9 jun 2018

El Papa: el uso de la energía no debe destruir la civilización

El Papa: el uso de la energía no debe destruir la civilización
Audiencia del Papa Francisco a los participantes en el Encuentro de Dirigentes de las principales Empresas del Sector Petrolífero, del gas natural y de otras actividades relacionados con la energía.

Renato Martinez – Ciudad del Vaticano/ Vatican News...,9 de junio de 2018
“Los invito a ser el núcleo de un grupo de líderes que imaginan la transición energética global de modo que tenga en cuenta a todos los pueblos de la tierra, como también a las futuras generaciones, a todas las especies y los ecosistemas”, lo dijo el Papa Francisco a los participantes en el Encuentro de Dirigentes de las principales Empresas del Sector Petrolífero, del gas natural y de otras actividades relacionados con la energía, a quienes recibió en Audiencia la mañana de este sábado, 9 de junio, en la Sala Clementina del Vaticano.

En su discurso, el Santo Padre resaltó los temas abordados durante los dos días de Congreso desarrollados en el Vaticano, tales como la transición energética y el cuidado de la casa común. “Es muy positivo – dijo el Pontífice – que aquellos que tienen un rol importante en el orientar opciones, iniciativas e inversiones en el sector energético tangan la oportunidad de un provechoso intercambio de opiniones y de conocimientos”.
El desafío de la energía para todos
El intenso intercambio de información, el movimiento de personas y de cosas, evidencia el Santo Padre, exige mucha energía, más que en la época pasada. Muchos ámbitos de nuestra vida están condicionados por la energía y lamentablemente debemos constatar que aun hoy muchos no tienen acceso a la electricidad. “De aquí nace el desafío de lograr garantizar una enorme cantidad de energía necesaria para todos – afirmó el Pontífice – con una modalidad de aprovechamiento de los recursos que eviten desequilibrios ambientales y causen un proceso de degradación y contaminación, de la cual la entera humanidad de hoy y de mañana quedaría gravemente herida”.
No existe una cantidad “ilimitada” de energía
Es un falso presupuesto, precisó el Papa Francisco, que exista una cantidad ilimitada de energía y de medios utilizables, y que su inmediata regeneración sea posible y que los efectos negativos de las manipulaciones de la naturaleza puedan ser fácilmente absorbidos. “La cuestión energética – subrayó el Pontífice – se ha convertido por eso en uno de los principales desafíos, teóricos y prácticos, para la comunidad internacional. De cómo será administrada dependerá la calidad de la vida y si los conflictos presentes en diversas áreas del planeta encuentran un fácil solución, o quizás, si estas, a causa de profundos desequilibrios ambientales y de la penuria de la energía, encontraran nuevo combustible para alimentarse, quemando estabilidad social y vidas humanas”.
“La civilización necesita energía, paro el uso de la energía no debe destruir la civilización”
Es necesario estrategias a largo plazo
Por ello, señaló el Papa Francisco, es necesario individuar estrategias globales a largo plazo, que ofrezca seguridad energética y favorezca de tal modo la estabilidad económica, proteja la salud y el ambiente y promueva el desarrollo humano integral, estableciendo compromisos concretos para afrontar el problema de los cambios climáticos.
Somos conscientes que los desafíos por afrontar están entrelazados, afirmó el Santo Padre, de hecho, si queremos eliminar la pobreza y el hambre – como se señala en los objetivos del desarrollo sostenible de las Naciones Unidas – el millón de personas que no disponen hoy de electricidad debe poder obtenerla de manera accesible. Pero al mismo tiempo es necesario que tal energía sea limpia, conteniendo el uso sistemático de combustible fósil.
El empeño de la Comunidad Internacional
En este sentido, el Papa Francisco recordó a los Dirigentes de las Empresas energéticas que, en diciembre de 2015, 196 Naciones han negociado y adoptado el Acuerdo de Paris con la firme intención de limitar el crecimiento del calentamiento global bajo los 2°C respecto a los niveles pre industriales. Dos años después, las emisiones de CO2 y las concentraciones atmosféricas debidas al gas-serra son siempre muy altas.
Esto genera una gran preocupación, señaló el Santo Padre, así como las continuas exploraciones en búsqueda de nuevas reservas de combustible fósil. “Es por esto que es necesario discutir juntos – afirmó el Pontífice – industriales, investigadores, científicos, y usuarios, sobre la transición y la búsqueda de alternativas. “La civilización necesita energía, paro el uso de la energía no debe destruir la civilización”.


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