¿Venezuela
abandonará el chavismo? / David Frum
CNN
|17 de febrero de 2014;
Una
semana de manifestaciones en Venezuela. Tres personas asesinadas por arma de
fuego, docenas de heridos, docenas más arrestadas y encarceladas. Bandas
simpatizantes al régimen intimidan a estudiantes de universidades y escuelas
secundarias que protestaban. La pregunta que todos se hacen es: ¿Está el
Chavismo finalmente desmoronándose en Venezuela?
Hugo
Chávez murió de cáncer hace casi un año, y la pregunta latente sobre Venezuela
es cuánto tiempo puede su extraño régimen sobrevivir sin él.
Un
país con una población más pequeña que la de Canadá tiene más asesinatos que
los Estados Unidos. La inflación supera el 56%. Productos desde el papel
higiénico hasta el vino sacramental han desaparecido de las tiendas. Un régimen
que dice ser “socialista” ha enriquecido enormemente a la familia y amigos del
difunto presidente. Las luces en las calles se atenúan durante la noche debido
a que un país con unas de las mayores reservas de energía no puede proveer
suficiente electricidad.
El
régimen de Chávez se ha mantenido en el poder gracias a cuatro herramientas
principales, todas salvo una de éstas están desaparecidas o en vías de
desaparecer.
La
primera herramienta poderosa era la propia personalidad carismática del difunto
presidente. Venezuela tiene una amarga historia nacional, y nadie había sido
mejor vocero de los resentimientos y anhelos de sus clases subordinadas que
Hugo Chávez. En una nación cuya élite históricamente parecía europea, el rostro
de Chávez proclamaba su ascendencia de indígenas y esclavos africanos. Él
bromeaba, se enfurecía, le concedía favores a los barrios y se hizo enemigo de
las tradicionales clases altas.
Por
el contrario, la extraordinaria característica personal del sucesor que Chávez
eligió, Nicolás Maduro, era su servil sumisión al líder,quien lo elevó, de ser
un piloto de autobús, a ostentar los cargos mas importantes en el gobierno.
La
segunda herramienta de poder de Chávez era la hábil utilización de la riqueza
petrolera de la nación para comprar el apoyo de grupos privilegiados. Si
apoyabas a Chávez, podrías recibir una casa equipada con aparatos, un trabajo
en el gobierno o por lo menos una nueva área de juegos.
Chavéz
mantuvo el precio de la gasolina a centavos por galón y ofreció subsidiar el
arroz y el frijol en las tiendas propiedad del gobierno. Mientras tanto, redujo
la protección de la policía en los vecindarios más acaudalados que lo
despreciaban, haciendo uso de la violencia criminal como una herramienta de
facto de la represión política.
Ahora,
sin embargo, Venezuela se está quedando sin dinero para financiar estos planes
cuyo objetivo es comprar apoyo. Las industrias están cerrando porque no pueden
obtener moneda extranjera para comprar partes cruciales. Las tasas de interés
en la deuda de Venezuela han sobrepasado el 15%. La economía, la cual logró un
1% de crecimiento en 2013, ahora está retrocediendo a medida que la actividad
económica aparte de la producción de gas y petróleo se paraliza.
La
tercera herramienta de poder de Chávez era el control de los medios de
comunicación. Las estaciones de televisión independientes fueron eliminadas. La
escasez de papel periódico y otras presiones fueron manipuladas para forzar la
venta de los medios impresos independientes a los partidarios del gobierno. Sin
embargo, es diferente privar a la población de información en la era moderna,
especialmente para un régimen maltrecho y técnicamente incompetente como en
Venezuela bajo el chavismo. Venezuela no es China, ni la Rusia de Putin. Las
personas que entienden cómo funciona el Internet, se oponen al gobierno de
forma arrolladora.
La
cuarta y última herramienta de poder era una total represión. El mismo Chávez
siempre usó esta herramienta con moderación. Prefería tomar represalias
económicas en contra de sus oponentes que la violencia. Los llevó al exilio en
lugar de enviarlos a campos. Politizó al ejército y a la policía, pero no
estaba seguro de usarlos, tal vez porque al final, no confiaba en ellos plenamente.
Cuando
visité Venezuela en 2010, todos hablaban de las selectas unidades de policía
paramilitar cubana que Chávez supuestamente había tomado prestadas de Fidel
Castro. Pero el cambio también está llegando a Cuba, y si dichas unidades
existieron alguna vez, ciertamente no se han hecho evidentes en los conflictos
de las últimas semanas. En cambio, maduro ha dependido de militantes locales.
Quizá
el ejemplo de lo ocurrido en Siria inspira a Maduro a esperar que puede
prevalecer si sus fuerzas matan a suficientes personas. Sin embargo, Venezuela
está ubicada en una zona muy distinta, cerca de no solo Estados Unidos, sino
también de las democracias en Colombia y Brasil que no ven con buenos ojos a
una dictadura asesina. (Maduro ha dicho que la oposición está organizando un
“golpe de Estado en desarrollo” y ha emitido una orden de captura por cargos de
conspiración y asesinato contra el líder de la oposición; el partido del líder
de la oposición culpa al gobierno por la violencia).
Chávez
tenía una noción instintiva de que podía llegar hasta cierto punto, pero no ir
demasiado lejos. Si es que el sucesor de Chávez comparte esa noción de que hay
límites, esos límites aún existen, y sin cruzarlos, el régimen de Chávez podría
haberse quedado sin los recursos que necesita para sobrevivir.
Como
lo demostró el régimen de Castro en Cuba, un sistema autoritario moribundo
puede tomar mucho tiempo en sucumbir. Pero los hermanos Castro hablaban en
serio sobre mantenerse en el poder. El chavismo no se mostraba serio en nada.
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