1 sept 2017

Mensaje del diputado independiente, Manuel Jesús Clouthier Carrillo

Hago un llamado a las autoridades federales responsables para que no quede impune el asesinato del periodista sinaloense, Javier Valdés, y de ningún otro comunicador.
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Cámara de Diputados del Honorable Congreso de la Unión, LXIII Legislatura
Sesión de Congreso General, realizada el viernes 1 de septiembre de 2017
La Presidenta diputada María Guadalupe Murguía Gutiérrez (PAN): El siguiente punto del orden del día es la intervención de los grupos parlamentarios alusiva a la apertura del primer periodo de sesiones ordinarias del tercer año de la LXIII Legislatura.
 El diputado independiente, Manuel Jesús Clouthier Carrillo tiene el uso de la palabra hasta por 15 minutos.
El diputado Manuel Jesús Clouthier Carrillo: 
Señoras y señores, diputadas y diputados, pueblo de México, hace dos años dije, al iniciar esta LXIII Legislatura: El país ya no puede seguir sosteniendo la tesis de que las funciones públicas son el mejor negocio privado; ya no se debe seguir ejerciendo el poder en México con criterio patrimonial.

También exclamé, en esta tribuna: Es el momento de exigirnos austeridad, transparencia, rendición de cuentas, eficiencia y eficacia en el gasto y emprender una verdadera cruzada contra la corrupción.

La respuesta del gobierno y del Congreso de la Unión a este llamado fueron acciones pusilánimes y, en algunos casos, perversas. Apostaron deliberadamente a un gradualismo gatopardista para decir que estamos avanzando, cuando sabemos que no es así.

El mejor ejemplo de esta simulación demagógica es el Sistema Nacional Anticorrupción, que como sabemos, lo tienen moribundo, cuando todavía no termina de nacer. Lo tienen sin presupuesto, sin fiscal anticorrupción y sin voluntad para combatir la corrupción en la mayoría del Comité Coordinador.
Lo he dicho reiteradamente, para combatir la lacerante corrupción que se padece en nuestro país, se necesita voluntad para sancionar severamente a los corruptos que hacen mal uso del poder y de los recursos públicos.
El mejor Sistema Nacional Anticorrupción, compañeros, es que la corrupción no quede impune en nuestro país.
El Congreso de la Unión debe abonar a la credibilidad del pueblo en sus instituciones, poniendo el ejemplo en transparencia y rendición de cuentas y en el combate a la corrupción. Por lo que es insostenible, compañeros, el manejo discrecional y opaco de los recursos públicos por parte de los grupos parlamentarios y la gran corrupción en el ejercicio del Presupuesto de ambas Cámaras del Congreso General.
El Poder Legislativo no puede seguir siendo parte del botín que se reparte la clase política. Tenemos, compañeros, que limpiar la política, empezando porque los partidos no sean más escuelas de la corrupción, por lo que es impostergable aprobar una ley que reduzca y transparente los recursos públicos de los partidos políticos.
Tienen ya en sus manos, compañeros, la iniciativa Sin voto no hay dinero. Tienen otras tantas de diferentes grupos parlamentarios y, sin embargo, las mantienen intencionalmente en la congeladora.
Necesitamos también otra ley que regule y fiscalice adecuadamente el financiamiento de las campañas políticas, incluyendo revisiones patrimoniales y fiscales a los aspirantes apuestos de elección popular, como lo sugiere el experto Buscaglia.
No es posible, ganar la lucha contra el crimen organizado sin combatir la corrupción organizada, la narcopolítica y el lavado del dinero. Por eso es increíble, compañeros, que se haya implementado un sistema nacional anticorrupción, en donde en el Comité Coordinador no participa la Secretaría de Hacienda, el SAT, o bien, la Unidad de Inteligencia Financiera.
Debemos reconocer que el crimen organizado es un problema de seguridad nacional y de gobernabilidad, no sólo de seguridad pública. Por tanto, es necesario aceptar con realismo que el crimen organizado ha infiltrado las instituciones fundamentales para garantizar la vida democrática, por lo que es necesario, compañeros, limpiar las Fuerzas Armadas y las instituciones encargadas de la seguridad, estableciendo sistemas de control que garanticen que estas instituciones se mantengan al servicio de la patria.
Deben mejorarse las condiciones laborales, salariales, prestaciones y de seguridad social en las Fuerzas Armadas y en las fuerzas del orden. Debe cambiarse el modelo actual por uno que se integre con poca gente, buena y bien pagada.
La democracia, compañeros, debe ampliar las libertades y los derechos fundamentales, si no es así, no tiene razón de ser. Especialmente la democracia debe garantizar la libertad de expresión y el derecho a la información, así como el derecho a la vida de quienes disienten e informan.
Es un peligro para México el que políticos enfermos de poder se molesten y no toleren que los cuestionen, los critiquen o los denuncien, porque entonces reaccionan directa o indirectamente, difamando, amenazando o reprimiendo a sus críticos, incluso, llegando al extremo en muchos casos de privarles de la vida.
Es un peligro para México que las agresiones a periodistas y medios de comunicación queden impunes, exhibiendo así la peor complicidad con el primitivismo político.
Hago un llamado a las autoridades federales responsables para que no quede impune el asesinato del periodista sinaloense, Javier Valdés, y de ningún otro comunicador.
Igualmente, exigimos desde esta tribuna para que se deje de reprimir a las organizaciones de la sociedad civil que generan contrapesos en una sociedad democrática, como lo es Mexicanos contra la corrupción y su dirigente Claudio X. González.
La globalización, mis amigos, en sus orígenes promovía facilitar el flujo de mercancías, de capitales, de personas y de ideas.
Hoy, a 30 años de firmado el Tratado de Libre Comercio con América del Norte podemos decir que bajo esta perspectiva ha sido un fracaso, ya que solo contribuyó a facilitar el comercio. Y esto fue así porque ni los Estados Unidos de América ni México entendieron la profundidad y la trascendencia del mismo.
Hoy el TLC no deben renegociarlo los gobernantes que se van, ya que esto expone severamente la economía de nuestro país. Los que se van dentro de un año han demostrado con hechos tener una gran ambición y una tremenda proclividad a la corrupción, por lo que no pueden ser ellos los que comprometan el comercio con América del Norte para los futuros 30 años.
Hago un llamado al Senado de la República para que no lo permita. El TLCAN, compañeros, debe ser negociado por el gobierno entrante y  no por el saliente.
Igualmente, el nuevo gobierno que surja del proceso electoral de 2018 deberá llegar con un alto sentido de responsabilidad en el manejo de las finanzas públicas, y no como ha sucedido en el gobierno de Enrique Peña Nieto, que como no quiso dejar de gastar creció la deuda pública a una cantidad mayor a los 10 millones de pesos, que representan más del 50 por ciento del producto interno bruto.
El próximo gobierno, compañeros, debe ser austero. Establecer claras prioridades del gasto gubernamental, elevar la calidad del gasto y los servicios que presta el gobierno y así emprender una cruzada real contra la corrupción del poder.
Ese nuevo gobierno deberá atreverse a hacer lo que no hicieron los últimos tres sexenios. Iniciar un nuevo proyecto de desarrollo para el campo mexicano.
Porque es evidente que el modelo de promover la siembra de maíz y frijol que se implementó en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari hasta la fecha, este modelo ya se agotó y se hace necesario diversificar hoy los cultivos, dando certidumbre y rentabilidad a los hombres de campo con criterios de desarrollo regional, acorde a las vocaciones de las distintas zonas productivas del país.
Finalmente, compañeros, el Poder Ejecutivo que gobierne para el sexenio 2018-2024 deberá contar con una clara agenda social que contribuya a cerrar la brecha de la desigualdad y suprima los programas clientelares y electoreros que generan dependencia a los más pobres, condenándolos permanentemente a la marginación.
Deberán, pues, ponerse los acentos en una mejora sustancial a los servicios de salud y de seguridad social, incluyendo las pensiones. Es un acto de justicia elevar la calidad de los servicios de salud y de las condiciones laborales del personal que trabaja en dichas instituciones.
Compañeros diputados y diputadas, mi padre Maquío nos decía: “El ser humano se realiza en la acción a través del compromiso”. Es decir, la persona logra su realización actuando comprometidamente consigo mismo y con los demás.
En esta LXIII Legislatura y en este gobierno federal ha habido mucha acción, pero desgraciadamente, compañeros, muy poco o nulo compromiso con la nación. Es cuanto, señora presidenta.
La Presidenta diputada María Guadalupe Murguía Gutiérrez: Gracias, diputado Clouthier.

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