Entrevista al papa Francisco de la revista holandesa Straatnieuws
En una nueva entrevista, el Papa Francisco ha respondido a las preguntas de un sintecho (una persona sin hogar) para la revista holandesa Straatnieuws.
Su nombre es Marc, tiene 51 años y vende la revista en la ciudad holandesa de Utrecht. Con él estuvieron Frank Dries –editor de la revista– y los periodistas Stijn Pantanos y Jan-Willen Astucia.
Fue realizada el pasado 27 de octubre en la Casa Santa Marta, donde vive el Pontífice.
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-Su homónimo San Francisco eligió la pobreza radical y vendió también su evangeliario. En cuanto Papa y Obispo de Roma, ¿se siente alguna vez bajo presión por vender los tesoros de la Iglesia?
-Esta es una pregunta fácil. No son los tesoros de la Iglesia, sino que son los tesoros de la humanidad. Por ejemplo, si yo mañana digo que La Piedad de Miguel Ángel sea subastada no se podría hacer porque no es propiedad de la Iglesia. Está en una iglesia, pero es de la humanidad. Esto vale para todos los tesoros de la Iglesia. Pero hemos comenzado a vender los regalos y otras cosas que me dan. Y los beneficios de las ventas van a Mons. Krajewski, que es mi limosnero. Y después está la lotería. Estaban los carros que han sido todos vendidos o dados a través de una lotería y lo recaudado se ha usado para los pobres. Hay cosas que se pueden vender y estas se venden.
-¿Se da cuenta de que la riqueza de la Iglesia puede crear este tipo de expectativas?
-Sí, si hacemos un catálogo de bienes de la Iglesia se piensa: ‘la Iglesia es muy rica’. Pero cuando se firmó el Concordato con Italia en 1929 sobre la ‘Questione Romana’ (el asunto romano), el gobierno italiano de aquel tiempo ofreció a la Iglesia un gran parque en Roma. El Papa de entonces, Pío XI, dijo: ‘no, querría sólo medio kilómetro cuadrado para garantizar la independencia de la Iglesia’. Este principio vale todavía. Sí, los bienes inmobiliarios de la Iglesia son muchos, pero los usamos para mantener las estructuras de la Iglesia y para mantener muchas obras que se hacen en los países necesitados: hospitales, escuelas. Ayer por ejemplo he pedido enviar al Congo 50.000 euros para construir tres escuelas en países pobres, la educación es una cosa importante para los niños. Fui a la administración competente, hice esta petición y el dinero ha sido enviado.
(…)
Santo Padre, ¿se puede imaginar un mundo sin pobres?
-Yo querría un mundo sin pobres. Debemos luchar por esto. Pero yo soy un creyente y sé que el pecado está siempre dentro de nosotros. Y la codicia humana existe siempre, la falta de solidaridad, el egoísmo que crea los pobres. Por eso me parece un poco difícil imaginar un mundo sin pobres. Si usted piensa en los niños explotados por el trabajo esclavo, o en los niños explotados por abuso sexual. Y otra forma de explotación: asesinar a los niños para sacarles los órganos, el tráfico de órganos. Asesinar a los niños para quitarles los órganos es codicia. Por eso no sé si lograremos este mundo sin pobres, porque el pecado existe siempre y nos lleva al egoísmo. Pero debemos luchar, siempre, siempre.
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Santo Padre, ¿se puede imaginar un mundo sin pobres?
-Yo querría un mundo sin pobres. Debemos luchar por esto. Pero yo soy un creyente y sé que el pecado está siempre dentro de nosotros. Y la codicia humana existe siempre, la falta de solidaridad, el egoísmo que crea los pobres. Por eso me parece un poco difícil imaginar un mundo sin pobres. Si usted piensa en los niños explotados por el trabajo esclavo, o en los niños explotados por abuso sexual. Y otra forma de explotación: asesinar a los niños para sacarles los órganos, el tráfico de órganos. Asesinar a los niños para quitarles los órganos es codicia. Por eso no sé si lograremos este mundo sin pobres, porque el pecado existe siempre y nos lleva al egoísmo. Pero debemos luchar, siempre, siempre.
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