Pederastia; el Papa pide «¡castigar severamente a
los abusadores!»
Vatican Insider, 01/05/2016/
DOMENICO
AGASSO JR.
El
tono y la mirada son duros e intransigentes, como sus palabras (que pronunció
sin leer el texto que había preparado): la pederastia es «una tragedia. No
debemos tolerar los abusos contra los menores. ¡Debemos defenderlos y debemos
castigar severamente a quien los abusadores!». Lo dijo Papa Francisco durante
el Regina Coeli de hoy, primero de mayo, en la Plaza San Pedro al saludar a la
Asociación Meter. Para el Pontífice también fue la ocasión para un nuevo
llamado al cese de las hostilidades en Siria. Además, antes de la oración
mariana, subrayó: «Que la paz de Jesús surja de la victoria sobre el egoísmo
que nos impide amarnos como hermanos».
«El
Evangelio de hoy nos vuelve a llevar al Cenáculo —comenzó el Papa. Durante la
Última Cena, antes de enfrentar a la pasión y la muerte en la cruz, Jesús
promete a los Apóstoles el don del Espíritu Santo, que tendrá la tarea de
enseñar y de recordar sus palabras a la comunidad de los discípulos».
Mientras
está «por volver al Padre, Jesús preanuncia la venida del Espíritu que ante
todo enseñará a los discípulos a
comprender cada vez más plenamente el Evangelio, a acogerlo en su existencia y
a hacerlo vivo y operante con el testimonio. Mientras está por confiar a los
Apóstoles – que justamente quiere decir
“enviados” – la misión de llevar el
anuncio del Evangelio por todo el mundo, Jesús promete que no se quedarán
solos: el Espíritu Santo, el Paráclito,
estará con ellos, a su lado, es más, estará en ellos, para defenderlos y
sostenerlos».
Y
después, Cristo vuelve «al Padre pero sigue acompañando y enseñando a sus
discípulos mediante el don del Espíritu Santo».
El
obispo de Roma observó que «el segundo aspecto de la misión del Espíritu Santo
consiste en el ayudar a los Apóstoles a recordar las palabras de Jesús. El
Espíritu tiene la tarea de despertar la memoria, recordar las palabras de
Jesús». Además, «el divino Maestro ha comunicado ya todo aquello que pretendía
confiar a los Apóstoles: con Él, Verbo encarnado, la revelación es completa. El
Espíritu hará recordar las enseñanzas de Jesús en las diversas circunstancias
concretas de la vida, para poderlas poner en práctica». Y es lo que sucede
todavía hoy, explicó el Papa, «en la Iglesia, guiada por la luz y la fuerza del
Espíritu Santo, para que pueda llevar a todos el don de la salvación, o sea el
amor y la misericordia de Dios».
Francisco
exclamó: «¡No estamos solos: Jesús está cerca de nosotros, en medio de
nosotros, dentro de nosotros! Su nueva presencia en la historia ocurre mediante
el don del Espíritu Santo, por medio del cual es posible instaurar una relación
viva con Él, el Crucificado Resucitado. El Espíritu, difundido en nosotros con
los sacramentos del Bautismo y de la Confirmación, actúa en nuestra vida. Él nos guía en la forma de
pensar, de actuar, de distinguir qué cosa es buena y qué cosa es mala; nos
ayuda a practicar la caridad de Jesús, su donarse a los demás, especialmente a los más necesitados».
El
Pontífice insistió: «¡No estamos solos! Y la señal de la presencia del Espíritu
Santo es también la paz que Jesús dona a sus discípulos: ‘Les doy mi paz’. Ella
es diferente de aquella que los hombres se desean e intentan realizar. La paz de Jesús brota de
la victoria sobre el pecado, sobre el egoísmo que nos impide amarnos como
hermanos». La paz del Hijo d Dios es don del Señor «y signo de su presencia».
Después
del Regina Coeli, el Papa dirigió un «cordial saludo va a nuestros hermanos de
las Iglesias de Oriente, que celebran hoy la Pascua. ¡Que el Señor resucitado
brinde a todos los dones de su luz y de su paz: Christos anesti!».
Una
vez más el dolor del Papa por la trágica situación humanitaria en Siria y un
nuevo apremiante llamado: «Recibo con profundo dolor las noticias dramáticas
provenientes de Siria, que se refieren a la espiral de violencia que sigue
agravando la ya desesperada situación humanitaria del país, en particular en la
ciudad de Alepo, cobrando víctimas inocentes, incluso entre los niños, los
enfermos y los que con gran sacrificio están comprometidos en prestar ayuda al
prójimo. Exhorto a todas las partes implicadas en el conflicto a respetar el
cese de las hostilidades y a fortalecer el diálogo en curso, único camino que
conduce a la paz».
En
la víspera de la apertura en la Ciudad Eterna de la Conferencia internacional
dedicada al desarrollo sostenible y al trabajo, el Papa recordó la inalienable
dignidad humana y laboral y la tutela del medio ambiente: «Mañana se inaugura
en Roma la Conferencia Internacional sobre el tema ‘El desarrollo sostenible y
las formas más vulnerables de trabajo’. Deseo que este evento pueda
sensibilizar a las autoridades, a las instituciones políticas y económicas y a
la sociedad civil, para que se promueva un modelo de desarrollo que tenga en
cuenta la dignidad humana, en el respeto de las normas laborales y del medio
ambiente».
El
Papa Francisco alentó a la Asociación italiana ‘Meter’, que desde 1995,
promueve, el uno de mayo, una Jornada dedicada a los menores víctimas de
violencias, contra la explotación, la indiferencia y la pederastia. Y que
también este año, con el lema ‘Niños, levántense’, estaba presente con su
fundador, el sacerdote Fortunato Di Noto, y numerosos asociados, en la Plaza de
San Pedro, para rezar con el Santo Padre: «Saludo a la Asociación ‘Meter’, que
desde hace tantos años lucha contra toda forma de abuso de menores. ¡Ésta es
una tragedia! ¡No debemos tolerar los
abusos contra los menores! ¡Debemos defender a los menores y debemos castigar
severamente a los abusadores! ¡Gracias por su compromiso y sigan adelante con valentía
en esta obra!».
No hay comentarios.:
Publicar un comentario