Réplica / Responde Joaquín Vargas a Carmen
Aristegui
Reforma, 25 de julio de 2016
Réplica
Sr. Director:
Me refiero a las afirmaciones realizadas
por la Señora Carmen Aristegui, publicadas en su prestigiado diario el pasado
viernes 22 de julio. En este artículo, la periodista reitera que su separación
de MVS Radio fue motivada por su investigación sobre la llamada "Casa
Blanca". En él acusa a "un empresario de los medios de
comunicación" de participar en "la maquinación para expulsar a todo
un equipo de periodistas del aire". La autora ha repetido esta falsa tesis
en foros internacionales y en el prólogo del libro "La casa blanca de Peña
Nieto".
Vale la pena recordar que el 4 de
septiembre del año pasado, la Señora Aristegui publicó en el periódico Reforma
el artículo "La Casa Blanca de EPN", haciendo la misma acusación. A
lo que el director de Noticias MVS replicó con firmeza y argumentos
contundentes. En aquella ocasión la periodista prefirió quedarse callada y no
contraargumentar.
La relación entre MVS y la conductora no
acabó por intrigas ni "maquinaciones". Así lo he dicho y lo seguiré
afirmando. Carmen Aristegui abusó de la confianza depositada en ella cuando
comprometió a MVS en alianzas con terceros, sin tan siquiera, consultarlo con
la administración de la empresa. Éste es el motivo del rompimiento y no el
contenido de sus investigaciones. Cabe señalar que suerte semejante hubiese
seguido cualquier ejecutivo, periodista o conductor de la empresa que cometiese
acto similar. La demanda mercantil promovida por MVS en abril de 2015 se refiere
a ese abuso de confianza.
En respuesta, la Señora Aristegui ha
imputado a mi persona falsedades y diversos calificativos dañando mi honor y
prestigio. Como si lo anterior fuese poco, la conductora ha llegado al extremo
de alimentar con mentiras su fantasiosa tesis sobre las razones que motivaron
su salida, es por esas mentiras que procedí hace dos meses a presentar la
demanda por daño moral, de la que hoy se duele.
No faltó quien me aconsejó callar y
"dejarla pasar" frente a las acusaciones que Carmen Aristegui me
imputa. Nunca he sido de esa idea y lo he acreditado fehacientemente en
circunstancias extremas y de cara a la opinión pública. Sé que tengo la razón y
digo la verdad, por ello promoví la demanda que en su parte esencial invita a
la conductora a probar sus afirmaciones o a retractarse públicamente. Si a ella
lo que le preocupa es el dinero, a mí lo que me ocupa es mi prestigio. Estoy
consciente que la buena fama es uno de los pocos bienes que puedo llevarme a la
tumba.
Finalmente una importante precisión
respecto a Editorial Grijalbo (Penguin Random House). Simplemente solicité al
Poder Judicial que, en caso de que la sentencia me sea favorable, las próximas
ediciones del libro se publiquen sin el prólogo injurioso a mi persona. El
resto del contenido del libro no es motivo de mi demanda, sino producto de una
extraordinaria investigación periodística.
Atentamente
Joaquín Vargas Guajardo
#
Carmen Aristegui F. / #LaCasaBlanca
Reforma, 22 de julio de 2016..`
La mañana de ayer se realizó, en la
editorial Random House, un encuentro con periodistas, escritores y editores de
libros. Se habló del perdón de Peña Nieto por la Casa Blanca; de demandas,
acosos judiciales y peligros para la libertad de expresión.
El presidente de México pidió perdón esta
semana por el tema de la Casa Blanca. Se refería a la investigación con la cual
se dio a conocer la existencia de una lujosa mansión, en posesión del
mandatario mexicano y su familia, resguardada por el Estado Mayor Presidencial.
La Casa Blanca, valuada en 7 millones de
dólares se diseñó al gusto y necesidades del hoy presidente de la República.
Fue construida y financiada por Juan Armando Hinojosa Cantú, el empresario que
ha visto crecer su fortuna a punta de contratos obtenidos durante los gobiernos
de Peña Nieto.
El Presidente dijo que cometió un
"error" con la Casa Blanca, que "afectó a su familia, que
lastimó la investidura presidencial y que dañó la confianza en el
gobierno". Hasta ahí, el acto de contrición sin consecuencias. En
cualquier otro país con un verdadero Estado de derecho, se hubiera realizado
una investigación independiente, un impeachment o un juicio político y, muy
probablemente, el mandatario se hubiera visto obligado a renunciar.
En México, no. En México, el Presidente
sigue en funciones y los periodistas que participamos en la investigación de la
Casa Blanca, y alentamos el debate sobre sus graves repercusiones, fuimos
echados del aire de la radio mexicana.
Hemos decidido desarrollar un proyecto
propio, independiente, desde el espacio digital, pero al momento de anunciar
esta intención, se intensificó el acoso, el hostigamiento y la persecución
judicial con la que se ha castigado nuestro trabajo.
En las últimas semanas se han acumulado en
nuestra contra varias demandas judiciales que llegan a niveles insospechados.
A la primera demanda, presentada hace más
de un año, con el propósito de aniquilar un contrato vigente, se han ido
sumando otras, a cuál más descabellada.
Hoy se pretende, por la vía judicial,
mutilar el libro: La Casa Blanca de Enrique Peña Nieto, exigiendo la
eliminación de su prólogo. Se demanda a quien lo escribió y a la editorial que
se atrevió a publicarlo.
Vía una demanda por daño moral -prima
hermana de la que presentó Moreira contra Sergio Aguayo- se pide un
resarcimiento económico indeterminado, que se antoja millonario, y se pretende
prohibir que se hable de ese prólogo en la radio, la televisión y en
conferencias. De lo que se trata es de intimidar, de fastidiar y de impedir que
estos periodistas sigan haciendo su trabajo. El prólogo que se pretende
censurar denuncia cuán dócil y sumisa puede ser una empresa de comunicación
frente a presiones políticas, mandatos de aniquilación y censura.
Una vez más, vemos cómo los hilos del
poder se extienden hasta un empresario de los medios de comunicación que ha
sido partícipe de la maquinación para expulsar a todo un equipo de periodistas
del aire y desatar una andanada judicial en su contra.
En México, el Presidente pide perdón por
la Casa Blanca, y a los periodistas que la investigaron se nos acosa
judicialmente. Se nos amenaza con causarnos un daño patrimonial y se pretende
imponer una mordaza por expresar nuestras ideas.
¿De qué perdón estamos hablando,
presidente Peña Nieto? ¿Cuál es el verdadero alcance de sus palabras? ¿Pide
perdón por la Casa Blanca, pero se sigue persiguiendo a los periodistas que la
investigaron? ¿Pide perdón por la Casa Blanca, pero no cesan los ánimos de
venganza?
Del golpe de censura que ocurrió por la
divulgación del reportaje no se hizo cargo el Presidente en su discurso. Habló
de la "gran indignación" que causó en la sociedad y de cómo sintió en
carne propia la "irritación de los mexicanos" por la Casa Blanca. Del
golpe de censura a los periodistas, ni media palabra.
Lo menos que esperaríamos, después del
perdón pedido por Peña, es que se frene el hostigamiento y el acoso judicial.
México tiene derecho a tener periodistas fuertes, libres, independientes y
críticos. No periodistas acosados, intimidados y perseguidos haciendo, para
ello, mal uso del sistema judicial.
No hay comentarios.:
Publicar un comentario