29 mar 2017

Yo soy el Obispo, no soy el fiscal..; Mons. Rangel

Obispo de Chilpancingo dice no tener obligación de denunciar a líderes del crimen.
Radio Fórmula con Denise Maerker
27 de Marzo, 2017
El obispo de Chilpancingo-Chilapa, en Guerrero, Salvador Rangel Mendoza, confirmó que sí tuvo encuentros con algunos líderes del crimen organizado porque muchos de los sacerdotes estaban siendo amenazados, incluso hasta de muerte.
En entrevista con Denise Maerker monseñor recordó, "desde que llegó a la diócesis hace un año con ocho meses, mi gran preocupación era fomentar la paz, la concordia, el diálogo y la tolerancia, en ese sentido yo al ver que habían amenazado algunos sacerdotes, uno de manera muy grave, me di a la tarea de ir viendo a esas personas y dialogar con ellas".
Indicó el representante de la Iglesia Católica que un sacerdote fue amenazado de muerte, y les explicó que con esa muerte no era como se arreglarían las cosas, más bien se empeorarían las cosas e iban a quedar mal con el pueblo, con la iglesia y tener problemas con el mismo gobierno.

Mencionó que fue directamente a buscar a esas personas, y esos contactos se hicieron a través "de amigos de ellos y amigos míos, que yo quería hablar con ellos, y ellos me aceptaron la invitación y por eso pude dialogar por lo menos con dos de estas personas y una vez escuchándolos a ellos, realmente quieren vivir en paz, tranquilos y quieren el desarrollo de sus comunidades".
El representante religioso agregó que una vez que vio que todo iba saliendo bien, vio la oportunidad de relacionarse con algunos otros, "y yo puedo decir que en general son personas que buscan la paz, la tranquilidad y creo que como iglesia, como obispo debo buscar eso, el diálogo y la paz" y precisó que no ha tenido reunión con el grupo de Los Rojos.
Asimismo, precisó que la mayoría de las ejecuciones que se dan es por el ajuste de cuentas que a veces se llevan a otros civiles, y expresó que no está de acuerdo con esa crueldad de quitar la vida sin ninguna razón a las personas, "pero lo que sí digo, es que vale la pena entablar un diálogo, vernos las caras, escuchar sus razones por qué obran así, porque casi la totalidad de Guerrero está en manos del narcotráfico y así como hay violencia, hay zonas muy pacíficas, pero ciertamente controladas por el narcotráfico y en toda esa zona de Chilapa, Zitlala, hay otro grupo con el que no nos hemos podido poner en contacto con ellos".
Dijo que la solución en la entidad es tener un desarrollo social porque hay mucha pobreza, y es gente que no tiene otra manera de sobrevivir y por eso siembran la amapola y mariguana.
Señaló que, como representante de la Iglesia Católica, no tiene una solución en la mano, pero sí los invita a que no asesinen, a que no secuestren y no hagan fechorías.
Sobre la petición de las autoridades de que declare sobre la información que tiene de esos grupos delincuenciales, el prelado expuso: "yo estoy haciendo mi labor pastoral, yo soy el obispo no soy el fiscal, creo que le toca a él investigar o ver las cosas, yo soy un simple instrumento de diálogo, de acercamiento, porque yo tampoco tengo la obligación de llevar a las personas o denunciar a las personas, si se han abierto conmigo, si han sido sinceros conmigo, yo tengo que ser leal con ellos".
Por último, se preguntó ¿a dónde están los malos?, aquellos que tienen la ley o aquellos que la quebrantan, "yo creo que son tan malos los pintos como los colorados". 
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México: Obispo se reúne con grupos criminales para proteger a sacerdotes amenazados
Por Eduardo Berdejo
CIUDAD DE MÉXICO, 29 Mar. 17 / 12:36 pm (ACI).- El Obispo de Chilpancingo-Chilapa, en el estado mexicano de Guerrero, Mons. Salvador Rangel Mendoza, tuvo un reciente encuentro con grupos criminales con el objetivo de proteger a los sacerdotes que estaban siendo amenazados de muerte.
En declaraciones a Radio Fórmula, el Prelado dijo que desde que llegó a la diócesis hace un año con ocho meses su gran preocupación ha sido “fomentar la paz, la concordia, el diálogo”. “En ese sentido, al ver que habían amenazado a algunos sacerdotes, incluso uno de manera muy grave, me di a la tarea de ir viendo a estas personas (los líderes de los grupos criminales) y dialogar con ellas”, indicó.
Mons. Rangel relató que se contactó a través de terceras personas y que en sus encuentros dijo a los líderes de estos grupos que “con esa muerte (del sacerdote) no podíamos arreglar nada”, sino que se empeoraban las cosas en el estado. “Como Obispo debo buscar el diálogo y la paz”, afirmó el 27 de marzo.
Aclaró que no se ha reunido con todos los grupos violentos presentes en la zona y que existe la necesidad de “entablar un diálogo”. Recordó que “casi la totalidad de Guerrero está en manos del narcotráfico” y que la solución pasa también por “un desarrollo social” de la población más pobres, en la cual deben involucrarse las autoridades.
Sobre el pedido de las autoridades locales para que brinde información sobre estos grupos, el Prelado señaló que “yo estoy haciendo mi labor pastoral. Yo soy el Obispo, no soy el fiscal. Creo que le toca a él investigar”.
“Soy un simple instrumento de diálogo, de acercamiento, porque yo tampoco tengo la obligación de llevar a las personas o denunciar a las personas. Si se han abierto conmigo, si han sido sinceros conmigo, yo tengo que ser leales con ellos”, expresó.
Por su parte, en declaraciones brindadas ayer 28 a ACI Prensa, el vocero de la Diócesis, P. Benito Cuenca Mayo, indicó que se presume que el encuentro fue en estos días. Mons. Rangel Mendoza “lleva su agenda y sabe perfectamente las formas en cómo se va acercando a ellos”, indicó.
El sacerdote explicó que más de un sacerdote “se ha visto envuelto en esta situación de inseguridad” y por ello el Prelado “tuvo que acercarse a algún grupo de la delincuencia para dialogar con ellos”.
“Gracias a esos encuentros de diálogo que ha tenido con ellos, ha sido posible que no se den estos hechos lamentables de amenazas de muerte de algunos de nuestros hermanos sacerdotes”, afirmó el P. Cuenca.
El vocero señaló que desde su llegada como Obispo, una de las principales acciones pastorales de Mons. Rangel “fue acercarse a la realidad de la diócesis y poco a poco fue consultando de que efectivamente la violencia era un tema muy delicado que atender”.
En ese sentido, recordó que más de una vez el Obispo de Chilpancingo-Chilapa ha declarado su voluntad de ser “intermediario” entre las autoridades y los grupos criminales para lograr la paz en la zona, siempre que “las partes en conflicto estén de acuerdo”.
“Mucho se avanzaría en este proceso de pacificación en esta zona de Guerrero, pero no es fácil, es un tema muy delicado”, señaló el P. Cuenca. “Él está dispuesto a intermediar, lo ha declarado más de una vez”, indicó.
A principios de mes, el fiscal general de Justicia de Guerrero, Xavier Olea, reconoció que en Chilpancingo subió el índice delictivo debido al crimen organizado.
Según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, en enero ocurrieron 165 asesinatos en todo Guerrero, mientras que en febrero el número fue de 175; convirtiendo a este estado en el más violento del país.
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