8 jun 2016

COMUNICADO DEL CONSEJO ECUMÉNICO DE MÉXICO

COMUNICADO DEL CONSEJO ECUMÉNICO DE MÉXICO ACERCA DE LA INICIATIVA DEL PRESIDENTE
COMUNICADO DE PRENSA
Las iniciativas de ley enviadas por el Presidente de la República al Congreso para permitir que las uniones maritales entre personas del mismo sexo sean reconocidas como “matrimonios igualitarios”, tiene un supuesto propósito de luchar contra la discriminación, dice en el primer párrafo del artículo 1: “Todas las personas gozarán de los derechos humanos reconocidos en esta Constitución y en los tratados internacionales de los que el Estado mexicano sea parte”; pues bien, la Comisión Interamericana de Derechos Humanos CIDH en el número 17 de su Carta, sobre Protección a la Familia, define: “Es el elemento natural y fundamental de la sociedad y debe ser protegida por la sociedad y el Estado. Se reconoce el derecho del hombre y la mujer a contraer matrimonio y a fundar una familia”, la CIDH, a la que nuestro país está adscrito, solo reconoce derechos matrimoniales a parejas de distinto sexo.

Las Iglesias congregadas en el Consejo Ecuménico de México, afirmamos nuestra convicción que no es lo mismo un matrimonio que se establece entre un hombre y una mujer, que la unión entre dos personas del mismo sexo; la convivencia como pareja entre personas del mismo sexo basada en el afecto, es objeto de reconocimiento y aceptacion social creciente, se deben encontrar formas legales para proteger sus derechos sin vulnerar la naturaleza de la familia. Reiteramos nuestro respeto a todas las personas sin distinción de creencia religiosa o identidad sexual, defendiendo al matrimonio y a la familia como base de la sociedad; no creemos que debilitar a la familia como sociedad natural fundada en el matrimonio, sea algo que favorezca a la sociedad, hablamos de Antropología, Sicología y Sociología; la diferencia y la reciprocidad natural entre el hombre y la mujer es el fundamento antropológico de la familia, es una verdad de la naturaleza humana de todos los tiempos y de todas las culturas.
 Señalamos la inconveniencia de llamar matrimonio a las uniones homosexuales; la remocion de toda discriminacion por razon de la orientacion sexual no requiere la insercion del nuevo modelo de pareja en la institucion matrimonial; las discriminaciones que se puedan dar en el tejido social no se evitan mediante la configuracion legal de un matrimonio que de cabida a dos realidades diferentes. Se requiere que las innovaciones que se puedan introducir en esta materia, esten respaldadas por un amplio consenso politico y social. Nos encontramos ante la posible reforma de mayor calado que se haya hecho del regimen legal del matrimonio en la historia de nuestro derecho, ya que afecta la me?dula de la institucion matrimonial. La reforma trasciende al cambio normativo para incidir en uno de los pilares de nuestra cultura juridica y en la mentalidad social, terminos como “marido” y “mujer” van a ir perdiendo su sentido.
 La opinion unanime de la doctrina, es que el matrimonio es una union heterosexual basada en la idea de complementariedad de sexos, y que el matrimonio es la base para la constitucion de una familia; la heterosexualidad es un elemento constitutivo esencial del propio concepto de matrimonio: el matrimonio o es heterosexual o no lo es; designar a una union homosexual con el nombre de matrimonio es empobrecedor y ocasiona confusion, ya que designa con el mismo termino a realidades diferentes. La ley puede fijar la forma del matrimonio, los derechos de los conyuges, las causas de separacion y la edad para acceder a él, lo que no debe es alterar el concepto mismo de matrimonio; llamar matrimonio a la union de personas del mismo sexo, es un cambio tan radical como lo seria llamar matrimonio a la union de mas de dos personas, o a la union sometida a plazos fatales, etc.
 Todos tenemos derechos y obligaciones, y debemos ser respetados en nuestra forma de ser y actuar, siempre y cuando no perjudiquemos el bienestar de nuestros semejantes; en el Consejo Ecuménico de México sabemos que debemos anunciar lo que es propio de nuestra fe, procurando que la dignidad de la persona y de la familia sean siempre aseguradas, y al mismo tiempo denunciar todo aquello que perjudique a las personas, a las instituciones del matrimonio y de la familia, y finalmente a la sociedad.
 CONSEJO ECUMÉNICO DE MÉXICO: Arquidiócesis Primada de México, Diócesis en México de la Iglesia Ortodoxa en América OCA, Eparquía Greco Melquita de Nuestra Señora del Paraíso en México, Eparquía Maronita de Nuestra Señora de los Mártires del Líbano, Iglesia Católica Ortodoxa del Patriarcado de Antioquia en México, Iglesia Nacional Presbiteriana de México, Iglesia Evangélica Misionera del Pacto Misión DF, Iglesia Ortodoxa Griega en México, Sínodo Luterano de México.
 *Suscribe este comunicado la Dimensión Episcopal de Diálogo y Comunión de la CEM, presidida por S.E. Mons. Carlos Briseño Arch

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