Disputa el crimen zona estratégica
La
sierra de Coalcomán, en Michoacán, con el 0.1 por ciento del territorio
nacional y el 0.4 por ciento de la población mexicana, tiene en alerta al país.
Cultivo de mariguana, fabricación de droga sintética, tráfico marítimo y
terrestre, extorsiones, secuestros, cobro de derechos de piso, ejecuciones,
ataque a fuerzas federales y el surgimiento de grupos de autodefensa confluyen
en esa zona serrana.
REFORMA
/ Redacción/ Con información de Diana Baptista
Ciudad
de México (26 julio 2013).- La Sierra de
Coalcomán, en Michoacán, con el 0.1 por ciento del territorio nacional y el
0.45 por ciento de la población mexicana, tiene en alerta al País.
Cultivo
de mariguana, fabricación de droga sintética, tráfico marítimo y terrestre,
extorsiones, secuestros, cobros de derecho de piso, ejecuciones, ataques a
fuerzas federales y el surgimiento de grupos de autodefensa confluyen en esa
zona serrana.
La
región es disputada por los grupos criminales Los Caballeros Templarios y el
Cártel Jalisco Nueva Generación, que está vinculado al Cártel del Pacífico.
Los
12 municipios del estado que han concentrado la ola de violencia de las últimas
semanas destacan por la producción de mariguana, amapola y drogas sintéticas
como el crystal.
Se
trata de los municipios de Chinicuila, Coahuayana, Aquila, Coalcomán,
Tepalcatepec, Aguililla, Buenavista, Apatzingán, Tumbiscatío, Arteaga, Lázaro
Cárdenas y La Huacana.
Todos
ellos están en la Sierra de Coalcomán y tienen salida hacia el Océano Pacífico
e influencia en los puertos de Lázaro Cárdenas y Manzanillo.
"Tenemos
multitud de actores que utilizan la violencia para proteger a los cultivadores,
para tratar de que no les roben, para evitar que lleguen otros a extorsionar
explicó Carlos Resa Nestares, académico de la Universidad Autónoma de Madrid
especializado en el tema del crimen organizado en México.
"Si
sólo hubiera un intermediario, los índices de violencia serían cero",
agregó.
Por
su parte, Jorge Chabat, investigador de asuntos de narcotráfico y seguridad del
CIDE, afirmó que hay un problema histórico en Michoacán por la presencia de
grupos criminales y la debilidad del Estado desde el sexenio de Vicente Fox.
"El
problema en Michoacán ya no tiene que ver tanto con la droga, aunque sigue
siendo un elemento importante. Ahora hay una lucha por territorio para ejercer
labores criminales, sobre todo la extorsión de agricultores y
comerciantes", explicó.
En
tanto, el Presidente Enrique Peña aseguró ayer que el Gobierno de la República
devolverá la paz y tranquilidad a los michoacanos.
Calientan
narcobastión
Informes
de la XII Región Militar y de las zonas militares 21 y 43, con sedes en Morelia
y Apatzingán, han dado a conocer sobre decomisos así como de erradicación de
extensas áreas de cultivos de mariguana, amapola y sobre el desmantelamiento de
laboratorios en las regiones bajo su control.
Tan
sólo en el primer semestre de 2012, la XII Región Militar informó que personal
militar erradicó en la zona bajo su jurisdicción 4 mil 903 plantíos de
mariguana con una extensión de 635 mil 824 hectáreas. En cuanto a la amapola,
el Ejército reportó la eliminación de 216 plantíos en un área de 16 mil 43
hectáreas.
El
reporte, dado a conocer en un comunicado del 7 de julio de 2012, da cuenta
también del decomiso de mil 527 kilogramos de metanfetamina, del desmantelamiento
de 87 laboratorios clandestinos y la incautación de 104.9 kilogramos de
"crystal".
El
especialista Jorge Chabat explicó el problema histórico de Michoacán.
"Cuando
se crean Los Zetas, a principios del 2000, van a entrenar a sus miembros en
Michoacán, entonces algunos de ellos forman La Familia Michoacana. Eso
explicaría porqué han proliferado estos grupos que ejercen un control sobre el
Estado, suplantando al propio gobierno en muchos aspectos", dijo en
entrevista telefónica.
"En
Michoacán hay un modelo criminal diferente al de otras partes del País: los
Caballeros Templarios sí han logrado cooptar el apoyo de ciertos sectores, el
apoyo social, con un discurso con una mezcla de religión y autoayuda",
afirmó Chabat.
De
acuerdo con el especialista, en Michoacán hay comunidades donde la presencia
del Estado es muy débil, donde no hay capacidad para proteger a la población de
ataques y extorsiones, ni de controlar el territorio y eso ha provocado el
fenómeno de la organización de grupos de autodefensa.
"Los
grupos se consolidaron en torno a la producción y el tráfico de mariguana, pero
en este momento ya están diversificados. El problema en Michoacán ya no tiene
que ver tanto con la droga, aunque sigue siendo un elemento importante. Ahora
hay una lucha por territorio para ejercer labores criminales, sobre todo la
extorsión. Los Caballeros Templarios se han dedicado mucho a la extorsión de
agricultores y comerciantes".
Para
Chabat, la violencia reciente se debe a la presencia de la Policía Federal y el
Ejército. "Están reaccionando para defender un territorio que consideran
de ellos".
"Es
el estado donde se presenta el mayor desafío directo al Gobierno de Peña Nieto
y, si éste no reacciona, será una señal de que se puede atacar al Gobierno
impunemente", advirtió el especialista.
Municipios
como Aguililla, Coalcomán, Apatzingán y Tumbiscatío, donde han se han
registrado enfrentamientos, ejecuciones y surgimiento de grupos de civiles
armados están entre los 100 municipios del País con mayor densidad de cultivos
de mariguana, de acuerdo con una investigación de Carlos Resa Nestares, un
académico de la Universidad Autónoma de Madrid especializado en el tema.
Entrevistado
vía telefónica, Resa señaló que la violencia de los últimos meses en Michoacán
puede deberse a la fragmentación de grupos pequeños bien armados.
"La
violencia es porque hay muchos grupos, muy pequeños, en Michoacán,
relativamente bien armados y con broncas entre sí", dijo el académico.
"Entonces
tenemos multitud de actores que utilizan la violencia para proteger a los
cultivadores, para tratar de que no les roben, para evitar que lleguen otros a
extorsionar. Si sólo hubiera un intermediario, los índices de violencia serían
cero", explicó.
Javier
Oliva, profesor en el Colegio de la Defensa Nacional, señaló que los hechos de
violencia recientes dejan ver una capacidad de desafío contra el Estado
mexicano que no se había manifestado en últimos años.
Para
Oliva, un factor fundamental en la ingobernabilidad tiene que ver con el
desempeño de las autoridades locales.
"Hay
más coordinación entre las Fuerzas Armadas, pero el factor que sigue estando
ausente de la ecuación son las autoridades municipales locales -precisó el
especialista- cómo compartir información con ellas, adelantar operativos,
recuperar información sobre lo que están haciendo los delincuentes, si es que
la institución es disfuncional. Falta saber el nivel de compromiso de las
autoridades locales, y la aptitud que puedan tener.
"La
coordinación entre fuerzas, y la estrategia de combate frontal, no está
funcionando en Michoacán porque no ha funcionado el control político local, no
hay autoridad, situación que no sucede en otros estados", afirmó.
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