México
podría tener un santo exorcista
Nota del SIAME, Martes,
03 de mayo de 2016/
Nota de Abimael
César Juárez García
El
Papa Francisco concedió al P. Juan Manuel Martín del Campo el título de
Venerable.
El
P. Juan Manuel Martín del Campo, sacerdote mexicano dedicado a practicar
exorcismos en la Arquidiócesis de Xalapa, dio un paso importante hacia los
altares gracias a la aprobación del Papa Francisco, quien tras evaluar sus
virtudes heroicas, le otorgó el título de Venerable, lo que reafirma que el
sacerdote vivió y murió con fama de santidad.
El
P. Rafael González, responsable de las Causas de los Santos en la Arquidiócesis
de Xalapa, explicó a Desde la fe que ya se trabaja en la recopilación de los
argumentos para cumplir con los requisitos de la fase romana del proceso.
Desde
septiembre pasado han estado muy atentos a la normatividad que debe seguirse
con la Congregación Pontificia para la Causa de los Santos: “Estamos muy
contentos porque se analizó la positio de la causa del P. Martín del Campo, y
fue aprobada por unanimidad, con lo que se acepta que el sacerdote vivió y
murió con fama de santidad. Eso es un gran avance porque el proceso de
beatificación ha superado una etapa más”.
Y
es que –explica el P. González– una vez reconocido como Venerable, resta un
paso más, que es el milagro atribuible a su intercesión, para ser reconocido
como beato de la Iglesia Católica.
En
este sentido, el Postulador explicó que hay muchos casos que se presentan como
hechos prodigiosos, pero la Iglesia Católica tiene que ser muy cuidadosa para
documentar cada uno, ya que hay que despejar todo tipo de incógnitas. “Se
requiere confirmar la presencia de un milagro, una curación inexplicable o
hecho prodigioso, que ofrezca, mediante la obra de Dios, la certeza al Santo
Padre para que lo eleve al honor de los altares como beato”.
Consideró
que esto sería una verdadera gracia de Dios, porque el P. Juan Manuel fue un
sacerdote muy conocido en Xalapa en virtud de su santidad, y cada vez aumenta
más la devoción de los feligreses al llamado “sacerdote exorcista”.
Refirió
que ya hay un presunto milagro en Xalapa, pero falta la opinión de los médicos.
Si éstos lo consideraran como milagro, tomaría de dos a tres años concluir el
proceso de beatificación.
El
P. Juan Manuel Martín del Campo murió en 1996, e inmediatamente los fieles
empezaron a dirigirle cartas al entonces arzobispo de Xalapa, Mons. Sergio
Obeso Rivera, a quien le pedían que iniciara el proceso de canonización. “Al
principio, Mons. Obeso se negó prudentemente, haciéndoles saber que había que
esperar cinco años después del deceso. Con la llegada de Mons. Hipólito Reyes a
la Arquidiócesis, se ordenó abrir el proceso informativo del P. Martín del
Campo, y así inició la indagatoria a través de un proceso formal”.
Cabe
señalar que un beato es un ser humano que ha sido beatificado por la Iglesia
Católica por haber llevado una vida cristianamente ejemplar, digna de ser
recordada, y que recibe culto público en determinados actos o lugares.
¿Quién
fue el P. Juan Manuel Martín?
El
P. Juan Manuel Martín del Campo nació en Lagos de Moreno, Jalisco, el 14 de
diciembre de 1917. Murió en Xalapa el 13 de agosto de 1996. Fue párroco de la
Iglesia de San Jerónimo durante 10 años, y fundador del Colegio México en
Coatepec.
Juan
Manuel Martín del Campo estudió en el Seminario de Veracruz en la década de los
30, cuando esta institución se hallaba en la clandestinidad debido a la
persecución religiosa que estaba al mando del gobernador de Veracruz, Adalberto
Tejeda.
En
medio de la persecución en el seminario, el Santo Obispo Guízar y Valencia lo
nombró coordinador del grupo de alumnos que compraba los víveres para los
estudiantes de la institución, cuya existencia estaba prohibida por las leyes
de ese entonces en México.
Solía
pasar sus vacaciones en el seminario y ayudaba a San Rafael Guízar y Valencia a
recorrer las periferias de la ciudad para dar comida a los pobres, visitar a
los enfermos y para colaborar con él en la celebración de la Misa.
El
16 de julio de 1939 recibió el ministerio del acolitado de manos del Obispo
sucesor de San Rafael, Mons. Manuel Pío López Estrada, y fue ordenado sacerdote
el 21 de diciembre de 1940.
Fue
exorcista de la diócesis de Xalapa entre 1987 y 1995.
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