El ISIS redobla su ofensiva terrorista ante la
pérdida de terreno del califato
La ola de atentados de la última semana causa unos 300 muertos en varios países
Natalia
Sancha
El País, Beirut
4 JUL 2016
Al
tiempo que el Estado Islámico (ISIS, por sus siglas en inglés) pierde
territorio en Siria e Irak, sus secuaces incrementan el número y envergadura de
ataques fuera de las fronteras del califato. En tan solo una semana y
finalizando el Ramadán (mes sagrado de ayuno musulmán), el ISIS ha matado a
unas 300 personas en la ola de atentados suicidas que ha sacudido Turquía (44
muertos), Bangladés (20), Irak (entre 165 y 213 según las fuentes), Yemen (40)
y Líbano (5). Desde que Abu Baker el Bagdadi anunciara la creación de su
particular califato en junio de 2014, y por lo tanto la escisión definitiva de
su mentor Al Qaeda, el ISIS ha perpetrado un centenar de atentados fuera de
Siria e Irak, segando la vida de más de 1.400 personas.
“El
ISIS necesita mantener una imagen de éxito y victorias para atraer seguidores.
Si no puede decir que está construyendo un Estado Islámico, y si de hecho está
perdiendo ese estado, necesita ganar en otros sitios”, valora en una entrevista
vía correo electrónico Daniel Byman, analista en el Brookings Institute.
En
Siria, el ISIS pierde terreno y efectivos. El Ejército regular sirio, las
milicias kurdas y rebeldes así como los bombarderos de la coalición
internacional liderada por Estados Unidos amenazan a los yihadistas en su propia
capital, Raqa.
En
Irak, el Ejército nacional recuperó la estratégica localidad de Faluya,
expulsando al ISIS y abriendo el camino para hacerles frente en Mosul. “ISIS ha
perdido el 45% del territorio que controlaba en Irak y el 20% del sirio”, cifró
el Coronel Steve Warren, portavoz del operativo internacional lanzado contra el
ISIS bajo el liderazgo de Washington.
Debilitado
en su territorio, el Estado Islámico se lanza en la guerra global, confirmando
el giro en su modus operandi que inició con la masacre de París en noviembre de
2015. Su internacionalización abre tanto nuevos desafíos para sus líderes, como
incógnitas en la lucha antiterrorista. “Implica un reto económico y un dilema
estratégico para el ISIS a la hora de priorizar qué objetivos y qué grupos
yihadistas financiar. Una expansión que también conlleva una mayor exposición a
los servicios de inteligencia en la lucha contra el terrorismo”, apostilla
Byman.
Cronología de los principales ataques del ISIS
Son
ya 60 las naciones que se han sumado a la guerra internacional contra ISIS, sin
por ello tener muy claro la naturaleza del enemigo al que se enfrentan. Con
lobos solitarios como el del ataque de Orlando (Estados Unidos), grupos
yihadistas locales como Jamaat al Muyahidin en Dacca (Bangladés), o redes
afiliadas extranjeras en Estambul (Turquía), ISIS diversifica tanto su
logística como estrategia. “Los lobos solitarios siguen siendo el mayor desafío
para los servicios de inteligencia en la lucha contra el terrorismo. Son más
difíciles de monitorear que las redes ya asentadas, como en Turquía, a las que
llevan años siguiéndoles la pista”, puntualiza Maya Yahia directora del Centro
Carnegie de Beirut.
En
los dos años de existencia del ISIS, la guerra que libran los bombarderos
occidentales desde el cielo y las botas de milicianos y soldados regulares
sobre el terreno, ha logrado acabar con un tercio de los 35.000 yihadistas que
se estiman conforman sus filas. A pesar de que los expertos coinciden en que el
ISIS recluta menos y pierde territorio, el grupo se impone como líder
ideológico en la lucha yihadista y ello ampliando su presencia en terceros
países sumidos en guerras fratricidas. “La vía militar no es en absoluto la
solución para deshacerse del ISIS. Mientras prevalezcan las causas por las que
se enlistan en sus filas miles de jóvenes frustrados sujetos a gobiernos
represivos, a un vacío de legitimidad política y religiosa, o al deficiente
sistema educativo entre otros, el ISIS seguirá existiendo. Y si se le expulsa
físicamente de Irak o Siria, otro ISIS bajo otra forma vendrá a ocupar su
lugar”, advierte Yahia.
¿Hacia
una re-Alqaedización del ISIS?
Los
atentados perpetrados esta semana por ISIS confirman un giro en su estrategia.
Sin embargo, éste ha sufrido numerosas metamorfosis desde que se gestara una
década atrás su primera versión en un centro de detención clandestino de Irak,
Camp Bucca, hasta devenir lo que hoy se conoce como Estado Islámico.
Inicialmente embarcados en una guerra de guerrillas contra el enemigo cercano:
los gobiernos de Siria e Irak, el caos generado por el conflicto sirio ha
permitido que amplíe sus objetivos en una guerra total contra milicias kurdas y
rebeldes. ISIS se distanció precisamente de su mentor Al Qaeda al que acusó de
priorizar los objetivos internacionales, para emprender una campaña de
exterminio contra toda minoría religiosa en la región, con un especial fervor
contra los musulmanes chiíes.
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