El informe fue realizado por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), y se entregó esta semana a la PGR.
Es la misma conclusión planteada desde septiembre de 2015 por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes, enviados por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
"Es tiempo de seguir la búsqueda de los estudiantes en otros lados", indica Mercedes Doretti, directora del EAAF.
"Es tiempo de seguir la búsqueda de los estudiantes en otros lados", indica Mercedes Doretti, directora del EAAF.
El 9 de febrero de 2016 el grupo de peritos concluyeron que No hubo incineración en Cocula, Guerrero. Punto.
En conferencia de prensa realizada en las instalaciones del Centro Pro de Derechos Humanos, los peritos Mercedes Dorotti y Miguel Nieva señalaron que en su opinión -de EAAF-, no existen tampoco elementos científicos suficientes para vincular los restos hallados en el basurero de Cocula con aquellos recuperados, según la PGR, en la bolsa del río San Juan, de donde proviene la única identificación positiva hasta al fecha de uno de los normalistas desaparecidos, de nombre Alexander Mora Venancio.
También afirman que no hay evidencia científica que indique que en el basurero de Cocula se realizara la incineración en masa de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, como asegura la versión de la PGR.
También dicen que no se encontraron evidencias para establecer correspondencia alguna entre los elementos recuperados en dicho basurero –entre ellos restos óseos de 19 personas– y los estudiantes desaparecidos.
En el dictamen pericial hecho público señalan diversas y serias irregularidades cometidas por personal de la PGR. Una de ellas es lo relacionado con 20 de los perfiles genéticos de los familiares de los normalistas enviados por la procuraduría al laboratorio de Innsbruck, pues eran diferentes de los remitidos por el EAAF, siendo de las mismas personas.
Otra inconsistencia fue la ocurrida el 15 de noviembre de 2014, cuando peritos y agentes del Ministerio Público recolectaron evidencias en el basurero de Cocula sin presencia ni aviso al equipo argentino, cuando el acuerdo era trabajar de manera conjunta.
El dictamen –en el que se incorporó tanto un informe de sitio como un reporte de laboratorio– ya fue entregado a la PGR, instancia a la que se invitó a realizar una ‘‘junta de peritos’’ para analizar y comparar los resultados alcanzados por los diferentes estudios sobre el basurero de Cocula.
Los peritos fueron acompañados por los padres de familia, alumnos de la normal rural y abogados..
Por tanto, ‘‘no respaldamos la hipótesis de que hubo un fuego de la magnitud requerida y de la duración informada’’, todo en función de la hipótesis de PGR. Señalaron que aunque en el lugar se encontraron 132 casquillos, entre ellos de armas largas, los calibres de la mayoría no corresponden al que los implicados dicen haber detonado.
La respuesta institucional de la PGR fue inmediata
Reitera PGR que el Caso Iguala no esta cerrado y las investigaciones continuan. Comunicado Comunicado 186/16
Ciudad de México.
La Procuraduría General de la República recibió hoy, a las 11:42 horas, un documento firmado por tres integrantes del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), el cual será analizado por el Ministerio Público de la Federación.
Por otra parte, en el marco de la Audiencia Pública realizada el 20 de octubre de 2015 en Washington, con motivo del Caso Iguala, el Estado Mexicano y el Grupo Interamericano de Expertos Independientes (GIEI) formalizaron ante el Pleno de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) la realización de un nuevo estudio sobre la dinámica del fuego con las siguientes características:
a) Establecer de común acuerdo los objetivos y las condiciones para llevarlo a cabo.
b) Tomar de forma conjunta la decisión sobre los perfiles y la elección definitiva de los peritos.
c) Consensar el modo en que se realizará el estudio.
Estos aspectos se desahogan puntualmente por parte de la PGR y el GIEI, enfatizándose que los peritos que fueron invitados a participar –cuyo panel está en la última etapa de integración conjunta– cuentan con las credenciales profesionales necesarias para llevar a cabo el análisis.
Una vez finalizado, el nuevo estudio de la PGR y el GIEI, será puesto a disposición de la autoridad ministerial para que oriente su determinación con elementos que le brinden una opinión conclusiva en torno al suceso de fuego que se investiga en el basurero de Cocula.
El Ministerio Público de la Federación reitera que este caso no está cerrado; las investigaciones continúan y seguirán hasta que el último responsable sea consignado ante la autoridad judicial.
La prioridad para esta Representación Social es el derecho de las víctimas y sus familias a la verdad. Por ello, se continuará con las reuniones que han venido sosteniéndose con familiares, representantes legales y el GIEI. La próxima reunión está programada para el 18 de febrero.“
Un día despues, legisladores de la Comisión Especial que da seguimiento a las investigaciones sobre los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa "Raúl Isidro Burgos", informaron que buscarán reunirse con los integrantes del EAAF.
La presidenta de la Comisión diputada Guadalupe Murguía Gutiérrez (PAN), dijo que las nuevas evidencias pueden llevar a rectificar lo que en su momento fue la “hipótesis inicial” y corresponderá a la PGR, con nuevos elementos y estudios, decir si existen las condiciones para modificar su hipótesis y asumir el posicionamiento que corresponda a la verdad de los hechos.
Dice la diputada que la PGR, continuó, tiene la responsabilidad jurídica, legal y política de generar una convicción y verdad sobre este caso, y la comisión esperará a lo que señale, y a que determine si hacen falta más elementos para integrar a su averiguación previa.
La diputada federal recalcó que tanto el GIEI como el grupo de forenses argentinos son coadyuvantes del Ministerio Público, “sus diligencias, estudios y conclusiones forman parte de la averiguación previa que trabaja la PGR y tienen que ser tomados en cuenta para llegar a las conclusiones, como parte de su expediente”.
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No hubo incineración en Cocula, concluye el EAAF
En conferencia de prensa realizada en las instalaciones del Centro Pro de Derechos Humanos, los peritos Mercedes Dorotti y Miguel Nieva señalaron que en su opinión -de EAAF-, no existen tampoco elementos científicos suficientes para vincular los restos hallados en el basurero de Cocula con aquellos recuperados, según la PGR, en la bolsa del río San Juan, de donde proviene la única identificación positiva hasta al fecha de uno de los normalistas desaparecidos, de nombre Alexander Mora Venancio.
También afirman que no hay evidencia científica que indique que en el basurero de Cocula se realizara la incineración en masa de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, como asegura la versión de la PGR.
También dicen que no se encontraron evidencias para establecer correspondencia alguna entre los elementos recuperados en dicho basurero –entre ellos restos óseos de 19 personas– y los estudiantes desaparecidos.
En el dictamen pericial hecho público señalan diversas y serias irregularidades cometidas por personal de la PGR. Una de ellas es lo relacionado con 20 de los perfiles genéticos de los familiares de los normalistas enviados por la procuraduría al laboratorio de Innsbruck, pues eran diferentes de los remitidos por el EAAF, siendo de las mismas personas.
Otra inconsistencia fue la ocurrida el 15 de noviembre de 2014, cuando peritos y agentes del Ministerio Público recolectaron evidencias en el basurero de Cocula sin presencia ni aviso al equipo argentino, cuando el acuerdo era trabajar de manera conjunta.
El dictamen –en el que se incorporó tanto un informe de sitio como un reporte de laboratorio– ya fue entregado a la PGR, instancia a la que se invitó a realizar una ‘‘junta de peritos’’ para analizar y comparar los resultados alcanzados por los diferentes estudios sobre el basurero de Cocula.
Los peritos fueron acompañados por los padres de familia, alumnos de la normal rural y abogados..
Por tanto, ‘‘no respaldamos la hipótesis de que hubo un fuego de la magnitud requerida y de la duración informada’’, todo en función de la hipótesis de PGR. Señalaron que aunque en el lugar se encontraron 132 casquillos, entre ellos de armas largas, los calibres de la mayoría no corresponden al que los implicados dicen haber detonado.
La respuesta institucional de la PGR fue inmediata
Reitera PGR que el Caso Iguala no esta cerrado y las investigaciones continuan. Comunicado Comunicado 186/16
Ciudad de México.
La Procuraduría General de la República recibió hoy, a las 11:42 horas, un documento firmado por tres integrantes del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), el cual será analizado por el Ministerio Público de la Federación.
Por otra parte, en el marco de la Audiencia Pública realizada el 20 de octubre de 2015 en Washington, con motivo del Caso Iguala, el Estado Mexicano y el Grupo Interamericano de Expertos Independientes (GIEI) formalizaron ante el Pleno de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH) la realización de un nuevo estudio sobre la dinámica del fuego con las siguientes características:
a) Establecer de común acuerdo los objetivos y las condiciones para llevarlo a cabo.
b) Tomar de forma conjunta la decisión sobre los perfiles y la elección definitiva de los peritos.
c) Consensar el modo en que se realizará el estudio.
Estos aspectos se desahogan puntualmente por parte de la PGR y el GIEI, enfatizándose que los peritos que fueron invitados a participar –cuyo panel está en la última etapa de integración conjunta– cuentan con las credenciales profesionales necesarias para llevar a cabo el análisis.
Una vez finalizado, el nuevo estudio de la PGR y el GIEI, será puesto a disposición de la autoridad ministerial para que oriente su determinación con elementos que le brinden una opinión conclusiva en torno al suceso de fuego que se investiga en el basurero de Cocula.
El Ministerio Público de la Federación reitera que este caso no está cerrado; las investigaciones continúan y seguirán hasta que el último responsable sea consignado ante la autoridad judicial.
La prioridad para esta Representación Social es el derecho de las víctimas y sus familias a la verdad. Por ello, se continuará con las reuniones que han venido sosteniéndose con familiares, representantes legales y el GIEI. La próxima reunión está programada para el 18 de febrero.“
Un día despues, legisladores de la Comisión Especial que da seguimiento a las investigaciones sobre los estudiantes de la Escuela Normal Rural de Ayotzinapa "Raúl Isidro Burgos", informaron que buscarán reunirse con los integrantes del EAAF.
La presidenta de la Comisión diputada Guadalupe Murguía Gutiérrez (PAN), dijo que las nuevas evidencias pueden llevar a rectificar lo que en su momento fue la “hipótesis inicial” y corresponderá a la PGR, con nuevos elementos y estudios, decir si existen las condiciones para modificar su hipótesis y asumir el posicionamiento que corresponda a la verdad de los hechos.
Dice la diputada que la PGR, continuó, tiene la responsabilidad jurídica, legal y política de generar una convicción y verdad sobre este caso, y la comisión esperará a lo que señale, y a que determine si hacen falta más elementos para integrar a su averiguación previa.
La diputada federal recalcó que tanto el GIEI como el grupo de forenses argentinos son coadyuvantes del Ministerio Público, “sus diligencias, estudios y conclusiones forman parte de la averiguación previa que trabaja la PGR y tienen que ser tomados en cuenta para llegar a las conclusiones, como parte de su expediente”.
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No hubo incineración en Cocula, concluye el EAAF
Sin correspondencia con los normalistas, los restos óseos encontrados
Periódico La Jornada
Miércoles 10 de febrero de 2016, p. 3
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) concluyó que no hay evidencia científica que indique que en el basurero de Cocula se realizara la incineración en masa de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, como asegura la versión defendida por la Procuraduría General de la República (PGR), con la cual pretendió dar por resuelto el caso.
Tampoco se encontraron evidencias para establecer correspondencia alguna entre los elementos recuperados en dicho basurero –entre ellos restos óseos de 19 personas– y los estudiantes desaparecidos.
Las imágenes satelitales del tiradero obtenidas por el EAAF, a través de diversas instituciones, muestran que el área de fuego en la superficie inferior de dicho basurero –que la PGR indica como la utilizada para quemar los restos de los 43 normalistas– ha sido utilizada en realidad en fuegos anteriores al menos desde 2010. Por tanto, no se puede hablar de un solo evento ocurrido el 26 y 27 de septiembre de 2014, fecha en que desaparecieron los jóvenes.
En el dictamen pericial hecho público este martes, en el que durante una hora se explicó la metodología y las principales conclusiones derivadas de este estudio independiente, que llevó más de un año de trabajo por un equipo de 30 especialistas de diversas ramas y nacionalidades, también se señalan diversas y serias irregularidades cometidas por personal de la PGR. Una de ellas es lo relacionado con 20 de los perfiles genéticos de los familiares de los normalistas enviados por la procuraduría al laboratorio de Innsbruck, pues eran diferentes de los remitidos por el EAAF, siendo de las mismas personas.
Otra inconsistencia fue la ocurrida el 15 de noviembre de 2014, cuando peritos y agentes del Ministerio Público recolectaron evidencias en el basurero de Cocula sin presencia ni aviso al equipo argentino, cuando el acuerdo era trabajar de manera conjunta. En esa ocasión, casualmente, fueron localizados 42 nuevos casquillos ‘‘debajo de una piedra’’ colocada en una área que había sido revisada un día antes sin encontrarse nada.
En conferencia de prensa realizada en las instalaciones del Centro Pro de Derechos Humanos, los peritos Mercedes Dorotti y Miguel Nieva señalaron que, en opinión del EAAF, no existen tampoco elementos científicos suficientes para vincular los restos hallados en el basurero de Cocula con aquellos recuperados, según la PGR, en la bolsa del río San Juan, de donde proviene la única identificación positiva hasta al fecha de uno de los normalistas desaparecidos, de nombre Alexander Mora Venancio.
El dictamen –en el que se incorporó tanto un informe de sitio como un reporte de laboratorio– ya fue entregado a la PGR, instancia a la que se invitó a realizar una ‘‘junta de peritos’’ para analizar y comparar los resultados alcanzados por los diferentes estudios sobre el basurero de Cocula.
Santiago Aguirre, subdirector del Centro Pro, instancia que representa a los padres de familia de los 43 jóvenes desaparecidos, destacó la presentación pública y detallada del dictamen del EAAF, sujeta así al escrutinio público, situación a la que no se ha sometido el informe de la PGR.
Entre las conclusiones, el dictamen del equipo argentino señala que la investigación sobre los normalistas de Ayotzinapa no puede darse por concluida, toda vez que aún falta procesar una cantidad importante de evidencias. Se necesita mayor tiempo de análisis de los restos óseos y evidencia asociada. Esta tarea lleva varios meses de trabajo. Sugiere que ésta debe ser interpretada en todas sus posibilidades, sin dar preferencia a aquellas interpretaciones que sólo incluyan una posible coincidencia con testimonios de los imputados.
Acompañados por los padres de familia, alumnos de la normal rural y abogados, los dos integrantes del EAAF que presentaron el informe informaron que el equipo interdisciplinario que participó en su elaboración se especializa en áreas como arqueología, criminalística, entomología y botánica forense, así como balística, dinámica de fuego e interpretación de imágenes satelitales, entre otras.
Además, para concluir la imposibilidad científica de producir en ese sitio un fuego con las dimensiones e intensidad necesarias para reducir a cenizas 43 cuerpos, fue determinante confrontar la evidencia científica con la testimonial. El EAAF señala que la información derivada de las declaraciones de los presuntos perpetradores ‘‘presentó contradicciones, como la forma en que se colocaron los restos de las víctimas, los neumáticos, los troncos, y el resto del material; varía significativamente”.
Por tanto, ‘‘no respaldamos la hipótesis de que hubo un fuego de la magnitud requerida y de la duración informada’’, todo en función de la hipótesis de PGR. Señalaron que aunque en el lugar se encontraron 132 casquillos, entre ellos de armas largas, los calibres de la mayoría no corresponden al que los implicados dicen haber detonado.
http://www.jornada.unam.mx/2016/02/10/politica/003n1pol#sthash.jmh7Uyx2.dpuf
Periódico La Jornada
Miércoles 10 de febrero de 2016, p. 3
El Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF) concluyó que no hay evidencia científica que indique que en el basurero de Cocula se realizara la incineración en masa de los 43 estudiantes normalistas de Ayotzinapa, como asegura la versión defendida por la Procuraduría General de la República (PGR), con la cual pretendió dar por resuelto el caso.
Tampoco se encontraron evidencias para establecer correspondencia alguna entre los elementos recuperados en dicho basurero –entre ellos restos óseos de 19 personas– y los estudiantes desaparecidos.
Las imágenes satelitales del tiradero obtenidas por el EAAF, a través de diversas instituciones, muestran que el área de fuego en la superficie inferior de dicho basurero –que la PGR indica como la utilizada para quemar los restos de los 43 normalistas– ha sido utilizada en realidad en fuegos anteriores al menos desde 2010. Por tanto, no se puede hablar de un solo evento ocurrido el 26 y 27 de septiembre de 2014, fecha en que desaparecieron los jóvenes.
En el dictamen pericial hecho público este martes, en el que durante una hora se explicó la metodología y las principales conclusiones derivadas de este estudio independiente, que llevó más de un año de trabajo por un equipo de 30 especialistas de diversas ramas y nacionalidades, también se señalan diversas y serias irregularidades cometidas por personal de la PGR. Una de ellas es lo relacionado con 20 de los perfiles genéticos de los familiares de los normalistas enviados por la procuraduría al laboratorio de Innsbruck, pues eran diferentes de los remitidos por el EAAF, siendo de las mismas personas.
Otra inconsistencia fue la ocurrida el 15 de noviembre de 2014, cuando peritos y agentes del Ministerio Público recolectaron evidencias en el basurero de Cocula sin presencia ni aviso al equipo argentino, cuando el acuerdo era trabajar de manera conjunta. En esa ocasión, casualmente, fueron localizados 42 nuevos casquillos ‘‘debajo de una piedra’’ colocada en una área que había sido revisada un día antes sin encontrarse nada.
En conferencia de prensa realizada en las instalaciones del Centro Pro de Derechos Humanos, los peritos Mercedes Dorotti y Miguel Nieva señalaron que, en opinión del EAAF, no existen tampoco elementos científicos suficientes para vincular los restos hallados en el basurero de Cocula con aquellos recuperados, según la PGR, en la bolsa del río San Juan, de donde proviene la única identificación positiva hasta al fecha de uno de los normalistas desaparecidos, de nombre Alexander Mora Venancio.
El dictamen –en el que se incorporó tanto un informe de sitio como un reporte de laboratorio– ya fue entregado a la PGR, instancia a la que se invitó a realizar una ‘‘junta de peritos’’ para analizar y comparar los resultados alcanzados por los diferentes estudios sobre el basurero de Cocula.
Santiago Aguirre, subdirector del Centro Pro, instancia que representa a los padres de familia de los 43 jóvenes desaparecidos, destacó la presentación pública y detallada del dictamen del EAAF, sujeta así al escrutinio público, situación a la que no se ha sometido el informe de la PGR.
Entre las conclusiones, el dictamen del equipo argentino señala que la investigación sobre los normalistas de Ayotzinapa no puede darse por concluida, toda vez que aún falta procesar una cantidad importante de evidencias. Se necesita mayor tiempo de análisis de los restos óseos y evidencia asociada. Esta tarea lleva varios meses de trabajo. Sugiere que ésta debe ser interpretada en todas sus posibilidades, sin dar preferencia a aquellas interpretaciones que sólo incluyan una posible coincidencia con testimonios de los imputados.
Acompañados por los padres de familia, alumnos de la normal rural y abogados, los dos integrantes del EAAF que presentaron el informe informaron que el equipo interdisciplinario que participó en su elaboración se especializa en áreas como arqueología, criminalística, entomología y botánica forense, así como balística, dinámica de fuego e interpretación de imágenes satelitales, entre otras.
Además, para concluir la imposibilidad científica de producir en ese sitio un fuego con las dimensiones e intensidad necesarias para reducir a cenizas 43 cuerpos, fue determinante confrontar la evidencia científica con la testimonial. El EAAF señala que la información derivada de las declaraciones de los presuntos perpetradores ‘‘presentó contradicciones, como la forma en que se colocaron los restos de las víctimas, los neumáticos, los troncos, y el resto del material; varía significativamente”.
Por tanto, ‘‘no respaldamos la hipótesis de que hubo un fuego de la magnitud requerida y de la duración informada’’, todo en función de la hipótesis de PGR. Señalaron que aunque en el lugar se encontraron 132 casquillos, entre ellos de armas largas, los calibres de la mayoría no corresponden al que los implicados dicen haber detonado.
http://www.jornada.unam.mx/2016/02/10/politica/003n1pol#sthash.jmh7Uyx2.dpuf
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