NECESITAMOS EDUCAR A LOS NIÑOS DESDE LA CONCIENCIA,
PLANTEA ADELA SALINAS/
La
escritora habla de su novela Piel viva: del amor y otros tatuajes, publicada
por Ediciones B
Necesitamos
educar a los niños desde la conciencia, plantea Adela Salinas
Hacerlo
desde el castigo, la imposición y el control es un recurso fácil, opina en
entrevista con La Jornada
La
niña Alma Torres, protagonista de esa trama, enfrenta con el cuerpo una
historia de dolor tras ser víctima de abusos perpetrados por monjas, explica la
autora
Foto
Los
individuos crecen relacionándose desde la represión y la sumisión (sistema
vertical y excluyente), no desde la libertad y el amor (sistema horizontal e
incluyente), sostiene Adela Salinas (CDMX, 1968), arriba, con un ejemplar de su
obra más reciente, que será presentada el 23 de noviembre por la escritora y
periodista Elena PoniatowskaFoto Roberto García
Mónica
Mateos-Vega
Periódico
La Jornada
Sábado
5 de noviembre de 2016, p. 4
El
castigo, pensado como la forma elemental de la educación, construye, en
general, sociedades violentas, en las que se pone de manifiesto un sistema de
imposición, de control y dominio, opina la escritora Adela Salinas (CDMX, 1968)
a propósito de su novela Piel viva: del amor y otros tatuajes.
Esa
obra, publicada por Ediciones B, es protagonizada por Alma Torres, niña a la
que recluyen en un internado de monjas, donde sufre abusos perpetrados por esas
religiosas. Una de sus grandes respuestas a tales agresiones es tatuarse la
piel.
La
historia original que pretendía contar la autora no incluía esa situación, pero
un día, cuenta Salinas en entrevista con La Jornada, “soñé que la niña se
tatuaba, lo cual fue un gran recurso literario porque el relato no es lineal;
se sujeta de los tatuajes, va y regresa en el tiempo.
“Si
ella tiene una historia de dolor, lo enfrenta a través del cuerpo, porque ese
es otro trasfondo del libro, hablar del cuerpo que es castigado, que vive una
relación sexual no resuelta, que siente deseo y dolor. El tatuaje tiene que ver
con el maltrato en la piel, pero también con la sublimación a través del arte y
de lo que expresa.
“El
tatuado puede ser un rechazado social. Alma encarna eso, pero no le importa
mucho, porque también es un medio para que ella se acepte a sí misma,
independientemente de la discriminación de los demás.
“Cuando
el personaje literalmente me dictó en sueños que podría ser una mujer tatuada,
en ese momento se abrió, fluyó, y al final me fue llevando a una línea desde la
que necesariamente habla de un empoderamiento.”
Adela
Salinas es también periodista cultural, con más de 25 años en el oficio, autora
de Dios y los escritores mexicanos, Primero Dios y Crónica del delirio: el
oscuro reflejo de Paul Antragne, entre otros títulos.
Piel
viva... es su primera novela en la cual, por supuesto, utilizó algunas
herramientas del quehacer periodístico, sobre todo la entrevista.
Por
la igualdad y la libertads
Alma
Torres cuenta su historia a un agudo entrevistador, silencioso, atento,
observador de la realidad de ella, a quien ella responde preguntas
fundamentales. Es un interlocutor a quien le muestra su historia, le enseña su
realidad. En su invisibilidad, el entrevistador puede ser cada lector, para
sintonizarse con la niña y sentirse también confrontado en su realidad.
Sobre
todo, prosigue Salinas, el conflicto de Alma “retrata la respuesta sicológica y
espiritual de una víctima de abuso por una autoridad religiosa, respuesta que
surge de las prácticas eclesiásticas, ejercidas a la sombra y que se cobijan
con los tabúes sexuales que refuerzan a los niños con la noción del pecado
mortal, el castigo, el temor a Dios y la condena eterna.
“¿Y
qué sucede con eso? El castigo refuerza las resistencias del castigado, y esas
resistencias están hechas de emociones encontradas. Mucha ira, mucha tristeza,
mucho miedo. ¿Cómo se va a desarrollar la compasión y la conciencia desde ahí?
“El
castigo pensado como la forma elemental de la educación construye, en general,
sociedades violentas, en las que se pone de manifiesto un sistema de
imposición, de control y dominio, y los individuos crecen relacionándose desde
la represión y la sumisión (sistema vertical y excluyente), no desde la
libertad y el amor (sistema horizontal e incluyente).
“No
puede haber un cambio real en la conciencia humana mientras no cambiemos
nuestra forma de educar a los niños, muchas veces basada en la noción del
castigo. Es mucho más difícil educarlos a través de la conciencia, pues el
castigo es un recurso fácil.
“Por
eso, en este libro, los símbolos que Alma Torres se tatúa rescatan, entre
otros, la figura de Lilith, la primera mujer de Adán, la feminista bíblica,
como la representación de la mujer insumisa que opta en todo momento por la
igualdad y la libertad.
El
tatuaje, en ese contexto, resulta muy oportuno porque, más allá del dolor y su
consabido ritual para trascenderlo, habla de una total libertad y derecho de
hacer de la vida personal lo que se quiera, concluye la escritora.
Adela
Salinas trabaja en una novela que habla de la desarticulación de la violencia a
partir de la quietud y el silencio, así como en algunos cuentos para niños, que
abordan también los temas de violencia y discriminación.
Piel
viva: del amor y otros tatuajes será presentada el 23 de noviembre a las 19
horas en la librería El Sótano de Quevedo (Miguel Ángel de Quevedo 209, colonia
Romero de Terreros, Coyoacán). Participarán Elena Poniatowska y Fred Álvarez.
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