadie habíe puesto en duda los hechos mencionados por el diario.
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El Papa evita hablar de los abusos sexuales durante las dos misas de Jueves Santo
Benedicto XVI aprovecha no obstante la Misa del Crisma para cargar contra las leyes sobre el aborto
LUCIA MAGI - Bolonia - EP; 01/04/2010
"Los católicos no pueden aceptar las injusticias elevadas a derechos por las leyes, como los asesinatos de niños inocentes aún no nacidos". En su homilía del Jueves Santo, el Papa ha vuelto a cargar en contra del aborto, pero no ha hecho referencia alguna al escándalo de los curas pederastas que está sacudiendo la opinión pública de medio mundo. Benedicto XVI ha celebrado esta mañana la Misa del Crisma, un rito durante el que se bendicen los aceites que se utilizan en los sacramentos y en el que los sacerdotes renuevan las promesas hechas en su ordenación (pobreza, castidad y obediencia). Tras la carta pastoral que envió a los obispos irlandeses con ocasión de la fiesta de San Juan y que condenaba las violencias sobre los menores y prometía punición, el Papa no ha vuelto sobre el tema sino con una alusión.
Eso fue antes de que los documentos, la prensa y los abogados que defienden a las presuntas víctimas hicieran que la crisis salpicara a los aposentos papales, responsabilizando directamente por encubrimiento a Ratzinger durante su etapa como prefecto para la Congregación de la Doctrina y de la Fe. Tampoco en la misa de la tarde en San Juan de Letrán, Benedicto XVI ha cambiado de estrategia.
"El mundo mira para ver lo mejor"
Quien sí ha hablado de la cuestión fue el presidente de la Conferencia Episcopal Italiana, el cardenal Angelo Bagnasco. "Ninguna sombra, aunque muy grave, dolorosa, despreciable, puede borrar el bien cumplido", ha dicho durante la misa en la Catedral de Génova. "La gente -ha relatado ante los numerosos curas presentes- os quiere, os mira con estima y a veces con un poco de curiosidad que vuestra vida solicita. El mundo nos mira con la esperanza de ver lo mejor de la humanidad y del bien". El patriarca de Venecia tampoco ha eludido la crisis: "Tengo un profundo sentido de traición y remordimiento por los crímenes de pedofilia pero también un renovado empeño en no ocultar ni uno de esos delitos, sin esconder nada, sin temblores o minimizaciones".
Mientras tanto, la prensa italiana publica hoy (repubblica.it) que también Pablo VI estuvo al corriente de casos de abusos sobre menores y los silenció. Así lo sostienen los abogados de las víctimas en California que esgrimen una carta, de 1963, enviada por Reverendo Gerard M.C. Fitzgerald al Papa y publicada por Asociated Press. Fitzgerald era jefe de una congregación que se ocupaba de curas que por "problemas morales" no podían ejercer su misión pastoral. En su carta al Papa Montini pedía el permiso para remover algunos curas que mostraban impulsos sexuales hacia menores.
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