8 sept 2014

El fornicio

El fornicio

 Te besaré en la punta de las pestañas y en los pezones,
te turbulentamente besara,
mi vergonzosa, en esos muslos
de individua blanca, tacara esos pies
para otro vuelo más aire que ese aire
felino de tu fragancia, te dijera española
mía, francesa mía, inglesa, ragazza,
nórdica boreal, espuma
de la diáspora del Génesis... ¿Qué más
te dijera por dentro?
                                 ¿griega,
mi egipcia, romana
por el mármol?
                       ¿fenicia,
cartaginesa, o loca, locamente andaluza
en el arco de morir
con todos los pétalos abiertos,
                                               tensa
la cítara de Dios, en la danza
del fornicio?

Te oyera aullar,
te fuera mordiendo hasta las últimas
amapolas, mi posesa, te todavía
enloqueciera allí, en el frescor
ciego, te nadara
en la inmensidad
insaciable de la lascivia,
                                      riera
frenético el frenesí con tus dientes, me
arrebatara el opio de tu piel hasta lo ebúrneo
de otra pureza, oyera cantar las esferas
estallantes como Pitágoras,
                                          te lamiera,
te olfateara como el león
a su leona,
                para el sol,
fálicamente mía,
                          ¡te amara!
Gonzalo Rojas; poeta chileno nacido en Lebu, Arauco, en 1917, difunto en abril de 2011
Organizó a partir de 1958 los famosos Congresos de Escritores en Concepción,  reuniendo lo más selecto  de la literatura latinoamericana. Fue diplomático en China y Cuba. Perteneció al grupo surrealista reunido en torno a la  Revista Mandrágora, 1938 - 1943.

Recibió numerosos premios internacionales, entre los que se cuentan: Premio Sociedad de Escritores de Chile por  «Poesía Inédita» 1946, Premio Reina Sofía de poesía de España, Premio Octavio Paz de México y José Hernández  de Argentina, además del Premio Nacional de Literatura de Chile en 1992 y del Premio Cervantes de Literatura 2003.

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