22 jul 2018

Cruz Mejía, "A medio siglo del genocidio"

Revista Proceso # 2177, 22 de julio de 2018
Cruz Mejía, "A medio siglo del genocidio"/
ROBERTO PONCE
Este miércoles 25, el productor radiofónico y corridista de izquierda Cruz Mejía Arámbulo (La Noria, Guasave, Sinaloa; 16 de enero de 1952) presenta su más reciente álbum testimonial y colectivo del Movimiento del 68, A medio siglo del genocidio (TLALLI TLP 1438), en el Foro Cultural Atzcapotzalco (Av. Cuitláhuac y Pino, Col. Liberación), a las 17:00 horas.
Se trata de 18 cortes que firmados por Cruz Mejía “y la memoria de sus amigos”, abren con “El movimiento estudiantil”:
50 años después se advierte un cambio
cuya dimensión ética y moral
amplía los horizontes culturales
que inciden en el ámbito social.
Cantan Adriana Velasco, Aidé Jiménez, Amelia Escalante, Rosa Hernández, David González y Alejandro Ávila; Silverio Jiménez y Cruz Mejía tocan la guitarra sexta, mientras Segundo Mejía suena el tololoche. Prosigue un soneto, “Justificación”, en coautoría de Silverio Jiménez; las décimas “Con la memoria a cuestas”, de Francisco Saucedo, y el son habanero “Seis puntos”:
Es preciso que tengan presente
a nuestros compañeros caídos,
la indemnización correspondiente
a familias de muertos y heridos.
“La herida no cicatriza”, de Cruz Mejía y Juan José Trejo Martínez, va:
En tierra universitaria,
palomas blancas volaron.
Celebrando la Olimpiada,
la paz con balas marcaron.
Plaza de las Tres Culturas:
flores se vieron brillar
adornando sepulturas
y eso no se va a olvidar.
De Francisco Palacios es la exigente “Vivos”; con Alejandro Ávila vibra el ska “Las brigadas”, y el cotorro tema “Llegó la píldora” rima chascarrillos sabroso y realistas del creador de El radio radiante. 40 años en las entrañas radiofónicas (Editorial Páginas Labradas). Luego del corrido “Fue en Topilejo”, de Arturo Altamirano, marcha “La manifestación del silencio” rememorando la movilización del Museo Nacional de Antropología al Zócalo, aquel 13 de septiembre de 1968, con Cruz Mejía en la voz y Carlos Moreno al piano (ver https://wwqw.youtube.com / watch?v=Cs4ZGzSnTt0).
Los estudiantes de Medicina,
del Poli y de la Universidad,
hicieron una gran valla blanca
hasta el cogollo de la ciudad.
“Ruido del silencio”, coral de Moreno y Altamirano, lo interpretan Rosa Hernández, David González, Silverio Jiménez, y Alejandro Ávila. Tras “Minifaldas en brigada”, de Amelia Escalante, Cruz entona “La novia que todos queríamos tener”, entre cuartetas de sorpresa:
 …de aquel genocidio
al gobierno imputable,
Martha no es culpable,
¡cumplió su deber!
Otras piezas: “Mujeres del 68” (Silverio Jiménez), “En sentido contrario” (son de David González) y “La Nacha”, de Altamirano; una canción desempolvada de Los Nakos, escrita por Mayra Cebreros e Ismael Maylo Colmenares, “Aves nocturnas”, y finalmente, “Las décimas a Tlatelolco”, de Chucho Gil.
El 24 de julio Cruz Mejía se presentará también en el Centro Cultural de las Artes Escenicas María Rojo, en Av. Manuel González s/n segunda sección Tlatelolco a las 16:00 hrs en el evento del 50 aniversario de la masacre.
“Cruz Mejía, el Cruz de mi parroquia, vocero de los que aman a sus prójimos y quieren un México limpio, ha reunido a un grupo de artistas que llevan al pueblo en sus notas y sus cantos, en sus versos y en sus voces. Con ellos ha creado este disco que nos recuerda los momentos luminosos del 68 y la tragedia que arrastramos desde entonces”, escribe en el librito del CD el periodista Humberto Musacchio. El álbum se grabó del 5 de marzo al 28 de mayo del 2018 en el Estudio “A” de Radio Educación de la Ciudad de México y en el Estudio Ehécatl, Tulpetlac, Estado de México, por Cruz Mejía y amigos (https://cruzmejiaarambulo.wordpress.com/).
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El radio radiante de Cruz Mejía
POR ROBERTO PONCE
APRO; 5 NOVIEMBRE, 2014
MÉXICO, D.F. (apro).- Este jueves 27 de noviembre, a las seis de la tarde, el cantautor sinaloense Cruz Mejía Arámbulo presenta su libro El radio radiante. 40 años en las entrañas radiofónicas (Editorial Páginas Labradas, 383 págs.) en el auditorio Javier Barros Sierra de Casa Frissac, ubicada en Plaza de la Constitución sin número esquina Moneda, colonia Tlalpan Centro, a un costado del edificio delegacional,
En el prólogo, a cargo del reportero de Proceso Jenaro Villamil, leemos:
“Cruz Mejía sabe de lo que habla. Es cantante, es locutor, sindicalista; pero sobre todo, tiene un testigo privilegiado de cada una de las historias que nos relata: desde los inicios de José Gutiérrez Vivó en Radio Red, la creación del Instituto Mexicano de la Radio (IMER), la amplia escuela que ha sido Radio Educación (…) hasta el autoritario delirio de los directores que padeció y la plaga de merolicos en la radio comercial que son una constante falta de respeto a la audiencia.”
El radio radiante está dividido en diez capítulos intitulados: Antes de Radio Educación, Algo de historia, Al fin en radio, Anécdotas breves, Una pasadita por el IMER, La gran urbe, Para la censura, pantalones de buena hechura; Bajo el régimen panista, ¿Somos como nos ve el auditorio?, y Vida sindical.
De cada uno de ellos hemos seleccionado un pasaje donde el autor habla sobre sus experiencias musicales y de ondas hertzianas, para nuestros lectores.
Imágenes radiofónicas
Seguramente estoy rodeado de canciones.
Yo que tengo la cabeza llena de música y que en mis adentros las acomodo por los distintos rumbos adonde manda el pensamiento, como repartido en muchos brazos igual a los que tiene la Rosa de los Vientos, es porque así las busco en mi memoria. Éstas están arriba, al norte, junto a la Estrella Polar; éstas otras se ven más abajito, entre el oriente y el noreste; atrás, arriba, a uno y otro lado, hacia todas direcciones.
¿Por qué no puede ser que yo estire las manos y pueda agarrar manojos de canciones como agarraba los cañajotes en el cerro?
¿Qué será más grande: una canción o un pensamiento? Como que a veces la canción está hecha de muchos pesares… Pero esas canciones chiquitas que anuncian cosas, ¿de cuántos pensamientos estarán hechas?, que nomás nos dan tentaciones inalcanzables. Me figuro que al estirar los brazos me pasan rozando los dedos. Clarito las siento, sólo falta que suenen, porque si donde prendo el radio hay música, entonces esa música está aquí, muy juntito de nosotros y debe haber un modo de oír las canciones, sólo que para que no se revuelvan es necesario un radio a modo de colador que las ordene para que vayan pasando una por una y no nos llene de ruidos el espacio.
La programación
Aparte de ser transmisora de la música que no programaban otras estaciones, en Radio Educación, a pesar de sus escasos recursos, se grabó a muchos músicos solistas y en grupo, exponentes de temas de mayor contenido social.
Era el auge de quena, bombo y charango; pero también, en la música regional mexicana se encontraron grandes valores que han dejado huella con su arte y su trabajo; entre quienes destacaron en aquellos tiempos tenemos al grupo On’ta, Los Folcloristas, El Conjunto Tlacotalpan, Amparo Ochoa, El Negro Ojeda, el Grupo Zazhil y el Grupo Sanampay, de donde salieron Guadalupe Pineda y Eugenia León; también fue grabado Juan Reynoso y hasta yo.
Cabe decir que muchas de estas grabaciones sirvieron, posteriormente, para matrizar varios de los discos que por ahí andan circulando y lo que es más, aquí tenemos muchos materiales que no llegaron a imprimirse en disco.
Quién canta
Quien canta tiene el mérito de haber descubierto a muchos músicos y cantantes cuyo inicio en el ambiente artístico se dio precisamente en este foro; también ha servido de reencuentro con algunos artistas arrumbados por el medio u olvidados de la farándula después de haber sido explotados y subvalorados en su esencia, cuando por su mesura y prudencia también ellos mismos se han apartado del ámbito comercial teniendo mucho que aportar todavía en el quehacer musical de nuestro país.
En el programa se han presentado gente de renombre y talento como Ferrusquilla, Amparo Ochoa, León Chávez Texeiro, Guillermo Velázquez y Los Leones de la Sierra de Xichú, Zeferino Nandayapa, Miriam Núñez, Carlos Maceiras, Guillermo Briseño, “El Palomo y el Gorrión”, Enrique Chávez La Gallina, arreglista de “Lobo y Melón”; también el compositor Vicente Garrido (…)
Merece particular mención el trovador sonorense José de Molina, a quien los medios siempre lo tuvieron marginado por el sentido crítico de sus canciones… Todo el tiempo lo agradeció y siempre aprovechaba la ocasión para hacer notar que nosotros éramos los únicos que no habíamos tenido miedo a su presencia, manifestando con ello una enorme gratitud.
El Conjunto Típico Añoranzas dirigido por los profesores Paz Valenzuela y Jaime Hernández, se escuchó por primera vez en nuestro programa y tuvimos el privilegio de grabarle sus primeros cinco discos; también aquí hizo sus pininos radiofónicos Chucho Gil y sus copleros… Otro de nuestros orgullos es el ensamble vocal Voz en Punto… Después de muchos años de ausencia, en junio de 2008 vino a México el grupo chileno Quilapayún, y el día 28 lo tuvimos en nuestro programa.
Caso excepcional es el de Lalo Guerrero, con quien se entabló primero una amistad telefónica entre México y Palm Springs, California, donde él vivía… él venía deseoso de disfrutar nuestra tierra, particularmente la comida porque tenía buen diente y la muestra estaba en sus 270 libras de peso, unos 122 kilos; por eso y por su tamaño, los gringos lo agarraron de Santo Clos para algunas de sus películas.
Lalo Guerrero interpretó su canción “El Burro Norteño” en el disco Quién canta, Onceavo Aniversario que editamos en marzo de 1998 y por ahí en el disco Llegamos a los 20, anda una fotografía donde se ve que le está cantando de manera muy singular a mi hijo Fernando cuando era muy niño.
Un día nublado
El sábado 28 de octubre de 2006 presenté mi disco Para la historia, cuyos primeros temas aluden al fraude electoral consumado el 2 de julio de ese año, con el que se afianzó en el poder el espurio Felipe de Jesús Calderón Enojoso.
El gerente de la XEB ya finado, Jesús Flores y Escalante, me había invitado para estrenarlo en su emisora en el programa Guitarra y Fandango que se transmitía a las 11 de la mañana… cuando llegó el productor Jesús González Urbán, quien con sólo ver la portada me dijo que ese disco no podía pasar al aire.
–¡Me censuraron, Luis! –abrazándolo, le dije a mi amigo Luis Ramírez que providencialmente me encontró a la salida de la cabina de la XEB al terminar el programa.
–No te apures, vente para acá que acá sí te queremos –y diciendo esto me tomó del brazo, conduciéndome a la cabina de Radio Ciudadana (…)
Ese día, después de comer, me dirigí a Radio Educación porque ahí estaba anunciada la presentación de mi disco a las cinco de la tarde… Los radioescuchas aplaudieron mis desplantes, mis canciones y mi disco. Hubo muchas emociones: a Eugenio Sánchez Aldana le ganó la chilladera con el tema “La Patria”; Enrique Velasco, ni se diga; también yo me andaba pandeando porque la presentación de mi disco Para la historia se dio en un momento en que los ánimos del pueblo mexicano andaban desparpajados por lo del reciente fraude electoral y mi capricho de presentarlo en las instalaciones de nuestra emisora fue para mostrarle a la directora que quienes hacemos la radio somos nosotros y con ello quedó de manifiesto la necesidad del auditorio de compartir una fiesta con los trabajadores de Radio Educación después de muchos años de que no se hacía ningún festejo, porque doña Lidia Camacho y su caterva se habían encargado de correr a la gente…
Joyas perdidas
Entre la lista de mis grandes invitados al programa “n el campo” está Ventura Romero, se acuerdan ustedes de “La Burrita” o de “Un madrigal”? Pues son canciones de Ventura Romero, como muchas otras joyas que escribió este maravilloso hombre de Chihuahua; y fue i amigo de a de veras. Cuando lo invité al programa ni se pandeó, no obstante que era un figurón de la canción mexicana.

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