Leer en
cualquier camino./Sylvia Teresa
Manríquez/ entrevista
“Yo no parto
nunca de mi casa sin un libro en la mano” Gerardo
Fernández Noroña
Hace poco tiempo
Gerardo Fernández Noroña, activista ex integrante del PRD, declaró que tuvo que
tomar la difícil decisión de seleccionar muchos de sus libros para venderlos y
sobrevivir económicamente; información que llama la atención cuando se sabe que
el ex diputado ama la lectura, pues ve en ella una fuerte herramienta para el
cambio.
- Gerardo ¿Cree
posible que en este país se pueden cambiar las armas por letras?
La lectura es
mucho más poderosa que las armas porque abre la imaginación, abre el
entendimiento, da conocimiento, permite viajar, conocer, vivir, experimentar,
desarrollar, imaginar. No creo que pueda haber hombres y mujeres libres sin la
lectura. Creo que es un instrumento muy importante y muy placentero. La gente
piensa que es una obligación, que es una tortura, que se usa como castigo pero
no es así.
Si yo pudiera
dedicarme a leer eso haría. No tendría ningún inconveniente en que me pagaran
por leer. El problema con la lectura es comprometerse con el país, hay que
hacer una serie de cosas para fomentarla.
- ¿Cómo
podemos acercar la lectura a la gente que no puede comprar
Que no puedan
comprar libros no es el problema. Hay ferias del libro en las que se venden
hasta en veinte pesos y muy buenos, no son libros basura, sino libros que
realmente vale la pena leer. Que son caros es un pretexto porque el alcohol
también es caro, hay botellas de whisky, brandy, coñac, que son muy caras y la
gente las compra. Las cantidades que se mete de cerveza la gente en esta zona
del país (Sonora) son enormes, industriales, es un gasto con el que pudieran
comprarse también cualquier cantidad de libros.
- ¿Cuál es el
problema con la lectura?
El problema es
que la escuela la hace odiosa, la vuelve una obligación. Ponen las lecturas más
aburridas y hacen que se deteste leer, o sea, hacen justo lo contrario de lo
que deberían promover. Tenemos que modificar nuestros esquemas educativos, que
no tienen que ver con que le hagan exámenes a los profesores. El sistema
educativo está absolutamente mal planteado. La escuela no promueve cosas
creativas, ni la investigación, el desarrollo o el pensamiento del ser humano;
en cambio lo que promueve es la memorización, la necedad.
- ¿Cómo se puede
cambiar esto?
Yo creo que
tenemos que hacer un proceso donde la gente se ponga en pie de lucha, empuje la
transformación y dentro de esa transformación tendremos que cambiar la
educación.
Mira, a los
niños les encanta que les lean antes de dormirse porque son muy imaginativos,
así van tomando el hábito de la lectura; pero, si no se les lee y se quiere que
ellos lean mientras todo mundo está pegado a la televisión ¿pues cuando van a
agarrar un libro?
- ¿Recuerda cuál
fue el primer libro que leyó siendo niño?
Híjole… No se
promovió la lectura en mi casa cuando era niño. Yo empecé a leer tardíamente.
El libro que me empezó a generar el gusto por la lectura fue uno de Mario
Benedetti que se llama “La tregua”, es muy bonito, en su momento leí todo lo de
Mario Benedetti, porque cuando un autor me gusta me leo todo lo que ha escrito.
- ¿Qué lee?
Yo traigo un
libro siempre, leo de todo. Ahorita traigo este de historia “Batalla de la
dictadura” de los Flores Magón, estoy a punto de terminarlo. Tengo varias cosas
de literatura esperándome, estoy metido de lleno en el tema del petróleo y
temas de historia. Me encanta leer cuentos y novelas.
- También
escribe.
No pretendo ser
escritor aunque he estado retomando algunas cosas que primero pensé plasmar con
la cámara. Decidí escribir quien soy, de donde vengo, pero me quedé atorado, he
hecho cien cuartillas. Retomo la tarea de escribir pero sobretodo con
intencionalidad política no con una aspiración literaria, yo creo que mis
capacidades están orientadas en ese sentido.
- ¿Significa que
seguirá escribiendo?
Sí, pero yo voy
a morirme siendo un político, a eso me dedicaré toda la vida, a la lucha por la
transformación del país, por alcanzar justicia y libertad y mejores condiciones
de vida para nuestro pueblo.
En todo ese
camino siempre me acompañan mis libros, yo no parto nunca de mi casa sin un
libro en la mano. Leo siempre, en cualquier lugar en donde esté. Hace mucho que
no veo televisión. Leo todo el tiempo.
- Entonces la
idea es que los caminos de México un día estén llenos de letras porque eso nos
llevará a donde queramos ir.
Exactamente, nos
va a liberar. El hombre o la mujer para ser libres tienen que leer.
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