30 jun 2013

Los “managers” del IOR penden de un hilo


 Los “managers” del IOR penden de un hilo
A partir de las interceptaciones de monseñor Scarano se agrava la posición del director general del “banco vaticano” y de su vicepresidente
GIACOMO GALEAZZI
Vatican Insider, 
CIUDAD DEL VATICANO
Una fundación para el IOR. Mientras Francisco insiste en negar la «lógica de poder que nos vuelve una piedra en el camino», el arresto de monseñor Nunzio Scarano podría acelerar la transformación del Instituto para las Obras de Religión en un “banco ético” o una fundación al exterior de la Santa Sede. Han sido llamados diferentes expertos para que den sus consejos sobre la reforma de los estatutos y garantizar una gestión transparente de los depósitos y de las inversiones de cada uno de los entes. Es decir, para que deje de existir una “zona de sombra” en el Torreón de Nicolás V, sede del IOR.

 El ex-prelado curial, detenido en Regina Coeli con los cargos de corrupción y calumnia, será interrogado mañana y su línea defensiva será la de negar intereses personales. Durante la cita con los magistrados se prevé que habrá una lluvia de contragolpes sobre el IOR. Por una parte, la juez Barbara Callari y los fiscales Stefano Rocco Fava y Stefano Pesci; por otra, el ex-responsable del servicio de contabilidad analítica de la Administración del Patrimonio de la Sede Apostólica (APSA, el ente que se ocupa de los bienes de la Santa Sede). Los magistrados se ocuparán de las acusaciones de corrupción y de calumnia relacionadas con el intento, fracasado, de hacer ingresar a Italia 20 millones de euros, que habrían sido fruto de una enorme evasión fiscal de los armadores d’Amico. El prelado tendrá que defenderse y, como indicó ayer su abogado Silverio Sica, «aclarará su papel y, sobre todo, la falta de interés personal en la historia».
Scarano, en particular, tendrá que responder a muchas preguntas sobre la que, para los investigadores, es una “transacción” de dinero bastante desenvuelta. Una actividad que indujo a los investigadores a inaugurar otro frente en el caso: el del origen de las ingentes capacidades financieras e inmobiliarias del prelado, que resulta ser el titular de dos cuentas en el IOR, una personal y otra denominada «fondo ancianos», para reunir donaciones.
Después del interrogatorio de Scarano seguirán los de sus dos cómplices: el “broker” financiero Giovanni Carenzio, detenido en Nápoles, y el del sub-oficial de los Carabinieri Giovanni Maria Zito, que, en el momento de los hechos (en julio de 2012), pertenecía al grupo del servicio secreto italiano y ahora se encuentra recluido en la cárcel militar de Santa Maria Capua Vetere. Los tres involucrados están acusados de corrupción. Para Scarano, además, hay una acusación por calumnia, que se refiere a una falsa denuncia por la pérdida de un cheque (de 200 mil euros), que en realigdad fue entregado a Carenzio como pago por desempeñar su papel en la operación.


También será escuchada la postura de los armadores d?amico: algunos de ellos estarían involucrados en una enorme evasión fiscal y, dentro de algunos días,  recibirán la citación para ser interrogados. Al comentar el caso, se declararon ajenos a los hechos e indicaron su disposición para ofrecer cualquier aclaración a las autoridades judiciales. Con respecto a los asuntos del IOR, el ente que se ocupa de la defensa de los consumidores en Italia (Codacons) anunció que pedirá a la Procuraduría de Roma una petición para que investigue por fraude fiscal y reciclaje «en relación con algunas compra-ventas sospechosas de inmuebles a través del “banco vaticano”». Se trata de los inmuebles que pertenecen a una familia romana y que fueron donados por el “banco” del Vaticano.
 Mientras tanto, en los órganos financieros de la Santa Sede (la ASPA, el Gobernatorado, la Prefectura de Asuntos Económicos y el IOR) las grandes maniobras ya han comenzado. Podrían salir dentro de poco del Instituto tanto el director Paolo Cipriani como su “vice”, Massimo Tulli. Ayer, durante el rito para la imposición del palio a 34 obispos, las palabras de Francisco sobre la necesidad de actuar sin barreras y superar una lógica mundana y de poder, y sobre la necesidad de edificar la Iglesia sobre la comunión y no sobre el conflicto, evocaron medidas que ya había indicado en contra de la mundanización y las divisiones.
 Es necesario «superar cualquier conflicto que hiera al cuerpo de la Iglesia». Y, «cuando dejamos que prevalezca la lógica del poder humano y no nos dejamos instruir y guiar por la fe, por Dios, nos convertimos en una piedra en el camino». Los cinco comisarios recién nombrados que investigarán sobre el IOR informarán personalmente a Bergoglio, y cuando lo hagan, nada volverá a ser lo de antes.
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06/30/2013
Roma: ex sacerdote lanza fango y termina tras las rejas
Patrizio Poggi fue arrestado por calumnia a la diócesis de la ciudad
ANDRÉS BELTRAMO ÁLVAREZ
Vatican Insider, ROMA
Parece una historia de película. Un ex sacerdote se presenta ante los Carabinieri para denunciar una supuesta red de prostitución masculina con menores que involucraría a varios clérigos de la diócesis de Roma. A los uniformados les entrega fotografías, supuestas pruebas. Pero las fuerzas del orden sospechan del denunciante, indagan a fondo y descubren que sus dichos son pura fantasía, mezclada con una buena dosis de malicia. ¿Resultado? El acusador terminó tras las rejas.
 Aunque resulte increíble, el relato es verdadero. Este viernes 28 de junio el Núcleo Investigativo de Roma de los Carabinieri arrestó a Patrizio Poggi, de 47 años, por considerarlo artífice de un plan calumnioso que buscaba enfangar a otros sacerdotes romanos.
 El caso salió a la luz el 25 de junio cuando el canal de televisión italiano La7 difundió parte de la denuncia presentada por Poggi. Pero el reportaje estaba plagado de errores. Uno de ellos demasiado evidente. En una interpretación libre la periodista, autora de la nota, sostuvo que los descargos del ex sacerdote contaban con un tácito aval del Papa. Una afirmación priva de fundamento.
 Para probar que Francisco supuestamente estaba detrás de un "intento de limpieza" en el vicariato de Roma, el reportaje destacó que el abogado del denunciante es Luca Lorusso, funcionario de la nunciatura apostólica en Italia. Como el actual nuncio es Adriano Bernardini, anterior delegado vaticano en Buenos Aires, varios medios dieron por hecho su cercanía íntima con el Papa.
 Pero quienes conocen la Iglesia argentina saben que Bernardini y Bergoglio tuvieron, más bien, una relación problemática durante el paso del primero por Buenos Aires. Aún así, era tan fácil como ver la fecha de la denuncia para advertir que Francisco nada tenía que ver con este caso. El expuesto lleva fecha del 8 de marzo, cinco días antes de la elección papal. ¿Como podía el pontífice intervenir cuando ni siquiera había iniciado el Cónclave?
 En su denuncia Poggi expresó sentir "el deber de tutelar la Santa Iglesia y la comunidad cristiana, estando en conocimiento de graves hechos que amenazan su integridad". Pero los hechos lo contradicen.
 Según la orden de aprensión emitida por el juez de Roma Aldo Morgigni, el ex sacerdote "concibió y puso en práctica un plan calumnioso, estableciendo circunstancias no verdaderas o basadas sólo en chismes, porque lo animaba el resentimiento por motivos personales contra algunos prelados".
 Él estaba convencido que "el resultado positivo de las investigaciones por él estimuladas podía incidir positivamente, también con iniciativas de extorsión, sobre su intento por el obtener del Vaticano la revocatoria de la sentencia de dimisión del estado clerical o una eventual revisión del proceso con el cual había sido condenado, en pasado, por actos sexuales con menores".
 Efectivamente, en 2007 Poggi fue excluido del sacerdocio tras un juicio eclesiástico. Ya había sido condenado por la justicia civil a cinco años de prisión por abusos a menores, los cuales pagó en el penal romano de Rebibbia. En su denuncia de marzo mintió. Entre otras cosas dijo haber sido suspendido "A divinis" en 2010 y que Benedicto XVI había decidido rehabilitarlo concediéndole un recurso "Restitutio integrum". Ambas cosas falsas.
 Por eso el cardenal vicario de Roma, Agostino Vallini, hizo bien en expresar "profunda amargura" por la difusión de "noticias calumniosas" que "disparan al grupo en manera generalizada y sin distinguir entre quien erró, que debe pagar, y quien es calumniado".
 Una nota de prensa estableció que al inicio de su mandato el purpurado fue a visitar a Poggi a la cárcel y por eso no se explica su comportamiento. "¿Cómo puede ser que en aquella circunstancia y en los coloquios sucesivos en el vicariato, él no sintió la necesidad de denunciar al obispo a sus hermanos?", se preguntó.
 Lo que otros se preguntan en la Santa Sede es cómo un diplomático vaticano como Luca Lorusso haya podido prestarse a sufragar con su presencia una denuncia priva de cualquier fundamento objetivo.

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