La Policía Federal y el grupo de Fuerzas Especiales de la Armada que logró la
reaprehensión de Joaquín Guzmán Loera, en enero de 2016 en Los Mochis, Sinaloa,
tienen una nueva misión, participan en la búsqueda de los presuntos integrantes
del crimen organizado que emboscaron a los soldados en el municipio de
Culiacán.
Mientras
el equipo de inteligencia de la Policía Federal encabeza la investigación y
recauda todo lo referente al grupo del crimen organizado para identificarlo y
localizarlo, personal de élite perteneciente a la Secretaría de Marina-Armada
de México (Semar) coadyuva para lograr la aprehensión de los agresores,
informaron a EL UNIVERSAL fuentes oficiales.
Ambas
instituciones utilizan todos los recursos materiales y humanos disponibles, en
colaboración con la Procuraduría General de la República, para que no queden
impunes los crímenes cometidos la madrugada del pasado viernes 30 de septiembre
en donde cinco militares murieron y otros 10 resultaron heridos.
El
equipo de Infantería de Marina que persiguió durante seis meses al líder del
Cártel del Pacífico, El Chapo, quien era entonces el narcotraficante más
buscado tras haber escapado por segunda vez de un penal de máxima seguridad,
rastrea a los homicidas en zonas urbanas y en la Sierra Madre Occidental, en
los límites entre Sinaloa, Durango y Chihuahua.
Por parte de la Policía Federal también hay uniformados realizando
investigación de campo para dar con los sicarios, revelaron las fuentes
consultadas.
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