Los
Porkys de Duarte y Peña/ ÁLVARO DELGADO,
Agencia APRO, 28 MARZO, 2016
Exigen
castigo a presuntos violadores en Veracruz.
Foto: Yahir Ceballos Exigen castigo
a presuntos violadores en Veracruz. Foto: Yahir Ceballos
CIUDAD
DE MÉXICO (apro).- Al crimen abominable de la violación de la joven Daphne
Fernández, siguió su revictimización por la protección del poder a sus
agresores confesos y ahora asoma el terror: Amenazas de asesinato contra la
familia sólo por exigir justicia en el Veracruz podrido por Javier Duarte y
Enrique Peña Nieto.
Los
autores de esta nueva infamia son –dice ella– los padres de los cuatro
violadores, específicamente Felipe Capitaine Rivera, exalcalde
priista-perredista de Nautla: “A mí me amenazan de que le van a quitar la
cabeza a mis hijos, porque ellos son muy poderosos… Hagan lo que quieran, pero
yo tengo fe en que sí se va hacer justicia”.
A
eso justamente se unió una multitud de veracruzanos que asumió con gallardía el
deber cívico de tomar las calles, a levantar la voz contra la impunidad de los
cuatro agresores amparados en el poder político y económico de sus padres, que
resumió una pancarta: “En el Veracruz corrupto, dinero mata justicia”.
Pero
como en el Veracruz gobernado por el crimen se aniquila y desaparece
indiscriminadamente, como los jóvenes de Tierra Blanca, Papantla y
Coatzacoalcos, no pueden ignorarse que las amenazas de muerte denunciadas
públicamente por la abuela de la menor de edad que fue violada pueden
materializarse.
La
violación sexual contra la joven no es el primer crimen que cometen Enrique
Capitaine Marín, Jorge Cotaita Cabrales, Diego Cruz Alonso y Gerardo Rodríguez
Acosta –conocidos como “Los Porkys de Costa de Oro”, hijos de políticos y
empresarios ligados al PRI–, sino uno de tantos.
Hugo
Calderón Yáñez, hermano de la víctima, reveló que para liberar al asesino se
procedió, primero, de manera semejante al caso de Daphne Fernández:
“Mi
hermana fue la que estuvo con él (Jorge Cotaita) en Tránsito, Rocío Calderón
Yáñez, y le jugaron la misma mecánica, el “perdón, disculpa, no lo volvemos a
hacer, fue un accidente”. Pero no fue un accidente, porque iba a exceso de
velocidad”.
Pero
él presentó una denuncia por homicidio contra el Porky, pero no sólo no se
investigó, sino que lo amenazaron por haberlo hecho.
“Estaba
levantando la denuncia por lesiones cuando me hablaron de que había fallecido
(mi hermano), entonces la interpuse por homicidio y nunca procedió. Recibí
amenazas de que si seguía metiéndome iba a tener problemas”.
Quienes
saben de las andanzas de este grupo de jóvenes aseguran que son muchos los
delitos que han cometido, todos encubiertos por las autoridades estatales que
tienen un responsable principal: El gobernador Javier Duarte, jefe del fiscal
que, tras diez meses de denunciado el delito de violación, sólo repta.
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