Revista Proceso # 2088, 6 de noviembre de 2016..
El
Partido Acción Nacional se debate en una lucha interna. Por un lado los
anayistas, y por otro los calderonistas-zavalistas, van en pos de la
candidatura a la Presidencia. Y en medio de esa disputa, Enrique Peña Nieto
homenajeó a Felipe Calderón en lo que podría interpretarse como la confirmación
de un pacto de apoyo del PRI a las aspiraciones presidenciales de Margarita
Zavala.
Nunca
en los 70 años del ITAM había asistido un presidente de la República en
funciones a entregar un reconocimiento como el que, el martes 1, Día de
Muertos, dio en mano a Calderón por ser “un modelo a seguir” para la comunidad
de esa institución presidida por Alberto Bailleres González, el segundo hombre
más rico de México.
La
ceremonia se realizó a puerta cerrada, en día de asueto, con invitación
personalizada y sin ninguna difusión –ni para la fuente presidencial–, con el
fin de evitar brotes de inconformidad contra Calderón o Peña, quien el año
pasado hizo que el Senado otorgara la medalla Belisario Domínguez a Bailleres,
con una fraudulenta votación (Proceso 2037).
Mientras
Anaya, presidente del PAN, era exhibido mediáticamente por su vida de lujos en
Estados Unidos, donde tiene radicada a su familia; al gobernador Moreno Valle
le era cancelada por ilegal su propaganda como “nuevo presidenciable” y Zavala
convalecía de una operación ocular, Calderón recibió el reconocimiento que le
otorgó la Asociación de Exalumnos del ITAM, presidida por Lorenzo Meade
Kuribreña.
La
distinción no es fortuita: Lorenzo es hermano de José Antonio Meade Kuribreña
–galardonado también ese día–, a quien Calderón hizo secretario de Energía y
Hacienda, mismo cargo que, desde octubre, ostenta con Peña, luego de haber
sido, también en este sexenio, secretario de Relaciones Exteriores y de
Desarrollo Social, por cuya trayectoria es identificado como presidenciable.
Esta
relación del presidente con su antecesor, quien en el ITAM fue el más
aplaudido, es pragmática, advirtió el excanciller Jorge G. Castañeda, desde
septiembre: “Los Calderón hicieron un pacto con Peña Nieto para hacer el borrón
y cuenta nueva en este sexenio, a cambio de que ellos sacrificaran a Josefina
Vázquez Mota en 2012. Y ahora Peña sacrificará al candidato del PRI para que
pase Margarita”.
Aunque
el aspirante presidencial “independiente” aclaró: “Esa estrategia no funcionará
debido a que los Calderón, con Margarita, no pueden llamar a un voto
antisistémico, porque ellos son parte de él y vivieron en Los Pinos. Esa jugada
no les funcionará, el encabronamiento social es muy grande”.
Juan
José Rodríguez Prats, exdiputado y exsenador del PAN, cree también que existe
ese contubernio de Peña con Calderón, a quien acusa no sólo de ser el jefe de
la campaña de su esposa, sino de pretender reelegirse en la Presidencia por
medio de ella.
En
entrevista con Proceso, Rodríguez Prats hace públicas las tres preguntas que
les ha dicho, en privado, a los panistas: “Primero, ¿Calderón fue un buen
presidente? No. Su gabinete fue mediocre, no veo ninguna realización que se
pueda presumir, salvo la desaparición de la Compañía de Luz y Fuerza del
Centro, pero no fue un buen presidente.
“Segundo:
Como presidente, ¿fue un buen panista? No. Nos atropelló, nos avasalló, nos
aplastó. Eso es evidente. Y tercero: Si llegara Margarita a ser presidenta,
¿realmente Felipe no se va a meter para integrar el gabinete, para gobernar y
para vengarse? Porque es un hombre rencoroso, lo fue como presidente. Sé de
muchos casos de su rencor personal. Quien tiene resentimiento, está abocado a
hacer el mal. No puede gobernar bien un hombre resentido.”
–¿Pero
realmente Calderón quiere reelegirse a través de Zavala?
–Por
eso la tercera pregunta: Vamos a suponer que gana Margarita en el PAN y que
llega a la Presidencia de la República, ¿Felipe la dejaría gobernar con
independencia? ¡Evidentemente no! ¡El que está llevando la campaña es él! ¡Y la
está hundiendo!
“Todo
lo acontecido recientemente ha perjudicado a Margarita. Me atrevo a pensar que
ella misma no esperaba esto. La han criticado de pequeña, de mezquina, de que
no tiene los tamaños. ¿Quién es el culpable de eso? Felipe. Felipe debió
callarse y dejar que su mujer sea la protagónica. Y Felipe fue el que nos
amenazó: Si no hacen candidata a mi esposa, se va como independiente.”
Impulsor
de Zavala para la Presidencia del PAN, de la que se alejó cuando ésta optó por
la candidatura presidencial, Rodríguez Prats asegura que Calderón es el que
orquesta también los ataques contra Anaya –“¡qué manera de manipular a la
gente!”– para “chantajear” y que su Zavala sea ungida sin una elección interna,
lo que sí llevaría al PAN a una grave fractura.
Y
es que esta nueva crisis en el PAN se inició efectivamente con un embate de
Calderón contra Anaya, el 23 de octubre, una semana antes de recibir de Peña el
reconocimiento del ITAM –donde estudió la maestría en economía–, cuando lo
acusó de atentar contra la unidad.
“La
unidad del PAN es vital para el país, la dirigencia de Ricardo Anaya está
poniendo en riesgo esa unidad”, sentenció Calderón en un mensaje de Twitter,
que llevaba adjunto el pronunciamiento de 18 panistas –la mayoría, empleados de
su gobierno– que le exigían optar entre ese cargo o su aspiración presidencial.
“Si
alguna duda había de que él es el que quiere que su mujer sea candidata, con
esta actitud, con su tuit y el pronunciamiento de 18 panistas, de los cuales 17
son calderonistas, se encuera totalmente. Dice que Anaya está poniendo en
peligro el PAN y que lo va a dividir. ¡Él es el que está poniendo en peligro al
partido, él es el que lo está dividiendo! “Esta actitud torpe de Felipe ya mató
a Margarita”, acusa Rodríguez Prats.
Hacia
la ruptura
A
esta posición de Rodríguez Prats se opone Juan Manuel Alcántara Soria,
exsubprocurador general de la República en el gobierno de Calderón y principal
articulador del pronunciamiento del grupo de los 18, quien insiste en que no
hay nada oculto en su exigencia: Anaya debe optar por ser presidente del PAN o
aspirante presidencial.
“Ambas
decisiones son válidas, pero no son simultáneamente perseguibles. Esa es la
esencia de todo”, subraya el exprocurador de Guanajuato tras negar que Calderón
manipule al grupo que, recuerda, tiene su base en el movimiento Más PAN, que
irrumpió en la elección interna de 2015 entre Anaya y Javier Corral.
En
efecto, Más PAN, cuyo coordinador nacional es Salvador Abascal Carranza,
propuso a los contendientes firmar una “carta-compromiso” para que el
presidente nacional cumpliera el periodo completo y no usara los recursos del
partido con fines personales.
“Me
comprometo a concluir mi encargo sin buscar candidatura alguna durante el
mismo, para evitar el conflicto de interés”, decía el punto 5 y el 6 señalaba:
“Me comprometo a velar por la agenda del partido y a no dedicarme a la
autopromoción, en su lugar, me concentraré en la promoción del partido como
vehículo de causas ciudadanas y con un PAN cercano a la gente.”
Corral,
gobernador de Chihuahua, suscribió el documento, pero Anaya se negó. “Ahora
entendemos por qué no lo quiso firmar”, concluye Alcántara Soria.
–¿Desde
entonces identificaban el proyecto presidencial de Anaya?
–Identificamos
la ambición. La gente de Querétaro nos ha dado la radiografía política
oportuna, en tiempo, de Anaya y es: este personaje no se va a quedar ahí.
Inclusive,
el 27 de junio, este movimiento envió una carta a Anaya, para reunirse a
dialogar sobre el tema, pero sólo hubo silencio y por eso el grupo comenzó a
crecer.
“En
medio de esta indisposición para sentarse con nosotros como movimiento Más PAN
es que nos fuimos abriendo, en círculos concéntricos más amplios, a militantes;
es ahí donde aparecen los exgobernadores Alberto Cárdenas, Alejandro González
Alcocer y Guadalupe Osuna, o el mismo Roberto Gil Zuarth.”
Por
ello niega la acusación de Rodríguez Prats de que se trate de un grupo
manipulado por Calderón. “Eso es falso. Juan José lamentablemente está dando
bandazos y en el ansia de que le den una diputación, que es lo que está
buscando, nos atribuye esta cualidad”.
–¿Existe
el riesgo de una ruptura en el PAN?
–Sí,
riesgo hay. El riesgo de la ruptura se da precisamente porque el presidente
tiene, como tarea fundamental, garantizar que los procesos de designación o de
elección interna generen los apoyos internos para que la militancia vaya en
torno a los candidatos que son designados o son electos, y se pueda ir hacia
afuera con una unidad interna.
“Pero
cuando el presidente del partido trae una ambición y quiere él además
aprovecharse de su posición de presidente del partido, y de los espacios de
difusión que son institucionales, lógicamente eso genera un riesgo de fractura
y de ruptura.”
Alcántara,
quien fue también secretario ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad
Pública en el sexenio de Calderón –a quien culpa de la derrota de Vázquez Mota
en 2012–, puntualiza que Anaya imita a Roberto Madrazo, quien usó el cargo de
presidente del PRI para convertirse en candidato presidencial en 2006.
“Cuando
Madrazo hizo renunciar a Arturo Montiel, liderazgos del PRI ya no lo apoyaron.
Expresidentes nacionales o personalidades con trayectorias relevantes, por el
empecinamiento de Madrazo de utilizar la presidencia de su partido para irse a
la candidatura, provocaron una fractura. Esto es algo muy previsible que se
pueda dar en el PAN.”
“Él
alega que el rol de presidente le da la exclusividad de vocería, pero ésta
nunca ha sido monopolio de los presidentes del partido. Él confunde vocería con
espotería.”
El
pronunciamiento de los 18 panistas, firmado por Ernesto Cordero y Gil Zuarth,
impulsados sin éxito por Calderón para la candidatura presidencial y la
presidencia del PAN, censura a Anaya: “No existe un solo presidente de partido (ni
siquiera el tan criticado presidente de Morena) que haya aparecido en tal
cantidad de spots de radio y televisión en un solo año”.
El
pronunciamiento fue firmado, además de los exgobernadores Cárdenas, Osuna y
González Alcocer, por Xavier Abreu Sierra, Myriam Arabián, Eufrosina Cruz y
José Luis Luege, todos afines a Calderón, y emplaza a Anaya a optar entre
presidir el PAN o ir por la candidatura presidencial.
“No
debe ser juez y parte. Es responsable de armonizar los legítimos intereses de
la militancia para evitar que se conviertan en conflictos que mermen las
posibilidades del triunfo. No se trata de una mera tradición asociada a la
figura del jefe nacional, es un elemento esencial de la vida democrática
interna.”
Firman
además Salvador Abascal Carranza, Manuel Gómez Morin Martínez del Río, Jorge
Camacho, Miguel Ángel Toscano Velasco, así como Patricia Espinosa Torres, Julio
Sentíes y Manuel Ovalle. Los tres últimos, panistas de Querétaro que conocen
bien la trayectoria de Anaya en esa entidad.
De
hecho, en enero de 2015 Ovalle y Sentíes, entre otros panistas queretanos,
hicieron un pronunciamiento público contra Anaya, cuando concluyó la
presidencia interina del PAN, en cuyo carácter desde entonces usó los tiempos institucionales
en radio y televisión para promover su imagen en spots que concluían: “Claro
que se puede, ¿a poco no?”.
Aliado
en ese entonces de Madero, Anaya fue designado coordinador de los diputados
federales del PAN, desde donde impulsó el Sistema Nacional Anticorrupción, pese
a que, según sus correligionarios queretanos, no tiene ningún compromiso con
esa agenda.
“Ricardo
Anaya se autopromueve como paladín de la lucha anticorrupción, pero quienes lo
conocemos sabemos que es sólo un discurso muy lejano de actos concretos de
congruencia. Su proceder, por el contrario, es testimonio del uso de las
instituciones para beneficiarse a sí mismo.”
Los
firmantes del pronunciamiento, que se hacen llamar grupo Esencia PAN,
rubricaban su comunicado: “Con Ricardo Anaya el PAN pierde, el único que gana
es él. ¿A poco no?”.
La
aparición de Anaya en los spots del PAN, que cuadruplican los de López Obrador,
lo ha hecho crecer en la preferencia de los panistas, según encuestas como la
de Varela y Asociados, una de las principales encuestadoras del gobierno de
Calderón.
De
acuerdo con esa firma, que publica en la revista Campaigns & Elections,
aunque Zavala aventaja ligeramente a Anaya en conocimiento entre el electorado,
están empatados en imagen positiva, muy por encima del gobernador Moreno Valle.
Al
preguntarles a los simpatizantes “duros” del PAN quién les gustaría para
candidato a presidente, la encuesta indica que Zavala obtuvo 44% contra 43% de
Anaya, mientras que Moreno Valle logró sólo 8%.
En
medio de la exigencia del grupo de los 18 para que se defina y confrontado
también con Moreno Valle, a cuyo principal operador, Eukid Castañón, removió
como vicecoordinador de los diputados, Anaya fue exhibido en Milenio, El
Universal y Televisa por sus millonarios gastos para llevarse a su familia a
vivir a Estados Unidos, “para valorar más a México”, a donde él viaja
constantemente.
Al
respecto, Alcántara Soria admite que, pese a sus diferencias con Calderón, él
apoya a Zavala: “La única que tiene ADN verdaderamente panista es Margarita”.
Rodríguez
Prats piensa que Anaya es mejor y reitera que Calderón sólo quiere imponer a su
esposa, como quiso hacerlo con Cordero en 2012: “Felipe quiere que Margarita sea
designada, no quieren ir a un proceso interno”.
Y
acusa a Calderón de sentirse dueño del PAN: “Es el panista más beneficiado
desde líder juvenil hasta presidente de la República. Es un vividor del PAN. El
PAN le ha dado todo y en mucho porque lo heredó de su padre, Luis Calderón
Vega. Es el mismo caso de su hermana Luisa María, la Cocoa”.
Ahora
están chantajeando con que si no es Zavala la candidata, entonces se van a ir,
pero están obligados a decir que aceptarán el resultado. “Porque eso de que yo,
si no gano, me voy, no se vale. Ella no descarta ir de independiente”.
–Dice
Alcántara que usted defiende a Anaya porque quiere ser diputado…
–Ja
ja ja. Si así fuera, ¿qué de malo tiene? Él también quiere una diputación… Si
una oportunidad se diera, la buscaría. Qué ingenuidad de mi amigo Juan Miguel:
¡Somos un partido, no somos un convento!
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