6 mar 2012

La encuesta de Ulises


Ulises Beltrán sostiene que Enrique Peña Nieto mantiene una ventaja de 18 puntos sobre la panista Josefina Vázquez Mota y de 24 sobre Andrés Manuel López Obrador. La encuesta difundida por el diario Excelsior, detalla que el 30% de los ciudadanos que piensan votar el próximo 1 de julio se mantiene indeciso.
El ejercicio de BCG coincide con los resultados que hace unoas días  dio a concoer Parametría que destaca una diferencia de 19 puntos entre Peña  y Vázquez Mota, mientras que IPSOS-BIMSA señala una brecha de 12 unidades.
La encuesta contrasta con las anteriores, la de GEA-ISA que sólo da una diferencias de 7 puntos entre los aspirantes del PRI y el PAN.
La encuesta de Ulises:…
http://www.bgc.com.mx/sites/default/files/Encuesta%20BGC%20Excelsior%20050312%20Peña%20Nieto%20continúa%20a%20la%20cabeza.pdf
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Opinión de Leo Zuckerman

Peña arriba y un problema de Josefina/ Leo Zuckermann
Excélsior, 6 de marzo de 2012
De acuerdo con la encuesta de Ulises Beltrán, publicada ayer en Excélsior, no hay nada nuevo en la contienda presidencial. Peña Nieto sigue en primer lugar con 47% de preferencias electorales. A 18 puntos de distancia se encuentra Vázquez Mota, con 29% de las intenciones de voto. En un tercer lugar lejano, a 24 puntos del puntero, está López Obrador, con 23 por ciento. Como en el caso de todas las demás encuestas serias publicadas, el priista está arriba en las evaluaciones personales y en los atributos como candidato.
Muchos se preguntarán: ¿cómo es posible que nada haya cambiado en las encuestas desde el 5 de febrero en que Josefina ganó la candidatura panista? La respuesta es lógica y sencilla: pues porque nada ha pasado. Para que las preferencias electorales cambien, debe haber nueva información que haga decidirse al votante indeciso o al que ya tiene una idea de cómo votar, a cambiar su preferencia. ¿Ha habido alguna nueva información durante los últimos 30 días? Pues no porque no hay campañas. Sin éstas no hay nueva información que cambie las preferencias del electorado.
Seguramente así nos seguiremos hasta finales de este mes cuando, el día 30, comiencen las campañas presidenciales. Con una salvedad: ese día empiezan las vacaciones de Semana Santa, por lo que las campañas tendrán poca atención de un público que no estará muy interesado en seguir a la política. En este sentido, las campañas verdaderamente comenzarán a atraer la atención de los votantes hasta el lunes 9 de abril. No me sorprendería, en este sentido, que las encuestas serias prácticamente se mantengan con porcentajes similares a los de hoy hasta principios del mes de abril.
Ahora bien, donde sí hay información relevante para las campañas es en el frente de los partidos, que están en el dificilísimo proceso de repartir las candidaturas a los distintos puestos de elección popular. Este asunto es toral para los candidatos presidenciales. En la medida en que un partido reparta las candidaturas de manera pacífica, tiene más posibilidades de llegar unido a la elección, lo cual ayuda a que los cuadros partidistas trabajen a favor del candidato presidencial. En sentido contrario, si la repartición de las candidaturas desemboca en conflictos internos partidistas, el partido se divide y muchos cuadros, decepcionados, “bajan las manos”: se desaniman y dejan de apoyar a la campaña presidencial.
Tanto en el PRI como en el PAN y el PRD ha habido conflictos en la repartición de las candidaturas a diputados y senadores. Tengo la impresión, sin embargo, de que el PRI las ha procesado mejor. Por lo menos hay menos quejas que hayan trascendido a la prensa. Quizá tenga que ver con las perspectivas que tiene el tricolor de regresar a Los Pinos. A un precandidato que no salga favorecido para irse de diputado o senador siempre se le puede ofrecer acomodo en la inmensa estructura de la administración pública federal. Para ello, desde luego, tendría Peña que ganar la elección presidencial.
Lo mismo pueden ofrecer Josefina y AMLO a los políticos de sus partidos, decepcionados porque no quedaron como candidatos al Congreso: un puesto en el gobierno federal. El problema es que dichos políticos ven las encuestas y saben que estos dos candidatos presidenciales hoy tienen menos probabilidad de ganar. De esta forma no sorprende que haya más conflictos en la repartición de las candidaturas tanto en el PRD como en el PAN: hay muchos inconformes y los conflictos han trascendido a los medios.

El asunto es aún más claro en el PAN. Al parecer hay muchos “focos rojos” en diversos estados. Se habla de fraudes, compra de votos, clientelismo y compadrazgos en la repartición de las candidaturas. Todo lo cual da la impresión de un partido dividido, lo cual, de ser cierto, sería un problema para Josefina. Porque, como bien entendieron los priistas hace seis años, con un partido partido es muy difícil ganar.

            Twitter: @leozuckermann

La encuesta de Ulises…

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