5 nov 2015

Confieso que no sabía de tantas virtudes de Alberto Baillères

El Senado de la República confiere Medalla “Belisario Domínguez” 2015 a Alberto Baillères
El Pleno del Senado aprobó por mayoría de votos -en contra el PRD, PT y el de Javier Corral- la condecoración al empresario y filántropo Alberto Baillères González, por su contribución a la salud y educación y por su carácter de impulsor del desarrollo económico, educativo y cultural del país.
textual:
El acuerdo.
Se refiere a la Medalla de Honor “Belisario Domínguez” correspondiente al año 2015.
Al ciudadano Alberto Baillères González, como un justo reconocimiento del Senado de la República, a su sobresaliente contribución como mexicano comprometido con la comunidad, distinguido emprendedor, gran empresario, filántropo, promotor de la salud y la educación e impulsor del desarrollo económico, educativo y cultural de nuestro país; así como de la transformación de México en una nación más competitiva, más justa y próspera.
En consecuencia, el Senado de la República celebrará sesión solemne el 12 de noviembre del 2015  a las 11:00 horas en el recinto de Xicoténcatl No. 9, en el Centro Histórico para imponer la Medalla de Honor Belisario Domínguez, correspondiente al año 2015, al señor Alberto Baillères González.Se instruye a las Secretarías Generales del Senado llevar a cabo las acciones correspondientes para la realización de la Sesión Solemne.Háganse las invitaciones y comunicaciones correspondientes derivadas de dicho acuerdo.
El dictamen lo presentó Roberto Albores Gleason (PRD), Presidente de la Comisión
El Senador Roberto Albores Gleason: Muchas gracias, señor  Presidente.
Amigas y amigos Senadores: En su libro “Retratos Personales”, Enrique Krauze recuerda las palabras que en una entrevista le dijera  Isaiah Berlín: “Soy un admirador profesional de las personas de genio”.
En este sentido, la Comisión de la Medalla Belisario Domínguez, reconoce con gran admiración la trayectoria de los aspirantes a recibir el máximo galardón que otorga esta soberanía, ya que son ellos, mujeres y hombres de genio, que por su ciencia o su virtud  en grado inminente, han engrandecido a nuestro país.
Desde su origen, hace ya 62 años, han sido merecedores de esta medalla personalidades, que le han aportado a nuestro país, en diversas áreas y de diversas maneras, cuestión que no podría ser distinta, porque esta condecoración refleja nuestra riqueza en la pluralidad.
Todos los galardonados, desde diversas trincheras, han tenido una invaluable aportación al fortalecimiento de México, a nuestras instituciones y a los valores de justicia: libertad, progreso y verdad.
El maestro Daniel Cosío Villegas, compiló en una frase, toda una frase que transmitió a sus discípulos, hacer algo por México y moverse tras una obra de beneficio colectivo, cuya realización requiere una fe encendida, comparable   en la vida y obra de nuestro héroe trágico de la libertad y la democracia, don Belisario Domínguez.
Don Alberto Baillères, posee esa fe encendida de hacer algo por México, en palabras del doctor Arturo Fernández, don Alberto ha sabido colocar primero los fundamentos, las grandes rocas de su vida: fe, amor, educación, sueños y una causa noble.
De profundas convicciones, Alberto Baillères es un mexicano ejemplar, que ha promovido por México, a través del emprendurismo, la empresa y la filantropía, la actividad económica, la generación de empleos, la salud, la educación  y la cultura.
Su espíritu de empresa y profundo amor por México, le vienen de su padre, don Raúl  Baillères Chávez, que por su carácter inquieto y alma rebelde dejó su natal Silao, Guanajuato, en el año de 1914, con apenas 19 años para migrar a la Ciudad de México en busca de mejores oportunidades, llevando consigo únicamente su talento y sus ganas de salir adelante. En el año de 1967, don Raúl fallece, dejando un grupo sumamente exitoso que  incluía 15 empresas, entre mineras, aseguradoras, bancos, una inmobiliaria, una fábrica de malta, una empresa refresquera, una compañía de químicos y una tienda departamental.
Además, legó la creación del Instituto Tecnológico Autónomo de México.
Economista graduado en 1957, con mención honorífica, don Alberto inició su carrera profesional cuando aún estudiaba, trabajó en el Banco de Comercio, ingresó a la Cervecería Moctezuma como vendedor y, posteriormente, fue Director del Palacio de Hierro.
En 1964 con tan sólo 27 años, y debido a la trágica muerte de su hermano mayor Raúl, el joven Alberto renunció a su sueño de ir al extranjero para estudiar un posgrado y asumió la dirección general, de la compañía general, Cervecería Moctezuma.
Tres años después, con apenas 30 años de edad, don Alberto asumió con  decisión y arrojo a la Presidencia de Grupo Empresarial, tras la muerte de su señor padre.
Dice el profesor de la UAM, Jorge Orozco, el joven Alberto pudo dejar la responsabilidad en manos de algún  socio de su padre mientras ganaba experiencia, pero no lo hizo, don Alberto recuerda aquellos momentos: me volví casi invisible para mis amigos y para la sociedad, porque me di cuenta que necesitaba de toda mi energía para estar con mi familia y dirigir la empresa, casi no hubo tiempo para hacer cualquier otra cosa.
Parafraseando al doctor Francisco Calderón, don Alberto, estratega de amplia visión que ha sabido rodearse de funcionarios eficientes y probos, exigente en el cumplimiento de la disciplina del trabajo, pero no más exigente de lo que es consigo mismo, vendió empresas, como la Cervecería Moctezuma y Peñafiel, fusionó otras, como es el caso de la Aseguradora GNP, y concentró  esfuerzos en sus áreas “prioritarias” de negocio como Industrias Peñoles, la cual convirtió en una de las principales productoras de oro, plata y plomo en México, y Latinoamérica, así como una de las empresas líderes exportadoras, introductoras de divisas al país.
En concreto, don Alberto con clara inteligencia, madurez, profundidad de análisis y una estricta honestidad personal, que se ha reflejado en la conducción ética de sus empresas, ha consolidado exponencialmente su grupo empresarial, acrecentando así su actividad económica y la generación de empleos de calidad.
Visto en retrospectiva, cuando don Alberto tomó las riendas del grupo, las empresas generaban 12 mil empleos formales, hoy casi 50 años de distancia generan más de 50 mil empleos beneficiando a más de 150 mil mexicanos de forma directa.
Hoy en un entorno de responsabilidad social, empleos de calidad y superación profesional, las empresas del Grupo Bal son ejemplo de dinamismo y orgullo de nuestro país.  Sus propias palabras reflejan su visión empresarial.
En los momentos de auge hay que tener la serenidad para evitar embelesarse con la efervescencia de la prosperidad, y en los declives debemos tener la paciencia para preservar en el empeño de superar los mayores obstáculos.
La trayectoria de don Alberto Baillères es reconocida tanto a nivel nacional como internacional. Ha sido miembro del Consejo Mexicano de Negocios, del Comité Asesor del Chase Manhattan Bank, y del J.P. Morgan Internacional Council. también destacan los importantes reconocimientos como el Doctorado Honoris Causa de su alma mater, el “Woodrow” Wilsor Award for Corporate Citizenship, el emprendedor del Endeavor del año, el Filántropo del Año de la Fund Raising Association, el Asegurador del Año de la Asociación Mexicana de Seguros y Fianzas,  y el Empresario del Año, de Forbes Latinoamérica.
Por otra parte, la vida de don Alberto no puede entenderse sin su contribución a la educación, la cultura y la filantropía, actualmente es Presidente de la Asociación Mexicana de Cultura y Presidente de la Junta de Gobierno del ITAM,  el cual ha sido reconocido como una de las mejores universidades en México y América Latina, donde egresan destacados profesionistas, que hoy son líderes que el aportan a México desde distintas trincheras en el ámbito público, social y privado.
El doctor Carlos de la Isla enfatiza: Don Raúl Baillères que sabía de los dolores de México, porque le dolían en lo más íntimo de su alma, cuando se preguntó un día. ¿Qué debemos hacer para atender los graves problemas de México? La respuesta inmediata e imperiosa fue educar, y así se gestó el ITAM.
Don Alberto Baillères no sólo heredó de su señor padre su compromiso con México, sino acrecentó con entusiasmo el compromiso por la educación. Por eso don Alberto, en palabras de Javier Beristain, ha conducido el eficazmente el destino del Instituto, ahora es una universidad en plenitud, multidisciplinaria, plural y diversa, incluyente, tolerante y abierta a las ideas, que hace investigación sin descuidar la formación integral de sus alumnos, esa formación profesional del hombre medio al que invitaba Ortega y Gasset.
Esa formación que desde la visión de don Alberto Baillères debe ocuparse de la igualdad de oportunidades y del impulso al talento de los jóvenes, no importando su nivel socioeconómico. No es casualidad que el ITAM cuenta con un amplio programa de becas y ayuda financiera en donde uno de cada tres estudiantes es apoyado para su desarrollo integral.
Son también de gran relevancia sus acciones en materia de salud y cultura, particularmente su liderazgo y su contribución decidida en la creación y consolidación de la Fundación Mexicana para la Salud, y de la Fundación para las Letras Mexicanas, que son referentes para superar los retos claves de nuestra nación.
Don Alberto Baillères, como lo dice el doctor José Barba, es un hombre parco en palabras y amplio en construcciones y logros. Dice Barba: “Suele decirse que en el mundo de los negocios, el negocio es hacer negocios, es hacer dinero, no producir bienes y servicios, ni mucho menos filantropía”.
Puede decirse de Alberto Baillères lo que dijo David Raisman de Alfredo Marshall: “Siempre tendía a mantener motivos altruistas, y sería un grave error incluirle dentro de los que esperan nada más de la vida comercial su propio interés”.
Pues Alberto Baillères responsablemente también ha querido hacer crecer a los demás, incrementar y poner a circular el capital financiero del país y fundar y sostener obras para la formación de una noósfera nacional que los sistemas del país requieren.
A Don Alberto Baillères tendremos también que reconocerle su permanente generación de propuestas e ideas concretas para un mejor país. 
En su libro Visión de País de la Pobreza a la Prosperidad para Todos, en coautoría con el doctor Fernández nos dice: “Los mexicanos aspiramos a conseguir una nación libre, justa, próspera y plural; vislumbramos que es posible y deseable que México sea una nación plenamente desarrollada, en la que impere la ley y el buen gobierno, cuyos habitantes vivan en paz y armonía sin discriminación; que disfruten y vean protegidas sus libertades individuales, económicas y políticas; que gocen de la prosperidad y que estén debidamente educados en la ciencia y en la tecnología, así como en los valores cívicos y humanos.”.
Don Alberto Baillères está convencido que para construir un mejor país requerimos consolidar 10 pilares: Los derechos inalienables del ser humano, paz y seguridad, Estado de derecho, estabilidad política y gobernabilidad, gobierno eficaz y promotor del desarrollo, economía de mercado, capital humano e infraestructura física de clase mundial, estabilidad macroeconómica y financiera, integración exitosa a la economía internacional y la preminencia de la actividad empresarial nacional.
Amigas y amigos Senadores: Decía Hegel: “Nada grande se lleva a cabo en la vida sin una gran pasión”.
A sus 80 años don  Alberto  Baillères, un hombre de familia muy apegado a su mujer, Teresa Gual, a sus hijos y nietos, no presenta visos de querer jubilarse pronto, es un hombre prolífico, un capitán de empresas e instituciones, avezado, un emprendedor nato, un líder de espíritu joven, un nacionalista comprometido con el devenir y la prosperidad de México.  Es, en el más estricto sentido de la palabra, un hombre apasionado para la creación.
Por lo anterior, a nombre de la Comisión de la Medalla Belisario Domínguez, me permito someter a su consideración el presente dictamen para otorgar la Medalla de Honor Belisario Domínguez, correspondiente al año 2015, al ciudadano Alberto Baillères González.
Al hacerlo, amigas y amigos Senadores, estamos convencidos que el Senado mexicano reconoce a empresarios y emprendedores de gran envergadura, que con su capacidad y talento son motores del crecimiento, generadores de riqueza y empleo, impulsores de grandes acciones para el bienestar social y por ende, claves para el mejoramiento de la calidad de vida de los mexicanos.
Estamos convencidos, parafraseando a Don Belisario Domínguez: “que la transformación de nuestra nación para que florezca, más grande, más unida y más hermosa que nunca, requiere del supremo esfuerzo de todos, especialmente de una revolución de emprendedores que innoven y aporten en todas las áreas prioritarias de la República”.
Finalizo, en las propias palabras de Don  Alberto  Baillères: “No se trata de aspiraciones imposibles e infundadas, creo firmemente que todo ello es posible, otras naciones lo  han conseguido y además tenemos las condiciones para lograrlo.  Contamos con una población joven, deseosa de tener acceso a oportunidades de desarrollo personal y que cuenta con la creatividad y un gran espíritu emprendedor” 
“Debemos renovar nuestra convicción en la valía de vivir en una sociedad libre y en la capacidad de los mexicanos.  El futuro de nuestro querido México depende en gran medida que haya millones de exitosos emprendedores que generen riqueza y empleos”.
Muchas gracias.
(Aplausos)

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