Afirma Carlos Garfias que obispo de Guerrero busca pacificación. Piden a Segob asumir su responsabilidad y dar seguridad a la población
Nota de Arcelia Maya/Reforma,3 de abril
Tras revelar que negoció con narcotraficantes de la Sierra de Guerrero para evitar que asesinen a candidatos durante el proceso electoral, jerarcas católicos externaron su respaldo a la labor pastoral del obispo de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza.
El arzobispo de Morelia, Carlos Garfias, sostuvo que Rangel, quien ha trabajado en las diócesis de Acapulco y Ciudad Altaminano, crea condiciones de diálogo para disminuir la violencia en esta zona de Guerrero.
"Él está buscando generar formas o condiciones para que puedan tenerse diálogo y maneras de pacificación en lugares donde se ha recrudecido la violencia", externó en entrevista.
"Es respetable lo que está haciendo monseñor. Es un camino que él esta haciendo", dijo el también responsable de la llamada Dimensión de Justicia, Paz y Reconciliación, Fe y Política de la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM).
El arzobispo llamó a las autoridades federales, estatales y municipales a crear las condiciones para que este proceso electoral se viva en paz.
Resaltó que él en Morelia implementa grupos de escucha y trabaja vínculos con instituciones y la sociedad civil para generar una agenda común contra la violencia.De acuerdo con Salvador Rangel, entre las condiciones que pusieron los capos del narco durante su encuentro, el fin de semana pasado, está que los candidatos no compren votos y que cumplan lo que prometen.
En respuesta, el Secretario de Gobernación, Alfonso Navarrete, afirmó que el Gobierno no negocia la aplicación de la ley. El Gobierno estatal, a través del vocero del Grupo Coordinación Guerrero, Roberto Álvarez, señaló que la violencia en la entidad no se resuelve con pactos.
Para el sacerdote Rogelio Narváez Martínez, secretario ejecutivo de la Comisión Episcopal para la Pastoral Social (CEPS)-Cáritas, el obispo de Chilpancingo está en un espacio "minado".
"Guerrero es un estado sumamente lastimado por la violencia y él (Rangel) tiene que ser un pastor para la población. Él tiene que ser un actor que sume al bienestar del lugar", indicó.
"Él está haciendo su esfuerzo y desde afuera sería injusto desacreditar lo que hace el obispo", opinó.
El presbítero llamó al titular de la Secretaria de Gobernación, Alfonso Navarrete Prida, a asumir su responsabilidad y brindarle seguridad a la población.
"El ministro de interiores no se debe quejar que un obispo dialogue con delincuentes. Yo le preguntaría ¿existe, señor Secretario, gobernabilidad en el país?", cuestionó.
Por su parte, el obispo de Saltillo, Raúl Vera, llamó a los grupos políticos y de poder a garantizar la seguridad de los mexicanos.
La violencia, manifestó, se gesta por la corrupción, impunidad, pobreza y desempleo que existen.
En este momento, manifestó el prelado, el crimen organizado forma parte del mismo Estado, que opera con impunidad.
"La violencia es una estrategia política de Gobierno para controlar a la población y para controlar territorios", señaló.
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Guarda silencio CEM ante pacto de obispo
Conferencia del Episcopado Mexicano evitó dar una postura sobre la reunión y los acuerdos del obispo de Chilpancingo con líderes criminales.
Nota de Arcelia Maya
La Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) evitó dar una postura ante los acuerdos que el obispo de Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, mantiene con el crimen organizado.
Consultada sobre el tema, el área de comunicación del organismo religioso informó que por el momento no se contempla emitir una postura al respecto.
Ayer, Rangel Mendoza expuso a REFORMA que este fin de semana conversó con líderes de una organización de narcotraficantes de la Sierra de Guerrero.
El religioso reveló que los delincuentes se comprometieron a no asesinar candidatos durante este proceso electoral y, para ello, expresaron las condiciones que deben cumplir los aspirantes.
Uno de los requisitos es que los candidatos no repartan dinero para comprar el voto, y otro, que cumplan lo que prometen durante las campañas, como realizar obras en las comunidades.
Ésta no es la primera vez que el obispo revela sus diálogos con criminales, a quienes, según el prelado, también les ha solicitado no matar a sacerdotes y religiosas.
Además, en entrevistas anteriores, Rangel Mendoza consideró que algunos políticos están "apadrinados" por los grupos del crimen organizado.
La Diócesis de Chilpancingo-Chilapa vive un contexto de violencia, pues a principios de febrero fueron asesinados los sacerdotes Iván Añorve Jaimes y Germaín Muñiz García.
Los curas, junto con otras personas, fueron atacados a tiros la madrugada del 5 de febrero en la carretera federal Taxco-Iguala.
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Declaró que no es de su incumbencia el tema de la reunión entre el obispo y los líderes del narcotráfico; dijo que no es de su competencia investigar las supuestas reuniones que el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza ha tenido con supuestos líderes del crimen organizado.
El obispo declaró que el 30 de marzo tuvo una reunión con un líder de un grupo delictivo que opera en la sierra de Guerrero para gestionar la reinstalación de agua y luz en un poblado del municipio de Heliodoro Castillo.
Aseguró que en la reunión el supuesto grupo criminal se comprometió a no asesinar a candidatos o líderes partidistas, a cambio pidieron que no haya compra del voto y que los aspirantes que ganen cumplan sus compromisos de campaña.
En reiteradas ocasiones el obispo ha declarado que se ha reunido con supuestos integrantes de la delincuencia en busca de la paz en la entidad.
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Días antes, el arzobispo de Morelia, Carlos Garfias Merlos, aseguró que un delincuente, “por graves” que sean sus crímenes, puede recibir el perdón si se arrepiente. “Es parte de nuestra misión”, dijo.
En conferencia de prensa con los medios locales el 25 de marzo, Mons. Garfias Merlos reiteró que el llamado permanente de la Iglesia “a los delincuentes y a todos aquellos que generan violencia e inseguridad” es que “se hagan conscientes del grave daño que hacen a las personas y sobre todo a muchas personas inocentes”.
El Arzobispo de Morelia señaló que la Iglesia alienta a los criminales a que se den cuenta “del grave daño que cometen y les pedimos que se conviertan”.
El Prelado destacó además el carácter de madre que tiene la Iglesia, dispuesta a “ofrecer perdón, misericordia, reconciliación”.
“Si algún delincuente, alguna persona que ha cometido delitos, por graves que sean, la Iglesia tiene que acogerlos, tiene que darle el acompañamiento, tiene que pedirle la conversión y el arrepentimiento y le perdona”.
“Todo aquel que busque el perdón y la reconciliación en la Iglesia lo encontrará”, aseguró.
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