9 dic 2024

¿También usted, Presidenta?/Pablo Hiriart

 Columna Uso de Razón

¿También usted, Presidenta?/Pablo Hiriart

El Financiero,  diciembre 09, 2024 |

Sin venir al caso y sin que nadie se lo preguntara, Claudia Sheinbaum se metió en la discusión entre el periodista Ciro Gómez Leyva y el propagandista Epigmenio Ibarra, con insidias y consejos no pedidos.


El “consejo” fue para fastidiar y estigmatizar al ofendido.

Le recomendó a Gómez Leyva que tome té de tila, porque se atrevió a cuestionar severamente a quien lo calumnió.

Pregunto: ¿qué tiene que hacer la Presidenta de la República en una discusión entre Ciro y Epigmenio?

¿No le basta la constelación de medios que la adulan todos los días y los periodistas sembrados en sus conferencias mañaneras, con discursos –que no preguntas– para que se luzca?

Sheinbaum se entrometió donde no debía, al descalificar a Gómez Leyva como un “adversario”.

El próximo domingo se cumplen dos años del atentado para matar al periodista Gómez Leyva, y Claudia Sheinbaum no tiene una respuesta acerca de quién lo mandó a asesinar.

Ni como jefa de Gobierno de la ciudad ni como presidenta de la República ha resuelto el caso. Por lo visto no le interesa y abona en la sospechosa ineptitud para dar con el poderoso criminal.

En la mañanera del viernes, Sheinbaum soltó una arenga, un estigma y una insidia: “Así vamos a seguir gobernando y así quiere el pueblo de México que sigamos gobernando. Que, por cierto, eso tiene, bueno, enojadísimos a los adversarios. Vean, Ciro, cómo se puso con Epigmenio, un enojo... Té de tila. Estamos entrando a la Navidad, tranquilidad”.

Ya puso al periodista Gómez Leyva como su “adversario”.

¿Olvidó que tras las críticas en el programa de Ciro al entonces presidente López Obrador, alguien mandó matar al periodista?

López Obrador lo puso como adversario, promovió en vivo y en directo, en cadena nacional, que lo censuraran o quiten del aire.

Atacó a los dueños del Grupo Radio Fórmula por dejarlo expresarse, y dijo que Ciro lo criticaba por instrucciones de los propietarios de la estación.

Lo mismo hizo con otros periodistas: chantajeó a los dueños de los medios por tener a diversos periodistas que no seguían la línea oficial.

Gansteril fue lo que hizo López Obrador con los propietarios de los medios que, conocedores del valor de la diversidad de ideas y de la libertad de expresión, no doblaron ni corrieron a sus periodistas.

Gansteril fue el atentado para matar al periodista con mayor audiencia de la radio en México.

Gansteril fue la burla –o coartada– del entonces presidente López Obrador, al insinuar que el fallido crimen pudo ser un autoatentado para ganar rating.

Y ahora la presidenta Sheinbaum le recomienda “te de tila” al agredido.

Lo menos que puede hacer es resolver el caso, en lugar de ponerle la cruz de “adversario”, que en un país envuelto en el crimen y en la impunidad es una señal de ataque contra los periodistas no sometidos.

Mención aparte merece el rosario de mentiras expresadas por la presidenta Sheinbaum en la conferencia del viernes, en que se puso del lado del propagandista y ridiculizó al periodista: “Cómo se puso (Ciro) con Epigmenio”.

Dijo que desde el gobierno del presidente De la Madrid hasta que llegó AMLO a salvarnos, se impuso “una visión ideológica que lo que generó fue disminución en el presupuesto educativo, de salud, y convertir la educación, la salud en mercancía, no en derecho. La visión universal y fraterna de los derechos humanos se quedó relegada frente a la idolatría del mercado”.

Además de su mala fe, la Presidenta miente.

Es en su gobierno cuando se registra la caída en el presupuesto a la educación.

Es en su gobierno cuando se da una disminución inhumana del presupuesto en las áreas más sensibles de la salud.

Es en su gobierno cuando se registra la mayor cantidad de asesinatos al arranque de un sexenio.

Tales recortes están propuestos por la presidenta Sheinbaum, sin que haya una crisis económica.

De la Madrid lo hizo cuando se empezó a rescatar al país luego de la docena de años trágicos del populismo.

Con la disminución del presupuesto y la anulación de la reforma educativa en el gobierno de AMLO, se cayó la matrícula de estudiantes en todos los niveles, lo que no sucedía desde la Revolución.

Haber cerrado la llave del presupuesto a la educación y entregar la rectoría de la enseñanza pública a los sindicatos y a los promotores del odio de clases, ha llevado a padres de familia a buscar escuelas privadas para sus hijos, no siempre recomendables.

Haber golpeado de manera inhumana al sector salud desde el sexenio anterior (el de los 800 mil muertos por covid) llevó a la proliferación de dispensarios médicos privados junto a las farmacias, que han sido de gran utilidad ante la retirada del Estado de su obligación.

Entonces, ¿quién privatiza la educación y el acceso a la salud?

Dijo que al fin llegó una idea fraterna de los derechos humanos. ¿Con la defensora de los abusos del poder en la CNDH, Rosario Piedra?

Según dijo Claudia Sheinbaum el viernes, Ciro y sus demás adversarios están enojados por lo bien que AMLO y ella gobiernan el país.

La gran mayoría de los medios aplaude sus proezas inexistentes, y al principal periodista de la radio en México, al que quisieron matar, la Presidenta lo llama adversario y le recomienda, con ironía y desdén, que tome “té de tila”.

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DE la mañanera del viernes 6 de diciembre de 2024.

PREGUNTA:  Juan Hernández, de Diario Basta, Tabasco Hoy, Campeche Hoy y Quintana Roo Hoy, de Grupo Cantón.

Precisamente del tema, quisiera preguntarle sobre esta transformación, porque es la palabra adecuada, de lo que ha venido dando de los salarios y en este caso, de la creación de empleos en México.


Cartón de Falcón…

Porque, por un lado, hay que recordar que tenemos ahí a dos expresidentes que han estado haciendo críticas, precisamente, al modelo humanista que se empezó a implementar desde la llegada, en este caso, del Presidente Andrés Manuel López Obrador.

¿Y a quién me refiero con esto? Me refiero a Ernesto Zedillo y a Felipe Calderón, el mal llamado “presidente del empleo” o que se autodenominó “el presidente del empleo”.

Ver, por ejemplo, cómo se ha dado esta tendencia en mejorar, primero la creación de empleos y empleos de calidad, pero, sobre todo, lo que es la evolución de los salarios.

Porque dentro de nuestro trabajo como periodistas nos toca recibir las opiniones, ya sea de especialistas o en este caso, de los legisladores y políticos que, de alguna manera, siempre están buscando denostar este trabajo que se ha venido haciendo en los últimos años, pero que en realidad, o una de dos: o se les olvida lo que realmente eran estos empleos mal pagados o incluso prácticas nocivas, como en este caso es el del outsourcing, que es neoliberal.

Y también, de alguna manera, hacerle ver al pueblo de México cómo se ha venido transformando precisamente empleos, lo que es salarios y también este caso pensiones, que tal parece que se les ha olvidado.

Esa sería mi primera pregunta.

PRESIDENTA DE MÉXICO, CLAUDIA SHEINBAUM PARDO: En 2018 cambió el régimen, el modelo económico y la manera de gobernar; una transformación de fondo en nuestro país que llegó con un movimiento social, que venía luchando desde hace muchos años y que se fue consolidando en este movimiento que encabezó el Presidente Andrés Manuel López Obrador.

En 2018, el pueblo de México dijo: “Basta del pasado, basta del régimen de corrupción y privilegios”. Ese régimen de corrupción y privilegios que representó el neoliberalismo, de 1982 con Miguel de la Madrid hasta 2018 con el gobierno de Peña Nieto, fueron 36 años en donde se caracterizan por dos temas o dos ejes: uno, una visión que venía de los organismos financieros internacionales, que venía de la “Escuela de Chicago”, que venía de…

PREGUNTA: ¿Harvard?

 SHEINBAUM PARDO: Sí. La visión neoliberal; esa visión lo que plantea —que ya por cierto cada vez es menos, eh— lo que plantea es que el mercado resuelve todos los problemas, que el Estado debe convertirse en un regulador y que no hay derechos, que todo es mercancía a poner en el mercado, y que el propio mercado va a generar las condiciones para que todos vivan bien.

Una visión ideológica que lo que generó fue disminución en el presupuesto educativo, de salud, y convertir la educación, la salud en mercancía, no en derecho. La visión universal y fraterna de los derechos humanos se quedó relegada frente a la idolatría del mercado; esa misma ideología planteaba que “si se apoya a los de arriba…” Eso está escrito, la teoría del —tú debes saber cómo se dice en inglés— del “goteo”, de que “si se apoyaba a los de arriba iba a gotear hacia abajo”.

De ahí vienen muchas cosas que se hicieron.

Y que “el gobierno y el Estado no deben tener empresas porque son pésimos administradores, que solamente traen corrupción”. Entonces, una ideología traída de fuera y eso provocó lo que platicábamos ayer: la venta de empresas mexicanas, nacionales, estatales. Y, la otra: la corrupción.

Por eso, el Presidente López Obrador decía: “No es neoliberalismo, es neporfirismo”. Porque es la entrega de los recursos naturales y empresas de la nación; y la corrupción, el vínculo que se hizo entre un grupo que se adueñó de esas empresas y que al final, acabó gobernando México y que en todo ese periodo los beneficios iban para allá.

Uno de los mayores ejemplos es el Fobaproa. Por eso decía ayer: viene el periodo de Salinas… Para los jóvenes que no vivieron aquella época —no sé ustedes cuántos años tienen, a mí sí me tocó—, se decía: “México está entrando a los países de primer mundo”; ahí nos hicimos parte de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico, que son los países industrializados, y ya, “México ya entró al primer mundo”.

Pues, ¿cuál sería el tema?, que termina el sexenio de Salinas y viene una crisis profunda, y se echan la culpa entre ellos, entre Zedillo y Salinas, que si fue “el error de diciembre”, que si fue producto del pasado, que… Pero, al final, ¿qué demuestra?, que todo eso que dijeron durante esos seis años acabó en una crisis profunda.

Y se dedicaron a rescatar a esas empresas, con cero transparencia, muchas que no necesitaban rescates fueron rescatadas; y hoy, todavía seguimos pagando esa deuda de aquel rescate. Y muchos deudores de la banca que perdieron casas, que perdieron pequeños negocios, que perdieron automóviles, porque la tasa de interés se fue al cielo y ya no podían pagar, nunca fueron rescatados, nunca fueron apoyados.

Entonces, es un modelo, una visión y, por otro lado, una tremenda corrupción. En aquellas épocas decían: “Antes robaban de las empresas estatales; ahora, se robaron las empresas estatales”, así decían en aquellas épocas.

Entonces, en 2018 el pueblo de México dijo: “Basta, basta, basta”. Porque, además, eso fue acompañado de fraudes electorales.

Esta idea de que “el neoliberalismo trajo la democracia”: El ’88, fraude electoral. El ’94, el terrible asesinato de Colosio; gana ahí sí, la Presidencia Zedillo. El 2000, supuestamente la gran transición, Fox, que era… la gente lo vio cómo un cambio después de tantos años de Priismo.

Y en 2006, bueno, desde el desafuero, la traición a la democracia; pero, además, siguieron gobernando igual. Y, luego, el fraude del 2006 con el que llega un presidente espurio, Calderón.

Y, luego, después de eso, la compradera del voto del 2012. O sea, ¿cuál democracia?

Y en 2018, cuando llega el Presidente López Obrador cambia el modelo. Lo más increíble es que se hace de manera pacífica, pero es una transformación profunda en donde el gobierno deja de servir a unos cuantos, y le sirve al pueblo de México, está al servicio del pueblo con todos los logros del Presidente López Obrador que se ven aquí.

Y cuando nosotros hacemos campaña, lo que decimos es: “Que siga la Transformación”. La gente dice: “Sí, que siga la Transformación”.

Entonces, ¿cómo estamos gobernando? Con los mismos principios, con causas. Nosotros venimos de un movimiento social, a nosotros no nos impuso nadie. Nosotros le servimos al pueblo y estamos al servicio del pueblo, y siempre lo vamos a representar con dignidad y con altura, porque el pueblo de México se merece todo.

Entonces, es un modelo distinto que riega desde abajo, que tiene como máxima “Por el bien de todos, primero los pobres”; que tiene como máxima acabar con el régimen de corrupción y privilegios; que tiene como máxima “No puede haber gobierno rico con pueblo pobre”; que tiene como máxima “Con el pueblo, todo; sin el pueblo, nada”.

Así vamos a seguir gobernando y así quiere el pueblo de México que sigamos gobernando.

Que, por cierto, eso tiene, bueno, enojadísimos a los adversarios. Vean, Ciro (Gómez Leyva) , cómo se puso con Epigmenio (Ibarra), un enojo... Té de tila. Estamos entrando a la Navidad, tranquilidad.

Vean a… —¿Cómo se llaman estos?— Alazraki; no, no, no. Ah, que, por cierto, dijo que: “a la oposición le hacía falta un López Obrador”; no, no, no.

Entonces, cambió el modelo, por eso da resultados.

Y ha demostrado que este modelo, que estaba basado, además, en nuestra historia, que no trae recetas de ningún lado… Por eso, cuando nos dicen: “¿Qué son ustedes?”, todos los motes que nos ponen. Somos humanistas, eso es lo que somos; nosotros damos la mano al que se queda atrás, y eso, es nuestro pueblo, ese es el pueblo de México, el pueblo de México no deja a nadie atrás.

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