El padre Maciel
Degollado; el “pecado” de Juan Pablo II /red Alvarez Palafox
Publicado en La Otra Opinión, 25 de abril de 2014
Esta
mañana de viernes 25 de abril, a dos
días de que el beato Juan Pablo II, sea elevado a los altares, el ex vocero vaticano
Joaquín Navarro-Valls, apareció en Sala
de Prensa del Vaticano, para tener un encuentro con periodistas y recordar a su
exjefe Juan Pablo II, y de repente apareció el tema de Marcial Maciel Degollado
y del que aprovechó para precisar que “hacia
finales de su pontificado” el papa polaco supo que se habían iniciado investigaciones
contra el fundador de la Congregación de Los Legionarios de Cristo, pero que a
su fallecimiento -en abril de 2005-, el proceso todavía no había sido concluido,
dijo textual:
“El
primer paso fue mandar a (Charles J.) Scicluna, (promotor de justicia de la
Doctrina de la Fe), a hablar con todas las personas. Esto ocurrió durante el
pontificado de Juan Pablo II y el papa
fue informado de este proceso. Comprobar un caso de estas dimensiones tomó
tiempo, aunque estaba referido a una sola persona tenía muchos involucrados.
Cuando todo el material recopilado por Scicluna fue traído aquí y se llegaron a
las conclusiones, ya el papa había fallecido”, subrayó.
Aseguró
Navarro Valls que, al inicio del pontificado de Benedicto XVI -31 días
después- , él personalmente habló con el papa y le señaló que, pese a tratarse
de un caso triste, debía ser comunicado
a la opinión pública. Entonces el pontífice no reflexionó mucho, le hizo un
par de preguntas y decidió: “informe mañana”. Entonces Navarro precisó: “Al
otro día yo lo hice”.
En
efecto, en aquel tiempo por motivos de
edad avanzada, el reverendo Maciel se retiró del cargo de superior general de
la Congregación de los Legionarios de Cristo.
Recuerdo
perfectamente –gracias a mi amiga bitácora- que 31 días después de que
Ratzinger se convirtiera en Benedicto XVI, el vocero de los Legionarios de
Cristo en Roma, Rafael Jácome LC,
enviaba a los medios un comunicado en el que aseguraba que la Santa Sede había
comunicado a los Legionarios que "no hay, ni habrá" ningún proceso
canónico contra Marcial Maciel. Es decir, según Rafael Jácome, el proceso habría sido desechado. El vocero
difundía una charla con Ciro Benedettini,
quien se desempeña como vicecoordinador de la sala de prensa del Vaticano.
Y
es que aquel comunicado oficial del que
habla Navarro Valls no fue muy claro, por lo que para la Legión de Cristo fue manipulable.
Los Legionarios dijeron en un comunicado: "el no haber iniciado un proceso canónico demuestra su
inocencia."(¿?) Más adelante agrega: Él (Maciel)...ha aceptado este
comunicado con fe, con total serenidad y con tranquilidad de conciencia,
sabiendo que se trata de una nueva cruz que Dios,… ha permitido que sufra y de
la que obtendrá muchas gracias para la Legión de Cristo y para el Movimiento
Regnum Christi."
Eso
esta escrito.
Empero,
un año después (mayo de 2006) –y quizá por la presión mediática-, y de acuerdo
con las conclusiones del fiscal Scliuna
de testimonios de por lo menos 30 denunciantes, se decidió “invitar” al padre
Marcial Maciel a retirarse a una “vida de oración y penitencia”, sin llevarlo a
un proceso canónico debido a su avanzada
edad, como había afirmado el padre Jacome.
La
invitación
incluía la prohibición de celebrar misas públicas o dar conferencias,
presentaciones o entrevistas. Y aunque esta decisión dio cierta credibilidad a
las acusaciones de pederastia en su contra, también cerró a los demandantes
cualquier posibilidad de llevarlo a juicio y probar sus dichos ante los
tribunales del Vaticano.
Este
es parte del comunicado sobre la investigación al Padre Marcial Maciel:
“...en virtud del «motu proprio»
«Sacramentorum sanctitatis tutela» promulgado el 30 de abril de 2001 por el
siervo de Dios Juan Pablo II, el entonces prefecto de la Congregación para la
Doctrina de la Fe, Su Eminencia el cardenal Joseph Ratzinger, autorizó una
investigación de las acusaciones. Mientras tanto tiene lugar la muerte del Papa
Juan Pablo II y la elección del cardenal Ratzinger como nuevo pontífice.
(Y)
Después de haber sometido los resultados de la investigación a atento
estudio, la Congregación para la Doctrina de la Fe, bajo la guía del nuevo
prefecto, Su Eminencia el cardenal William Levada, ha decidido –teniendo en
cuenta tanto la edad avanzada del reverendo Maciel como su débil salud–
renunciar a un proceso canónico e invitar al padre a una vida reservada de
oración y penitencia, renunciando a todo ministerio público. El Santo Padre ha
aprobado estas decisiones.”
Y
un poco cuidando a su exjefe y amigo el papa, dijo Navarro Valls dijo hoy ante
reporteros: “Juan Pablo II no tuvo en la mano el resultado de esta
investigación pero sabía que había comenzado el proceso, para ir a fondo en ese
caso”.
Estas
declaraciones han empezado a genera reacciones, sobretodo porque se comentaron
en Roma a tan sólo dos días de que el papa polaco sea elevado a los altares. Y
de alguna manera contamina la fiesta al papa Polaco, que no a Juan XXIII.
Juan Pablo II
sabia, sin duda
Sin
duda que Juan Pablo II sabia del caso, y le había encomendado el asunto al
prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Joseph Ratzinger, quien
a su vez se la encomendó a una gente de toda su confianza el sacerdote
maltés Charles J. Scicluna, quien justamente estuvo en México, cuando en
Roma estaban los funerales de Juan Pablo II. (el 3 de abril llegaba a México
discretamente, y se hospedó en una casa de huéspedes en San Pedro de Los
Pinos).
Hay
que hacerle una pregunta a don Joaquín Navarro Valls, sólo que nos precisé a
que se refiere con eso de que Juan Pablo II sabía “a finales del pontificado”
de las acusaciones de Maciel.
¿Se
refiere don Joaquín diciembre de 2004 cuando las denuncias fueron reabiertas por instrucciones del mismísimo Joseph
Ratzinger, justo pocos días de Juan Pablo II le hiciera un homenaje a
Marcial Maciel por sus sesenta años de ordenación sacerdotal?
Por que hay
otras versiones
Hace
unos meses el arzobispo de Cracovia, Stanislaw
Dziwisz, y quien fuera secretario personal de Juan Pablo II durante más de
40 años, aseguró que el futuro santo nunca
supo la verdad sobre la vida inmoral que llevaba el fundador de los Legionarios
de Cristo, Marcial Maciel. "Lo sé yo también, pero razonando a
posteriori, que el Santo Padre nunca debió haber recibido a ese individuo (se
refiere a Maciel). Pero Juan Pablo II cuando lo encontró ¡no sabía nada,
absolutamente nada!", dijo el Cardenal, en declaraciones compiladas en el
libro-entrevista "He vivido con un santo", escrito por el periodista Gian Franco Svidercoschi.
Stanislaw
Dziwisz explicó que la lenta reacción ante las denuncias de abusos se debió a
la burocracia en el Vaticano. "Son, por desgracia, las consecuencias de
una estructura aún extremadamente burocrática", lamentó.
¿De
que burocracia habla Monseñor Stanislaw Dziwisz?
¡
El perteneció a esa burocracia!
Pero, con todo
respeto
Al
cardenal Dziwisz Juan Pablo II si sabía del caso.
Lo que sabemos es que las
investigaciones formales en contra de Maciel se iniciaron el 20 de febrero de 1999, cuando la abogada Martha
Wegan les dijo a sus clientes –las victimas de Maciel- que la congregación para
la Doctrina de la Fe a cargo de Joseph Ratzinger había aceptado el caso que
recibió el título oficial "Absolutionis complicis (A. Jurado et alii -Rev.
Marcial Maciel Degollado)".
Luego
vino el «motu proprio» (léase decreto papal) «Sacramentorum sanctitatis tutela» promulgado
el 30 de abril de 2001 por Juan Pablo II, el entonces prefecto de la
Congregación para la Doctrina de la Fe, donde autorizó una investigación de las
acusaciones.
Aunque
José -Pepe- Barba, exlegionario dice que
Roma sabia del caso desde mucho antes. Seguramente sabían pero no había una
acusación formal ante el tribunal de la Santa Sede. Aunque a decir verdad, es
que las investigaciones debía de haber empezado en octubre de 1998 cuando la Congregación recibió formalmente a
través de abogados acusaciones, que en parte -1996 y 1997- ya se habían hecho
públicas en medios impresos y electrónicos, contra Marcial Maciel “por delitos
reservados a la competencia exclusiva del Dicasterio”.
Recordemos
que ya en 1997, el periódico norteamericano Hartford
Courant, había dado a conocer los
abusos sexuales de Maciel. Después dos medios en México -La Jornada primero y CNI
Canal 40, después- dieron espacio a las denuncias que un grupo de ex miembros
de la Legión de Cristo decidió hacer contra el sacerdote por abusar sexualmente
de ellos cuando tenían entre 12 y 17 años de edad); ahí estaba Pepe Barba, a
quien conocí años atrás por medio de un amigo común: el sacerdote diocesano Antonio Roqueñí Ornelas (1934-2006), ex-presidente
del T
del Tribunal Eclesiástico Interdiocesano de la
arquidiócesis de México.
Véase
en La Otra Opinión: “ Mi amigo el Padre Roqueñí/Fred Álvarez, 29 de noviembre
de 2013).
http://www.laotraopinion.com.mx/notas/mi-amigo-el-padre-roque�±i-/842
Por
cierto, Roqueñí intervino en ese asunto. Hasta el mismo Pepe Barba se le
olvida, lo dijo con todo respeto.
En junio de 2009 publique un largo reportaje
sobre el tema en la revista Código
Topo de Excélsior que dirige Jorge Fernández Menéndez, la comparto en este
espacio, ya que en mucho nos ayuda, sobretodo en la línea del tiempo.
Gracias
a este reportaje me busco un alto enviado de la Legión de Cristo para charlar,
no me hizo ningún reclamo, al contrario, me dijo que el texto tenía información
contundente.
Este
es el texto:
Los pecados del
padre Marcial Maciel Degollado /Fred Alvarez
Revista Código
Topo de Excélsior, junio de 2009.
El
pasado 30 de marzo (de 2009) el padre Álvaro
Corcuera dio a conocer una carta de la Curia Vaticana donde el Papa
Benedicto XVI ordena una inspección* (la carta) –léase una visita apostólica-,
a los Legionarios de Cristo, congregación fundada por el fallecido sacerdote
mexicano Marcial Maciel, investigado por abusos sexuales a seminaristas y del
que recientemente se supo que tuvo una hija con una de sus amantes.
Un
mes después, la agencia Notimex informa
que la Comisión que auditará a la congregación por órdenes del papa Benedicto
XVI, estará compuesta por tres obispos y un sacerdote, a saber: Ricardo Watty
Urquidi, obispo de la diócesis de Tepic; Charles Joseph Chaput, arzobispo de
Denver y Giuseppe Versaldi, obispo de Alejandría (Italia), y el sacerdote
jesuita Gianfranco Ghirlanda, rector de la Pontificia Universidad Gregoriana de
Roma.
La
inspección, "visita apostólica" en el argot de la Iglesia católica fue notificada a la Congregación a
través de una carta del secretario de Estado de la Santa Sede, Tarcisio Bertone, con fecha 10 de marzo
dirigida al actual líder de los Legionarios de Cristo, el padre Álvaro Corcuera.
El
número dos del Vaticano informa al padre Corcuera que la inspección la
realizará "un equipo de prelados" y afectará a todas las
instituciones de la congregación. Bertone precisa que la inspección es "de
fundamental importancia" y hay que verla "con amplitud de miras y
limpio corazón".
El
Secretario de Estado asegura al padre que los Legionarios "siempre"
podrán contar con la ayuda de la Santa Sede "para que, a través de la
verdad y la transparencia, y en un clima de diálogo fraterno y constructivo, superen
las dificultades existentes".
La
inspección a las instituciones de la congregación se anuncia dos meses después
de que los Legionarios de Cristo confirmaran que Maciel -fallecido en 2008 -
tuvo una amante con la que concibió una hija.
Tras
la misiva de Bertone -pero por alguna razón 20 días después- el padre Corcuera
escribió una carta a todos sus hermanos donde les comunica la iniciativa
ordenada por Benedicto XVI, les dijo: "he agradecido cordialmente al
Pontífice esta ulterior ayuda que nos ofrece para afrontar las actuales
vicisitudes relacionadas con los hechos graves en la vida de nuestro padre
fundador, que ya fueron objeto de las investigaciones de la Congregación para
la Doctrina de la Fe concluida en 2006 y los que han salido a la luz recientemente".
El
sucesor (de momento, ya que seguramente será destituido) de Maciel agrega que
están "profundamente apenados" y pide perdón a quienes se hayan
sentido lastimados por las acciones de Maciel. "Confirmemos nuestra
entrega y elevemos nuestras oraciones para que Dios nos conceda seguir buscando
la santidad a la que Él nos llama y para que podamos llevar a plenitud el
carisma que Él nos ha confiado", concluye el director general.
Años de
investigación sin ningún avance.
En
efecto, las investigaciones al padre Maciel se inician en octubre de 1998 cuando la Congregación para la
Doctrina de la Fe recibió formalmente acusaciones, que en parte -1996 y 1997-
ya se habían hecho públicas en medios impresos y electrónicos, contra Marcial
Maciel “por delitos reservados a la competencia exclusiva del Dicasterio” (en
1997, el periódico norteamericano Hartford Courant, fue el primero que dio a
conocer los abusos sexuales del padre Marcial Maciel.
Dos
medios en México —La Jornada primero y CNI Canal 40, después— dieron espacio a
la denuncia que un grupo de ex miembros de la Legión de Cristo decidió hacer
contra el sacerdote por abusar sexualmente de ellos cuando tenían entre 12 y 17
años de edad).
Y no fue sino
hasta el 20 de febrero de 1999, cuando la abogada Martha Wegan les
dijo a sus clientes que la congregación había aceptado el caso que recibió el
título oficial "Absolutionis complicis (A. Jurado et alii -Rev. Marcial
Maciel Degollado)".
Es conveniente señalar que en junio de ese año
el entonces sacerdote Alberto Athie
envió una carta a Joseph Ratzinger. a través del obispo Carlos Talavera y en ella se narraban algunos testimonios contra
Maciel. Ratzinger –supuestamente- al
leer la misiva le habría dicho a Monseñor Talavera: "Lamentablemente éste
es un asunto muy delicado. El Santo Padre estima mucho al padre Maciel, quien
ha hecho mucho bien a la Iglesia; no es prudente abrir el caso". Punto.
Sin
embargo, dos años después el 30 de abril de 2001, Juan Pablo II promulga el
«motu proprio» «Sacramentorum sanctitatis tutela», por lo que el entonces
prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe, Joseph Ratzinger, autorizó una investigación de las
acusaciones.
Un año después,
el 15 de abril de 2002, el tema resurgió en los medios, esta vez con mayor
fuerza en el programa Círculo rojo, a
cargo de Carmen Aristegui y Javier
Solórzano en canal 2 de Televisa.
Ello quizá obligó –una semana después- a que el padre Maciel emitiera una
declaración para negar las acusaciones y para expresar su disgusto por las
ofensas en su contra de algunos antiguos Legionarios de Cristo., les dijo:
“delante de
Dios y con total tranquilidad de conciencia declaro categóricamente que estas
acusaciones que se hacen contra mí son falsas. Yo nunca he tenido el tipo de
comportamiento abominable del cual me acusan estas personas y no hay nada que
pueda ser más ajeno a mi manera de tratar a las personas, como consta a
cualquiera de los miles de legionarios que me conocen”.
El
caso quedo aparentemente en el limbo varios meses, y no fue sino hasta diciembre de 2004 que las
denuncias fueron reabiertas por instrucciones del mismísimo Joseph Ratzinger,
justo pocos días de Juan Pablo II le hiciera un homenaje a Marcial Maciel por
sus sesenta años de ordenación sacerdotal.
En
efecto, el martes 30 de noviembre ante la presencia de más de siete mil
personas Juan Pablo II animó y bendijo al padre Marcial Maciel Degollado, con
motivo del sexagésimo aniversario de su ordenación sacerdotal.
En
el discurso pronunciado en italiano dijo: “imparto de corazón al querido padre
Maciel y a todos vosotros que estáis aquí presentes una especial bendición
apostólica”.
Atestiguaron
esa bendición papal el obispo del Opus
Dei, Javier Echeverría, el
Cardenal eslovaco Josef Tomko,
prefecto emérito de la Congregación para la Evangelización de los Pueblos, Edmund Szoka, presidente del
Gobernatorato de la Ciudad del Vaticano; el italiano Agostino Cacciavillan, presidente emérito de la Administración del
Patrimonio de la Sede Apostólica; e Ignace
Moussa Daoud, Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales.
Por
parte de México asistieron (en las primeras filas) el obispo legionario de
Cancún, Pedro Elizondo Cárdenas; el
Arzobispo de Durango, Héctor González
Martínez; Emilio Berlie Belaunzarán, obispo de Yucatán, Onésimo Cepeda Silva, obispo de
Ecatepec; el obispo de Cuernavaca, Florencio
Olvera; y el de Tehuantepec, Felipe
Padilla.
Estaban
ahí también el Embajador de México ante la Santa Sede, Javier Moctezuma Barragán; el de Estados Unidos, Jim Nicholson; y
el Gobernador de la Banca Central de Italia, Antonio Fazio.
En
ese momento de los pecados de Maciel nadie dijo nada.
Pero
cualquier analista que observará el ambiente debía concluir que estas
celebraciones en vida a Maciel confirmaban que la congregación era una de los
más cercanas de Juan Pablo II, incluso más cercana que Los Focolares y el Opus
Dei.
Es
más. Unos días antes –el 25 de noviembre- , en un servicio religioso celebrado
el Papa agradeció al padre Maciel – esta vez en voz de Leonardo Sandrí- sus
seis décadas al frente de la Legión de Cristo. "Me siento feliz de unirme
al cántico de loas de agradecimiento al Señor que se eleva por todas las
grandes cosas de estos 60 años de intenso, generoso y prolífico ministerio
sacerdotal", dijo Juan Pablo II en un mensaje a Maciel, leído por el
Arzobispo argentino Leonardo Sandri, entonces sustituto de la Secretaría de
Estado.
La
misa de acción de gracias se celebraba en la Basílica de San Paolo Fuori le
Mura, a la que asistieron unas 4 mil personas. Sentado en el atrio, el fundador
de la Legión agradeció el apoyo brindado por Juan Pablo II en sus 26 años de
Pontificado. "No ha sido un camino fácil. Seguiré orando para continuar
adelante con fidelidad al Señor por el tiempo que él me quiera conceder,
procurando ser, como siempre, un restaurador dócil para la extensión del reino
de Jesucristo en la Tierra", dijo Maciel.
Y
claro en primera fila estaban el Cardenal italiano Ángelo Sodano, Secretario de Estado, Junto a él estaban el
Arzobispo de la Ciudad de México,
Norberto Rivera; el Cardenal español del Opus Dei, Julián Herranz; el colombiano Darío
Castrillón Hoyos, prefecto de la Congregación para el Clero; el español Eduardo Martínez Somalo, Camarlengo de
la Santa Sede, y el ex Arzobispo de Boston, Bernard Law. (acusado años después de haber permitido abusos sexuales).
¡No estuvo
Ratzinger!
Por
cierto no estuvo presente en ninguno de los festejos Joseph Ratzinger. ‘Nadie
se olía lo que vendría unos días después. Obviamente el reabrir el caso causo
una verdadera sorpresa no se podía creer, sobre todo a dos días que el mismo
papa le hiciera tantos homenajes y bendiciones a su amigo Marcial Maciel.
Ello provocó que se reabrieran heridas.
Empero, la decisión estaba tomada. La oficina
de Ratzinger decidió entrevistar a las presuntas víctimas y se nombró un fiscal
especial para el caso el padre maltes Charles
J. Scicluna. Y es que curiosamente el caso no avanzo mientras lo tuvo en
sus manos el subsecretario de la Congregación, monseñor Gianfranco Girotti.
José
Barba me confirmo que ellos fueron notificados de la reapertura del caso el 2
de diciembre por medio de su abogada, la canonista Martha Wegan. Es decir, dos
días después de que Juan Pablo II bendijera a Maciel.
Curiosamente
un mes después, en enero de 2005 -ya muy enfermó Juan Pablo II-, y después de
encabezarlos por 64 años, Marcial Maciel
dejaba de ser el director general de la legión por motivos de edad y “y por
"su deseo de ver florecer en vida a la congregación bajo la dirección de
su sucesor" el sacerdote mexicano Álvaro Corcuera Martínez del Río de 47
años de edad.
El
2 de abril de 2005 a las 21: 37 horas muere Karol Joseph Wojtyla a la edad de
84 años.
Y
e19 de abril Joseph Ratzinger es nombrado Papa y decide adoptar el nombre de
Benedicto XVI; el 13 de mayo, nombra a William
Joseph Levada Núñez nuevo presidente para la Congregación de la Doctrina de
la Fe. Un año después Marcial Maciel Degollado fue invitado por dicha
Congregación al retiro sacerdotal, fue suspendido Ad divinis para ejercer
públicamente su cargo ministerial. La decisión estaba tomada, tenía por lo
menos cuatro meses de haberse resuelto. Seguramente se dio a conocer debido a
que la información se filtro a la revista estadounidense National catholic Reporter.
El
comunicado oficial de la oficina de Prensa del Vaticano: La Stampa, decía:
“Después de haber sometido los resultados de la investigación a atento estudio,
la Congregación para la Doctrina de la Fe, bajo la guía del nuevo prefecto, Su
Eminencia el cardenal William Levada, ha decidido -teniendo en cuenta tanto la
edad avanzada del reverendo Maciel como su débil salud -renunciar a un proceso
canónico e invitar al padre a una vida reservada de oración y penitencia,
renunciando a todo ministerio público. El Santo Padre ha aprobado estas
decisiones. Independientemente de la persona del fundador, se reconoce con
gratitud el benemérito apostolado de los Legionarios de Cristo y de la
asociación Regnum Christi.”
Ese
fue el comunicado, no hubo ningún dictamen de la Congregación, por lo menos no
se dio a conocer en ese momento.
Ante
el Comunicado de la Santa Sede la Legión de Cristo y el Movimiento Regnum
Christi, respondieron: “En relación con la noticia de la conclusión de la
investigación de las acusaciones hechas al padre Marcial Maciel, nuestro
venerado padre fundador, la Congregación de los Legionarios de Cristo informa
cuanto sigue:
1.
El P. Marcial Maciel ha recibido a lo largo de su vida un sinnúmero de
acusaciones. En los últimos años, algunas de ellas fueron presentadas a la
Santa Sede para que abriera un proceso canónico.
2.
Ante las acusaciones hechas en su contra, él afirmó su inocencia y siguiendo el
ejemplo de Jesucristo optó siempre por no defenderse de ninguna manera.
3.
Considerando su avanzada edad y su precario estado de salud, la Santa Sede
decidió no realizar el proceso canónico e «invitar al padre a una vida
reservada de oración y penitencia, renunciando a todo ministerio público».
4.
Él, con el espíritu de obediencia a la Iglesia que siempre lo ha caracterizado,
ha aceptado este comunicado con fe, con total serenidad y con tranquilidad de
conciencia, sabiendo que se trata de una nueva cruz que Dios, el Padre de
Misericordia, ha permitido que sufra y de la que obtendrá muchas gracias para
la Legión de Cristo y para el Movimiento Regnum Christi.
5.
Los legionarios y miembros del Movimiento Regnum Christi, a ejemplo del padre
Maciel y unidos a él, acogemos y acogeremos siempre todas las disposiciones de
la Santa Sede con profundo espíritu de obediencia y fe y renovamos nuestro
compromiso de trabajar con toda intensidad para realizar nuestro carisma de la
caridad y extender el Reino de Cristo sirviendo a la Iglesia.
En
tanto, la Conferencia el Episcopado Mexicano dirigido por Monseñor Carlos Aguiar Retes, emitió un comunicado fechado el 19 de
mayo de 2006 que decía: “La Conferencia del Episcopado Mexicano manifiesta la
plena comunión con el Santo Padre Benedicto XVI en la decisión tomada sobre la
investigación de las acusaciones hechas al padre Marcial Maciel”
Pero
el retiro de Maciel de su actividad sacerdotal y llevar una vida retirada de
rezos y penitencias cayó como un balde de agua fría.
¡Fue
un severo golpe!
Un
castigo que no había recibido ningún fundador de congregación. ‘
La
decisión fue severísima, semejante a degradar a un general de cinco estrellas a
soldado raso y sobre todo para el fundador de una congregación quien
regularmente se muere dirigiéndola.
Sin
embargo, la lectura que nos dejó en ese entonces Benedicto XVI es que no
cumplió como muchos hubieran querido: hacer justicia.
Todo
parecía que la historia concluiría con el retiro de Marcial en 2005, por
motivos de edad avanzada, y después en 2006 con la renuncia a una vida de rezos
y penitencias, y porque no-, tiempo después con su deceso el 29 de enero de
2008 se iniciaría un proceso canónico para elevarlo a los altares. Esa era la
estrategia de los Legionarios.
Basta
ver todos los homenajes que le hicieron después de su muerte –curiosamente dada
a conocer dos días después- sobretodo el de la Universidad Anáhuac que convocó
a miles de integrantes de la congregación Legionarios de Cristo -seminaristas,
benefactores y alumnos de colegios, universidades y escuelas apostólicas- para
darle el “último adiós”.
La
misa fue encabezada por los sacerdotes Jorge
Cortés, Eduardo Robles Gil y Manuel Torres. Participaron 52 sacerdotes
legionarios y 22 de distintas ordenes; por alguna razón no acudieron ninguno de
altos jerarcas de la Iglesia católica.
El
padre Maciel fue sepultado la mañana del sábado 2 de febrero en total
hermetismo; sólo asistieron familiares, miembros de esta congregación y algunos
representantes de la jerarquía católica mexicana.
Según
el comunicado en el que la congregación notificó la muerte, Maciel deseaba un
funeral “en un clima de oración, de forma sencilla y privada”. Maciel Degollado
murió sin pedir perdón a sus víctimas, porque la “gran oportunidad que pudo
haber tenido de reconocer la verdad, de pedir perdón, se fue”.
La
pregunta que hicimos entonces fue ¿qué
pasará después de su muerte de Maciel? Todo apuntaba que se iniciaría la
canonización fast track que estaba preparada. Pero un año después las cosas
cambiaron. La difusión en febrero pasado en el periódico The New York Times y el
reconocimiento de la “doble vida” y de la existencia de una hija fue durísima.
La
divulgación de los “pecados de Maciel” no fue un asunto casual. Seguramente fue
resultado de una presión que desde hace varios meses ejercía la Congregación de
la Doctrina de la Fe de la Santa Sede.
No
es incidental que a mediados de enero de 2009 y antes de llegar a México al
encuentro Mundial de las Familias con la representación papal, el cardenal
Tarcisio Bertone haya visitado Cancún,– la noche del 12 de enero-, donde se
entrevistó en privado con el obispo legionario Pedro Pablo Elizondo Cárdenas.
Seguramente hablaron del tema, al tal grado de que en “círculos eclesiales
circuló la versión de que el cardenal italiano traía un mensaje para la
Legión”.
La
información no podía ocultarse más. El padre Marcial Maciel había llegado
demasiado lejos, había cometido varios pecados, aparentemente el mayor de ellos
fue haber dejado descendencia: una hija. Este sería el último clavo en su cruz.
Benedicto XVI de alguna manera empezaba a cumplir un añejo compromiso hecho en
privado cuando era prefecto de la Congregación para la Doctrina de la Fe: hacer
justicia.
La filtración
periodística
La
“filtración periodística” de The New York Times precipitó los hechos. Pero hay
que precisar que fue un blog –Exlcblog- quien primero filtro la noticia el
lunes 2 de febrero. Scott Reilly, director territorial en Atlanta, Georgia, de
los Legionarios de Cristo, dijo a quienes trabajan con él que tenía información
de que el Padre Maciel había tenido “una amante, al menos un hijo y llevó una
doble vida”.
“la
Legión de Cristo lo ha dejado de considerar su guía espiritual”, concluía el
padre Reilly. Un día después la agencia Catholic News Agency confirmaba la
noticia. Un vocero de los Legionarios, Jim Fair, dijo :“Hemos aprendido algunas
cosas de la vida de nuestro fundador”. “Son sorprendentes y difíciles de
entender. Lo que podemos confirmar es que hubo aspectos inapropiados para un
sacerdote católico”.
Fair
concluyó: “Maciel murió hace un año; lo que haya hecho en la tierra queda ahora
entre él y Dios; serán el juicio y la misericordia de Dios las que se hagan
cargo de él”.
Y
el miércoles 3 de febrero The New York Times publicaba la
noticia. La influyente orden había sido cimbrada por nuevas revelaciones de que
su fundador, Marcial Maciel, había tenido un amorío con una mujer y procreó a una
hija mientras él y su orden se ganaban la aclamación de Juan Pablo II.
El
periódico menciono que antes de la difusión Álvaro Corcuera, visitó
discretamente sus comunidades y seminarios religiosos en EU.
A manera de
conclusión
Es
posible que estos acontecimientos públicos no sean los únicos ni los últimos
hechos que lamentar de la vida del padre Maciel.
Por
último hay un texto que merece la pena destacar denominado “Soy Legionario de
Cristo” fue publicado en Reforma (9/02/2009,) a pocos días de
darse a conocer la noticia de los amoríos de Maciel, está firmado por un
sacerdote de la legión: el Padre Juan
Pedro Oriol Muño, gente muy más cercana al fundador (hijo de Ignacio María
de Oriol y Urquijo, y sobrino de Iñigo Oriol e Ybarra, aquel hombre que en 1946
apoyara a Maciel para trasladar a 36 legionarios, a la Pontificia Universidad
de Comillas, en Santander, España).
Llama
la atención el tono y el dolor en el texto. El Padre Oriol pide perdón a nombre
propia, del superior y de sus hermanos legionarios. Escribe: “En éste y en
muchos medios de comunicación salí en defensa abierta del Padre Maciel, eso sí,
sin juzgar a los que decían lo contrario. Siendo sincero, hubiera dado lo que
fuera por haberlo podido defender aún más. Sí, así fue. Con un dolor que es difícil
describir y del que no quiero hacer el menor alarde, hemos conocido que nuestro
fundador llevaba una doble vida, y dentro de ésta, empiezan a darse a conocer
datos que para nosotros eran impensables y que hoy aún nos cuesta creer que
sean verdad, pero lo son.”
Concluye:
“A los que tienen dudas de nosotros y tienen preparadas las piedras para
arrojarlas, les pedimos que sigan el camino de la verdad y no mezclen mentiras,
que tanto confunden y dañan. Estamos seguros que "la verdad nos hará
libres", y hoy más que nunca los Legionarios de Cristo la aceptamos y
queremos vivirla, cueste lo que cueste, obedeciendo al Papa, sirviendo a la
Iglesia y dando la vida por las almas hasta el final”
El
“golpe de la doble vida de Maciel fue duro, se ve que todavía muchos no lo
creen. Al padre Oriol, le costó trabajo, se percibe en el texto. Y cómo dice
“la verdad nos hará libres”.
No
sabemos qué sorpresas vayan a encontrar los comisionados nombrados por el papa.
Seguramente tendremos algunas. Y aunque inédito, la orden religiosa podría
renunciar o desconocer a su fundador y que Álvaro Corcuera, “heredero” del
puesto renuncie con un claro reconocimiento de que se equivocó. No basta pedir
perdón a quienes ni siquiera fueron capaces de escuchar: “estamos profundamente
apenados y pedimos sincero perdón a Dios y a quienes hayan sido lastimados por
este motivo.”, dijo el padre Corcuera.
Seguramente
una de las consecuencias inmediatas de estos escándalos sea una retirada tanto
de algunos sacerdotes legionarios como de miembros del Regnum Christi.
Todavía
no lo podemos medir.
La
orden hasta ahora solo ha reconocido hasta ahora el “mal menor” que es el
asunto de los affaires amorosos y la existencia de descendencia directa del
padre Maciel, pero quizás falta el tema más espinoso y duro de aceptar y
reconocer, que son las acusaciones de pederastia. Hay claros indicios de que
varios legionarios conocían desde antes de la muerte del padre Maciel su pasado
pecaminoso. No es azaroso que en 2007, en una acción sin precedentes en la historia
del papado, Benedicto XVI revocará dos votos privados que los legionarios
tenían ante la misma orden. Así, desparecieron por decreto el voto que impedía
a los religiosos, primero, que criticaran cualquier aspecto de la persona del
superior, incluido su carácter moral, y segundo, que desearan cargos en la
congregación y por supuesto maquinar de cualquier modo para conseguirlos.
De
los comisionados conocemos al Obispo de Tepic
Watty Urquidi Urquidi. Hombre serio, un pastor sin protagonismo mediático;
en 2005 cuando era obispo de Nuevo Laredo emitió junto con otros prelados de la
región Pastoral Noreste la declaración Narcotráfico y Violencia Social.
Monseñor Watty por cierto pertenece a la Comunidad del Espíritu Santo, de la
que fue su Superior; muchos años fue cercano al Cardenal Ernesto Corripio
Ahumada, debido a que fue su obispo auxiliar. De su experiencia en estas cosas
debemos decir que fue dentro de la CEM Presidente de la Comisión Episcopal para
los Religiosos, y Vocal de la Comisión Episcopal para la Doctrina de la Fe.
¿Quiénes
son los Visitadores? ¿Cómo y cuándo realizarán su visita?, se preguntan los LC,
ellos mismos responde en su página web:
“Estamos
todavía a la espera de una notificación de la Santa Sede con estos datos. Muy
probablemente la Visita Apostólica iniciará después de Pascua y durará algunos
meses.”
¿Qué
implicaciones tiene la Visita Apostólica para la vida de la congregación y de
sus miembros?
“Durante
el tiempo de la Visita Apostólica nuestra vida y nuestro apostolado seguirán su
curso ordinario. Además estaremos a disposición para acoger con fe y espíritu
sobrenatural a los Visitadores en nuestros centros y obras, colaborando con
ellos y facilitando su misión.“
Al
margen:
Según
datos del L’Osservatore Romano, los legionarios y los miembros del movimiento
Regnum Christi –brazo seglar de la orden, en el que participan laicos y
sacerdotes– controlan 150 colegios, 21 institutos superiores y nueve
universidades. En México la más representativa es la Universidad Anáhuac.
Cuenta
con 760 sacerdotes y más de 2500 seminaristas, en 125 casas religiosas y
centros de formación. Dirigen más de 600 centros dedicados a la formación y
trabajo apostólico de los laicos.
Varias
fuentes indican que la Legión de Cristo tiene un presupuesto de 650 millones de
dólares) y para atraer a jóvenes seminaristas a su causa.
La
carta de Tarciso Bertone a los Legionarios Comunicado de Los Legionarios de
Cristo al hacer públicas la carta de una visita apostólica
La
web de Los Legionarios de Cristo, dice: "Deseamos compartir con los
miembros del Regnum Christi y con todos nuestros hermanos y amigos en Cristo
las dos cartas que anuncian una Visita Apostólica a las instituciones de los
Legionarios de Cristo. Invitamos a nuestros lectores a seguir acompañándonos
con sus oraciones y con su colaboración para que esta ayuda especial del Santo
Padre redunde en frutos de auténtica entrega a Dios y de fecundidad apostólica
al servicio de la Iglesia. Al final de este artículo se encuentran algunas
preguntas y respuestas sobre la Visita Apostólica."
¡Venga
tu Reino! CONGREGATIOLEGIONARIORUM CHRISTI
DIRECTOR
GENERALIS
***
Las
cartas
Roma,
29 de marzo de 2009
A
todos los legionarios de Cristo
Muy
estimados en Jesucristo:
Con
profunda gratitud hemos experimentado en este período de la vida de nuestra
congregación la cercanía de la Santa Sede. El Papa y sus más estrechos
colaboradores nos han confirmado en nuestra misión al servicio de la Iglesia y
nos han ofrecido, con solicitud paternal, su consejo y apoyo.
Deseo
compartir con ustedes la carta que me escribió el Eminentísimo Cardenal
Secretario de Estado de Su Santidad el pasado 10 de marzo (cf. anexo).
Ahí
el Cardenal Tarcisio Bertone nos asegura que el Santo Padre nos renueva su
cercanía, “su solidaridad y su plegaria”, y nos comunica que el Papa ha
decidido que se lleve a cabo una Visita Apostólica de las instituciones de los
Legionarios de Cristo.
He
agradecido cordialmente al Santo Padre esta ulterior ayuda que nos ofrece para
afrontar las actuales vicisitudes relacionadas con los hechos graves en la vida
de nuestro padre fundador que ya fueron objeto de las investigaciones de la
Congregación de la Doctrina de la Fe concluidas en mayo de 2006, y los que han
salido a la luz más recientemente.
Estamos
profundamente apenados y pedimos sincero perdón a Dios y a quienes hayan sido
lastimados por este motivo. Llenos de confianza en la Providencia divina y en
nuestra Madre, la Iglesia, que vela por el auténtico bien de sus hijos, nos
disponemos ahora a acoger a los visitadores Apostólicos que, a lo largo de los
próximos meses, vienen a conocer de cerca la vida y el apostolado de la Legión
de Cristo. Confirmemos nuestra entrega y elevemos nuestras oraciones para que
Dios nos conceda seguir buscando la santidad a la que Él nos llama y para que
podamos llevar a plenitud el carisma que Él nos ha confiado. Que María
Santísima nos acompañe y nos lleve a amar cada día más a su Hijo Jesucristo.
Suyo
afmo. en Cristo y la Legión,
P.
Álvaro Corcuera, L.C.
Anexo:
Carta de S. E. R. Cardenal Tarcisio Bertone
*
* * * * *
Secretaria
de Estado
Primera
Sección – Asuntos Generales Vaticano, 10 de marzo de 2009
Reverendo
Padre,
En
la Santa Cuaresma, tiempo de gracia y salvación, me es grato recordar que son
muchos los que se están beneficiando de las obras educativas y apostólicas que
los Legionarios de Cristo promueven en diversas partes del mundo, movidos por
el deseo de establecer, según las exigencias de la justicia y la caridad, el
Reino de Cristo entre los intelectuales, profesionales y personas comprometidas
en la acción social y en la enseñanza.
Puesto
que esta misión es de fundamental importancia y merece la pena consagrarse a
ella con amplitud de miras y limpio corazón, quisiera transmitirle, como
Director General, que Su Santidad Benedicto XVI renueva a los Legionarios de
Cristo, a los miembros del Movimiento Regnum Christi y a cuantos les son
cercanos espiritualmente, su solidaridad y su plegaria en estos momentos
delicados.
El
Santo Padre, consciente de los altos ideales que los animan, y de la entereza y
espíritu de oración con que están afrontando las actuales vicisitudes, los
alienta a seguir buscando el bien de la Iglesia y de la sociedad, mediante las
iniciativas e instituciones que les son propias. A este respecto, podrán contar
siempre con la ayuda de la Santa Sede, para que a través de la verdad y la
transparencia, en un clima de diálogo fraterno y constructivo, superen las
dificultades existentes.
En
este sentido, el Papa ha decidido llevar a cabo por medio de un equipo de
Prelados una Visita Apostólica a las instituciones de los Legionarios de Cristo.
A la vez que me uno a los sentimientos del Sumo Pontífice, encomiendo a todos
los Legionarios y miembros del Movimiento Regnum Christi a la maternal
protección de Nuestra Señora de Guadalupe, y aprovecho la ocasión para
reiterarle el testimonio de mi consideración y estima en Cristo.
Cardenal
Tarcisio Bertone
Secretario
de Estado de Su Santidad
____________________________________________
Rev.do
P. Álvaro CORCUERA MARTÍNEZ DEL RÍO, LC
Director
General de los Legionarios de Cristo
Via
Aurelia, 67700165 Roma
No hay comentarios.:
Publicar un comentario