Europa
debe reconocer a Palestina/Saeb Erekat es miembro del Comité Ejecutivo de la OLP y Jefe Negociador Palestino.
El
País | 17 de diciembre de 2014
Nuestra
petición es clara: La comunidad internacional debe asumir su responsabilidad
para que se respeten los derechos inalienables del pueblo palestino —derechos
básicos como el derecho a nuestra libertad— que han sido violados durante
décadas. Por ello acudimos al Consejo de Seguridad y pedimos el reconocimiento
de nuestro Estado.
Ya
han sido aprobadas decenas de resoluciones pero su concreción en la práctica ha
sido poca. Lo que buscamos es simplemente que cada Estado adopte todas las
acciones necesarias de corte legal, político y moral de forma que lo proclamado
durante décadas por la comunidad internacional se cumpla e Israel deje de ser
tratado como un Estado que está por encima de la ley. En este sentido, el
reconocimiento del Estado de Palestina es un paso que sirve para ratificar una
posición de principios: Que la libertad del pueblo palestino es un derecho y no
un privilegio.
La
votación realizada el pasado 18 de noviembre en el Parlamento español, al igual
que lo sucedido en los parlamentos de Reino Unido, Francia, Bélgica, Eslovenia,
Portugal e Irlanda, así como la votación del 18 de diciembre en el Parlamento
europeo, ratifican lo que la inmensa mayoría de la opinión pública europea
pide: Llevar a cabo acciones concretas para lograr la libertad de Palestina.
También significa un mensaje claro dirigido a Israel: Basta ya. Con su Gobierno
de extremistas y colonos, Israel ha dejado incluso a sus más incondicionales “amigos”
en Europa sin la posibilidad de defenderlo.
Como
dijese apasionadamente el diputado conservador británico y jefe de la comisión
de exteriores del parlamento británico Richard Ottaway: “He sido un amigo de
Israel desde que soy conservador (…) La reciente anexión de 950 hectáreas en
Cisjordania hace unos pocos meses me ha enfurecido más que ninguna otra cosa en
mi carrera política. Me ha hecho quedar como un tonto, y eso es algo que no me
gusta nada”.
La
Organización para la Liberación de Palestina (OLP) ha llamado al pueblo
palestino a levantarse pacíficamente contra la ocupación israelí. Lo hemos
hecho a través de la lucha popular contra las colonias y el muro. Lo hemos
hecho a través del camino del boicot, la desinversión y las sanciones (BDS)
contra quienes estén vinculados con la ocupación y colonización de Palestina. Y
sobre todo lo hemos hecho a través de la diplomacia con 135 países que ya nos
han reconocido. El último de ellos es Suecia. El reciente asesinato del
ministro Ziad Abu Ein, uno de los principales impulsores de la lucha no
violenta contra la ocupación, es una muestra más de que a Israel cualquier
forma de resistencia palestina le incomoda. Este asesinato de un hombre
ejemplar que deja a su viuda con cuatro hijos, debe impulsar aún más nuestra
campaña. Debemos abrir los horizontes políticos que nos permitan dejar de una
vez por todas el dolor de una tierra y un pueblo heridos, y convertirlo en la
esperanza de los años venideros en un Estado libre, sin ocupación militar.
Nuestro
derecho a la autodeterminación nunca ha sido objeto de negociación con nadie.
La excusa de que el reconocimiento como Estado de Palestina debe ir en paralelo
con el proceso de negociación es un insulto a nuestro derecho a ser libres,
especialmente si consideramos que legalmente Israel no tiene derecho sobre
ninguna parte del territorio del Estado de Palestina, incluyendo Jerusalén
Oriental.
Habiendo
intervenido en los sucesivos procesos de negociación, desde la conferencia de
Madrid en 1991 hasta los frustrados nueve meses gestiones del secretario de
Estado de EE UU, John Kerry, entiendo que nada ha de moverse a menos de que la
comunidad internacional asuma su responsabilidad. No puede ser que Europa
condene las colonias pero no prohíba el ingreso de sus productos en sus
mercados. No puede ser que se siga garantizando impunidad a quienes cometen
crímenes contra de nuestro pueblo bajo la ocupación. Claramente hay mucho por
hacer, y reconocer a Palestina, aunque tarde, es un paso en la dirección correcta.
En
mis reuniones con el secretario Kerry y una serie de ministros europeos he
repetido nuestro mensaje: No estamos aquí para enfrentarnos a EE UU o Europa,
sino simplemente para obtener nuestros derechos por la vía de la diplomacia.
Nadie puede decir que lo que pedimos sea injusto o se oponga a la legalidad
internacional. El apoyo recibido por más de 800 intelectuales israelíes al
reconocimiento de Palestina demuestra que tomar ese paso es una inversión en la
paz. La apertura de un horizonte político es crucial para demostrar que la
diplomacia y las iniciativas de la sociedad civil pueden lograr los derechos
del pueblo palestino: terminar con la cultura de impunidad de Israel que ha
negado nuestros derechos durante más de medio siglo. Nosotros decimos basta, y
las opiniones públicas europeas también. Para avanzar con hechos y no quedarnos
en la retórica, Europa debe reconocer a Palestina.
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