Walmart de México: sobornos y escandalosos privilegios fiscales/JESUSA CERVANTES
Revista Proceso No. 1886, 23 de diciembre de 2012
La firma trasnacional Walmart ha lucrado durante años al amparo de los resquicios legales en México, donde ahora cuenta con 2 mil 927 unidades comerciales y 263 sucursales bancarias. Aun cuando el corporativo se halla inmerso en el escándalo, sobre todo en los últimos meses a raíz de una serie de revelaciones de legisladores de Estados Unidos y del diario The New York Times en relación con pagos de sobornos y evasión de impuestos, sus directivos en México no se inmutan: saben que las autoridades federales y del Distrito Federal –a las que adeudan decenas de millones de pesos por la falta de pago del predial– no las obligan a cumplir con sus compromisos fiscales.
La voracidad de la trasnacional Walmart de México es ilimitada. Con el transcurrir del tiempo surgen nuevos elementos que prueban la forma en que la compañía se ha beneficiado económicamente a costa de las autoridades hacendarias, estatales, municipales e incluso del gobierno del Distrito Federal.
A los señalamientos lanzados por legisladores estadunidenses contra la empresa e investigaciones periodísticas como la del The New York Times se suma la evasión de millonarios pagos por impuesto predial en la Ciudad de México –en 2009 debía 24.1 millones de pesos–, así como el beneficio de diferir la liquidación de impuestos federales desde 2004, que van de 4 mil millones a 7 mil millones de pesos, aun cuando Walmart de México tuvo ganancias superiores a 200%.
El pasado 14 de agosto los legisladores demócratas Elijah Cummnigs y Henry Waxman revelaron que tenían documentos internos según los cuales la empresa pudo haber incurrido “no sólo en sobornos, sino también en conducta financiera cuestionable, incluyendo evasión fiscal y lavado de dinero”.
Además, mencionaron el presunto pago de sobornos para obtener permisos de construcción de manera ilegal.
Mediante una carta dirigida al presidente ejecutivo de Walmart, Michel Duke, Cummings y Waxman notificaron: “Hemos obtenido documentos internos de la compañía, incluidos reportes de auditorías internas (y) de otras fuentes, sugiriendo que Walmart de México podría haber tenido problemas… no sólo de sobornos, sino también de ‘conducta financiera cuestionable’, incluyendo evasión fiscal y lavado de dinero”.
Al siguiente día, la firma respondió con un comunicado: “Con relación a ciertos reportajes que han aparecido en Estados Unidos que sugieren que Walmex pudo haber estado involucrada en actividades de lavado de dinero y evasión fiscal, Walmart de México y Centroamérica declara que no tiene conocimiento de que esté siendo investigada por autoridades mexicanas al respecto…
“Si se iniciara una investigación sobre esta materia y Walmex fuera notificada, cooperará con las autoridades, y en la medida en que lo permita la legislación vigente habrá de dar a conocer públicamente dichos hechos”.
Cuatro meses después –el pasado lunes 17– The New York Times documentó sobornos por parte de los directivos de la empresa para conseguir permisos, licencias de construcción, así como dictámenes ambientales, de impacto urbano y vial.
A partir de documentos confidenciales de Walmart, el diario neoyorquino identificó 19 tiendas distribuidas en territorio mexicano en las que los ejecutivos habían recurrido al soborno, entre ellas un Sam’s Club cercano a la Basílica de Guadalupe y un Centro de Distribución de Refrigerado al norte del Distrito Federal.
El rotativo relató la forma en que personal de la empresa aprobó pagos por al menos 221 mil dólares para modificar el uso de suelo en la zona de Teotihuacán, Estado de México, con el propósito de obtener la licencia para la construcción de otra sucursal.
La compañía emitió un comunicado el mismo lunes 17, en el que sostiene que sus ejecutivos están investigando el caso de Teotihuacán: “El proceso de apertura de la tienda en San Juan Teotihuacán al que hace referencia el artículo de The New York Times forma parte de la investigación que Wal-Mart Stores, Inc., está realizando con abogados y peritos independientes desde finales de 2011”.
Lo anterior significa que la información manejada por el diario estadunidense fue filtrada desde hace un año.
La empresa siempre ha tenido como prioridad colaborar en las investigaciones “con este fin –añade el comunicado–. Mientras las investigaciones sigan su curso, la empresa no hará comentarios sobre alegatos o acusaciones en específico”.
Y aun cuando los directivos de Walmart aseguran que iniciaron una investigación interna desde 2011 y que existe una denuncia en el Congreso estadunidense desde agosto de 2012, en México no hay ninguna indagatoria relacionada con el caso de Teotihuacán.
El diputado federal perredista Domitilo Posadas Hernández dice a Proceso que conseguirá la firma de 60 legisladores del Estado de México para presentar un punto de acuerdo en la Comisión Permanente para que las autoridades inicien una investigación al respecto.
Se queja también porque, dice, tan sólo la semana pasada el cabildo de Toluca autorizó la apertura de 40 tiendas Oxxo y cinco gasolinerías, y porque aún no se tiene información acerca de cuál será el impacto ambiental de ello.
Una clave: diferir impuestos
Este año Walmart de México –que en 1991 se asoció con las empresas de Manuel Arias y logró la apertura del primer Sam’s Club en México– contaba ya con 2 mil 927 unidades comerciales, que incluyen 263 bancos, según reportes de la Bolsa Mexicana de Valores.
La clave de su crecimiento está sobre todo en la habilidad de sus ejecutivos para diferir el pago de impuestos federales y locales, así como en reportar miles de millones como “gastos generales”, que al final resta de sus utilidades. Así, a la hora de pagar sus impuestos a nivel federal lo hace sobre cantidades mínimas, según explica Marco Fuentes Franco, miembro del Centro de Estudios del Sector Bancario.
Por ejemplo, indica, de acuerdo con el reporte de Walmart al segundo trimestre de 2012, los ejecutivos detallaron como “datos relevantes” ventas netas por 97 mil millones de pesos, de los cuales 76 mil millones fueron su costo de venta, por lo que se quedaron con una utilidad bruta de 21 mil millones.
“Sin embargo –insiste Fuentes Franco–, y aquí está la clave, la empresa reporta un gasto de 15 mil millones en un rubro que llama ‘gastos generales’. Esa suma se la restan a los 21 mil millones de utilidad, restando sólo 6 mil millones de pesos. Y es con base en esta última cantidad sobre la que pagan los impuestos a la federación.”
Esos “gastos generales” son escandalosos, pues equivalen a 20% de los costos de venta, dice el analista, quien considera exagerados dichos montos porque, explica, en esos rubros entra la renta, aunque los locales son propios.
“Esos 15 mil millones de pesos no pueden ser ni el sueldo de los trabajadores ni los gastos de operación ni el pago de renta. Entonces, podría ser que esos gastos generales sean una forma de evadir impuestos. Corresponde a la Secretaría de Hacienda exigir una explicación para saber a qué corresponden”, señala.
Pero eso no es todo. El consorcio Walmart de México ha recurrido desde 2004 a un beneficio fiscal federal, según el cual una compañía que tiene varias filiales u otras empresas “consolida” impuestos y hace sólo un pago.
En este caso, Walmart –que posee 2 mil 927 unidades comerciales, entre ellas Bodega Aurrerá, Walmart Supercenter, Aurrerá, Sam’s Club, Superama, Suburbia y los restaurantes Vip’s, El Portón y Ragazzi– hace una “consolidación fiscal” y paga impuestos de un solo golpe, por lo que no declara por cada una de las tiendas.
Aparte está Banco Walmart, con 263 sucursales, que funciona desde 2007.
Según datos del consorcio reportados a la BMV, desde 2004 Walmart ha venido difiriendo el pago de impuestos. Y es que cuando una firma tiene varias sucursales y las agrupa en una sola, el gobierno le otorga facilidades para que pague sus impuestos “a plazos”.
En septiembre de 2009, cuando el paquete fiscal para 2010 llegó a la Cámara de Diputados, el diputado federal priista Sebastián Lerdo de Tejada, quien hoy está al frente del ISSSTE, y el entonces titular de Hacienda, José Antonio Meade, la llamada consolidación fiscal le estaba generando pérdidas por 500 mil millones de pesos al gobierno federal.
Si se toma como base esa suma –500 mil millones de pesos–, Walmart ha diferido el pago de impuestos desde 2004. De acuerdo con los reportes presentados por sus directivos a la BMV, este 2012 tuvo ventas por 145 mil millones de pesos, pero sólo entregó al fisco 2 mil 500 millones y pospuso el pago de 5 mil millones de pesos.
En 2005, cuando sus ventas fueron por 165 mil millones de pesos, pagó sólo 3 mil 900 millones y dejó de pagar 4 mil 400 millones; en 2006 Walmart se embolsó 206 mil millones, liquidó 5 mil millones en impuestos y difirió la entrega de 6 mil millones; en 2007 sus ganancias fueron de 224 mil millones, pagó 6 mil millones de impuestos y quedó a deber 5 mil millones; en 2008 las ventas fueron de 244 mil millones, entregó 5 mil millones y dejó de pagar 5 mil 500 millones.
En 2009, las ganancias de Walmart de México se elevaron a 270 mil millones de pesos, la empresa pagó 6 mil millones a Hacienda y quedó a deber 5 mil 500 millones; en 2010 sus ventas fueron de 336 mil millones, pagó 8 mil millones en impuestos y dejó de pagar 7 mil millones, y en 2011 sus ventas ascendieron a 381 mil millones, pagó impuestos por 8 mil millones y difirió el pago de otros 8 mil millones.
Puras ganancias
De 2004 a la fecha las ganancias de Walmart son superiores en 200% a los impuestos que ha dejado de pagar al gobierno federal.
Los legisladores del PRI, quienes en la anterior legislatura dijeron que revisarían los llamados “regímenes especiales” –entre éstos la “consolidación fiscal”– para evitar que el gobierno federal dejara de percibir 500 mil millones de pesos, como sucedió en 2010, no presentaron ninguna fórmula para acabar con el privilegio de los grandes empresarios en el reciente paquete fiscal para 2013 recientemente aprobado en la Cámara de Diputados.
Un dato más: según cifras del Distrito Federal, se estima una recaudación por impuesto predial de 7 mil millones de pesos al año, mientras que en 2011 Walmart dejó de pagar impuestos federales por una cantidad mayor: 8 mil millones.
Y aunque la empresa creció durante los dos sexenios panistas, fue a partir de 2004 cuando empezó a repuntar; incluso obtuvo su licencia en 2006 para operar como banco, esquema que inició operaciones en 2007. Por lo que atañe al gobierno del Distrito Federal, la firma trasnacional ha obtenido grandes beneficios.
Según datos de la Secretaría de Finanzas del Distrito Federal correspondientes a diciembre de 2010, cuatro empresas Walmart –dos de ellas ubicadas en la delegación Venustiano Carranza, una en Coyoacán y otra en Benito Juárez– debían el impuesto predial de 2005 a 2009.
Por ese concepto, en el periodo 2006-2009 Walmart aeropuerto dejó de pagar 9 millones 856 mil pesos; Walmart Balbuena debía 4 millones 24 mil; Walmart Miramontes, 8 millones 617 mil, del cuarto bimestre de 2006 al quinto bimestre de 2009. Finalmente Walmart Universidad tenía un adeudo de 9 millones 702 mil pesos del segundo bimestre de 2006 al quinto bimestre de 2009.
Es decir, el gobierno del Distrito Federal le perdonó una deuda de 24 millones 199 mil pesos entre 2005 y 2009.
El 8 de diciembre de 2010, Mario Fuentes Franco, miembro del Centro de Estudios del Sector Bancario, entregó al entonces jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, una carta en la que le reclamaba por el millonario adeudo de Walmart.
En entrevista con Proceso, Fuentes Franco sostiene que en 2011 los adeudos de Walmart fueron modificados por la Secretaría de Finanzas. “Nunca supimos por qué le disminuyeron la millonaria deuda”, dice.
Hoy, agrega, al entrar a la página de la secretaría “uno se da cuenta que los adeudos de esa empresa están en cero; no sabemos si se los condonaron o ya pagó”.
Fuentes Franco señala que una de las herramientas a las que recurren con frecuencia Walmart y otros consorcios es el diferimiento del pago de impuestos. Sin embargo, comenta, Walmart no para ahí; también tiene licencia para el Banco Walmart.
En este caso, explica el entrevistado, según el informe financiero de ese banco al cuarto trimestre de 2011 se puede uno dar cuenta de que “difieren un porcentaje mayor en pago de impuestos que lo que deben pagar a Hacienda en impuestos”.
Y detalla: “El reporte dice que tuvieron ingresos por 264 millones de pesos, pero declaran como ‘estimación preventiva para riesgos crediticios’ sólo 239 millones; además, 70 millones son gastos por intereses”.
Banco Walmart, dice Fuentes Franco, suma los 70 millones y los 239 millones, lo que implica una pérdida de 309 millones. Sin embargo, los 239 millones no deben quedar registrados como pérdida, pues sólo es un fondo por si ocurre alguna catástrofe financiera o si el deudor no paga. Pero ese es dinero que el banco tiene.
Al final, lo que hacen es restar los 264 millones de sus ganancias a los 309 millones de pérdidas. Así, en ese trimestre de 2011 tuvieron una pérdida de 45 millones.
“Por lo tanto –dice–, no pagan impuestos sobre 264 millones de pesos que tuvieron de ingreso. Con eso evaden al fisco. Y eso deberán investigarlo las autoridades hacendarias; no sólo los sobornos”.
Ego sum qui sum; analista político, un soñador enamorado de la vida y aficionado a la poesía.
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