30 oct 2017

La investigación de la trama rusa golpea de lleno al entorno de Trump

La investigación de la trama rusa golpea de lleno al entorno de Trump
Paul Manafort, exjefe de campaña, y un colaborador son los primeros imputados por una docena de delitos y un exasesor confiesa haber mentido sobre sus contactos con Rusia
Nota de AMANDA MARS
El País, Washington 30 OCT 2017
La investigación de la trama rusa, que busca esclarecer si hubo coordinación entre el equipo electoral de Donald Trump y el Kremlin para influir en las elecciones presidenciales, entró este lunes en el terreno de las acusaciones formales señalando a quien fuera uno de los hombres fuertes de Trump, Paul Manafort. El exdirector de campaña se entregó al FBI junto a un socio suyo, Rick Gates, para responder por una docena de delitos que incluyen la conspiración contra Estados Unidos (por ocultar sus actividades y sus ingresos) y el lavado de dinero. Los cargos no se refieren a la campaña electoral, sino que se centran en la asesoría a un político ucraniano afín a Putin. En cambio, la confesión de otro asesor de Trump, George Papadopoulos, sí abona las sospechas de connivencia: admitió contactos con una persona cercana al Kremlin que le prometía trapos sucios sobre Hillary Clinton y se declaró culpable de haber mentido al respecto.

Un jurado indagatorio aprobó la acusación por los presuntos delitos contra Manafort y su socio el viernes, en el marco de la macroinvestigación que desde el pasado mes de mayo dirige un fiscal especial, Robert Mueller. Las pesquisas de Mueller no se centran en si Moscú quiso interferir en las elecciones estadounidenses —algo que las agencias de inteligencia de EE UU y el FBI ya dan por probado— ni en si esta presunta operación rusa tuvo algún efecto en los resultados electorales —materia de debate para politólogos y sociólogos—, sino si entre el Kremlin y la campaña de Trump hubo algún tipo de colaboración para favorecer la derrota de la demócrata Clinton.
Los contactos poco claros entre personas del círculo del hoy presidente de EE UU y funcionarios y otros personajes del entorno de Moscú han alimentado las sospechas y multiplicado las líneas de investigación, pero hasta este lunes no se había producido ninguna imputación formal.
Según el documento de la acusación, entre al menos 2006 y 2015, el abogado Manafort, un conocido lobista en Washington, estuvo actuando junto a su socio como agente del Gobierno de Ucrania y del partido de Victor Yanukovych sin haberlo registrado legalmente. Esta actividad, irregular, le generó decenas de millones de dólares que ocultó a las autoridades a través de un entramados de cuentas y sociedades. En concreto, más de 75 millones se desviaron a cuentas opacas en el extranjero y Manafort blanqueó hasta 18 para comprar una casa y otros bienes y servicios. Los presuntos delitos que se le achacan engloban la conspiración contra EE UU, falso testimonio, lavado de dinero, entre otros. Ambos se declararon no culpables en su comparecencia ante el juez esta tarde, pero quedan bajo arresto domiciliario. Las fianzas se han fijado en 12 millones para Manafort y cinco para Gates.
La actuación descrita comenzó una década antes de la campaña estadounidense y no está relacionada con la labor de asesoría de Manafort a Donald Trump, pero es un problema grave para el presidente, ya que sitúa a una pieza clave de su equipo electoral en el centro de múltiples delitos relacionados con una persona afín a Vladímir Putin, convirtiéndole en alguien vulnerable a presiones o chantajes. Las sospechas sobre sus vínculos con Moscú fueron precisamente lo que le llevó a renunciar a su cargo de jefe de campaña del republicano en agosto de 2016, tres meses antes de las elecciones.
Trump se revolvió este lunes contra la imputación a través de su cuenta de Twitter. “Perdón, pero esto fue hace años, antes de que Manafort formase parte de la campaña de Trump. ¿Por qué no están ‘Hillary la corrupta’ y los demócratas en el foco?”, escribió en un mensaje, para continuar con uno en el que reivindicaba “Además, ¡No hay colusión [entre la campaña y Rusia]!”.
Pero lo amplio de los cargos apunta a que la investigación del fiscal especial Mueller va para largo y que las cosas se pueden complicar más para el presidente, no solo porque el problema de la sombra rusa sobre su presidencia se prolonga, sino porque puede dar lugar a otras acusaciones que sí le afecten de forma más directa.
Al tiempo que publicaba estas palabras, se conocía que otro asesor de Trump, George Papadopoulos, se había declarado culpable de mentir sobre los lazos de esa campaña con Rusia y haber entorpecido la investigación del FBI. "A través de sus falsas declaraciones y omisiones, el acusado Papadopoulos impidió la investigación en curso del FBI sobre la existencia de vínculos o coordinación entre individuos asociados con la campaña y los esfuerzos del gobierno ruso para interferir con las elecciones presidenciales de 2016", subrayó la inculpación firmada por Mueller.
Papadopoulos mintió sobre una conversación que mantuvo en abril de 2016 con un profesor ruso con conexiones con el Kremlin que le había prometido "miles de correos electrónicos" con información comprometedora sobre Hillary Clinton que la podrían perjudicar en medio de la campaña electoral. "Tienen trapos sucios sobre ella", le dijo dicho profesor, cuya identidad no ha sido revelada, según el documento.
El asesor fue detenido el pasado julio sin que transcendiera y, desde entonces, ha estado colaborando. También en julio fue cuando los investigadores se presentaron por sorpresa en la casa de Paul Manafort para un registro. La declaración publicada este lunes muestra que ese profesor presentó a Papadopoulos a una mujer que se decía cercana pariente de Putin y que el asesor de Trump trató en varias ocasiones de organizar un encuentro entre funcionarios rusos y la campaña del republicano.
Los contactos de este asesor con alguien vinculado al Kremlin que le promete información perjudicial sobre la candidata demócrata guarda enormes similitudes con otro encuentro bajo sospecha, el que Paul Manafort, el hijo mayor del Trump, también llamado Donald, y su yerno, Jared Kushner, mantuvieron el 9 de junio de 2016 con una abogada rusa que prometía también datos jugosos contra Clinton. Un correo enviado por un intermediario al primogénito de Trump señalaba: “Es un nivel de información muy alto y sensible, pero es parte del apoyo de Rusia y su Gobierno a Trump”, a lo que Donald hijo respondía: "Si es lo que dices, me encanta".
LA SOMBRA DEL KREMLIN LLEGA A LOS DEMÓCRATAS
Tony Podesta, un conocido lobista demócrata hermano de quien dirigió la campaña de Hillary Clinton (John Podesta), anunció este lunes a su entorno que dimitía de la empresa que lleva su nombre en medio de la tormenta por las primera imputaciones de la trama rusa. La acusación contra Paul Manafort por una docena de presuntos delitos puede afectar al grupo Podesta, ya que se refieren a los trabajos de Manafort para el líder ucraniano Viktor Yanukovych, afín al Kremlin, en los que la firma colaboró.
Podesta no figura citado explícitamente en el documento de la imputación a Manafort y su socio, Rick Gates, pero esta y otra firma lobista llamada Mercury, según The Washington Post, trabajaron para Manafort entre 2012 y 2014 para mejorar la imagen del Gobierno de Ucrania. Ambas aparecen en la documentación hecha pública este lunes como “Compañía A y compañía B”, según el Post. Según sus informes de actividad, el grupo Podesta y Mercery representaron una entidad sin ánimo de lucro en Bruselas llamada Centro Europeo para una Ucrania Moderna que buscaba mejorar la imagen del país en Occidente. Pero la investigación a punta a que el trabajo de Lobby era llevado a cabo en realidad por Manafort y su socio.
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Exdirector de campaña de Trump es acusado de conspiración contra EU.,
Paul Manafort es acusado de 12 cargos que también incluyen lavado de dinero proveniente de un partido político ucraniano pro Rusia. 
El empresario Rick Gates, mano derecha de Manafort y cercano a la campaña presidencial de 2016 también debió entregarse a las autoridades federales, mientras George Papadopolous, quien fuera el consejero de política exterior de Trump durante la contienda electoral se declaró culpable de mentir sobre sus lazos con Rusia.
Entre los 12 cargos que enfrentan Manafort y Gates se encuentran también el de conspiración para lavar dinero, ser agente no registrado de una autoridad extranjera, declaraciones falsas y no presentación de informes de bancos extranjeros y cuentas financieras. Manafort deberá permanecer en arresto domiciliario, determinó este lunes una jueza federal de Washington, quien también le impuso una fianza de 10 millones de dólares.
Si bien los cargos no están vinculados directamente con su trabajo en la campaña de Trump, son los primeros en enfrentar la justicia como parte de la investigación sobre la posible interferencia de Moscú en las elecciones presidenciales de EE.UU. en 2016.
Las acusaciones son, además, los primeros indicios de la investigación secreta que realiza un gran jurado federal presidido por el fiscal Robert Mueller sobre la supuesta colusión del Kremlin en los comicios.
Este tipo de jurados, conformado por fiscales y otros ciudadanos, no determinan la culpabilidad o la inocencia sobre los casos que investigan sino si existen evidencias suficiente para iniciar un juicio, emitir una citación para que una persona testifique o entregue documentación acerca de un caso.
¿Quien es Manafort?
Tiene 68 años, se sumó al equipo de Trump (entonces precandidato por el Partido Republicano) en marzo de 2016 y se desempeñó como su jefe de campaña entre junio y agosto.
En ese mes debió abandonar el cargo debido a reportes que lo acusaban de recibir financiamiento de un partido de Ucrania favorable al gobierno de Rusia.
En contexto: Putin y Rusia sí buscaron ayudar a Trump en las elecciones

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