La Epifanía (por etimología, del griego: επιφάνεια que significa «manifestación») es un acontecimiento religioso. Para muchas culturas las epifanías corresponden a revelaciones o aparicione..
El término Epifanía puede ser entendido para traducir el concepto de «gloria de Dios» que indica las huellas de su paso o, más simplemente, su presencia.
En el Nuevo Testamento, en las cartas paulinas tardías, se refiere a la entrada de Cristo en el mundo, presentada como la del emperador que viene a tomar posesión de su reino (latín: adventus, de ahí el tiempo de Adviento como preparación a la Navidad). A partir de este significado, el término se usó en Oriente para indicar la manifestación de Cristo en la carne y a continuación, a partir del siglo IX, para designar la fiesta de la revelación de Jesús al mundo pagano. Esta es la fiesta que se sigue celebrando el día 6 de enero.
En la narración de la Biblia Jesús se dio a conocer a diferentes personas y en diferentes momentos, pero el mundo cristiano celebra como epifanías tres eventos, a saber:
La Epifanía ante los Reyes Magos (tal y como se relata en Mateo 2, 1-12) y que es celebrada el día 6 de enero de cada año.
La Epifanía a San Juan Bautista en el río Jordán.
La Epifanía a sus discípulos y comienzo de su vida pública con el milagro en Caná en el que inicia su actuación pública.
La
fiesta de la Epifanía tiene su origen en la Iglesia de Oriente. A diferencia de
Europa, el 6 de enero tanto en Egipto como en Arabia se celebraba el solsticio,
festejando al sol victorioso con evocaciones míticas muy antiguas. Epifanio
explica que los paganos celebraban el solsticio invernal y el aumento de la luz
a los trece días de haberse dado este cambio; nos dice además que los paganos
hacían una fiesta significativa y suntuosa en el templo de Coré. Cosme de
Jerusalén cuenta que los paganos celebraban una fiesta mucho antes que los
cristianos con ritos nocturnos en los que gritaban: "la virgen ha dado a
luz, la luz crece".
Entre
los años 120 y 140 AD los gnósticos trataron de cristianizar estos festejos
celebrando el bautismo de Jesús. Siguiendo la creencia gnóstica, los cristianos
de Basílides celebraban la Encarnación del Verbo en la humanidad de Jesús
cuando fue bautizado. Epifanio trata de darles un sentido cristiano al decir
que Cristo demuestra así ser la verdadera luz y los cristianos celebran su
nacimiento.
Hasta
el siglo IV la Iglesia comenzó a celebrar en este día la Epifanía del Señor. Al
igual que la fiesta de Navidad en occidente, la Epifanía nace
contemporáneamente en Oriente como respuesta de la Iglesia a la celebración
solar pagana que tratan de sustituir. Así se explica que la Epifanía se llama
en oriente: Hagia phota, es decir, la santa luz.
Esta
fiesta nacida en Oriente ya se celebraba en la Galia a mediados del s IV donde
se encuentran vestigios de haber sido una gran fiesta para el año 361 AD. La
celebración de esta fiesta es ligeramente posterior a la de Navidad.
Los
Reyes Magos
Mientras
en Oriente la Epifanía es la fiesta de la Encarnación, en Occidente se celebra
con esta fiesta la revelación de Jesús al mundo pagano, la verdadera Epifanía.
La celebración gira en torno a la adoración a la que fue sujeto el Niño Jesús
por parte de los tres Reyes Magos (Mt 2 1-12) como símbolo del reconocimiento
del mundo pagano de que Cristo es el salvador de toda la humanidad.
De
acuerdo a la tradición de la Iglesia del siglo I, se relaciona a estos magos
como hombres poderosos y sabios, posiblemente reyes de naciones al oriente del
Mediterráneo, hombres que por su cultura y espiritualidad cultivaban su
conocimiento de hombre y de la naturaleza esforzándose especialmente por
mantener un contacto con Dios. Del pasaje bíblico sabemos que son magos, que
vinieron de Oriente y que como regalo trajeron incienso, oro y mirra; de la
tradición de los primeros siglos se nos dice que fueron tres reyes sabios:
Melchor, Gaspar y Baltazar. Hasta el año de 474 AD sus restos estuvieron en
Constantinopla, la capital cristiana más importante en Oriente; luego fueron
trasladados a la catedral de Milán (Italia) y en 1164 fueron trasladados a la
ciudad de Colonia (Alemania), donde permanecen hasta nuestros días.
El
hacer regalos a los niños el día 6 de enero corresponde a la conmemoración de
la generosidad que estos magos tuvieron al adorar al Niño Jesús y hacerle
regalos tomando en cuenta que "lo que hiciereis con uno de estos pequeños,
a mi me lo hacéis" (Mt. 25, 40); a los niños haciéndoles vivir hermosa y
delicadamente la fantasía del acontecimiento y a los mayores como muestra de
amor y fe a Cristo recién nacido.
Fuente Wikipedia, y ACI
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