La ultraderecha reunida en México carga contra el comunismo, el feminismo y la comunidad LGTB
Javier Milei, en la clausura
Los líderes y activistas de extrema derecha se congregaron durante dos días en la Cd de Mx, para defender la libertad religiosa y realizar criticas y exabruptos contra el feminismo, la comunidad LGTB y los medios de comunicación globales.
La Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) ha manifestado la intención de formar y animar a líderes de ultraderecha, sin complejos con sus valores e ideología, para ganar el poder, en evidente rechazó al socialismo. Llaman a crear un movimiento conservador que defienda valores como la fe, la vida desde la concepción, la patria y la familia.
“Este es un movimiento de gente dispuesta a dar la vida por lo que está en juego: Dios, patria, familia, libertad, democracia. “¡Aquí no hay tibios! Y es que, si no damos la batalla, perdemos la patria”, afirmó Eduardo Verástegui,
Y de nuevo criticó al presidente López Obrador que trabaja para “imponer una agenda cultural de extrema izquierda” que “atenta” contra el derecho a la vida, la familia y la libertad religiosa.
“Tan feroz es su ataque a nuestra cultura y tradiciones, que su partido hasta quiere cancelar una de las expresiones culturales más importantes de nuestro pueblo, los nacimientos navideños!”, recriminó.
Nada que ver, ese tema no es Morena y muchos menos de AMLO.
Antes del mensaje de despedida de Verástegui, se mostró un mensaje de felicitación del expresidente Trump, el mismo día que recuperó su cuenta de Twitter, luego de cancelársele por propagar noticias falsas.
Las primeras palabras de Trump fueron para agradecer a Eduardo Verástegui. Luego, el recién reincorporado a Twitter dijo: “Es muy importante para los conservadores de todo el hemisferio que se unan para defender a Dios, la familia… Tenemos que asegurar nuestras fronteras y desmantelar los cárteles criminales que violentan a nuestra gente”.
“Necesitamos detener la propagación del socialismo y no dejar que continúe corriéndonos de la región o de nuestras tierras”, afirmó Trump.
Esta cumbre reunió a líderes y activistas conservadores; se lleva a cabo este en el Hotel Westin Santa Fe, en la Ciudad de México.
Entre sus más famosos conferencistas estuvieron, Steve Bannon; el ex presidente de Polonia Lech Walesa, el presidente del partido español VOX, Santiago Abascal; el ex embajador de EU en México, Christopher Landau; el presidente de Guatemala, Alejandro Giammattei, entre otros.
Bannon no acudió al evento, expuso por videoconferencia, centró su discurso en criticar el voto electrónico pues aseguró que a través de esa herramienta se quieren robar las elecciones, no pudo asistir a Méxcio quiza por estar impedido a voajra ya que esta indiciado por el ataque al capitolio..
Bolsonaro, por su parte, destapó al actor Eduardo Verástegui como presidenciable.
Eduardo Verástegui desea ser candidato a la presidencia de la República.
“Yo no sé qué partido nos representa hoy, antes sí, pero hoy no. Y yo creo que es importante pensar en un futuro en un partido que representa a la mayoría del pueblo mexicano”, dijo Verástegui.
El Frente Antifascista integrado por simpatizantes de Venezuela y Cuba, así como diversas organizaciones como Comité Internacional por la libertad de Julian Assange y Jóvenes por el Socialismo, expresó en un comunicado que los personajes que participan responden a los “intereses económicos de la alta burguesía y a los designios imperialistas”, que rechazan explícitamente los derechos humanos y “combaten” todos los avances hacia la igualdad social y la conservación ambiental en las Américas y el mundo.
##
La Jornada, domingo 20 de noviembre de 2022/
Arturo Cano, reportero...
Defender a la familia y a Dios, arenga Trump a los ultras reunidos en México
Las primeras palabras de Donald Trump en la pantalla de CPAC México fueron para agradecer a Eduardo Verástegui. Luego, el recién reincorporado a Twitter dijo: “Es muy importante para los conservadores de todo el hemisferio que se unan para defender a Dios, la familia… Tenemos que asegurar nuestras fronteras y desmantelar los cárteles criminales que violentan a nuestra gente”.
Los asistentes de la Conferencia Política de Acción Conservadora (CPAC) se habían puesto de pie desde que vieron a Trump aparecer en la pantalla, y aplaudían y gritaban, felices. Trump siguió en la imagen: “Necesitamos detener la propagación del socialismo y no dejar que continúe corriéndonos de nuestra región o de nuestras tierras… Y gracias de nuevo, Eduardo, por su destacado liderazgo”. Trump salió y entró a escena Eduardo Verástegui entre gritos de presidente, presidente.
Antes de Trump, la CPAC México había mostrado en la pantalla la imagen del presidente Andrés Manuel López Obrador, cuando hace unos días se refirió a esta reunión y habló de los fascistas, racistas y corruptos conservadores.
Sin importar las buenas formas que han prevalecido entre Trump y López Obrador, Verástegui se fue de lleno contra el Presidente del socialismo autoritario, que aplica una agenda cultural de extrema izquierda, que ha lanzado un feroz ataque contra los valores de los mexicanos, que cancela los nacimientos navideños.
El ex actor habló también de militarización, de que el Presidente busca desmantelar al INE (que es respetado internacionalmente) y de ataques a la libertad de expresión. Y resumió: con López Obrador hay más pobreza y más corrupción.
Poco antes, había comenzado bajito: Gracias, señor presidente, pero el agradecimiento era, naturalmente, para Trump. Porque para López Obrador tuvo otro trato: Ya deja las mañaneras, ya olvida tu popularidad. Era más popular el Chavo del Ocho y nunca quiso gobernar.
Dios, patria, familia. Las tres palabras fueron las más escuchadas en los dos días de la CPAC, movimiento surgido en 1974: la apertura fue un discurso de Ronald Reagan.
La primera edición en español –en realidad, en español, inglés y espanglish– de la CPAC es un océano de contradicciones insalvables que se resuelven con una consigna: sí a la vida (no a los derechos reproductivos), y con una convicción: ha llegado la hora de dejar de negar o de avergonzarnos de lo que somos, defensores de Dios, patria y familia. ¿Qué importa que una de nuestras líneas vitales sea la maldad del globalismo, al mismo tiempo que buscamos un movimiento global contra el socialismo?
Los nombres del mal
¿Se dijo socialismo? Los oradores que desfilan aclaran: el mal tiene nombres variados: comunismo, socialismo, progresismo, feminismo… Da igual: la maldad tiene nombres variados para el engaño.
La boliviana Eva Sara Landau, residente en Las Vegas, vino a México a poner forma a la maldad y pidió perdón a los mexicanos porque “AMLO recibió aquí al narcopolítico Evo Morales”.
Con oratoria digna de pastor evangélico, Landau resumió los orgullos de esta conferencia: Vox en España, los bolsonaristas en Brasil y, por supuesto, Trump. Y también se refirió a una convicción general en este espacio: la derecha no pierde, la izquierda arrebata. Una cosa es perder una elección o tener difícil un triunfo por falta de apoyo electoral, y otra cosa es perder una elección por las prácticas normalizadas de fraude con las que estos criminales ganan las contiendas.
Por momentos parece instalarse una suerte de competencia sobre quién dice la expresión más comprometida con la verdad, cuál frase es la mejor para dejar en claro que aquí está la verdadera derecha, la que no quiere pactar sino destruir al comunismo, la que no juega al centro, porque esa es una palabra de comerciantes, como dice Hermann Tertsch, eurodiputado de Vox.
En ese fraterno duelo de frases, la republicana Mercedes Schlapp, dueña de la franquicia de la CPAC con su esposo Matt, se refiere al presidente López Obrador: “Empieza a hablar de fascistas… Los izquierdistas siempre usan ese tipo de nombres para acusarnos de algo que no somos”.
Ellos nos señalan de lo que ellos son, dice la senadora colombiana María Fernanda Cabal, estrella en el firmamento conservador, a juzgar por los gritos de aprobación que provoca. La mano de hierro contra Petro, le llaman.
Cabal tiene frases para dar y repartir: Un mitómano, un megalómano, un narcisista se vuelve terriblemente peligroso cuando llega al poder. La izquierda es persecución y quema de iglesias, tortura a opositores, aborto disfrazado de derecho, humanización de los animales y dictadura de las minorías; los progresistas buscan convertir a la juventud en una juventud promiscua, con deseos convertidos en derechos.
Hacia el cierre del encuentro, los asistentes reciben de pie a otro presidenciable, el argentino Javier Milei, quien hace una larga intervención repleta de lugares comunes, pero envuelta en el fraseo de un economista que baja del pedestal para explicar a los mortales. Se resume en una frase: Están muy lejos de ser Dios, por eso lo único que pueden hacer (los socialistas) cada vez que meten mano en la economía es hacer daño.
Un partido católico
¿Hay derecha en la política mexicana? Así se llamó una de las mesas. Dos ponentes, Elsa Méndez y Carlos Leal, ex diputados del PES, se sumaron a la idea del ex actor: hace falta un partido católico.
Ni hay ni hace falta. Urge un movimiento conservador que esté por encima de la derecha y la izquierda, dijo Juan Iván Peña Neder, priísta de muchos años, fugaz aliado de Elba Esther Gordillo y su partido Redes Sociales Progresistas, y ahora líder de una versión binacional del Partido Republicano.
Un partido que apele al fervor nacional por la familia y al hecho de que 90 por ciento de los mexicanos son católicos. Eso, y que apunte a la clase media que no se somete al voto-despensa (aplausos).
¿Cómo será en las calles una eventual candidatura de Verástegui? Una idea aproximada: en octubre de 2021, el ex actor fue estrella en una marcha contra la decisión de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), que declaró inconstitucional la penalización del aborto.
La marcha, aquel 3 de octubre de 2021, enfocaba sus baterías contra la SCJN, que en septiembre de ese año puso fin a la prisión para las mujeres que abortaran. Verástegui fue centro de atención y héroe de esa protesta.
Una gran manta fue extendida a lo largo del Paseo de la Reforma. Mostraba los rostros de Hugo Chávez, Lula, Evo Morales, Cristina Kirchner y, en el centro, López Obrador. Arriba de los rostros, el mensaje: Piensan como Marx, gobiernan como Stalin y viven como Rockefeller. Hipocresía socialista.
Con mantas así volverán. Acompañadas de las frases como la que Verástegui soltó en su discurso: Somos la mayoría (y tenemos que) construir la verdadera alternativa.
Luego miró al cielo y gritó: ¡Viva Cristo Rey! ¡Viva!, lo acompañó el auditorio entero.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario