Navarro Valls: 'La
oración era para Juan Pablo II como respirar'
El ex portavoz
vaticano subraya que los tres rasgos de la santidad del papa Wojtyla fueron
rezar, trabajar y sonreír
NOta de la agencia de noticias Zenit, Ciudad del Vaticano,
25 de abril de 2014
(Zenit.org) H. Sergio Mora | 27 hits
El portavoz durante
22 de los 26 años que duró el el pontificado de Juan Pablo II, el español
Joaquín Navarro Valls, ha destacado hoy que una persona que rezaba como el
Pontífice polaco "estaba en contacto directo con Dios y por tanto era ya
santo". “Desde los primeros tiempos, cuando estaba cerca de él, cuando
trabajaba con él, y desde las primeras veces que lo vi sencillamente rezar; en
esos momentos tuve rápidamente la certeza de que este hombre era un santo”, ha
asegurado.
La Oficina de Prensa
de la Santa Sede ha invitado esta mañana al Dr. Navarro Valls a ofrecer una
rueda de prensa por ser una de las personas más cercanas al beato Juan Pablo II
de cara a su canonización, junto con el papa Juan XXIII, el próximo domingo.
Durante su
intervención, el ex portavoz vaticano ha subrayado que los tres rasgos de la
santidad del papa Wojtyla fueron: "rezar, trabajar y sonreír", pero
sobre todo ha valorado su manera de orar. "La oración era para él como
respirar, era constante, necesaria e intensa", ha explicado Navarro Valls,
quien ha recordado entre las varias anécdotas, vividas personalmente, esta
característica del Papa polaco, que a veces se olvidaba de quién estaba a su
lado y no se daba cuenta del tiempo que pasaba, debido a su total concentración
en la oración.
En esta misma línea,
ha relatado que Juan Pablo II se paraba en la capilla cercana a su comedor para
rezar tres minutos antes y después de cenar, y ha desvelado que Karol Wojtyla
rezaba "teniendo en la mano pequeños trocitos de papel". "En una
ocasión, le pregunté a su secretario: '¿Qué diablo son esos papelitos?'",
ha revelado. En esos pedacitos de papel, que se encontraban en el reclinatorio
de su capilla privada, sus colaboradores habían escrito, por petición del Papa
polaco, el nombre y la causa por la que le pedían rezar en las numerosas cartas
que recibía cada día. "El papa rezaba por las necesidades de los demás,
jamás por sí mismo", ha apuntado.
En algunos días de
sus vacaciones en el Valle de Aosta, localidad italiana de la cordillera de los
Alpes, la luz de la capilla de la casa donde se alojaba permanecía encendida
desde las tres de la mañana hasta el amanecer, ha rememorado. "No sabía
perder un minuto sin dedicarlo a rezar. Para ello no tenía nunca prisa",
ha insistido.
Navarro Valls ha
subrayado también el "gran sentido del humor del pontífice" y su
sonrisa siempre presente. "Una de las cosas más tristes para mí fue cómo
debido a la enfermedad de Parkinson desapareció la sonrisa de su rostro",
ha asegurado y ha enfatizado que "un santo nunca puede ser triste" y
Juan Pablo II siempre sonreía. "A pesar de sus problemas de salud, de la
cantidad de problemas que llegaban a su escritorio…nunca le faltó el buen
humor", ha añadido.
Además, el estrecho
colaborador del Papa polaco ha explicado que "la santidad no existe en
abstracto, en el testimonio bíblico se dice que solamente Dios es Santo, la
Iglesia no hace santos, confirma la vida de santidad que la persona llevó en
esta tierra". En este sentido, ha apuntado que "si alguien quiere ser
santo deberá comenzar lo antes posible. Porque una vez que muera no tendrá
nunca más esa oportunidad".
Por último, el ex
portavoz vaticano ha afirmado que "Juan Pablo II tenía una capacidad
enorme para el trabajo. Un trabajo que era intenso e increíble. Era el trabajo
de un santo". "Les puedo decir que en mi vida no he visto a nadie que
trabajará como él. Juan Pablo II no sabía físicamente como perder un solo
minuto, pero jamás tenía afán", ha proseguido. Y ha concluido reconociendo
que "sus colaboradores tuvieron que aprender a llevar ese estilo de vida y
él tenía una capacidad enorme de conectar las cosas más pequeñas a los valores
más grandes".
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