14 ago 2015

Sesión solemne para recibir la visita de la señora Michelle Bachelet, Presidenta de la República de Chile.

Sesión solemne para recibir la visita de la señora Michelle Bachelet, Presidenta de la República de Chile.
Mañana del viernes 14 de agosto de 2015
El Presidente Senador Miguel Barbosa Huerta: (11:06 horas) Se abre la sesión solemne.
Conforme al Acuerdo aprobado el pasado 5 de agosto, llevaremos a cabo la sesión solemne para recibir la visita de la señora Michelle Bachelet, Presidenta de la República de Chile.
Para introducir a la Presidenta de Chile, se designa en comisión protocolaria a los siguientes ciudadanos legisladores: Senadora Diva Hadamira Gastélum Bajo; Diputado Fernando Rodríguez Doval; Diputada Graciela Saldaña Fraire; Diputado Tomás Torres Mercado; Diputado Danner González Rodríguez; Senadora Angélica Araujo Lara; Senadora Graciela Ortiz González; Diputada Gloria Bautista; Senador Zoé Robledo Aburto; Senadora Mariana Gómez del Campo y Senadora Marcela Guerra.
Asimismo, para recibir al doctor José Antonio Meade Kuribreña, Secretario de Relaciones Exteriores, y acompañarlo a este salón de sesiones, se designa en comisión protocolaria a los siguientes legisladores: Senador Manuel Cavazos Lerma; Senador Luis Sánchez Jiménez y Diputado José González Morfín.
Para recibir al Diputado Julio César Moreno Rivera, Presidente de la Cámara de Diputados, se designa en comisión protocolaria a los siguientes legisladores: Senador Enrique Burgos García y Senador Juan Carlos Romero Hicks.
Solicito a las comisiones designadas se sirvan cumplir con su encargo.
(Las comisiones cumplen)
Haremos una pausa para que las comisiones cumplan su cometido y esperemos el arribo de nuestra invitada e invitados. (Receso)
El Presidente Senador Miguel Barbosa Huerta: Se reanuda la sesión solemne.
La Comisión Permanente del Honorable Congreso de la Unión de los Estados Unidos Mexicanos expresa la más cordial bienvenida a la señora Michelle Bachelet, Presidenta de la República de Chile. ()
Presente en la sesión la señora Isabel Allende, hija de Salvador Allende, y la nieta Marcia Tambutti.
Presente tambien el Embajador de México en la República de Chile, Otto René Granados Roldán.

Les solicito nos pongamos de pie para la entonación de los Himnos Nacionales de México y de Chile.
(Se entonan los Himnos Nacionales de México y Chile)
El Presidente Senador Miguel Ángel Barbosa Huerta: Señoras y señores:
El único futuro para América Latina debe ser la unidad de nuestros pueblos y el bienestar de nuestras naciones.
 “Oh Chile, largo pétalo
de mar y vino y nieve,
ay cuándo
ay cuándo y cuándo
ay cuándo
me encontraré contigo,
enrollarás tu cinta
de espuma blanca y negra en mi cintura
desencadenaré mi poesía
sobre tu territorio”. Pablo Neruda

México y Chile son naciones amigas unidas en un continente: América, nuestro hogar; por una cultura, por un idioma, por historia que narran la manera en que nuestros pueblos han podido sobreponerse a la adversidad.

Naciones que lograron su independencia y que han mantenido su libertad y su soberanía con el esfuerzo y la vida de muchos.

México ha tenido el apoyo de Chile, desde la lucha misma por la Independencia, en los primeros años de la República y en diversos momentos de nuestra historia.

Mujeres y hombres chilenos han contribuido con México, en el siglo pasado, en los complicados años 20, cuando nuestro territorio todavía olía a pólvora y la consolidación de la Revolución estaba en una etapa definitiva, Lucila de María del Perpetuo Socorro Godoy Alcayaga, nuestra Gabriela Mistral, viajó invitada a México por el Presidente Álvaro Obregón y por su Secretario de Educación, el gran José Vasconcelos.

Recorrió el territorio mexicano para entregar libros clásicos, fundar escuelas y bibliotecas, trabajó con niños indígenas donde conoció, de primera mano, su situación de pobreza y de miseria. En varias crónicas de aquellos tiempos, describió los esfuerzos de México de transformar al indio en ciudadano, dándoles cultura y mejores medios de vida.

Pasado el tiempo, México agradece a Gabriela Mistral, nuestra Gabriela Mistral, su trabajo por el bien de la educación y la cultura, sus textos. Los textos de Gabriela Mistral son mexicanos y chilenos, chilenos y mexicanos, latinoamericanos y universales.

“Dame el ser más madre que las madres, para poder amar y defender como ellas lo que no es carne de mis carnes. Dame que alcance a hacer de una de mis niñas mi verso perfecto y a dejarte en ella clavada mi más penetrante melodía, para cuando mis labios no canten más”: Gabriela Mistral.

Solidaridad es una palabra poderosa, expresa una de las cualidades más importantes del hombre cuando la desgracia, la tragedia, la guerra y la muerte se ciernen sobre las cabezas de los hombres y el territorio de las naciones.

En la segunda mitad del siglo XX, en los años oscuros de la dictadura que con su manto de autoritarismo cubrieron América Latina, fiel a sus principios de política exterior, México recibió a cientos de exiliados del gobierno del Presidente Salvador Allende y rompió relaciones con quien se hizo del poder por medio de la fuerza.

“Ay cuándo
me sacará del sueño un trueno verde
de tu manto marino.
Ay cuándo, Patria, en las elecciones
iré de casa en casa recogiendo
la libertad temerosa
para que grite en medio de la calle.
Ay cuándo, Patria,
te casarás conmigo
con ojos verdemar y vestido de nieve
y tendremos millones de hijos nuevos
que entregarán la tierra a los hambrientos”. Pablo Neruda.

La del 11 de septiembre de 1973, cuando el Palacio de la Moneda fue destruido y el gobierno de unidad popular derrocado, la del 11 de septiembre de 1973, ésta es una imagen y circunstancia que marcó una generación de mujeres y hombres de una gran valía, que 17 años más tarde y después de un largo proceso de esfuerzo, reconciliación y trabajo, logró restaurar la democracia para bien del pueblo chileno.

En este contexto, México se honró con la llegada de hermanas y hermanos chilenos. Desde entonces, y desde siempre, para ellos, los que llegaron, pero los que sigan llegando por razones de interés cultural, México es su hogar, México es su país y México seguirá siempre siendo su nación.

Señora Michelle Bachelet Jeria, Presidenta de la República de Chile, la Comisión Permanente del Honorable Congreso de la Unión de los Estados Unidos Mexicanos, realiza esta sesión solemne en su honor.

Recibimos a la Jefa de Estado, a la mujer que forma parte de esa generación que padeció la represión, nuestro reconocimiento, Presidenta, la pérdida de seres queridos, la violencia y la persecución; que en lugar de odio impulsó la reconciliación y luchó por darle una nueva oportunidad a la democracia. De verdad, qué gran valor.

Pido un aplauso.

(Aplausos)

Señora Presidenta Michelle Bachelet, sea usted y su comitiva bienvenidas y bienvenidos, lenguaje de género, al salón de plenos del Senado de la República.

Su Visita de Estado a nuestro país y su presencia en este recinto legislativo, demuestran la relevancia y relanzamiento de nuestras relaciones, las cuales atraviesan por un excelente momento, tal y como lo expresan la serie de compromisos, acuerdos y actividades que se están realizando durante su visita.

La política exterior de México vive un buen momento. El gobierno de la República que encabeza Enrique Peña Nieto, acertó al mirar hacia Latinoamérica. Y el desempeño de nuestro Canciller José Antonio Meade Kuribreña, tiene el reconocimiento del Congreso Mexicano y, desde luego, del Senado de la República.

Señora Presidenta, que su visita sea un paso más en el fortalecimiento y firma de acuerdos y convenios de toda índole, y en el intercambio de experiencias que, sin duda, acercarán más a nuestros gobiernos y a nuestros pueblos.

Debemos entender que sólo unidos en un gran bloque continental latinoamericano podremos lograr enfrentar con éxito los grandes desafíos de la región: la violencia, la inseguridad y el crimen organizado.

Debemos sumar esfuerzos para combatir la pobreza, eliminar la desigualdad, dos aspectos en los que Chile ha dado pasos fundamentales.

Debemos consolidar nuestras democracias para que se traduzcan en bienestar y felicidad para nuestros pueblos. Hablemos más de felicidad los políticos, para construir un clima de libertad, bienestar, fraternidad y amor; amor y felicidad, en donde los versos de Pablo Neruda y las enseñanzas de Gabriela Mistral, nuestra Gabriela Mistral, puedan escucharse, puedan conocerse, puedan orientar, puedan esperanzar y puedan provocar gran imaginación desde el Río Bravo, nuestra frontera al norte, con la Patagonia, su frontera al sur.

“Me gustas cuando callas porque estás como ausente,
y me oyes desde lejos, y mi voz no te toca.
Parece que los ojos se te hubieran volado
y parece que un beso te cerrara la boca”. Pablo Neruda.

Señora Presidenta Bachelet, sea bienvenida usted y sean bienvenidos y bienvenidas todas las chilenas y todos los chilenos, lenguaje de género.

Bienvenidos al Senado de la República.

Muchas gracias.

Conforme al resolutivo cuarto, en su inciso c) del Acuerdo que norma esta sesión solemne, tiene la palabra la señora Michelle Bachelet, Presienta de la República de Chile.

Déjeme explicarle algo. Hay tres tribunas: la de la izquierda, por donde se asoma uno; la de la derecha, que las dos partes son buenas; y la del centro. Le sugiero que tome la del centro.

La Señora Michelle Bachelet, Presidenta de la República de Chile: Muy buenos días a todas y todos.

Quiero partir saludando, por su puesto, al Excelentísimo Presidente de la Comisión Permanente del Honorable Congreso de la Unión, Senador Miguel Barbosa; a los Honorables Parlamentarios de México y Chile; a las distinguidas autoridades mexicanas; a la distinguida Delegación que me acompaña; al Honorable Cuerpo Diplomático.

Señoras y señores:

Quisiera, antes de referirme al tema específico, compartir algunas reflexiones con ustedes de uno de los grandes desafíos que tenemos las democracias en nuestro país, y es señalar que estoy muy contenta de estar acá nuevamente en este Senado, pero también con todos ustedes, Senadores y Diputados.

Decir que ésta ha sido una visita particularmente simbólica, puesto que tal como nos recordaba el Presidente Barbosa, México ha sido un país de extraordinaria solidaridad con nuestro país en los momentos que vivimos, momentos muy difíciles.

Es cierto que nuestras relaciones vienen de muy atrás, y ayer en la Secretaría de Relaciones Exteriores veíamos el primer Tratado de Chile y México de 1831, donde se establece un tratado de amistad perpetua entre nuestros pueblos, pero esa amistad se fue dando en distintos momentos y, sin duda, que en las épocas más oscuras de nuestra patria esto se dio de una manera muy fundamental, donde ustedes aplicaron, como lo han aplicado muchos otros pueblos y naciones, esa parte de nuestro Himno Nacional donde termina, que dice: “…o el asilo contra la opresión”.
Y acá fueron miles de mujeres, hombres y niños que recibieron cariño, protección y apoyo, y eso lo he estado agradeciendo desde la primera actividad del día de ayer, y decir que es algo que jamás olvidaremos.

Así que muchas gracias por esa amistad perpetua que se ha expresado en los momentos buenos y en los momentos malos.

Esta visita también se ha enmarcado en un hito simbólico de los 25 años de restablecimiento de nuestras relaciones diplomáticas, pero además en la lógica de decir: démosle un reimpulso a esta relación entre Chile-México, México-Chile, y por tanto, hemos tenido el diálogo político, actividades con la academia, y también, por supuesto, mirar cómo ponemos nuestros vínculos comerciales, nuestras inversiones, y continúan expandiéndose, es decir, pero también hemos firmado acuerdos científicos en la posibilidad que investigadores mexicanos vayan a Punta Arenas a trabajar en el Instituto Antártico, para poder heredar un espacio, una verdad a ustedes investigadores mexicanos en lo que es la antártica de Chile, es el primer grupo de personas que no son parte de los 50 países del Tratado Antártico que Chile acoge con entusiasmo, y creo que va a ser de gran utilidad también para México.

Lo mismo en el ámbito de la astronomía, de la ciencia, de la tecnología, he firmado acuerdos, ayer con el Presidente Peña Nieto y nuestros ministros, que realmente van a ser extraordinarios. Nuestra Universidad de Chile también está trabajando con la UNAM, también en la posibilidad de un conjunto de iniciativas.

Es decir, hay muchas cosas de las que queremos ir expandiendo esta amistad, ampliando las perspectivas y las oportunidades para mexicanos y chilenos, y chilenos y mexicanos.

Y nuestro país está viviendo hoy día situaciones, un momento de grandes expectativas, hemos llevado a cabo reformas estructurales, muchas muy similares a lo que ustedes están llevando a cabo, en el convencimiento de que siempre es necesario en un país que quiere ofrecer mayores oportunidades a sus ciudadanos, podernos asegurar no sólo acceso, sino fundamentalmente una educación de calidad, y así como ustedes han estado en el marco de una reforma educativa, nosotros en Chile también estamos en ese mismo marco.

Pero quería yo, hoy día, con ustedes conversar de otro tema, de un tema que creo que está, de alguna manera, haciéndose presente en todas las democracias del mundo, y por eso quería yo en esta instancia clave del funcionamiento democrático de esta querida República Federal Mexicana, hablar, venir no sólo a una patria hermana, sino aquel lugar llamado por Alfonso Reyes “La región más transparente del aire”, y es precisamente sobre ese tema al que yo quisiera compartir con ustedes nuestras experiencias, nuestras reflexiones, eso es lo que, a esa propiedad, a la transparencia de hacer fácil el paso de la luz y del conocimiento. Una propiedad sutil, pero esencial para la fortaleza de las instituciones en todas nuestras sociedades y, sin duda, una condición para nuestro desarrollo futuro.

Y quiero hablar de transparencia porque nuestras sociedades las demandan hoy con más fuerza que nunca, y porque la calidad de nuestras democracias se va a medir también en la capacidad para producir, y porque México y Chile son dos países que avanzan decididos en la tarea de producir condiciones institucionales para que la transparencia esté al alcance de los ciudadanos y las ciudadanas.

En Chile, nosotros entendemos que la transparencia es una apuesta por la fe pública, es un incentivo a la confianza que debe sustentar nuestra convivencia y nuestras relaciones sociales, pero además nos parece que una herramienta para empoderar a los ciudadanos en todo el mundo, para fortalecer la rendición de cuentas, para permitir una participación informada de la deliberación común.

Parece, en ese sentido, que es sinónimo de mejor democracia, y el Presidente Barbosa nos hablaba que éste era uno de los ámbitos también de integración y de amistad, cómo cada uno de nuestros países podía ir mejorando y perfeccionando nuestras democracias.

Quiero entonces intentar un pequeño mapa de nuestras transparencias, la de nuestros territorios y nuestras democracias, de cuáles son las rutas posibles para abrir nuevos territorios a esa visibilidad indispensable que nos permita dignificar, legitimar y cohesionar nuestra convivencia como pueblo.

Permítanme partir con los fríos números, porque los fríos números revelan algo, pero también sobre lo que no nos dicen.

Desafortunadamente, de acuerdo con el ranking de Transparencia Internacional 2014, nuestra América Latina está lejos de ser la región más transparente, ninguno de nuestros países se encuentran en los primeros puestos del ranking de los 164 países.

Chile es, claro, podría sentirse orgullosa de encabezar el ranking de la región, pero ese orgullo es consciente también de la información innegable que ese índice esconde, porque esos números no dan cuenta de los desafíos actuales que enfrenta, como ustedes saben, en materia de transparencia y rendición de cuentas la democracia chilena, y tampoco esos números dan cuenta de los importantes avances que en los últimos meses ha librado México en esta materia.

Lo que sí nos demuestra es que hay mucha tarea pendiente para nuestras sociedades, y que tanto México como Chile estamos en un momento de inflexión para reconstruir la relación entre ciudadanos e instituciones públicas sobre la base de una nueva confianza.

México y Chile tienen importantes agendas de transparencia, y han invertido recursos, impulsado reformas profundas y creado instituciones con el fin de garantizar el derecho de acceso a la información pública en ambos países.

En el caso de México, tanto la Ley Federal de Transparencia y Acceso a la Información Pública Gubernamental, como el instituto, y recientemente la ley general aprobada en mayo, han sido pasos gigantes en materia de confiability, porque sabemos que esto es más que una ley, y desde Chile miramos con enorme interés los avances que hace México hacia la constitución de un Sistema Nacional de Transparencia y Acceso a la Información, en el marco también de la lucha contra la corrupción, potenciada a partir de la reciente reforma constitucional, con una arquitectura novedosa y de alto estándar, y como país estamos atentos al desempeño de esta nueva articulación que ustedes han generado entre organismos de control y fiscalización, me refiero a las auditorías y contralorías enfiladas al proceso de la información, o al caso del Instituto Nacional de Transparencia y otras instituciones que permiten abordar esta temática como debe hacerse, integralmente, tal como ustedes lo han hecho.

En ese sentido, Chile comparte con México una convicción fundamental, una democracia no tiene derecho a negar la visibilidad de sus actos, a sus verdaderos soberanos y mandantes.

Y no se trata de un gesto del Estado hacia las personas, se trata del reconocimiento y del cumplimiento de un derecho de cada ciudadano, saber quién es el representante, quiénes los lideran, cuáles son los intereses y motivaciones que los guían, y qué es lo que hacen en su actividad pública. Y como país, también hemos puesto una tarea ambiciosa.

En el marco en lo que hemos llamado la agenda amplia de probidad de transparencia y anticorrupción, hemos avanzado hacia un sistema de integridad del sector público basado en instituciones equivalentes en su rol a la mexicana, y en la implementación de códigos éticos verificables en su cumplimiento.

Hace 7 años, fíjense, promulgamos la Ley de Transparencia y Acceso a la Información, marcando así un poderoso un hito en materia de modernización del Estado y profundización de la democracia, y los cambios que ella introdujo han contribuido a transformar la mirada sobre el derecho a la información de las personas y han permitido visibilizar información fundamental sobre el Estado.

Sin embargo, a pesar de los avances hay déficit importante en este verdadero cambio cultural en la demanda de la sociedad chilena de un quehacer institucional más visible y más controlable por todos y todas.

De hecho, permítanme compartir con ustedes que, a pesar del tiempo de vigencia, la Ley de Transparencia y Acceso a la Información es todavía desconocida por una importante cantidad de nuestros compatriotas; para el 2014, sólo el 19 por ciento de mis compatriotas que no trabajan en la administración pública, y la administración pública tienen que hacerlo de todas maneras, sólo el 19 por ciento conocía esta normativa.

Adicionalmente, Chile, al igual que buena parte de las democracias del mundo, atraviesa por una crisis de confianza en la política, en las instituciones y en los negocios, y esto ha sido detonado por malas prácticas que debilitan nuestra democracia y que no siempre se conducen con los altos estándares que nos han hecho merecedores de prestigio internacional en materia de probidad.

Presenta un problema, y hay dos formas, y creo que la única forma posible es la que le hemos hecho a nuestro país, y que es una exigencia de primer orden, es enfrentarlo, enfrentarlo y esto nos ha exigido abordar de frente temáticas como los conflictos de interés y las faltas a la ética, y en algunos casos, cuando ha habido derechamente actos de corrupción, que son escasos, que son menores, pero que justamente no queremos dejar pasar, y lo estamos haciendo desde el cauce institucional, y sabemos la urgencia de actuar enérgicamente para terminar con malas prácticas que pueden dañar la confianza; la confianza en el otro, la confianza en los representantes, la confianza en los empresarios, las actividades económicas, la confianza en las instituciones, la confianza en las causas colectivas, la confianza en el Estado.

Sin esa confianza el individuo se encuentra solo e impotente frente a estados o de los que no se siente parte o a los que teme; pero también debemos ver este desafío como una tremenda oportunidad para avanzar hacia nuevos estándares a altura de lo que hoy ya tenemos, y que la propia transparencia genera que es, ciudadanías y sociedades más exigentes.

Y el desarrollo no consiste solamente en el Producto Interno Bruto Per Cápita, sino también en la calidad ética de las prácticas predominantes en una sociedad.

Y los países tenemos el deber de actualizar lo que entendemos como control ciudadano, como acceso a la información, como rendición de cuentas y como buenas prácticas, y por tanto, también apostar como a fuerza a la transparencia.

A eso apuntan normativas como la Ley del Lobby, aprobada en Chile el año pasado, que permite mayor control ciudadano en las actividades de las utilidades públicas, y que implica un avance importante para distinguir intereses públicos e intereses privados.

Y desde diciembre pasado, nosotros enviamos al Parlamento un proyecto de ley que llamamos “de perfeccionamiento a la democracia”, que lo que busca es generar un marco claro de financiamiento, esencialmente público, a las campañas, a los partidos y a los candidatos. Así queremos establecer fronteras claras entre el dinero y la política.

Se tramita, asimismo, un proyecto de reforma constitucional, que además fue aprobada ayer en el Senado, para que a partir de las próximas elecciones se sancione con la pérdida del cargo hay quien es para ser elegido, de fraude en las normas de financiamiento y control de gasto electoral.

Son muchos los proyectos de ley que tenemos en el Parlamento para ir mejorando nuestras instituciones, nuestra democracia. Pero todas descansan en una sola certeza, avanzar hacia una cultura de transparencia, también es sinónimo de perfeccionar la democracia.

Evitar zonas de opacidad en el quehacer de las Instituciones, o que pudieran quedar ocultas a los ojos ciudadanos, porque entendemos que la transparencia es la base para que la crítica informada, la denuncia de investigación y el esclarecimiento de los hechos, sea posible, pero también yo quiero destacar: es una oportunidad que el acceso a la información implica para la participación, para la deliberación común y para el ejercicio, no sólo de los derechos, sino también de los deberes ciudadanos.

Es una herramienta de motivación para empoderar la participación ciudadana, es una oportunidad para generar el capital social que requiere los procesos de transformación que Chile está impulsando como sociedad y queremos que sean inclusivos, dialogantes, amplios y diversos.

Es en definitiva una manera de equilibrar la relación entre ciudadano y representante, base de nuestro pacto social y de la legitimidad de nuestra democracia.

Las verdades están metidas en nuestros días y se quiebren en mil aristas, a la luz de cada mirada, de cada golpe de corazón, decía Carlos Fuentes en esa magnífica novela que cita Reyes y que justamente la región más transparente.

Si la transparencia es la propiedad de dejar pasar la luz y la mirada, entonces deseamos que esa transparencia inunde nuestra sociedad de naciones, con sus brillos y con sus insuficiencias, que esa transparencia que hoy nos convoca crezca y nos permita avanzar hacia democracias más luminosas, más enteras y más conscientes de sí misma.

Y por eso, y porque yo sé que este Congreso mexicano está en esta misma línea, he querido venir a contarles que en Chile estamos en lo mismo, tenemos los mismos desafíos que ustedes, y estamos seguros que unidos como países y unidos como región, Chile y México saldremos adelante con una democracia más fortalecida y con sociedades más justas, más solidarias y entregándole a cada uno de nuestros ciudadanos la dignidad que todos se merecen.

Muchas gracias por el afecto, muchas gracias por la confianza, muchas gracias por la amistad.

(Aplausos)

El Presidente Senador Miguel Barbosa Huerta: Gracias por su mensaje, señora Presidenta.

Señora Michelle Bachelet: Agradecemos su visita a la Comisión Permanente del Congreso de la Unión.

También doy el agradecimiento al doctor José Antonio Meade Kuribreña, Secretario de Relaciones Exteriores; al Diputado Julio César Moreno, Presidente de la Cámara de Diputados, por su asistencia a esta sesión.

Destaco la presencia y corrijo la omisión, la presencia y destaco y pido un aplauso para el excelentísimo señor Ricardo Núñez Muñoz, ex Senador y Embajador de la República de Chile en México.

(Aplausos)

De las Senadoras presentes, también hay que hacer relevancia de la presencia de la Senadora Blanca Alcalá Ruiz, Presidenta del Parlamento Latinoamericano.

(Aplausos)

Agradezco igualmente a todos los distinguidos invitados que nos han acompañado en esta ceremonia.

Voy a solicitar a las comisiones designadas, se sirvan acompañar a nuestros invitados hasta las puertas de este recinto.

Antes de retirarse del salón, señora Presidenta Michelle Bachelet, le ruego, le solicito firmar el Libro de Visitantes Distinguidos y posteriormente nos acompañe en la toma de la foto oficial de la sesión solemne.

También, si usted lo admite, hay interés de las legisladoras presentes de tomarse con usted una foto colectiva.

Gracias, señora Presidenta de la República de Chile.

Voy a clausurar la sesión y después tomaremos la fotografía oficial y la fotografía colectiva con las legisladoras que lo han pedido así.

Se levanta la sesión solemne y se convoca a los señores legisladores y legisladoras que integran la Comisión Permanente, para trasladarse al recinto ubicado en el sótano 2, para dar inició a nuestra sesión semanal.


(Se levantó la sesión solemne a las 11:48 horas)

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