Donald Trump contra el mundo
Su política puede resumirse en una palabra: No. No ha tenido relación con Rusia, no va a publicar su declración del IRPF y no va a renunciar a construir el muro en México
PABLO PARDO Corresponsal Washington/El Mundo, 12/01/2017 02:57
Donald Trump reafirmó ayer los ejes de su línea política, que se resumen en una palabra: No. No va a poner sus intereses empresariales en lo que se llama un 'fideicomiso ciego', es decir, en manos de un gestor totalmente independiente. No va vender sus activos. No ha tenido ninguna relación con el Gobierno ruso que permita a Vladimir Putin chantajearle, como declara un informe elaborado por una empresa privada al que los servicios de espionaje de EEUU conceden la máxima credibilidad y cuya autenticidad está investigando el FBI. No va a publicar su declaración del IRPF - lo que despejaría los rumores sobre sus conexiones con Putin - porque "eso es algo que solo os interesa a vosotros", como dijo en referencia a los periodistas. No va a abandonar el proyecto del muro fronterizo con México. ni tampoco su intención de derogar el Obamacare, aunque no desveló cómo lo va a sustituir.
En lo único en lo que Trump cedió, pero solo un poco, fue en admitir que Rusia entró en los servidores del Comité Nacional Demócrata para sustraer información dañina para la candidata demócrata a la Presidencia, Hillary Clinton. "En lo que respecta al 'hackeo', pienso que fue Rusia", dijo. Pero, a continuación, matizó sus palabras. "A EEUU lo 'hackea' todo el mundo. Eso incluye a China y Rusia y a todo el mundo", dijo Trump, en un nuevo ejemplo de su tendencia a hablar de China - un país que, al igual que México y Japón "nos estafa" - cuando se le pregunta por Rusia.
Esa retórica del 'No' se complementa con otra pata: 'Confiad en mí'. Un ejemplo: Trump no entró ni salió en sus presuntas relaciones con prostitutas en Rusia. Simplemente se limitó a declarar que él siempre exige a las personas que viajan con él fuera del país que "sean muy cuidadosos" porque les van a filmar "y pueden acabar en horario de máxima audiencia en televisión". Con ironía, dio a entender que no le gustan las lluvias doradas (que le orinen encima) como firma el informe antes mencionado, porque "tengo fobia a los gérmenes".
Lo mismo pasó con el muro con la frontera de México. Trump dijo que "vamos a empezar a construirlo inmediatamente", posiblemente gracias a una partida presupuestaria de 2007 para la construcción de otro muro (la mitad de la frontera ya está 'emparedada') que no se ha usado. Otra cosa es que México lo pague.
"México, de alguna forma, y hay muchas formas, nos reembolsará el coste del muro. Eso va a pasar, bien por un impuesto, bien por medio de un pago... un pago es menos probable. Pero va a pasar", dijo. México ya ha insistido que no va a pagar por el muro, del mismo modo que Marruecos no pagó la valla de Ceuta y Melilla.
Así que la respuesta crea nuevos interrogantes. Sobre todo con su mención a "un impuesto". Si Trump espera que EEUU cobre un impuesto a México, será volver a la época de los Protectorados coloniales del siglo XIX. Y si a lo que se refiere es a imponer un impuesto a las importaciones de México, va a ser el consumidor estadounidense quien pague el muro, porque las empresas van a añadir el coste del impuesto a los productos que vendan en EEUU.
El mismo 'confiad en mí' se aplica a los conflictos de interés del futuro presidente, un área en la que, como explica con ironía Frank Vogl, uno de los fundadores de la ONG Transparency International a EL MUNDO, Trump "tiene una actitud desenfadada". El empresario anunció ayer que se desvinculará de la gestión de sus más de 500 empresas, que agrupará en una sociedad, o 'trust' que dirigirán sus hijos Donald y Eric. "Lo van a dirigir de manera muy profesional. No van a discutir nada conmigo", dijo. El presidente de EEUU no está obligado a abandonar sus actividades empresariales. Pero, dada la fortuna de Trump, se esperaba que hiciera lo que la legislación obliga a los miembros de su gabinete: colocar sus activos en un 'fideicomiso ciego', es decir, en una estructura legal en la que el propietario ni siquiera conoce el nombre de los gestores de su patrimonio.
No es ése el caso. Ahora ya no es solo confiar en Donald Trump, sino también en Eric y Donald 'junior'. No habrá nada como lo que le pasó al entonces presidente y consejero delegado de Citigroup, Sandy Weill, en mayo de 2003, cuando un juez decretó que, cada vez que hablara con cualquier analista del banco, tuviera que estar presente un abogado independiente para evitar corrupción.
Trump no lanzará nuevos proyectos empresariales en el extranjero. Pero mantendrá los que ya tiene y en EEUU sus empresas continuarán con sus planes de expansión. Finalmente, está el hecho de que varios países de Asia y Oriente Medio han decidido usar su hotel de Washington, lo que, de acuerdo con la Constitución de EEUU, podría ser considerado soborno. Para evitarlo, Trump donará esas cantidades el Tesoro de EEUU.
Como dice Vogl, "¿quién va a poner en práctica esas regulaciones? Incluso aunque los medios de comunicación expongan sus actividades, Trump es muy bueno combatiendo a los medios". Eso quedó de manifiesto en la rueda de prensa. Trump calificó a la web Buzzfeed de "basura" y a continuación pidió respeto. Trump dijo que dar ruedas de prensa "es un terreno familiar" cuando la última que dio fue hace seis meses. Y Trump se despidió como una estrella mediática: "Muchas empresas que he puesto en el 'trust' serán gestionadas por mis hijos. Y espero que, después de 8 años [el tiempo máximo de presencia en la Casa Blanca] yo llegue y les diga: "Buen trabajo". De lo contrario, les diré: "Estáis despedidos"". "Estás despedido": la frase que le hizo famoso en su 'reality show' en televisión. Un 'reality show' que ahora traslada su set la Casa Blanca
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