Todas
las noticias del Vaticano en un solo portal web
Entrevista
con el prefecto de la nueva Secretaría de la Comunicación sobre el avance de la
reforma a los medios del Vaticano, la más profunda en décadas
CIUDAD
DEL VATICANO
La
reforma será radical. Todas las estructuras comunicativas de la Santa Sede
confluirán pronto en un nuevo Corporativo Multimedia. Antes de fin de año las
noticias del Papa se leerán, verán y escucharán en un único portal. Y nacerá el
“Palacio de las Comunicaciones” en el actual edificio de la Radio Vaticana.
Habla en entrevista el prefecto de la nueva Secretaría de la Comunicación,
Dario Edoardo Viganó.
¿A
qué punto se encuentra la reforma a la comunicación del Vaticano?
Estamos
a buen punto. Establecimos que tras seis meses del nacimiento de la Secretaría
íbamos a incorporar la Sala de Prensa, Pontificio Consejo de las Comunicaciones
Sociales y el Servicio de Internet. Ya lo hicimos. Además estamos muy avanzados
en el diseño de un portal que tendrá en cuenta el aspecto multilinguístico y
multicultural de la Radio, del Centro Televisivo Vaticano y de “L’Osservatore
Romano”. Será un portal unitario que verá la luz antes de fin de año. Entonces
toda la parte periodística y tecnológica pasará, el 1 de enero de 2017, dentro
de la Secretaría para la Comunicación. El año próximo asumiremos el diario, la
Tipografía Vaticana y el Servicio Fotográfico.
¿Este
portal sustituirá a las páginas de cada uno de estos medios?
Permanecerá
vatican.va porque es el portal oficial del Vaticano. El Centro Televisivo y la
Radio Vaticana serán cerradas. No serán destruidos pero toda su producción,
junto a parte de “L’Osservatore”, confluirán en este portal. También news.va
cerrará, porque es un concentrador. Habrá un solo portal, que todavía no tiene
título, con todos los idiomas que actualmente tiene la Radio. Allí habrá
videonoticias, compactos radiofónicos y texto. No existirán más los periodistas
de la Radio, del diario, de Centro Televisivo, habrá un soporte de contenido y
de él dependerán los redactores de la Secretaría.
Quienes
actualmente trabajan en cada uno de los medios, ¿seguirán siendo coordinados
por esos medios o habrá una gran redacción?
La
radio, con su transmisión por frecuencia modulada, continuará existiendo.
Tendrá sus periodistas. Luego habrá canales de salida: radiofónica, escrita y
televisiva, pero los periodistas que estarán dentro de esta gran redacción
serán los mismos. ¿Cuánto tiempo se necesitará para que este nuevo sistema
asuma un ritmo? Depende de las personas, no sólo de un proyecto de reforma.
¿Físicamente
trabajarán en el mismo espacio?
Lo
que llamamos Radio Vaticano en realidad ya no es una radio. El 80 por ciento de
su contenido está desarrollado para sitios web lingüísticos. Entonces, el
Palacio Pío donde actualmente funciona la radio se convertirá en el Palacio de
las Comunicaciones. Allí funcionará la sección “105” (frecuencia de la Radio
Vaticano), la producción de los compactos de audio y recibirá la redacción del
Centro Televisivo Vaticano, especialmente para el montaje de las videonoticias.
Como no hay espacio para todos, los colaboradores de “L’Osservatore”
permanecerán fuera pero podrán acceder a un sistema conectados vía fibra
óptica.
Entonces
los actuales directores de la secciones no existirán más, ¿serán
reorganizados?
La
cuestión principal no puede ser la preocupación por mantener puestos. Cuando
uno es profesional, se le reconoce y no tiene necesidad de defender ningún
cargo. ¿Cómo será el nuevo organigrama? Todavía esto no está definido porque es
demasiado pronto. Ciertamente no se puede imaginar que alguien pierda derechos
adquiridos, así como no se puede pensar que no se cumplan los propios deberes.
Esto es claro. Nosotros estamos en una situación, también de contexto mundial,
en el cual el trabajo es una gracia por la cual agradecer a Dios. Por eso no se
puede tener, ni siquiera lejanamente, el pensamiento de no desarrollar, con la
máxima profesionalidad y con la máxima dedicación, el propio servicio. No sé
cuántos directores habrá. A veces es mejor tener un gran ejército y pocos
comandantes.
¿Qué
calendario manejan?
El
31 de diciembre de 2018 la reforma debe estar concluida. Mejoras y cambios se
podrán aportar, eso es claro.
Se
han levantado algunas críticas porque el modelo de la reforma se basa en el
sistema de gestión de la Disney. ¿Por qué?
Se
necesita ser serio en la vida y no superficial. Mi objetivo no es hacer
películas como la Walt Disney. Existen varios modelos empresariales y este es
uno de los mejores en varios manuales, después de haber consultado
universidades de todo el mundo. Disney es quizás la más grande empresa de
producción cultural en el mundo, entonces reírse de ella es no comprender lo
que está ocurriendo en el mundo. Nosotros no hacemos películas de fantasía,
transmitimos el mensaje del santo padre y los contenidos de la Iglesia.
¿Cómo
funcionará el modelo para la Santa Sede?
Habrá
una dirección editorial, un grupo que incluya a los responsables de la
producción de las noticias pero también de los canales de salida, incluida la radio
y el periódico impreso. Ahí se armará la estrategia y luego cada quien deberá
aplicarla en sus diversos formatos. Además se desarrollará un “Vaticloud”, un
canal para compartir información con los nuncios y los episcopados del mundo.
¿Cómo
será la relación con los medios de comunicación en general?
De
esto se ocupará la Sala de Prensa y la dirección de comunicación institucional.
Estamos pensando en ampliar las áreas de trabajo, con expertos en comunicación
económico-financiera y en gestión de crisis. La idea es que exista una
comunicación decididamente más proactiva.
¿Es
posible cambiar la idea impuesta de que Vaticano es noticia sólo cuando afronta
escándalos?
Eso
está en la forma de construir la noticia de los grandes medios. Ellos siempre buscan
enfatizar el rumor porque esto crea comunidades de unos contra otros. ¿Cuánto
los medios puedan no recurrir continuamente al escándalo depende de ellos?
Alguno si, alguno no. Eso no quiere decir que no se deba hablar de los
escándalos, ni censurar, pero pienso que se pueda hablar de los problemas en
manera no escandalizadora. A veces se crean escándalos de problemas
inexistentes.
¿Es
difícil seguir el paso de un Papa tan expuesto, comunicacionalmente
hablando?
No,
no es difícil. Siempre y cuando uno no entra en la lógica de seguir todas las
exigencias de los medios y periodistas de turno. Estas continuas opiniones no
son la cuestión fundamental. Lo importante es la relación del Papa con las
personas. Él nos enseña que en el mundo hay una sola cosa que vale la pena:
cultivar el vínculo con Dios. Todo lo demás es relativo.
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