KIOSKO | Corresponsales de El Universal, 9 de febrero de 2017
La asistencia del gobernador de Sinaloa, el priísta Quirino Ordaz Coppel, al juego de clausura de la serie de beisbol del Caribe fue blanco de críticas. Nos dicen que luchadores sociales, como Óscar Loza Ochoa, vieron en el mandatario falta de sensibilidad y mucho de frivolidad, pues una hora antes del inicio del juego —en el que el equipo mexicano fue derrotado por una mínima diferencia por Puerto Rico—, en Navolato se escenificó la segunda balacera del día, con un saldo de cinco muertos, entre ellos una mujer embarazada que quedó atrapada en un fuego cruzado. La molestia contra don Quirino va en aumento, pues desde su primer día de mandato trazó una línea para desligarse del tema de seguridad y dejárselo a las áreas de justicia.
Ante el desgaste acelerado de su figura política, nos comentan, Ordaz Coppel debe reevaluar su estrategia, pues a sólo 40 días de que asumió el cargo, el saldo de muertos en el estado es de 152, casi cuatro por día.
#Será?/24 Horas
Violencia imparable
El gobernador de Sinaloa, Quirino Ordaz, cumplió su primer mes en el cargo y, por más que le ha buscado, no ha encontrado la cuadratura al círculo de la inseguridad. Un día sí y el otro también se reportan ejecuciones por decenas. Ninguna de las medidas que ha implementado, antes y después de asumir el cargo, le ha funcionado. Y no es para menos, pues desde que ganó las elecciones de su estado, siempre supo que se había sacado la rifa del tigre, lo decía y todo el tiempo se le veía con el rostro desencajado. ¿Será?
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