21 abr 2014

Muere Emmanuel Carballo nuestro mayor crítico literario


Muere Emmanuel Carballo nuestro mayor crítico literario/Fa
Publicado en La Otra Opinión, 21 de abril de 2014;

"Todo tiene su tiempo
Tiempo de nacer
y tiempo de morir..."Eclesiástes.
A las 17 horas de este domingo de Resurrección murió el escritor, periodista,  poeta, ensayista y crítico literario don Emmanuel Carballo (1929-2014). La información nos llegó por el portal del periódico El Universal; una nota de Yanet Aguilar dada a conocer en el portal a las 9:01 horas se informó del deceso del crítico literario. “Confirma gente cercana al ensayista que el también académico e historiador falleció este domingo a los 84 años de edad, al parecer de un infarto.” La fuente el doctor Antonio Espejo, cuñado del escritor. Trece minutos después -19:14 horas-, Rafael Tovar y de Teresa, director de Conaculta emitía un pésame a la familia en su cuenta de Twitter: @rtovarydeteresa: “Un abrazo para Beatriz Espejo por la muerte del gran hombre de letras Emmanuel Carballo. Descanse en paz.”
El Presidente Enrique Peña Nieto lo haría horas más tarde.  @EPN “Lamento la muerte de Emmanuel Carballo, figura sobresaliente de la literatura mexicana y gran conocedor de nuestras letras.”
Yo escribí en mi cuenta a las 19.59 horas @fredalvarez: Y ahora fue el Maestro Emmanuel Carballo! Muy lamentable. Falleció hace unas horas 17:00 horas, al parecer de un infarto”
Y agregue: “Con el deceso de Emmanuel Carballo "Ya nada es igual....". Y la neta que si, ya nada es igual..”  (a propósito de su obra “ya nada es igual”).
¿Quién fue Emmanuel Carballo?
El mismo se definía como una figura molesta pero necesaria. “Mi papel se presta más a la censura que al elogio.” Decía que “El crítico tiene el compromiso de probar que sus juicios son correctos, que no habla de memoria sino que, por el contrario, sus ideas están respaldadas por la realidad estética de la obra que analiza. Por otra parte, tiene el derecho de decir lo que piensa tal como lo piensa, sin eufemismos, sin presiones, en voz alta y con toda la boca.”
-Cómo juzga Emmanuel Carballo su propia obra?-, le pregunta Ixchel Cordero en una entrevista.
Responde: “Como poeta, soy un poeta mediocre, tirando a bueno pero más cerca de lo mediocre. Como cuentista hice un ensayo que no tuvo ninguna importancia para la literatura mexicana. La actividad que yo no quería hacer fue en donde realmente encontré mi vocación, en la crítica (...); Un asunto que siempre me interesó fue redescubrir a la gente del pasado, entender a los escritores maduros de mi tiempo y ayudar a los jóvenes con talento. Un verdadero escritor tiene que ser un partero y, al mismo tiempo, un gerontólogo, una persona bien intencionada; porque a mí me ayudaron cuando era joven y ahora tengo la obligación de ayudar.”
Hijo de un inmigrante gallego nació en Guadalajara el 2 de julio de 1929. Su gusto por las letras surgió en la niñez, al escribir de cine, teatro y radio. A los 20 años cuando comenzó a escribir crítica literaria en la revista Ariel,- fundada por él- donde compartió páginas con Jaime Sabines, Emilio Carballido y Blas Otero. Años después fundó la revista Odiseo en la Ciudad de México y, al lado de Carlos Fuentes, creó y codirigió la Revista mexicana de Literatura. Fue becario del Centro Mexicano de Escritores y de El Colegio de México. Colaboró en varios medios impresos., entre otros en El Occidental  de Guadalajara, en los suplementos “México en la Cultura” de Novedades,
“La Cultura en México” de la revista Siempre!, o en las páginas de Excélsior, del El Financiero y El Universal. En sus críticas desfilaban Gustavo Sainz, José Agustín, Octavio Paz, Fernando del Paso, Sergio Pitol, Carlos Monsiváis y Salvador Elizondo. “Hablábamos de Borges como un clásico, un hombre que iba a revolucionar el siglo XX. He tenido el don de adivinar un poco lo que va a pasar: al ver a algún escritor y leer algunos de sus textos he profetizado cómo algunos serían importantes. Aunque también me he equivocado”, explicaba en una entrevista concedida a la Revista de la Universidad de México de la UNAM. (El País).
Con más de 149 obras, entre libros de entrevistas, poesía, cuento, ensayo, investigación, memorias, poemas y cuentos en antologías y prólogos, es considerado el crítico literario mexicano más importante del siglo XX. 
Como editor dio origen a la Editorial Diógenes y fue director literario de Empresas Editoriales, también formó parte del Sistema Nacional de Creadores y antes del Sistema Nacional de Investigadores y fue miembro del Consejo de la Crónica de la Ciudad de México.
Fue autor, entre otros libros, de Ramón López Velarde en Guadalajara (1953), El cuento mexicano del siglo XX (1964), Protagonistas de la literatura mexicana (1965) -reeditada en varias ocasiones-,
Agustín Yáñez (1966), La narrativa mexicana de 1910 a 1969, (1979); Diccionario crítico de las letras mexicanas en el siglo XIX (2001), los dos primeros tomos de sus memorias: Ya nada es igual (2004) y Diario público 1966-1968 (2005)
Entre los reconocimientos que recibió en vida destacan el Premio Iberoamericano, Ramón López Velarde, el Premio Nacional de Ciencias y Artes  y la Medalla Alfonso Reyes.  Asimismo, la Medalla de Oro de Bellas Artes en 2009 y el Premio Nacional de Ciencias y Artes en Lingüística y Literatura, el Premio Nacional de Periodismo Cultural Fernando Benítez y el Premio Mazatlán de Literatura, estos tres últimos en 2006; así como la Orden de Isabel la Católica, en grado de Encomienda, concedida en 2010 por el Rey de España, Juan Carlos de Borbón, la cual fue recibida en noviembre de 2012.
Don Emmanuel fue de los primeras personas en apoyar a escritores - impulsó a varios escritores de la década de los 50, entre ellos  a Carlos Fuentes, Carlos Monsiváis,  Juan José Arreola, Juan García Ponce, Sergio Pitol y Elena Poniatowska-, a través de la Revista Mexicana de Literatura en un momento político y social fuertemente cuestionado por los intelectuales de izquierda, sobre todo por los ortodoxos.
No le importó si a Octavio Paz lo definían como un poeta europeo con veleidades trotskistas; o si a Juan José Arreola lo calificaban como un saltimbanqui dedicado a dar en sus textos inútiles piruetas éticas, ontológicas y metafísicas; o si a Juan Rulfo lo criticaban por sus ataques a la reforma agraria. Ante este panorama, Carballo no titubeó y supo defender con argumentos e ideas la calidad narrativa y poética de estos escritores aunque por ello ganara el desprecio de aquellos. (Revista de la universidad de México de la UNAM).
Descreído e irónico, atacaba lo que llamaba “el círculo burgués” en el que se movía la literatura mexicana. “La literatura es cara, la escribimos los burgueses, la leemos los burgueses y la criticamos los burgueses. Todo queda en familia”, relató.
-¿Cómo evalúa los libros que se escribieron sobre el tema de Tlatelolco?-, le pregunta Ixchel Cordero en una entrevista
Respondió directo y sin pensar que criticaba a su amiga Elena Poniatowska por “La Noche de Tlatelolco”:  Se hizo periodismo, no fue literatura. Fueron documentos y no obras de arte. Tienen un valor pasajero, no definitivo.
-Hace cuarenta años usted fue jurado del Premio Mazatlán de Literatura, ¿se imaginó que alguna vez lo recibiría?- se le pregunta
Y su respuesta es sorprendente. “-No. Cuando fui jurado del Premio (octubre, 1966) yo voté por Octavio Paz, pero no se lo dieron. El ganador fue un señor al que actualmente nadie recuerda. Perdió Octavio Paz, quien años después ganó el Premio Nobel de Literatura. Al principio estaba muy mal el Premio Mazatlán, era muy de derecha. ..
Recomiendo leer toda la entrevista, no tiene desperdicio

Alumno de Ali Chumacero
Emmanuel Carballo fue uno de los oradores en el homenaje que se le hizo –en 2010- en Bellas Artes al poeta nayarita por sus 90 años de vida, dijo entonces. “Al ejercer nuestro oficio, los críticos tenemos, además de admiraciones y antipatías (algunas de ellas inexplicables), deudas de gratitud. En mi caso personal, Alí Chumacero es uno de los contados poetas mexicanos a quienes admiro y uno de los escasos críticos literarios a quienes respeto. Además, me siento deudor de sus enseñanzas. A su lado, y en el Fondo de Cultura Económica, aprendí a someterme a la gramática y huir de todo tipo de rebuscamientos. Durante varios años tuvo la paciencia de revisar, semanalmente, mis colaboraciones destinadas al suplemento “México en la Cultura” del periódico Novedades. Las enmendaduras y sugerencias que me hizo entonces son para mí algunas de las más valiosas enseñanzas prácticas que he recibido. Asimismo le debo varios favores que me permitieron ordenar y desarrollar mis entusiasmos de joven provinciano. En un país en el que no abundan los maestros, Chumacero ha sido para mí un maestro cuya generosidad es tan grande como su falta de pedantería.
Alí es una de las voces más limpias y trascendentes producidas en México en la segunda mitad del siglo XX. Es poeta por vocación y disciplina. Su trayectoria es un ejemplo de responsabilidad: su obra evidencia el afán nunca saciado de pureza que lo lleva a cuidar hasta los más pequeños detalles del poema.”

¿Estará Carballo en Bellas Artes?
Gabriel García Márquez será homenajeado este lunes 21 de abril en el Palacio de Bellas Artes
¿Y Emmanuel Carballo? Ambos murieron en días de guardar –Semana Santa- uno en Jueves Santo, y el otro en Domingo de Resurrección o de Pascua Florida.
Dice Rafael Tovar y de Teresa, director de Conaculta que habrá homenaje para el crítico literario, cuando haya ánimo: “Hable por teléfono con su esposa, Beatriz Espejo, y desde luego encontraremos el momento más adecuado, cuando tenga ánimos para poder organizar algo conmemoratorio”.
Mmm.
Hace dos años no lo dejaron entrar
Debe saber Rafael Tovar que hace dos años los burócratas de Conaculta –en tiempos de Consuelo Zaizar- no le permitieron el paso a Bellas Artes a donde fue a despedir a uno de sus amigo: Carlos Fuentes.  
Eran poco antes de las 12 horas del día 16 de mayo de 2012, había una larga cola para asistir al recinto en el homenaje luctuoso. Y aunque la gente –los lectores de Carlos Fuentes-  fuimos convocados no nos permitieron entrar, salvo los que eran amigos o conocidos de la gente de Conaculta, o bien iban vestido de negro para la ocasión.
Elenita Poniatowska y otros más lograron colarse por una de los arcos.
¡El sol pegaba duro! Y  en eso que llega una dama de negro, ya otoñal, se coloca a mi lado  “déjenla pasar o qué ¿no sabe quién es? ¡Es una persona muy importante!, dijo una de sus acompañantes.
Pero los guardias del Estado Mayor Presidencial ni se inmutaron: obviamente no sabían quien era; la reconocí de inmediato y supe que era María Teresa Uriarte, coordinadora de Difusión Cultural de la UNAM.
Pero a don Emmanuel Carballo ni a su esposa Beatriz Espejo los dejaron entrar. ¿Es que acaso fue porque no iban vestidos conforme a la ocasión? Yo estaba al lado de ellos, no hicieron ningún intento por entrar. Obviamente aproveché el tiempo para charlar con  ambos sobre el autor de “La Muerte de Artemio Cruz”. Fue una maravilla de charla, además de una clarividencia de don Emmanuel, tenía entonces 82 años de edad.
Lástima que no grabé la conversación que tuvimos afuera de Bellas Artes.
Eso si, ambos vimos cuando llegó el féretro de Carlos Fuentes eran las 12 del día, el sol pegaba duro. La carroza negra fue colocada enfrente de Bellas Artes ante el silencio profundo y la mirada atónita de la gente; las figuras de Fernando Botero fueron mudos testigos. (había en ese momento una exposición del pintor, escultor y dibujante colombiano). El Presidente Calderón salió de Bellas Artes junto con la viuda del escritor al vestíbulo del Palacio a recibir el cuerpo. Estaba también su hija Cecilia y la hermana del escritor Bertha Fuentes; adentro esperaban algunos miembros de la comunidad cultural, periodistas, amigos de la familia y académica del país.
El reloj marcaba las 12: 40 horas,  nosotros seguimos afuera del recinto, adentro del Palacio hablaba el Presidente Calderón y Federico Reyes Heroles; don Carlos Prieto había interpretado Sarabanda, de Johann Sebastián Bach.
Tras los discursos se  montó la primera guardia de honor, con Felipe Calderón, Silvia Lemus, Margarita Zavala, Bertha Fuentes, Marcelo Ebrard, Rosalinda Bueso, Consuelo Sáizar y José Ángel Córdova Villalobos.
Pasada las 13 horas se abrió el recinto al público, don Emmanuel y su esposa se retiraron.
Nos despedimos de mano y un abrazo ya nunca lo volví a ver. Meses antes habíamos charlado en el homenaje que se le hizo a su amigo Alí Chumacero en Bellas Artes, conservo una foto, por cierto llevaba en la mano el libro “Ya nada es igual”.
Ayer en la tarde murió de un infarto fulminante, regresaba de fin de semana de Valle de Bravo, el corazón ya no le respondió.
En 2012 escribí en el Blog del periódico El País: “Decían  antes que los poetas y los escritores cuando se morían irían al Limbo, ese era el lugar que tenían reservado (hasta antes de Benedicto XVI lo despareciera); y bueno pues hoy hay reunión en El Limbo…Están convocados para darle recibimiento a Fuentes sus amigos; Octavio Paz, Ali Chumacero y Carlos Monsiváis. ¡Me imagino la reunión!
Por cierto, acabo de estar en Bellas Artes; y es muy lamentable que los burócratas de Conaculta no hayan dejado pasar a la gente común y corriente al homenaje, y entre ellos estaba el poeta don Emmanuel Carballo, quizás nuestro mayor crítico literario, hoy. Lástima.”
Ayer se sumó don Emmanuel Carballo con sus amigos en El Limbo.
Descanse en Paz.        

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