La Iglesia
católica arremete contra la Santa Muerte
Nota
de Iván Saldaña
Excélsior,
10/05/2013;
CIUDAD
DE MÉXICO, 10 de mayo.- Como símbolo “blasfemo” consideró la Arquidiócesis de
México el culto a la Santa Muerte y negó que se pueda calificar como una
religión; aseveración que respaldó la postura del cardenal Gianfranco Ravasi, máxima autoridad cultural del Vaticano, durante su
visita a México.
En
entrevista con Excélsior, el padre Hugo Valdemar, director general de
Comunicación Social de la diócesis, agregó que este rito a la muerte tampoco es
“cultura”, ya que desde el ámbito eclesial, lo que busca es la “destrucción del
ser humano”.
“Es blasfemo, es diabólico y por supuesto es
anticultural porque la cultura tiene como fin el cultivo de la persona, sus
potencialidades, sus cualidades y la expresión de su espíritu. El culto a la
Santa Muerte es destructivo, lo que busca es la muerte”, dijo.
El
pasado miércoles el cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Consejo
Pontificio para la Cultura, quien vino a celebrar las actividades del Atrio de
los Gentiles en México, señaló que el crimen organizado utiliza elementos como
la muerte para “borrar los valores de las relaciones humanas”.
“Primero que nada hay que aclarar a las
jóvenes generaciones que la mafia, el crimen organizado y el narcotráfico no
son religiones, a pesar de que la Santa Muerte se use como una forma religiosa,
no son religiones. Son en efecto, un elemento blasfemo.
“Segundo, el crimen organizado no es cultura,
sino anticultura, porque borra todos los valores de las relaciones humanas,
sociales y culturales”, expresó el estrecho colaborador del papa Francisco.
Ante
las declaraciones del cardenal, el padre Hugo Valdemar enfatizó que la
explotación de esta figura como religión no mantiene siquiera una jerarquía y
su culto proviene de la ignorancia.
“No hay una jerarquía que la guíe, sino que es
de una manera muy popular, y se extiende por la ignorancia de la gente que cree
que es una devoción más, pero no lo es, y está en contradicción con la misma
fe. No es posible dar culto a la Santa Muerte y pretender tener una fe
católica”, dijo.
Amenazas a la
Arquidiócesis
El
padre Hugo Valdemar Romero declaró que ha recibido amenazas directas sobre él y
la Arquidiócesis de México de parte de algunas personas quienes se dicen
dirigentes de este culto.
Además,
no descartó que otros presbíteros católicos en México no hayan sido amenazados
en su lucha por querer informar a la sociedad que se trata de una “falsa religión”.
“El mismo falso obispo, David Romo,
personalmente a mí me amenazó y a la Arquidiócesis por estar atacando este
culto diabólico y no me extraña que suceda en otros lados”, concluyó.
El
cardenal Gianfranco Ravasi, presidente del Consejo Pontificio para la Cultura,
la calificó el miércoles como “una
degeneración de la religión”.
Ravasi
participa en México en un foro llamado Atrio de los Gentiles, que por primera
vez se realiza fuera de Europa y que reúne a creyentes y no creyentes para
discusiones sobre varios temas.
En
conferencia de prensa, el funcionario vaticano calificó al crimen organizado
como “anticultura” que tiene poco o nada que ver con la religión aunque use
símbolos como la llamada Santa Muerte.
Sin
embargo, se afirma también que otros seguidores del culto son personas que
frecuentemente arriesgan la vida, como soldados y agentes de policía.
Los
seguidores de los ritos piden a veces por la muerte de enemigos y
frecuentemente por tener “una buena muerte”, o sea no violenta.
Ravasi
insistió, sin embargo, en que no se trata de una religión y subrayó que en
países europeos, como Italia, “la mafia tiene capillas con la Biblia, la
Virgen, el Padre Pío”, pero se trata de “una degeneración”.
Relacionan
al culto con el crimen organizado
El
culto a la Santa Muerte es un fenómeno social que se ha incrementado junto con
la violencia en México y, sobre todo, es practicada por el crimen organizado,
coincidieron expertos consultados por Excélsior.
El
autor del libro la Fe de los sicarios
y director general del Consejo de
Analistas Católicos de México, Carlos Montiel, planteó que el surgimiento
de este culto tiene antecedentes décadas atrás, pero “tomó fuerza” a partir de
los últimos dos sexenios, cuando “el narcotráfico fue tema del diario.
“Cuando comienza el combate de Calderón, la
delincuencia se esparce y es ahí que empieza la devoción fuerte, porque
comienzan a acercarse para protegerse contra balas, para protegerse contra
policías y los mismos policías se empiezan a identificar con este rito para protegerse
de los mismos delincuentes”, dijo.
Calos
Montiel explicó que tal misticismo, que inició en México, se ha incrementado en
los últimos tres años, y es practicada por diferentes generaciones, pero se
está extendiendo a otros países y un factor es el cruce de los migrantes en su
paso a Estados Unidos.
“Los migrantes van en busca de trabajo para un
mejor bienestar personal y familiar, pero cuando llegan a Estados Unidos se
enrolan en mafias, grupos criminales o bandas chicas que al final les ofrecen protección
de acercarse (al culto) o portar su amuleto”, dijo.
Por su parte,
el investigador de la UNAM y especialista en religiones, Jorge Traslosheros,
afirmó que sociológicamente dicho culto no es una religión, pero sí una forma
de cultura por ser una acción del ser humano.
Además,
de que el fervor a la muerte con relación al crimen organizado “no se reduce
solamente a eso”, aunque “siempre donde hay presencia importante del crimen,
hay presencia de este signo.
“Por desgracia sí tenemos evidencia muy clara
de que hay una asociación entre este culto a la muerte y estas manifestaciones
al crimen organizado”, pronunció.
—
¿Qué significó que el cardenal Gianfranco Ravasi, durante su visita a México,
calificara de blasfemo al símbolo de la Santa Muerte?
—Al
decir que es blasfemo, lo que quiere decir
(el cardenal Ravasi) es que distorsiona los símbolos religiosos del
cristianismo, es como un cambio de significados. Por ejemplo, el culto a la
Santa Muerte tiene una especie de rosario, pero evidentemente no tiene nada que
ver con la meditación de los misterios del cristianismo”, expuso a este
rotativo.
—¿Estamos
hablando de una religión?
—
Sociológicamente no podemos hablar de una religión, no tiene los elementos
constitutivos de una religión, no hay una teología, no hay una doctrina, no hay
clara distinción entre los sagrado y lo profano. Nos encontramos no ante reglas
de organización frente a lo sagrado, sino nos encontramos frente a códigos de
conducta frente a ciertos cultos. Sociológicamente estaríamos más ante la
presencia de elementos de magia”.
Sin registro
como religión en Segob
En
abril de 2009, el entonces líder religioso del culto a la Santa Muerte, David
Romo, Arzobispo Primado de la Iglesia Católica Tradicional México-Estados
Unidos, negaba que estuvieran fuera de la Ley a pesar de no contar con un
registro como Asociación Religiosa, por parte de la Secretaría de Gobernación.
“Nosotros no lo necesitamos (el registro),
realmente no lo necesitamos ahorita, ni lo requerimos, con o sin, lo que también
nos puede amparar son las figuras de las Asociaciones Civiles que las podemos
constituir y, en este caso, tu servidor, estoy pagando mis impuestos, estoy
dado de alta en el Seguro Social, tengo las obligaciones fiscales y legales
pues como autoridad legal, en este caso responsable de la Iglesia y eso, pues
nos va dando a nosotros cierta tranquilidad y al mismo tiempo nos abre los
medios para seguir funcionando dentro del marco legal”, señalo en entrevista,
Romo para Excélsior en ese entonces.
Lo
anterior, en medio de un polémico
llamado a una “Guerra Santa”, hecho por
el mismo Romo Guillén, tras la destrucción de altares dedicados a la Niña
Blanca en el norte del país, lo que provocó un renacimiento de la polémica
sobre el reconocimiento jurídico del gobierno mexicano sobre dicha Iglesia, que
perdió el registro el 29 de abril de 2005.
Según
Gobernación, la Iglesia de la Santa Muerte desvió gravemente los objetivos
señalados en sus estatutos.
“Dicha asociación religiosa pierde
personalidad jurídica, y con ello sus derechos, tales como integrar patrimonio
propio, celebrar actos jurídicos, internar al país ministros de culto de
nacionalidad extranjera y transmitir o difundir actos de culto religioso a
través de los medios.¨¨
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El
cardenal Ravasi: El "culto de la Santa Muerte" es blasfemo
El
Consejo Pontificio de la Cultura, fue creado por el beato Juan Pablo II en
1982, para favorecer el diálogo entre la Iglesia y la cultura. En el 2011
partió la iniciativa del “Atrio de los Gentiles” para promover un diálogo entre
creyentes y no, con importantes resultados en varios países europeos. En ese
contexto el cardenal Ravasi fue invitado a México.
“Es
un culto blasfemo, una degeneración de la religión”, definió el cardenal Ravasi
en el Distrito Federal, al culto de la Santa Muerte, precisando que son
prácticas “antirreligiosas”, porque “la religión celebra con la vida, y aquí
solamente hay muerte. No es suficiente tomar aspecto de una religión para crear
una religión. Esta es una blasfemia”.
“La
mafia, el tráfico de droga, el crimen organizado no tienen aspectos religiosos,
no tienen nada que ver con la religión, mismo si usan la imagen de la Santa
Muerte”.
En
1992 con la reforma de la ley para las asociaciones religiosas el culto público
de la Iglesia católica tradicional Mex-Usa relacionada a religiones brasileñas,
tomó personalidad jurídica dando sede a la devoción de la Santa Muerte. En el
2007 el Ministerio del Interior le revocó el estatus jurídico.
En
México se festeja el Altar de Muertos, una devoción popular católica a los ancestros
fallecidos, pero que no tiene que ver ni con Halloween, ni con este culto,
aunque sus seguidores, generalmente gente de escasa cultura, tienden a
confundir las cosas. La Santa Muerte es representada con un esqueleto vestido.
El
cardenal italiano ha sido invitado por instituciones académicas, católicas y no
católicas del México, así como por la Conferencia del Episcopado Mexicano para
realizar conferencias y promover el diálogo fe-cultura, laicidad y
trascendencia, así como la relación cultura-educación, en las ciudades de
Puebla, Monterrey y el Distrito Federal.
¿Se
puede concebir una cultura sin la pregunta sobre Dios, se puede hacer cultura
en una dinámica exclusiva inmanente?, fue una de las preguntas planteadas por
el purpurado en su conferencia magistral.
A
lo que recordó como trascendencia e inmanencia “no se excluyen y no se deben
contraponer” y debemos continuamente “unir, ser fieles a la historia, a la
inmanencia, a la realidad en la que estamos, a la economía, a la política, la
sociedad, todo lo que comporta”, pero gracias a aquella “apertura que está en
nosotros, que Dios puso en nosotros, no podemos eliminarla ni hacer otra cosa
que no sea buscar la trascendencia”.
Y
citó al escritor francés Antoine de Sanit Exupery: “Ustedes le conocen por 'El
Principito' . Él en una obra suya escribe que cuándo debes formar un verdadero
marinero, un verdadero navegante no tienes que enseñarle solamente cómo se
construyen la barca con pedazos de madera, con las velas, las antenas, los
mapas” y concluyó que “esas cosas son necesarias, pero no son suficientes,
porque en él debes meter el sentido del mar infinito, espacioso, infinito”.
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