Mensaje
de la Secretaria de Relaciones Exteriores, Claudia Ruiz Massieu, durante la
Reunión Nacional de Delegados 2016
Lunes 16 de mayo de 2016
A
Israel Soberanis, Coordinador General de Delegaciones, Subsecretarios, Ana Paola,
señoras y señores Delegados, sean muy bienvenidos a la Cancillería.
Había
esperado con entusiasmo e interés la oportunidad de poder saludarlos estando
aquí reunidos por primera vez como Canciller a todas y todos ustedes las
Delegadas y los Delegados de la Secretaría de Relaciones Exteriores, me uno al
reconocimiento que ha hecho el señor Oficial Mayor de su trabajo, de su
compromiso, de su empeño cotidiano, todos los días en beneficio de miles y
millones de mexicanos y de sus familias.
También
quiero que aprovecemos esta reunión para que hagamos un alto en el camino y
poder reflexionar sobre cuáles son los nuevos retos, cuáles son las fortalezas
para enfrentarlos, qué nuevas capacidades tenemos que reforzar o construir y
cómo transformar los diagnósticos y estrategias en acciones concretas en
beneficio de los mexicanos.
Las
Delegaciones, ustedes lo saben bien, son el primer punto de contacto y el
rostro de la Cancillería ante los ciudadanos dentro del territorio nacional,
tradicionalmente su función se centra en la proveeduría de servicios y de
trámites, tanto como para nuestros connacionales en el extranjero, como para
sus familias en México. Esa es una labor sin duda indispensable que da
soluciones tangibles a necesidades (inaudible).
El
año pasado, la Red de Delegaciones expidíó 2 millones 530 mil pasaportes, el 66
por ciento del total de pasaportes que se emitieron en el mundo, a través de
nuestras Embajadas y Consulados, el número fue de 1 millón 330 mil.
Además,
más de 1 millón de ciudadanos, recibió atención para desahogar, distintos
trámites como certificados de nacionalidad, cartas rogatorias o procedimientos
vinculados con la protección de nuestros connacionales fuera del país y aunque
desde luego ese trabajo mantiene su plena vigencia, también debemos identificar
cuándo los escenarios tanto nacionales como internacionales, empiezan a cambiar
para que nos adaptemos con imaginación, con inteligencia y con anticipación a
las nuevas necesidades que surgen.
Las
Delegaciones, deben ser cada vez más, los vasos comunicantes entre las acciones
de política exterior que ejecuta la cancillería y el pulso de la vida nacional,
se trata de un cambio de paradigma en el que sin abandonar las funciones
tradicionales e indispensables, vayamos ampliando nuestro alcance para que las
Delegaciones se conviertan en el eslabón
que vincule nuestro desarrollo interno con las oportunidades que ofrece
el exterior.
Ninguna
otra dependencia del Gobierno de la República tiene esta doble estructura
institucional, por un lado, la red más amplia y robusta de Consulados que un
país tiene en otro, si considéranos nuestros 49 Consulados en Estados Unidos,
pronto serán 50, y por el otro 45 Delegaciones a lo largo y ancho del
territorio nacional.
No
podemos desaprovechar esta circunstancia única y afortunada que abre la
posibilidad de potenciar nuestro impacto transformador en beneficio de los
mexicanos.
Como
ya señale, todas estas oficinas son órganos que forman parte de un mismo
cuerpo, y al que los nuevos retos, sino tenemos otra opción más que actuar de
manera contundente, estratégica y coordinada.
El
esfuerzo que hacemos desde la Cancillería junto con las embajadas y con la red
consular, debe sumarse a este esfuerzo de trabajo de las delegaciones para
atender a las familias en México de nuestros connacionales que están en el
exterior con los servicios y asesorías que requieran, para que puedan ayudar a
que las comunidades mexicanas en otro país; puedan mantener sus vínculos
familiares, jurídicos, culturales, económicos, y también hereditarios con
México.
Señoras
y señores, el importante trabajo que hacen las delegaciones; que son las
arterias de la Cancillería en el territorio nacional, debe ser cada vez mejor
comunicado, tenemos que informar que hacemos, porque lo hacemos, y cuáles son
los resultados de nuestro trabajo, vivimos en una época muy bienvenida, en la que la sociedad está cada
vez más informada, es más participativa y exige más de sus funcionarios.
El
eje rector que debe permear en todos los análisis a lo largo de este encuentro
y que debe guiar la acción que todos ustedes hagan en sus estados, es hacer la
labor de la Cancillería; una forma de servicio público cada vez más cercana a
las personas, se trata de encontrar y proyectar el valor social de la política
exterior, que su impacto en la vida de los ciudadanos, sea cada vez más
tangible, más medible, y más transformador.
Estar
ahí para cuidar a nuestros ciudadanos, a nuestro paisanos, a nuestros
migrantes; es una responsabilidad institucional, un privilegio personal y
nuestro más grande orgullo como servidores públicos y como mexicanos.
Reciban
en este espacio también, el reconocimiento del Presidente de la República; por
su labor, por su compromiso, por su entrega, estoy muy segura de que a partir
de los trabajos que aquí realicen; seremos cada vez mejores, cada vez más
eficientes, y cada vez más cercanos a los mexicanos, mucho éxito y esperemos
que el año que entra que nos reunamos aquí, podamos dar cuenta de ese avance
transformador y de esta nueva cercanía, nuevamente muchas gracias y permítanme
realizar la declaratoria oficial de la inauguración.
Bueno
pues, siendo las diez cuarenta y cuatro del dieciséis de mayo, declaro
formalmente inaugurada la Reunión Nacional de Delegados de la Secretaría de
Relaciones Exteriores en su edición dos mil dieciséis, muchas gracias y
nuevamente buenos días.
Fuente: Secretaría
de Relaciones Exteriores
Fecha
de publicación
16
de mayo de 2016
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