En
un libro de memorias que será publicado próximamente el Papa emérito Benedicto
XVI admite la existencia de un grupo de poder compuesto por cuatro o cinco
personas
Benedicto
XVI
VATICAN IINSIDER, 02/07/2016
ANDREA
TORNIELLI
El
libro todavía no ha sido publicado pero ya está provocando polémicas. Se titula
«últimas conversaciones», es una entrevista del periodista alemán Peter Sewald,
quien ya publicó tres libros de conversaciones con Joseph Ratzinger (dos cuando
era cardenal y una cuando era Papa). Será publicado en septiembre de 2016, en
Italia, por el editor Garzanti. Anticipó el contenido el vaticanista Luigi
Accattoli, en “Il Corriere della Sera”, que lo venderá con el periódico en los
quioscos.
En
las páginas del nuevo libro hay un pasaje en el que Benedicto XVI admite «haber
sabido de la presencia de un “lobby gay” en el Vaticano, compuesto por cuatro –
cinco personas» y afirma «haber logrado deshacer ese grupo de poder.
Información –comenta Accattoli– que nunca se había tenido».
En
el libro, el Papa emérito rechaza las críticas de quienes lo consideran
demasiado «académico» y demasiado concentrado en su estudio y en la escritura,
y rechaza también que se le considere un «restaurador» en ámbito litúrgico.
Habla sobre sus intentos de reformar el IOR y sobre la plaga de la pederastia,
subrayando las dificultades que un Papa se encuentra cuando trata de intervenir
con la «suciedad en la Iglesia». Cuenta también cómo preparó en secreto su
renuncia y admite que se enteró «consorpresa» del nombre de su sucesor: se
había imaginado algunos nombres, «pero no él». Habla de la «alegría» de ver
cómo el nuevo Papa reza y se comunica con la mltitud y describe la figura
humana y papal de Francisco, refiriéndose tanto a lo que tienen en común como a
lo que los diferencia.
De
la existencia de una “red gay” en el Vaticano se habló cuando explotó el primer
caso “Vatileaks”: según algunas indiscreciones un capítulo entero de la
“relatio”, las conclusiones de la investigación completa encomendada a los
cardenales curiales Julián Herranz, Salvatore De Giorgi y Jozef Tomko, estaría
dedicada a este presunto grupo de poder.
En
junio de 2013, Papa Francisco había aludido a esto cuando pronunció un discurso
ante la cúpula de la Confederación Latinoamericana de los Religiosos (Clar). El
encuentro se llevó a cabo a puerta cerrada y no debía publicarse su contenido,
pero una transcripción fue publicada por el sitio web chileno “Reflexión y
Liberación”.
Algunas
semanas después, al volver de Río de Janeiro a Roma, en julio de 2013,
Francisco respondió, en la primera conferencia de prensa en un avión, a una
pregunta al respecto: «Se escribe mucho sobre el “lobby gay”. Yo todavía no he
encontrado a nadie que me de el documento de identidad en el Vaticano con
“gay”. Dicen que hay algunos. Creo que cuando uno se encuentra con una persona
así, debe distinguir el hecho de que sea o no una persona gay del hecho de
crear un “lobby”, porque los “lobbies”, todos son malos. Eso es malo. Si una
persona es gay y busca al Señor y tiene buena voluntad, pero ¿quién soy yo para
juzgarla? El Catecismo de la Iglesia Católica explica de manera muy bella esto,
pero dice: “no hay que marginar a estas personas por esto, deben ser integradas
en la sociedad”. El problema no es tener esta tendencia, no. El problema es
hacer “lobbies” de esta tendencia: “lobbies” de avaros, “lobbies” de políticos,
“lobbies” de masones, muchos “lobbies”. Este es el problema más grave para mí».
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