Mensaje de
Francisco a los actores del conflicto en Venezuela.
El
papa Francisco dirigió este jueves 10 de abril un mensaje a los representantes
del Gobierno y de la oposición venezolana con ocasión del Diálogo por la Paz
iniciado ese día, en el que los exhortó a tener el coraje de ser pacientes y
valientes para que la unidad del país prevalezca sobre el conflicto y así lograr
la paz que la población reclama.
Después
de mucha violencia, de decenas de heridos y de varias personas muertas, empezó este
jueves 10 de abril en Caracas, la primera sesión de diálogo por la paz entre el
Gobierno de Nicolás Maduro Moros y
una delegación de la opositora Mesa de la Unidad Democrática (MUD) encabezada
por Henrique Capriles Radonski,
gobernador de Miranda.
La Unasur, que estuvo representada por los cancilleres de Brasil, Luiz Figueiredo; de Colombia, María Ángela Honguín, y de Ecuador, Ricardo Patiño
La Unasur, que estuvo representada por los cancilleres de Brasil, Luiz Figueiredo; de Colombia, María Ángela Honguín, y de Ecuador, Ricardo Patiño
El
mensaje fue leído por el nuncio Apostólico,
Mons. Aldo Giordano, ante el presidente Nicolás Maduro, miembros del
Gobierno, representantes de la opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD), y
cancilleres de la UNASUR.
En
el texto, el papa Francisco expresó también su solidaridad con las familias de
las víctimas de la violencia que desde febrero golpea al país. (en la versión
de la agencia católica ACI)
A continuación
el mensaje completo del papa Francisco: (en la versión de Roma)
A los Honorables
miembros del Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela.
A
los Honorables Representantes de la Mesa de Unidad Democrática y,
A
los Honorables Cancilleres del Unasur.
Deseo
ante todo darles las gracias por la invitación que han dirigido a la Santa Sede
para participar en el proceso de diálogo y paz por su querido País.
A
cada uno de ustedes deseo asegurarles, ante todo, mis oraciones, para que el
encuentro y el proceso que están iniciando produzcan los frutos deseados de
reconciliación nacional y de paz, dones que invocamos de Dios para todo el
pueblo venezolano.
Soy consciente
de la inquietud y del dolor vividos por tantas personas y, mientras
manifiesto preocupación por cuanto está ocurriendo, renuevo mi afecto por todos los venezolanos, en particular por las
víctimas de la violencia y por sus familias.
Estoy
plenamente convencido de que la violencia nunca podrá traer paz y bienestar a
un país, ya que ella genera siempre y sólo violencia. Al contrario, por medio
del diálogo ustedes pueden redescubrir la base común y compartida que conduce a
superar el momento actual de conflicto y polarización que hiere tan profundamente
a Venezuela, para encontrar formas de colaboración.
En
el respeto y en el reconocimiento de las diferencias que existen entre las
partes, se favorecerá el bien común.
Todos
ustedes, en efecto, comparten el amor por su país y por su pueblo, como también
las graves preocupaciones ligadas a la crisis económica, a la violencia y a la
criminalidad. Todos ustedes llevan en el corazón el futuro de sus hijos y el
deseo de paz que caracteriza a los venezolanos. Todos tienen en común la fe en
Dios y la voluntad de defender la dignidad de la persona humana.
Precisamente
esto les aúna y les apremia a emprender el diálogo que hoy inicia, en cuya base
debe estar una auténtica cultura del encuentro, que sea consciente de que la
unidad siempre prevalece sobre el conflicto. Les invito, pues, a que no se
detengan en la coyuntura de lo conflictivo, sino a que se abran unos a otros
para hacerse y ser auténticos constructores de paz.
En
el centro de cada diálogo sincero está, ante todo, el reconocimiento y el
respeto por el otro. Sobre todo está el
"heroísmo" del perdón y de la misericordia, que nos rescatan del
resentimiento, del odio y abren un camino realmente nuevo. Se trata de un
camino largo y difícil, que requiere paciencia y valentía, pero es el único que
puede conducir a la paz y a la justicia. Por
el bien de todo el pueblo y por el futuro de sus hijos, les pido que tengan
este coraje.
Con
estos sentimientos acompaño a toda la querida Nación venezolana, y a cada uno
le imparto de corazón la Bendición Apostólica, invocando la ayuda del Señor.
Fechado
en la Ciudad del Vaticano, a1 0 de abril de 2014, segundo de mi Pontificado.
Firmado
Francisco.
PD: Curiosamente el texto en la versión del
gobierno venezolano es distinto en algunos detalles.(http://www.mre.gov.ve/index.php
No hay comentarios.:
Publicar un comentario