Parte de la entrevista de casi 40 minutos que EPN conversó con el director general editorial de Grupo MILENIO el pasado viernes 2 de septiembre durante una escala en Alaska rumbo a China y por 40 minutos accedió a un intercambio de cuestionamientos, réplicas y contrarréplicas por momentos intensas.
Peña Nieto aseguró que nadie le recomendó invitar a Donald Trump, sino que él lo decidió como Presidente de México.
Carlos Marín (CM): ¿Y asume usted si se equivocó?
Enrique Peña Nieto (EPN): Asumo esta posición de forma responsable, precisamente para cuidar el interés de México.
(CM): ¿La asume como acierto o como error?
(EPN): La asumo como una actitud responsable frente al riesgo que representan posicionamientos que particularmente el candidato Trump ha fijado en su campaña y que esto representa riesgo para México.
(CM): Le agradezco mucho que me permita preguntarle algo que no solo a mí me inquieta, sino que, por lo que ya sabemos que ha pasado en México, a partir de la visita de Donald Trump, yo le quiero preguntar: ¿Por qué no ha reflejado usted lo que vendrían a ser los Sentimientos de la Nación?
(EPN): Carlos, seamos muy puntuales. ¿Por qué este encuentro y de dónde parte? Y el punto de origen es el interés que he tenido por acercarme a los dos candidatos a la presidencia de Estados Unidos, a efecto de poder dar una amplia explicación y de poner en relieve la importancia que México tiene en la relación con Estados Unidos, como Estados Unidos tiene una gran importancia para México, y esto viene a partir, particularmente, de los posicionamientos que uno de los candidatos ha guardado sobre México, en un tono francamente antimexicano, en un tono que sin duda ha agraviado el sentimiento de los mexicanos, ha humillado a los mexicanos, a lo que no soy ajeno, pero como Presidente de la República y responsable de cuidar a los mexicanos y a mi país está buscar precisamente en la ruta del diálogo la manera de poder darle contexto ante los diferentes planteamientos que ha venido habiendo de los dos candidatos.
“Yo formulé una invitación a los dos candidatos por igual, a ambos les hice llegar una carta en la que los invitaba a que sostuviéramos un encuentro, no precisamente en México, sino que tuviéramos un encuentro”.
Peña Nieto detalló que Trump fue el primero en responder y expresar incluso su disposición de venir a México, por lo que el Ejecutivo aceptó dialogar con quien ha fijado posicionamientos que, a su juicio, representan riesgo y amenaza para el futuro de México, particularmente sobre el Tratado de Libre Comercio.
“Tú sabes la relevancia que tiene para México este acuerdo, como lo tiene para Estados Unidos y que era importante poner en este diálogo con toda claridad las ventajas que para ambos países tiene el acuerdo”, indicó.
CM: Perdóneme, Presidente, que lo interrumpa, pero creo que esa información es consultable para cualquier persona y lo saca de Google, y solo para concluir, si me lo permite, la información respecto de la relación México-Estados Unidos y los 500 mil millones de dólares del intercambio comercial y que éste sea superior a lo que tienen varios países de Europa y de Asia con Estados Unidos es información que los propios gringos ya saben. Yo creo que lo que faltó fue enfatizar únicamente lo que los mexicanos, representados por usted, que encabeza las instituciones nacionales, debían reclamarle a un sujeto que yo he definido solamente como imbécil, y me llama la atención que haya sido recibido uno de los dos candidatos sin tener asegurada la visita de la otra candidata, y me llama la atención que no le haya pospuesto a este idiota con un pretexto de agenda.
EPN: Carlos, mi único interés es velar por el futuro de este país y por los mexicanos. Y hay dos vías, Carlos: la de la estridencia, la del insulto, la de enfrentar a quien puede representar un riesgo a los intereses de México en esta posición que tú apuntas y señalas…
CM: O sea, el estridente soy yo…
EPN: No, Carlos, permíteme, pero es en esta forma y que no sé a dónde nos conduzca; lo que es un hecho, y hay que dejarlo muy en claro, es que cualquiera de los dos candidatos puede convertirse en presidente de Estados Unidos, y mi decisión como responsable del Estado mexicano es o fue y sigue siendo buscar espacios de diálogo para el entendimiento y para dejar ver y sentir lo importante y relevante que es México para con Estados Unidos en la relación bilateral que sostenemos.
“Podrá ser consultable, en donde tú quieras, en internet, pero lo que queda claro es que los posicionamientos que de este candidato Trump estamos viendo en sus días de campaña no eran precisamente recoger cuál es la relevancia y la importancia que tiene esta relación con México.
“Y por eso mi interés de buscar el diálogo, y te repito, Carlos, había dos posiciones: ésta que tú apuntas, la de la estridencia, la del insulto, la del enfrentamiento, o la de buscar dialogar para realmente asegurar que no haya un riesgo mayor al futuro de México, y esa es por la que yo opté.
CM: A ver, Presidente, yo no estoy poniendo en duda las razones que usted deba tener y que seguramente sabe mejor que yo para haberlo invitado.
EPN: No tengo otra, más que cuidar a México.
CM: Lo que quiero decir es que por lo que a mí respecta no me importa si lo invitó o no; yo creo que tiene sentido e incluso que honra al anfitrión ofendido abrir la puerta al ofensor. Lo que me llama la atención es que el ofensor, una vez concluida la reunión privada que tuvieron, hubiera salido y alguno de sus reporteros o quienes lo acompañan hubiera hecho una pregunta, él contestado y refregado la palabra que emblematiza la agresividad de ese personaje que ha sido descrito como una amenaza, no para México, para el mundo, que es la palabra “muro” y que todavía haya dicho después de eso, en Arizona, que lo pagaría México y que los mexicanos ni enterados estamos; es decir, pues parece que vino a chamaquearlo, Presidente, con todo respeto.
EPN: Francamente, Carlos, creo que el tema del muro es en el que se ha puesto mayor atención y en ese tema mi posición fue muy clara y lo fue en privado…
CM: ¿Pero por qué no en el momento en que él la invoca? Usted lo corrió de la casa presidencial correctamente: señor Trump, usted tiene un pendiente, ¡sáquese ya de esta casa!
EPN: Creo que vale la pena dejar muy en claro lo que dije en esa conferencia de prensa. Dije y se lo dije a él, lo he dicho además en varios momentos. México no va a pagar el muro y esa pretensión que él ha postulado de construir un muro, apunté que cada gobierno tiene libertad de hacer lo que quiera dentro de sus fronteras, pero que es evidente que no vamos a pagarlo…
CM: Lo cual, Presidente, perdón, yo no sé si tenga derecho para hacer el muro, pero creo que debió haber sido la condena, no el derecho que ellos tienen de levantar un muro…
EPN: Carlos, nosotros hemos condenado la construcción del muro, porque creemos más en los puentes. Este gobierno cree en la necesidad de tener una frontera mucho más eficiente, mucho más segura, y que abone realmente al crecimiento y al desarrollo de ambos países, pero al final de cuentas cada gobierno está en la libertad de hacer lo que quiera dentro de sus fronteras, esa no es decisión que corresponda a este gobierno; lo que queda muy claro es que, y soy enfático en el tema, y lo fui con el señor Trump, México no pagará por el muro.
“Lo que sí está muy claro, Carlos, es cuál es la ruta por la que optamos, y estoy muy consciente de que el candidato Trump, particularmente, representa quizá el posicionamiento más antimexicano; también representa la mayor amenaza en términos de lo que ha postulado y no es el tema del muro, hay otros temas, y déjame ser enfático, no es tema menor.
“Puntualizo: el acuerdo de libre comercio, en donde claramente, y esta parte pareciera que no se recoge, claramente su posicionamiento fue distinto al que había venido manejando en semanas previas; sobre el tema había dicho que podría o que estaba postulando cancelar el acuerdo de libre comercio. En este encuentro, después de dialogar y de dejarle sentir la relevancia que representa para ambos países este acuerdo, habló de modernizarlo. ¿Qué significa cancelarlo, Carlos? Pareciera que esto no tiene relevancia, y la tiene, y mucha, de él dependen millones de empleos en México y en Estados Unidos.
CM: No sé, pero también la señora (Hillary) Clinton ha dicho que hay que revisar el Tratado de Libre Comercio.
EPN: Una cosa es revisarlo y otra es modernizarlo. Una cosa es mejorarlo.
CM: Si me permite, Presidente, a mí me llama la atención que habiendo experimentado, es algo subjetivo, pero experimentado, por ejemplo con la fuga del señor (Joaquín) Guzmán Loera, una especie de agravio personal, como le ocurrió, no sé, a muchos, muchos mexicanos, que no era un problema solo del gobierno, sino de la sociedad. Esa sensación solo ha ocurrido, y no soy el único que lo piensa, con lo que ocurrió en Los Pinos con Donald Trump. Yo digo: ¿por qué no haberle dicho ahí en su cara que era una amenaza? ¿Por qué decirlo después si usted sabe que es una amenaza? ¿Jugar a la diplomacia con un sujeto de esa calaña no es perder el tiempo?
EPN: Perdón que te interrumpa, Carlos, pero hay que ser realistas frente a lo que se está viviendo o lo que está ocurriendo en Estados Unidos. Una cosa es lo que prevalece en el sentimiento de los mexicanos, que lo recojo, del que estoy consciente, y otra es lo que ocurre en Estados Unidos; hoy hay una competencia entre dos candidatos, que apunta a que puede convertirse en una elección cerrada entre ambos y que o la señora Clinton o el señor Trump se pueden convertir en el próximo presidente de Estados Unidos.
CM: ¿Y México qué tiene que hacer metiéndose a las elecciones en Estados Unidos?
EPN: No nos estamos metiendo, Carlos. A ver, yo creo que aquí por lo único que apelé y lo que he procurado es que de forma inédita, México hoy esté siendo parte del debate importante que se está dando entre ambos candidatos, el que hubiese espacio, y por eso lo he procurado y por eso la invitación que hice a ambos.
CM: ¿Y qué pasa si la señora no viene?
EPN: Mira, Carlos, primero, la invitación no era para que pudiera tener lugar en México. El señor Trump reaccionó y dijo “voy a México”; de la señora Hillary Clinton aún no he tenido respuesta.
“Y perdón que te lo diga, Carlos, permíteme insistir: ningún otro país, salvo Canadá, tiene una frontera de 3 mil kilómetros, ningún otro país en el mundo tiene la relación tan íntimamente vinculada y cercana con Estados Unidos, de la que dependen millones de empleos, como ocurre en el caso de México, y quiero ser reiterativo en un tema, Carlos, había dos rutas, mantenerme en la de la estridencia, del enfrentamiento así, cargado de insultos…
CM: Esa no es estridencia. Yo le diría una posición pública que no dejara lugar a dudas de lo que es el reclamo por la dignidad de la nación…
EPN: Carlos, lo que yo busqué fue un encuentro para el diálogo, porque creo que es la ruta para poder construir, y precisamente para asegurar que de lo que ocurre en Estados Unidos, México tenga un espacio para seguir creciendo y asegurar bienestar para los mexicanos, porque sí había, y los hay todavía, posicionamientos que francamente atentan contra el futuro de México y de los mexicanos, y perdón que te lo diga, Carlos, pero no advertir esto, solamente sumarme a este sentimiento, que lo aprecio y lo entiendo, lo asimilo plenamente, porque lo es por igual mío, el de los señalamientos gravosos, humillantes para el pueblo de México y para los mexicanos en Estados Unidos, por supuesto que estoy consciente de ello, pero aquí, te repito, la ruta era buscar un diálogo precisamente para poner en claro el contexto de por qué México es importante para Estados Unidos y por qué Estados Unidos es importante para México.
CM: A ver, Presidente, pero de su inteligencia y astucia política yo creo que ha dado muestras desde hace mucho tiempo; en este caso, más allá de Donald Trump, ¿que no le pasó por aquí pensar la posibilidad de treparse en este sujeto, para repuntar, entre otras cosas, la imagen que tiene usted tan demeritada en la sociedad mexicana?
EPN: Asumo el costo que ha representado este tema y lo asumo con la responsabilidad que significa ser el jefe del Estado mexicano, el responsable de cuidar a México y a los mexicanos; por eso esta decisión, sé que difícil, porque aquí no había más que dos opciones, o francamente la del enfrentamiento, la estridencia, te repito, contestar con insultos, y eso a lo mejor me haría muy popular acá, en México, pero yo no sé qué depara esta relación mañana, la que tengamos con quien potencialmente o eventualmente pueda ser presidente de Estados Unidos.
CM: A ver, Presidente, a propósito de confrontaciones, yo no sé que se estén desgreñando sus colaboradores en el gabinete, pero soy reportero, sé que las opiniones son distintas dentro de su equipo de trabajo: ¿Quién le recomendó invitar a este cuate y aceptar la invitación?
EPN: Carlos, nadie me recomendó, es una decisión que tomo como Presidente de México.
CM: ¿Y asume usted si se equivocó?
EPN: Asumo esta posición y creo de forma responsable, precisamente para cuidar el interés de México.
CM: ¿La asume como acierto o como error?
EPN: La asumo como una actitud responsable frente al riesgo que representan posicionamientos, que particularmente el candidato Trump ha fijado en su campaña y que representan riesgo para México; era importante buscar un acercamiento y eso es justamente lo que he procurado. Espero tener el mismo espacio de diálogo con la candidata Clinton, pero al final de cuentas creo que esto, lo que hoy se haga, es pensando en el interés de México, para una vez que ocurra. Asumo la decisión de manera responsable y es pensando precisamente en los mexicanos.
CM: Presidente, quiero darle la vuelta a la página a lo que tiene que ver con la relación entre México y Estados Unidos…
EPN: A mí me gustaría apuntar nada más algo, Carlos, porque no soy ajeno a todo lo que ha polemizado efectivamente este encuentro, estoy bastante consciente de ello y por ello mi interés de subrayar, ¿por qué lo he hecho? Lo he hecho pensando en el futuro de México, en el riesgo que representan los postulados, particularmente que el candidato Trump ha tenido durante su campaña, lo he hecho pensando precisamente en asegurar que realmente la relación económica con Estados Unidos sea una que beneficie a ambas naciones y lo que se pueda construir sea positivo para los dos países.
“Estoy muy claro del sentimiento que hay entre los mexicanos sobre los posicionamientos del candidato, pero déjame destacar un punto nada más: la campaña no tiene lugar en México, quienes van a decidir quién será el presidente de Estados Unidos serán los ciudadanos de ese país…
CM: Pero parece que nosotros nos metimos a la campaña o usted se metió a la campaña….
EPN: No, Carlos. Me metí pensando en México, y no me estoy metiendo a la campaña; al contrario, subrayé y claramente posiciono que seré absolutamente respetuoso de lo que pase en el proceso electoral de Estados Unidos. Creo que esa es la posición que debe guardar México frente a ese proceso, pero allá es donde se ve una elección cerrada y me parece que la otra ruta era cruzarme de brazos y ver qué pasa y entonces, una vez que se tenga la elección, pretender construir con lo que no se previó desde ahora.
“Desde hoy se demandaba que el gobierno tuviera participación, que hiciera algo ante el riesgo, pues esta es la demanda: '¡Oiga, ¿qué hace el gobierno ante los posicionamientos duros, difíciles, que está haciendo el candidato Trump?!'”.
CM: Y se reclamaba de usted adoptar una posición…
EPN: ¡Pasiva! Decían, “oiga, el Presidente no está haciendo nada”. ¡Bueno!
CM: Y usted hizo algo que, repito, yo no cuestiono que usted hablara con el adversario, pero el adversario fue a su casa, la casa que usted tiene prestada, porque dentro de dos años la desocupa, y este miserable se vomitó en su casa, y en ese momento los mexicanos o algunos mexicanos como yo hubiéramos querido ver…
EPN: Ahí no coincido, Carlos, perdóname, Carlos, yo ahí no coincido, porque destacan el tema del muro y ese es un tema de la definición soberana que tiene cada país; lo que queda muy claro para México y en esto sí fui muy claro: México no paga el muro.
CM: Lo que pasa es que la palabra concentra lo que este sujeto que usted ha descrito como una amenaza…
EPN: No, ese no es el tema, Carlos, a ver, la amenaza no es el muro…
CM: Yo lo sé, la amenaza es todo lo que él ha desatado del sentimiento antimexicano.
EPN: La amenaza es, exactamente, eso; es una amenaza realmente contra la relación económica, el comercio bilateral, la seguridad que tenemos en América del Norte.
CM: Pues yo solo le digo que no me sentí representado con su reacción y espero que no se moleste.
EPN: Carlos, no me molesta, porque yo creo que al final de cuentas lo que venga hacia adelante habrá de dejar en claro por qué lo hicimos. Creo que el tiempo habrá de darnos razón realmente al haber hecho desde ahora un contacto con ambos candidatos y está abierta la probabilidad con la candidata Clinton.
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