Xóchitl Gálvez periscopea fiesta del Jefe Diego,
Como un erro calificó Xóchitl Gálvez la transmisión que realizó desde Periscope de la fiesta de cumpleaños del ex senador del PAN, Diego Fernández de Cevallos.
En el video de más de tres minutos la delegada de Miguel Hidalgo compartió en redes sociales, se ven personajes como el empresario Carlos Slim, el ex presidente de México, Felipe Calderón, el presidente nacional del Acción Nacional, Ricardo Anaya, incluso el periodista Ciro Gómez Leyva.
“No lo volvería hacer, fue un error de mi parte (…) de seguro ya no me van a invitar a las fiestas“, expresó Gálvez en entrevista con Adela Micha para Imagen Radio, quien recordó que en un inicio tuvo diferencias con Fernández de Cevallos.
Con la grabación “lo único que paso es que se adelantó lo que se iba a saber en columnas (…) era una fiesta de muchas personas”.
Las columnas políticas hoy, 15 de marzo de 2016...
Como un erro calificó Xóchitl Gálvez la transmisión que realizó desde Periscope de la fiesta de cumpleaños del ex senador del PAN, Diego Fernández de Cevallos.
En el video de más de tres minutos la delegada de Miguel Hidalgo compartió en redes sociales, se ven personajes como el empresario Carlos Slim, el ex presidente de México, Felipe Calderón, el presidente nacional del Acción Nacional, Ricardo Anaya, incluso el periodista Ciro Gómez Leyva.
“No lo volvería hacer, fue un error de mi parte (…) de seguro ya no me van a invitar a las fiestas“, expresó Gálvez en entrevista con Adela Micha para Imagen Radio, quien recordó que en un inicio tuvo diferencias con Fernández de Cevallos.
Con la grabación “lo único que paso es que se adelantó lo que se iba a saber en columnas (…) era una fiesta de muchas personas”.
Las columnas políticas hoy, 15 de marzo de 2016...
#
FRENTES POLÍTICOS/Excelsior
II.Más que una anécdota. Tenía razón la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos del Distrito Federal, Perla Gómez, quien ha pedido, una y otra vez, que se reglamente el uso de Periscope por parte de los servidores públicos. Y es que la fiesta de cumpleaños de Diego Fernández de Cevallos —a pesar de haber reunido a muchas figuras públicas— se trataba de un evento de carácter privado. No obstante, eso no le importó a la jefa delegacional de Miguel Hidalgo, Xóchitl Gálvez, quien decidió violentar la reunión, difundiéndola, sin ningún permiso, en vivo, mediante el uso de esta aplicación. No cabe duda de que el uso perverso que se le dio al video en las redes sociales, definitivamente, es su responsabilidad.#
#
#
EL ASALTO A LA RAZÓN/Carlos Marín
Milenio
Diego, el muy, muy querido Diego
No es la primera vez que Diego Fernández de Cevallos celebra su cumpleaños con sus amigos, y el sábado, en ocasión de sus primeros 75, fue anfitrión de quizá mil personas, contados como 150 niñas y niños que llegaron con sus padres.
La comida fue en su rancho de La Barranca, Guanajuato, y a nadie de quienes mejor lo conocemos nos sorprendió que los convocados provinieran de las más diversas actividades, incluyendo por supuesto políticos de todos los colores e ideologías.
Entre los prominentes estuvo Porfirio Muñoz Ledo, uno de los más brillantes políticos que ha dado el país (y de los más cercanos a un explicable ausente, Andrés Manuel López Obrador), quien lo mismo tuvo la decencia de saludar a los ex presidentes Carlos Salinas de Gortari y Felipe Calderón que de soportar mis puyas en la mesa en que compartimos la carne asada y el cabrito.
Indiscreta, #LadyPeriscope Xóchitl Gálvez no resistió hacerla de city manager y de una reunión privada dejó registro del tumultuario cariño bien ganado de que goza mi querido Diego.
cmarin@milenio.com
#
¡A la lona López Obrador! Tabasqueños lo repudian/Ricardo Alemán
Milenio
EN EL CAMINO.
Periscope en el cumpleaños del “Jefe” Diego. Desató el odio de miles por la clase política y la intolerancia de otros tantos que aplauden el regreso a la Inquisición; la exhibición pública de los odiados, de los que piensan distinto o creen en otro credo.
# #
LOS 75 AÑOS DE DIEGO/Ciro Gómez Leyva
El Universal
A la delegada Xóchitl Gálvez le pareció divertido hacer un periscope de la comida en que Diego Fernández de Cevallos festejó el sábado sus 75 años en el rancho La Barranca, en la frontera de Querétaro y Guanajuato.
A diferencia de otros que gustan vestir sus fiestas con un despliegue de fotógrafos para los suplementos de los diarios y las revistas del corazón, Diego ha optado por hacerlo sin medios ni ruido. Diego no necesita corte ni troupé. Nunca le han hecho falta. Pero en fin, al transmutarse en paparazi, Xóchitl le sirvió un banquete a la mojigatería que no pierde oportunidad para sacar a relucir sus escrúpulos, su superioridad moral, cuando ve juntos a personajes del poder. Los imagino persignándose y convenciéndose a sí mismos con un: verdad, mano, que nosotros no somos como ellos. O con un: algo malévolo estaban planeando Carlos Salinas y Felipe Calderón (que, por cierto, se saludaron con el mínimo exigible de urbanidad, intercambiaron palabras unos 30 segundos y regresaron a sus respectivas mesas para darse la espalda).
El sábado, la mayor parte de los invitados eran los íntimos y familiares de Diego. Los famosos no hacían mayoría en La Barranca. Eso sí, el común denominador de unos y otros era el cariño al anfitrión. En esas comidas he conocido a ex compañeros de Diego en la secundaria, ex colaboradores suyos que vienen a la fiesta desde un estado del norte o el sur. A sus primos, compadres, hijos y amigos de sus hijos.
Yo también sentía que, líbreme Dios, no era como Diego. Y más después de ver cómo vapuleó a Cuauhtémoc Cárdenas en el debate presidencial de 1994. A las pocas semanas, me encargaron un reportaje de su campaña (publicado en Reforma, “Campaña de cruzadas y agonías”, agosto 5, 1994). Pude platicar largo con él, observarlo, escucharlo. Traté de comprenderlo desde entonces como personaje de su momento, como el extraordinario personaje que es.
Fue informativamente generoso conmigo. Y lo volvió a ser en abril-mayo de 1996, cuando, ya celebridad, nos concedió con Cuauhtémoc Cárdenas cuatro debates en torno del México post-salinista en el naciente CNI/Canal 40. Diego se la jugó con nosotros en el tétrico episodio del Chiquihuite (enero 2003), sabiendo que el maligno poder de Ricardo Salinas Pliego se lo cobraría caro. Y fue magnánimo en una entrevista en Milenio Televisión sobre su secuestro (enero 2011, creo que la primera amplia, reflexiva, que dio en televisión). Inolvidable para mí. Su vivacidad, inteligencia y alma de polemista estaban intactas. Como personaje de Sándor Márai, en su voz resonaba la satisfacción propia de los adultos que han contado algo con exactitud, que han sabido agrupar sus ideas y pensamientos de una manera clara y concisa.
A ese hombre, a ese sujeto de mis crónicas, debates y entrevistas, yo también quería darle un abrazo el sábado. Larga vida Jefe Diego, querido Diego.
MENOS DE 140. Hablando de poder: los gobiernos de CDMX y Morelos tienen todo para dar con el dueño del Ferrari rojo. Inaceptable que no lo hagan. Ya.
#
No hay comentarios.:
Publicar un comentario