COMUNICADO
DEL CONSEJO ECUMÉNICO DE MÉXICO ACERCA DE LA INICIATIVA DEL PRESIDENTE
COMUNICADO
DE PRENSA
Las
iniciativas de ley enviadas por el Presidente de la República al Congreso para
permitir que las uniones maritales entre personas del mismo sexo sean
reconocidas como “matrimonios igualitarios”, tiene un supuesto propósito de
luchar contra la discriminación, dice en el primer párrafo del artículo 1:
“Todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta
Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado mexicano
sea parte”; pues bien, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH en
el número 17 de su Carta, sobre Protección a la Familia, define: “Es el
elemento natural y fundamental de la sociedad y debe ser protegida por la
sociedad y el Estado. Se reconoce el derecho del hombre y la mujer a contraer
matrimonio y a fundar una familia”, la CIDH, a la que nuestro país está
adscrito, solo reconoce derechos matrimoniales a parejas de distinto sexo.
Las
Iglesias congregadas en el Consejo Ecuménico de México, afirmamos nuestra
convicción que no es lo mismo un matrimonio que se establece entre un hombre y
una mujer, que la unión entre dos personas del mismo sexo; la convivencia como
pareja entre personas del mismo sexo basada en el afecto, es objeto de
reconocimiento y aceptacion social creciente, se deben encontrar formas legales
para proteger sus derechos sin vulnerar la naturaleza de la familia. Reiteramos
nuestro respeto a todas las personas sin distinción de creencia religiosa o
identidad sexual, defendiendo al matrimonio y a la familia como base de la
sociedad; no creemos que debilitar a la familia como sociedad natural fundada
en el matrimonio, sea algo que favorezca a la sociedad, hablamos de
Antropología, Sicología y Sociología; la diferencia y la reciprocidad natural
entre el hombre y la mujer es el fundamento antropológico de la familia, es una
verdad de la naturaleza humana de todos los tiempos y de todas las culturas.
Señalamos
la inconveniencia de llamar matrimonio a las uniones homosexuales; la remocion
de toda discriminacion por razon de la orientacion sexual no requiere la
insercion del nuevo modelo de pareja en la institucion matrimonial; las
discriminaciones que se puedan dar en el tejido social no se evitan mediante la
configuracion legal de un matrimonio que de cabida a dos realidades diferentes.
Se requiere que las innovaciones que se puedan introducir en esta materia,
esten respaldadas por un amplio consenso politico y social. Nos encontramos
ante la posible reforma de mayor calado que se haya hecho del regimen legal del
matrimonio en la historia de nuestro derecho, ya que afecta la me?dula de la
institucion matrimonial. La reforma trasciende al cambio normativo para incidir
en uno de los pilares de nuestra cultura juridica y en la mentalidad social,
terminos como “marido” y “mujer” van a ir perdiendo su sentido.
La
opinion unanime de la doctrina, es que el matrimonio es una union heterosexual
basada en la idea de complementariedad de sexos, y que el matrimonio es la base
para la constitucion de una familia; la heterosexualidad es un elemento
constitutivo esencial del propio concepto de matrimonio: el matrimonio o es
heterosexual o no lo es; designar a una union homosexual con el nombre de
matrimonio es empobrecedor y ocasiona confusion, ya que designa con el mismo
termino a realidades diferentes. La ley puede fijar la forma del matrimonio,
los derechos de los conyuges, las causas de separacion y la edad para acceder a
él, lo que no debe es alterar el concepto mismo de matrimonio; llamar
matrimonio a la union de personas del mismo sexo, es un cambio tan radical como
lo seria llamar matrimonio a la union de mas de dos personas, o a la union
sometida a plazos fatales, etc.
Todos
tenemos derechos y obligaciones, y debemos ser respetados en nuestra forma de
ser y actuar, siempre y cuando no perjudiquemos el bienestar de nuestros
semejantes; en el Consejo Ecuménico de México sabemos que debemos anunciar lo
que es propio de nuestra fe, procurando que la dignidad de la persona y de la
familia sean siempre aseguradas, y al mismo tiempo denunciar todo aquello que
perjudique a las personas, a las instituciones del matrimonio y de la familia,
y finalmente a la sociedad.
CONSEJO
ECUMÉNICO DE MÉXICO: Arquidiócesis Primada de México, Diócesis en México de la
Iglesia Ortodoxa en América OCA, Eparquía Greco Melquita de Nuestra Señora del
Paraíso en México, Eparquía Maronita de Nuestra Señora de los Mártires del
Líbano, Iglesia Católica Ortodoxa del Patriarcado de Antioquia en México,
Iglesia Nacional Presbiteriana de México, Iglesia Evangélica Misionera del
Pacto Misión DF, Iglesia Ortodoxa Griega en México, Sínodo Luterano de México.
*Suscribe
este comunicado la Dimensión Episcopal de Diálogo y Comunión de la CEM,
presidida por S.E. Mons. Carlos Briseño Arch
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