qué aquí
reina un fresco ambiente
y en las
cuchillas se siente..
un perfume de alelhí.
Reclina
bella cautiva,
amorosa y
sensitiva
en brazos de
Alboreví
¡Quién te
ama con ansia ardiente,
reclina niña
tu frente sobre mí!
Si tus ojos
son ardiente resplandor
Tus pupilas
transparentes,
como el agua
de la fuente de purísimo color
Quién al
verte no te mira, y por ti niña suspira
y a ti sola
quiere amar.
Y cautivo no
se siente,
si tus ojos son ardiente resplandor.
Las
cristianas hechiceras del aduar
Van gimiendo
plañideras su infortunio y su pesar
Ya el
cacique no las mira, y por ti niña suspira
y a ti sola
quiere amar
Aunque giman
plañideras
las cristianas hechiceras del aduar.
Al ardiente
mediodía, cuando vierta su armonía
el Tuyú
Estaremos
garza mía,
en la fresca sombra umbría
bajo el verde guabiyú
Tú en la
hamaca recostada y en mi pecho reclinada
y junto a mi
frente tú
Al ardiente
mediodía, cuando vierta su armonía
el Tuyú.
¡Qué más
quieres mi cristiana para ti!
Si tu frente
se engalana con la pluma soberana
del cacique
Alboreví
Tendrás
joyas y tesoros, tendrás perlas y collares que en la guerra conseguí
Entre sangre
castellana, qué más quieres mi cristiana para ti.
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