Ya
tienen las minas; ahora quieren el gas/ARTURO RODRÍGUEZ GARCÍA
Revista
Proceso...#
1940, 4 de ene. de 14
Para
el presidente Enrique Peña Nieto y los legisladores del PRI y el PAN que
avalaron la reforma constitucional en materia energética, el petróleo y los
hidrocarburos no son concesionables, aun cuando una iniciativa anterior
convirtió en “sustancia concesible” el gas asociado al carbón. Hoy, al mantener
vigente aquella norma, se puso en bandeja de plata el negocio gasífero para los
industriales mineros y acereros.
La
historia data de 2006. El 8 de marzo de ese año la Cámara de Diputados aprobó
la primera apertura del sector energético a la inversión privada, que incluyó
reformas al artículo 27 constitucional y a las leyes reglamentarias para que
los concesionarios mineros pudieran extraer y vender a Pemex el gas asociado al
carbón mineral. Después el
Senado la ratificó.
Sin
embargo la reglamentación se entrampó y durante años los interesados no
pudieron participar en la extracción del gas de las minas. El tema se reavivó
durante los debates de la reforma energética, toda vez que en el Senado las
comisiones unidas de Puntos Constitucionales, Energía y Estudios Legislativos
emitieron un dictamen en el que se prohibían esas actividades.
Según
el tercer párrafo del artículo transitorio octavo del documento, las
concesiones mineras vigentes o futuras no conferirían “derechos para la
exploración y extracción del petróleo y los demás hidrocarburos sólidos,
líquidos o gaseosos, ni para el gas asociado a los yacimientos de carbón”.
Sin
embargo, el dictamen fue modificado sin discusión. Senadores de izquierda, en
particular la perredista Dolores Padierna, denunciaron la alteración del texto
enviado por las comisiones al pleno, que posteriormente lo remitió a la Cámara
de Diputados, donde pasó hasta con los errores de sintaxis enviado por la
cámara de origen.
La
alteración del transitorio octavo –presuntamente ocurrida durante la
transmisión del texto de comisiones al pleno– cambió el orden de la redacción,
aunque prácticamente permaneció intacto, excepto porque la prohibición de
explorar y extraer el gas asociado al carbón se sustituyó por otra que pone a
salvo los derechos mineros sobre ese recurso energético como “sustancia
concesible”:
“Sin
perjuicio de los derechos previstos en sus concesiones”, estipula el
transitorio modificado; también prevé la coexistencia de proyectos mineros con
energéticos en los casos en que sea posible técnicamente.
Con
esa modificación la apertura del sector energético a particulares esbozada en
2006 quedó a salvo, lo que generó nuevas expectativas entre industriales
mineros sobre la posibilidad de que puedan expandir sus actividades
extractivas.
Transitorio
con dedicatoria
La
carbonífera Cuenca de Sabinas, en el norte de Coahuila, se encuentra empatada
geográficamente con la gasífera Cuenca de Burgos, que abarca esa entidad, así
como Nuevo León y Tamaulipas. Hoy se sabe que la zona es rica en lutitas, la
roca de la que se extrae el shale gas.
La
importancia energética de la región es un atractivo para industriales
mexicanos, en especial los que se beneficiaron con las privatizaciones durante
el sexenio de Salinas de Gortari. Muchos de ellos se preparan para incursionar
en el sector energético, gracias a la reforma recién aprobada.
Desde
el sexenio de Vicente Fox, Pemex contrató a mineras trasnacionales para la
exploración y extracción de gas natural en el noreste del país.
Y
el 13 de agosto de 2013, durante la presentación de la Estrategia Integral de
Suministro de Gas Natural, el secretario de Energía, Pedro Joaquín Coldwell,
destacó la importancia de esa región: primero mencionó el proyecto Los Ramones,
un gasoducto de 840 kilómetros que contará con numerosas estaciones de
compresión; luego comentó que los trabajos de exploración y evaluación del gas
y aceite de lutitas en Coahuila se habían iniciado en marzo de 2013.
Desde
2006, Ahmsa y subsidiarias, del magnate Alonso Ancira Elizondo, acaparan
alrededor de 70% de las concesiones mineras para carbón y toda sustancia
concesible en las cuencas de Sabinas y Burgos. El resto de las concesiones se
las reparten pequeños consorcios vinculados a cacicazgos locales (Proceso 1535
y 1880).
Luego
de años de problemas fiscales y conflictos con los gobiernos panistas, Ancira
se convirtió en un asiduo invitado del presidente Peña Nieto. En reciprocidad,
el mexiquense asistió el 18 de julio último a la acería ubicada en Monclova,
donde puso en marcha el proyecto Fénix.
Meses
antes, en marzo de 2013, el mandatario y Ancira estuvieron en Asia. El
empresario consiguió un contrato con una empresa china y el presidente
atestiguó la firma. Y el 28 de noviembre, durante su visita a México, el primer
ministro israelí, Shimon Peres, signó una serie de acuerdos con Peña Nieto;
asimismo, éste atestiguó la firma de un contrato entre Ancira y una empresa de
Israel.
Además
de Ancira están los regiomontanos Grupo Alfa y Cemex, así como Carso, Grupo
México e ICA, todos ellos de la élite salinista; de hecho ya tienen inversiones
en el sector energía en Texas, el estado fronterizo de Estados Unidos con la
región mexicana rica en gas (Proceso 1921).
Cuantificación
preparatoria
El
aprovechamiento del gas de las minas por parte de los empresarios no se logró
debido a la falta de reglamentación. Pero eso no le impidió al gobierno de
Felipe Calderón sacar provecho de la reforma. Un año después de su aprobación,
en 2007, el gobierno lanzó una cuantificación minera que detonó la entrega de
más de 12 mil concesiones en el sector, equivalentes a más de 34 millones de
hectáreas del territorio nacional.
Para
la reforma petrolera de 2008, el gobierno de Calderón lanzó una campaña con el
lema “México tiene un tesoro en aguas profundas”, basado en la Prospectiva de
Hidrocarburos presentada en agosto de 2007 por Rafael Alexandri Rionda, uno de
los técnicos más influyentes en el ramo de energía y minas durante los dos
gobiernos del PAN.
Alexandri
fue nombrado director del Servicio Geológico Mexicano (SGM) ese mismo mes.
Apenas tenía 10 días en el cargo cuando inició el trámite de enormes
asignaciones mineras por el concepto de gas asociado al carbón y toda sustancia
concesible.
Según
el artículo 10 de la Ley Minera, la exploración del territorio nacional con el
objeto de identificar y cuantificar los recursos minerales potenciales debe
realizarla el SGM por medio de asignaciones mineras que son expedidas
únicamente a favor del organismo.
Las
asignaciones obtenidas por el SGM fueron para “la exploración de gas asociado
al carbón y toda sustancia concesible”. Es decir, para más de 160 sustancias
minerales sólidas, líquidas y gaseosas previstas por la Ley Minera, además de
aquellas que “por decreto ordene el titular del Ejecutivo cuya utilidad no ha
sido descubierta o contemplada en las leyes”, indica el artículo 27
constitucional.
El
SGM está facultado, de acuerdo con el artículo 13 de la Ley Minera, para
concursar entre particulares las asignaciones mineras o, en su caso, declarar
la libertad de terreno.
Copias
de expedientes que obtuvo Proceso y publicó en su edición 1673 indican que las
cuatro asignaciones mineras que obtuvo el SGM en 2007 se realizaron a gran
velocidad y abarcaron dos terceras partes del territorio nacional (320 millones
de hectáreas), además de incluir línea de costa, plataforma continental y aguas
territoriales, sobre todo en el Golfo de México.
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