Las
ventas de armas en EE UU se disparan pese a la polémica
- La
retónica política hacia un mayor control en la posición se armamento da
publidad gratuita a los fabricantes
SANDRO
POZZI Nueva York, El País, 5 ENE 2016
El
negocio de la venta de armas en Estados Unidos avanza con el viento de cola,
desafiando la retórica de los líderes políticos que reclaman una mayor
regulación. Hasta el punto de que Smith & Wesson, el principal fabricante
del país, acaba de revisar al alza la previsión de resultados para el trimestre
que coincide con la temporada de compras navideñas porque sus ingresos crecieron
mucho más de lo esperado.
La
compañía de Springfield (Massachusetts) anticipa que tendrá ventas de hasta 180
millones de dólares en el trimestre que acaba el próximo 31 de enero, frente a
los 150 millones que dio de guía en la presentación de los resultados hace dos
meses. Es incluso mejor que lo que esperaban los analistas de la industria y
eso que sus acciones se apreciaran más de un 12% en la apertura de Wall Street.
Como
señalan los gestores de la compañía, están arrasando hasta el punto de que se
están comprando más armas de las que los vendedores pueden tener en sus
tiendas. Los últimos datos por el FBI revelan que el año pasado se revisó la
solicitud de licencia de 23,1 millones de personas que iban a comprar un arma,
de las que 3,3 millones se corresponden a diciembre. En ambos casos supone un
récord.
Las
ventas de armas de uso civil se han disparado en Estados Unidos desde que
Barack Obama llegó a la Casa Blanca. Y con el incremento de los ingresos,
también las acciones de los fabricantes. En el caso de Smith & Wesson, los
inversores vieron como sus títulos se multiplicaron por diez en los últimos
siete años. Una evolución similar la tuvo Sturm Ruger, el otro gran fabricante
que cotiza en Wall Street.
El
temor a que se refuercen los controles a la posesión, la sucesión de tiroteos y
la creciente amenaza del terrorismo de grupos extremistas está provocando que
los estadounidenses hagan acopio. EE UU es ya el país con la mayor
concentración de armas privadas de todo el mundo, lo que le convierte de lejos
en una de las industrias más rentables. El índice S&P 500, en el mismo
periodo, lo hizo un 130%.
Los
analistas de la industria señalan que la retórica política está, en realidad,
dando publicidad gratuita a los fabricantes, al alimentar la idea de que será
más difícil poder adquirirlas en el futuro. Este fenómeno se observó tras la
matanza en el colegio de Sandy Hook en Connecticut, hace tres años. Pero la
historia muestra lo complicado que es para Washington adoptar una legislación
que limite las ventas.
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