15 jun 2022

El avión iraní-venezolano Boeing 747 y la conexión México/

El Boeing 747 Dreamliner, matrícula venezolana YV3531, permanece en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, en Buenos Aires 

El avión iraní-venezolano y la conexión México/Jorge Fernández Menéndez

Excelsior, 15 de junio de 2022


Días atrás decíamos aquí que la verdadera preocupación de las fuerzas de seguridad de Estados Unidos y más particularmente del Comando Norte de la Defensa de la Unión Americana, era la posibilidad de que el territorio mexicano, ya sea por el fenómeno de la migración o del narcotráfico, pudiera servir como base para ataques, de cualquier tipo, contra ese país de sus principales adversarios, como China o Rusia. El problema es cuando a esos fenómenos se suman políticas o indiferencias gubernamentales.

Hace una semana, un avión Dreamliner de una empresa de carga venezolana partió del aeropuerto de Querétaro hacia la ciudad de Córdoba, en Argentina. Supuestamente llevaba repuestos de automóviles. El problema se presentó cuando, antes de aterrizar en esa ciudad argentina, se descubrió que ese avión, registrado por la empresa Emtrasur, en realidad había sido de la Guardia Revolucionaria (GR) Iraní, considerada una organización terrorista por Estados Unidos, estaba reportado como tal, no podía volar en territorio americano y ya había sido denunciado, apenas el 13 de mayo pasado, cuando hizo un vuelo similar en el que llegó a la llamada Triple Frontera, uno de los lugares de menor control en términos de contrabando, tráfico de armas, drogas y gente del continente americano, donde hacen frontera Paraguay, Brasil y Argentina.

Según las autoridades paraguayas que hicieron la denuncia pública avalada por el gobierno de Estados Unidos, en ese viaje, unos 19 tripulantes, la mayoría de ellos venezolanos, pero unos siete iraníes habrían transportado cigarros, tabaco ilegal, según investigaciones posteriores. Comenzó a llamar la atención por las características del vuelo, por la muy numerosa tripulación venezolana e iraní, más del doble que la habitual, que no participaron en absoluto en el desembarco de la carga y porque literalmente desaparecieron durante los dos días que estuvieron en Paraguay. Las autoridades de ese país se comunicaron con las de Estados Unidos y descubrieron que el avión había pertenecido a la Guardia Revolucionaria, que estaba boletinado y que no podía volar. También descubrieron que el piloto era un comandante en activo de la Guardia Revolucionaria. Pero el avión ya había partido, según su hoja de ruta rumbo a Aruba, pero poco tiempo después de despegar, desconectó los transpondedores para que no se le pudiera seguir el rastro.

Apareció tres semanas después en Querétaro. Llama la atención que las autoridades mexicanas, teniendo el avión boletinado, lo hayan dejado aterrizar y operar en el país, lo mismo que a su tripulación. Aquí supuestamente recogieron autopartes (aunque las primeras investigaciones, en Argentina, dicen que los fabricantes han desmentido que se trate de productos suyos) para llevarlas a Argentina. Cuando llegaron a ese país, al avión boletinado no se le proporcionó combustóleo y quiso partir nuevamente hacia Paraguay o Uruguay. Esos países le negaron la entrada y terminó en Buenos Aires. Iban en ese vuelo 14 venezolanos y 5 iraníes, incluyendo el mismo piloto que fue identificado como comandante de la Guardia Revolucionaria. Todos permanecen retenidos, lo mismo que el avión en Buenos Aires. Ayer, en el hotel en que se alojan, se registró un fuerte operativo en su habitaciones. Los agentes salieron de ellas con varias cajas de documentos.

La preocupación en Argentina es mayor porque agentes iraníes realizaron el 18 de julio de 1994 un atentado contra la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA), en pleno Buenos Aires, que dejó por lo menos 80 muertos y más de 300 heridos. Fue el mayor ataque contra la comunidad judía fuera de Israel, cometido desde la Segunda Guerra Mundial. Una investigación tortuosa que duró años, se terminó descubriendo que habían sido agentes de Hezbolá apoyados por la Guardia Revolucionaria, quienes cometieron el atentado. Años después, el fiscal argentino Alberto Nisman denunció a la presidenta, ahora vicepresidenta argentina, Cristina Fernández de haber negociado con Irán, una suerte de acuerdo para no perseguir a los responsables del ataque a cambio de un convenio económico. La noche anterior en que el fiscal Nisman iba a presentar toda la información, ante el pleno del Congreso, en enero de 2015, apareció muerto en su departamento, se dijo que había sido un suicidio, pero las investigaciones establecieron más tarde que había sido asesinado.

El gobierno de Irán, una vez develado por la inteligencia estadunidense el nombre del principal organizador del atentado, que murió en él, lo homenajeó con un lugar especial en el cementerio de héroes de la República Islámica y designó con su nombre una calle de Teherán. El caso tanto del atentado a la AMIA como de la muerte del fiscal Nisman siguen abiertos y sin mayores avances.

Las preguntas son cada día más y pueden convertirse en un escándalo internacional donde, como casi siempre en los últimos tiempos, el gobierno mexicano parece ignorar sus consecuencias. Lo cierto es que ese avión boletinado desde tiempo atrás y con un aviso internacional despachado apenas un mes antes, estuvo en México, con sus pasajeros originales, incluyendo un comandante de una organización considerada terrorista como la GR de Irán y otros cuatro miembros de la misma. Transportó productos que la empresa fabricante niega haberles vendido. Están, avión y tripulación, detenidos en Argentina y comienzan a develarse lazos con otras operaciones.

Si casos como la relación con Venezuela e Irán, a través de personajes como Alex Saab, testaferro de Nicolás Maduro y con fuertes negocios en México, detenido, cuando viajaba entre Venezuela e Irán y ahora extraditado a Estados Unidos, era tóxica para México, el caso del misterioso avión iraní se convierte en francamente peligroso.

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Investigan a cinco tripulantes iraníes de un avión venezolano que quedó varado en Argentina

Por Emilia Delfino/  CNN en español, 14 Junio, 2022

Este es el panorama de la tripulación del avión venezolano en Argentina 2:54

(CNN Español) -- La Justicia argentina investiga el ingreso al país de un avión de bandera venezolana y de cinco ciudadanos iraníes que integran su tripulación, de acuerdo con los documentos a los que accedió CNN.

El juez federal Federico Villena ordenó este lunes retener durante 72 horas los pasaportes de los tripulantes mientras avanza con las indagaciones sobre sus identidades, para establecer si existe algún vínculo con organizaciones terroristas. También ordenó un allanamiento en el hotel en el que se encuentran alojados en Buenos Aires para secuestrar documentos y dispositivos electrónicos, informaron voceros de la Policía Federal Argentina (PFA).

El magistrado lo decidió tras una presentación de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentinas (DAIA), que solicitó investigar si los señalados pertenecen a las fuerzas Al-Quds, calificadas de grupo terrorista por Estados Unidos.

Argentina no ha incluido a este organización en su lista de sospechosos de terrorismo. La brigada pertenece a la Guardia Revolucionaria Islámica, una rama de las Fuerzas Armadas de Irán. Varios altos exfuncionarios de ese país están acusados en Argentina de haber ordenado el atentado a la Asociación Mutual Israelita Argentina (AMIA) en 1994, el peor ataque terrorista en la historia del país.

El ministro de Seguridad de Argentina Aníbal Fernández dijo en una entrevista radial con el medio Perfil que uno de los cinco ciudadanos iraníes con prohibición momentánea para salir del país es homónimo de un integrante de Al-Quds. El funcionario sostuvo que las autoridades permitieron el ingreso de los 19 tripulantes (cinco iraníes y 14 venezolanos) debido a que no pesaban alertas o restricciones sobre ninguno de ellos. CNN no ha podido contactar aún a los nuevos abogados de la tripulación.

El Boeing 747 Dreamliner, matrícula venezolana YV3531, permanece en el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, en la provincia de Buenos Aires, desde el 8 de junio. Pertenece a la compañía venezolana pública Emtrasur y fue adquirido recientemente a la línea aérea iraní Mahan Air, según le dijo Aníbal Fernández a Perfil. El avión fue vendido a una empresa venezolana hace un año, informó Amir Hossein Zol-Anvari, gerente de la Oficina de relaciones públicas de Mahan, a la Agencia de Noticias de la República Islámica (IRNA). “La detención del avión cuya propiedad fue transferida hace un año obedece a objetivos políticos -agregó- y la tripulación ha estado trabajando para la empresa venezolana y el tema no tiene relación con Mahan Air”.

CNN contactó a la Embajada de Irán en Argentina y al Gobierno de Venezuela para conocer su reacción a este caso, pero aún no ha habido respuesta. Tampoco respondió las consultas la empresa Emtrasur, dueña actual del avión.

"Las últimas semanas están llenas de propaganda, operaciones psicológicas, guerra de palabras para provocar un sentimiento de inseguridad (en Irán) y este caso forma parte de ello", declaró en su rueda de prensa semanal el portavoz del Ministerio de Asuntos Exteriores iraní, Said Khatibzadeh, reporta la agencia France Press.

Mahan Air fue sancionada por las autoridades estadounidenses por sus vínculos con Irán y con el gobierno de Venezuela, según un comunicado del Departamento del Tesoro de EE.UU. de 2020. Aquellas compañías y personas que presten colaboración a la línea aérea también quedan sujetas a posibles sanciones de ese país.

Conviasa también había sido sancionada en febrero de 2020 por transportar a "funcionarios corruptos" del "régimen ilegítimo de Maduro", según el entonces secretario del Tesoro Steven Mnuchin. Esas acusaciones fueron rechazadas en varias oportunidades por el Gobierno venezolano.

“El régimen iraní utiliza Mahan Air como una herramienta para difundir su agenda desestabilizadora en todo el mundo, incluidos los regímenes corruptos de Siria y Venezuela, así como los grupos terroristas en todo el Medio Oriente”, dijo Mnuchin en agosto de 2020.

“Estados Unidos continuará tomando medidas contra quienes apoyen a esta aerolínea”, agregó entonces.

Periplo aéreo

El avión de carga es operado por la compañía estatal venezolana Emtrasur. Aterrizó en Argentina el 6 de junio proveniente de México, previa escala en Caracas, de acuerdo con un documento aportado al juzgado por la estatal Empresa Argentina de Navegación Aérea (EANA). La aeronave debía ingresar con autopartes provenientes de la ciudad mexicana de Querétaro, adquiridas por la empresa privada argentina SAS Automotriz SA, proveedora de la automotriz Volkswagen.

Tanto SAS Automotriz SA como Volskswagen desconocieron cualquier nexo con la contratación del avión. Volskswagen informó que encargó las autopartes a SAS Automotriz, mientras que la proveedora dijo en otro comunicado que “la contratación se realizó para el transporte de componentes destinados a la producción de paneles de instrumento y asientos para el modelo Taos”, pero aclaró que desconoce cuál es la relación entre el agente de carga y la compañía aérea. El agente de carga contratado, informó, fue Fracht.

En un tercer comunicado, Fracht señaló: “Con la única intención de mover la carga aérea desde México para su cliente, Fracht contrató a la empresa Aerocharter México, que asumió la completa responsabilidad sobre este vuelo”. CNN está tratando de contactar a Aerocharter México y está a la espera de respuesta sobre los detalles de esta operación aérea.

El destino inicial del avión en Argentina era el Aeropuerto Internacional de Ezeiza, en la provincia de Buenos Aires, pero debido a la intensa niebla de ese lunes 6 de junio, la aeronave debió desviarse para aterrizar en el aeropuerto de Córdoba, en el centro del país, de acuerdo con el expediente. Horas más tarde, pudo retomar vuelo hacia Ezeiza, donde finalmente aterrizó.

Al día siguiente, el avión de Emtrasur presentó su plan de vuelo de regreso al aeropuerto internacional de Maiquetía, que sirve a Caracas, pero el vuelo se demoró y debió solicitar dos extensiones. Ese martes 7 no logró despegar, aunque las autoridades no informaron al juzgado el motivo.

El miércoles 8 presentó un nuevo plan de vuelo con destino al aeropuerto de Montevideo, Uruguay. Despegó, pero cuando las autoridades uruguayas recibieron la notificación del ingreso del avión a su espacio aéreo le denegaron el permiso para aterrizar y debió regresar a Buenos Aires.

La tripulación

El expediente judicial se originó por una presentación de habeas corpus. En nombre de los 19 integrantes de la tripulación (14 venezolanos y cinco iraníes), el abogado argentino Rafael Resnick Brenner denunció que durante la semana última las autoridades argentinas retuvieron sus pasaportes y les otorgaron una estadía provisoria con el “pretexto de definir la situación de la aeronave”, según el escrito del letrado. Además, según informó al juez, se les impuso que solo podían salir del país mediante un avión de línea, debiendo dejar “abandonada” la aeronave matrícula venezolana YV3531.

De acuerdo con el abogado y con documentos entregados por organismos de control al juzgado y a los que accedió CNN, el avión “fue sometido a un exhaustivo control” por parte de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA) y la Dirección General de Aduana (DGA). También intervinieron la Dirección Nacional de Migraciones (DNM) y la Policía Federal Argentina (PFA).

Las autoridades sostuvieron que la carga transportada no presentaba irregularidades y permitieron su ingreso al país. El avión volvió a ser revisado tras su reingreso a Argentina, cuando quedó varado. Las compañías a cargo de la provisión de combustible del aeropuerto se negaron a abastecer al avión, al considerar que al colaborar con el requisito de la aeronave podían quedar en la mira de las sanciones de Estados Unidos, según consta en el expediente.

El juez argentino ordenó este lunes retener los pasaportes de los cinco iraníes que ingresaron como miembros de la tripulación. La decisión surgió a partir de una presentación de la Delegación de Asociaciones Israelitas Argentina (DAIA), que, tras las noticias periodísticas sobre el caso, solicitó al magistrado que impida la salida del país de los tripulantes e indague si los ciudadanos iraníes están vinculados a la Guardia Revolucionaria Islámica de Irán, acusada de ordenar el atentado terrorista a la mutual judía AMIA en 1994. Irán siempre ha negado haber participado del ataque.

Por la tarde, la fiscal federal Cecilia Incardona abrió una investigación sobre el caso y solicitó al juez que decrete el secreto de sumario, medida aprobada por el magistrado.

Antecedente

El 13 de mayo, el mismo avión de Emtrasur aterrizó en el Aeropuerto Guaraní, en Ciudad del Este, Paraguay, informó el ministro de Interior de ese país, Federico González, a la radio ABC Color. La tripulación estaba integrada por 18 personas (seis iraníes y 12 venezolanos). Según el funcionario paraguayo, algunos de sus nombres coinciden con los de los tripulantes que ingresaron a Argentina.

Los iraníes que habían ingresado a Paraguay serían “miembros de la unidad Al-Quds, que forma parte de la Guardia Revolucionaria (Islámica) de Irán”, afirmó el funcionario. La información fue proporcionada a Paraguay “por un servicio de Inteligencia extranjero”, dijo el ministro de Interior, sin especificar de qué país provino, aunque más tarde dejó entrever que se trataría de Estados Unidos.

En aquella oportunidad, la aeronave permaneció en ese país durante el fin de semana, hasta el 16 de mayo. Ciudad del Este se encuentra en la Triple Frontera entre Brasil, Paraguay y Argentina, una zona investigada desde hace décadas por la presencia de grupos ligados al narcotráfico y al financiamiento del terrorismo internacional. Desde allí, el avión “partió para Aruba con un cargamento de cigarrillos”, dijo el funcionario. “Los 18 tripulantes estuvieron alojados en un mismo hotel” y “partieron en esa fecha en el avión”, agregó.

Cuando el avión de Emtrasur intentó regresar a Paraguay, las autoridades de ese país le prohibieron el sobrevuelo y aterrizaje en dos oportunidades, detalló González. La última vez fue el 8 de junio, el mismo día de la prohibición de Uruguay de aterrizar en su territorio, agregó el funcionario.

“El Servicio de Inteligencia del Paraguay fue el que alertó a los otros servicios de Inteligencia de la región sobre la situación de esa aeronave y de la empresa que fue sancionada por el Tesoro de Estados Unidos”, aseguró González. El funcionario no precisó en qué fecha alertó a Argentina.


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