- Palabras del Presidente Enrique Peña Nieto, durante el Foro Nacional México en Paz, que tuvo lugar en Monterrey, Nuevo Léon en el marco de la construcción del PND-2013-2018, 16 de abril.
Señoras y
señores.
Muy
buenas tardes, a todas y a todos ustedes.
Quiero
saludar, en primer término, al señor Gobernador del Estado de Nuevo León, a
quien le agradezco su hospitalidad, sus palabras de bienvenida y su compromiso
en adherirse, realmente, a los esfuerzos que de forma coordinada viene haciendo
el Gobierno de la República con los gobiernos de las distintas entidades del
país.
Saludo,
de igual forma, a los señores gobernadores de distintas entidades de la
República.
Al
Presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores.
Y a
quienes, sin duda, son un claro testimonio, ustedes y otros gobernadores del
país, de este esfuerzo de coordinación que viene realizando el Gobierno de la
República para atender uno de los temas que resulta de la mayor prioridad y de
la mayor atención para las autoridades, sumando el esfuerzo de la sociedad en
general.
Muchas
gracias por su presencia.
Señores
miembros del Gobierno de la República, y quienes participan de manera destacada
y relevante dentro del Gabinete de Seguridad del Gobierno de la República, bajo
la coordinación del Secretario de Gobernación, los titulares, tanto de la
Defensa Nacional, como de Marina, el Procurador General de la República, y
otras áreas que están íntimamente involucradas y comprometidas en la tarea que
tiene el Gobierno de la República para darle a los mexicanos paz y
tranquilidad.
Saludo, y
al tiempo que agradezco la presencia de Senadoras y Senadores de la República,
Legisladores Federales y locales. De manera señalada quienes presiden y
participan en las comisiones, tanto en la Cámara de Diputados Federal y Senado
de la República, de áreas vinculadas a la seguridad pública.
Saludo,
por igual, y agradezco la presencia de académicos, de investigadores, de
miembros y presidentes de organizaciones de la sociedad civil organizada, que
han venido realizando importantes esfuerzos para que México sea un país de paz
y de tranquilidad.
Agradezco
a quienes han entregado sus aportaciones, sus propuestas para que podamos
afinar y mejorar la política pública en materia de seguridad pública.
Muchas
gracias por estas importantes contribuciones que están haciendo a partir de
ideas, de experiencias, de trabajo de investigación desarrollado y que habrá de
fortalecer lo que el Gobierno de la República habrá de emprender a lo largo de
estos seis años.
Señoras y
señores.
Señores
representantes de los medios de comunicación:
En primer
lugar, y antes de dirigir el mensaje dedicado al evento que hoy nos convoca,
precisamente el que tiene que ver con la seguridad y el combate a todos los
eventos y a todos los hechos de violencia como un gran objetivo que tiene el
Gobierno de la República, quiero dedicar mis primeras palabras para que,
públicamente, en nombre del pueblo de México, nos solidaricemos con el pueblo
hermano de los Estados Unidos, ante los lamentables hechos ocurridos el día de
ayer en la Ciudad de Boston, en el marco de un evento deportivo que
lamentablemente se viera empañado por hechos de violencia y que, como
lamentablemente ocurre en otras latitudes, y nuestro país no es excepción,
hechos de violencia que lastiman la convivencia de la sociedad.
Por eso,
vaya para el pueblo hermano de los Estados Unidos nuestra mayor solidaridad y
deseos para que este evento no vaya a generar hechos de mayor violencia. Y sea
la paz, la armonía y la tranquilidad la que reine en el mundo entero, en
Estados Unidos y, por supuesto, en lo que hoy es nuestra mayor prioridad y hoy
ocupa todos los esfuerzos de los gobiernos, en éste, nuestro país.
Vaya para
ellos nuestro respeto y solidaridad.
Hace mes
y medio, señoras y señores, iniciamos el proceso de consultas ciudadanas para
la elaboración del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, como lo prevé nuestra
Carta Magna.
A esta
fecha, han sido ya muchos los mexicanos que han aportado, precisamente, a este
esfuerzo. Más de 119 mil mexicanos han contribuido con sus ideas y opiniones
para lo que queremos lograr desde el Gobierno de la República: Mover a México.
Moverlo para bien y para que pueda alcanzar, realmente, el desarrollo que
derive del enorme potencial que tiene nuestra Nación.
No
obstante, la pluralidad y diversidad de visiones, a todos los participantes les
une un propósito común: El logro de las cinco grandes metas que este Gobierno
se ha planteado.
Estamos
trabajando para tener un México en paz, un México incluyente, un México con
educación de calidad para todos.
Estamos
decididos también, a construir un México próspero y hacer de nuestro país un
actor con responsabilidad global.
Celebro
que con este Foro Nacional, se podrán enriquecer las políticas públicas
orientadas al cumplimiento de la primera meta trazada: Lograr un México en paz.
Ésta es, sin duda, una de las demandas más sentidas de la sociedad y una
condición indispensable para desplegar el potencial de nuestra Nación.
Los
mexicanos queremos un país seguro y pacífico, en el que las familias puedan
caminar sin temor por las calles, por sus plazas públicas, por sus parques. En
el que los visitantes, transportistas y la población en general, puedan
transitar libremente por sus carreteras y por sus autopistas.
Exigen, y
con toda razón, que se reduzca la violencia y se recupere la convivencia
armónica.
Reclaman,
condiciones de seguridad para que los negocios y las empresas puedan abrir y
prosperar en cualquier rincón de nuestro territorio.
Piden, de
manera reiterada, vivir en una sociedad ordenada, donde los derechos humanos
sean respetados y protegidos a cabalidad.
Para
alcanzar ese México en paz, hoy contamos con una política de Estado por la
seguridad y la justicia de los mexicanos, que está instrumentada bajo seis
líneas de acción.
La
primera. Planeación. Hoy, tenemos claros nuestros objetivos y nuestras
prioridades: Reducir la violencia, específicamente la relacionada con
homicidios, secuestros y extorsiones. Asimismo, se ha logrado consensar
responsabilidades precisas entre los distintos órdenes de Gobierno.
Segunda
línea de acción. Prevención social del delito. Con el fin de disminuir los
factores de riesgo y revertir las condiciones que fomenten el delito, se puso
en marcha el Programa Nacional para la Prevención Social de la Violencia y la
Delincuencia, y se instaló su respectiva comisión intersecretarial.
Para este
propósito se destinó un presupuesto superior a los 118 mil millones de pesos,
en un programa transversal que tiene como enfoque prioritario la atención a 57
demarcaciones en donde se concentra más del 40 por ciento de los delitos que se
cometen en el país.
De manera
adicional, se prevén acciones en otros 251 municipios con la participación de
organizaciones de la sociedad civil y del sector privado.
Para
lograr lo anterior, se han firmado ya 32 convenios con las entidades
federativas, a fin de definir en qué municipios, en qué colonias y en qué
calles se debe trabajar de manera denodada y esmerada y comprometida, para
restablecer el tejido social.
Tercera.
Protección y respeto a los Derechos Humanos.
Para
asegurar que la actuación de la autoridad se apegue a nuestra Constitución y,
con ello, salvaguardar los derechos humanos, se publicaron la Ley General de
Víctimas y la Nueva Ley de Amparo.
Igualmente,
se crea un área específica para el seguimiento y la instrumentación de la
reforma constitucional y los convenios internacionales que México ha firmado en
materia de derechos humanos.
Y
asimismo, se cree un grupo único, dedicado de manera permanente y específica a
buscar a personas no localizadas. Este esfuerzo lo comparten la Procuraduría
General de la República y la Secretaría de Gobernación.
Cuarta
línea de acción. Coordinación.
Estamos
construyendo bases eficaces para una debida coordinación entre las propias
instituciones Federales, entre éstas y los estados, y entre los estados y los
municipios.
Estamos
trabajando en lo que será lo más importante y, también, debo decir, quizá, lo
más difícil para elevar la eficacia de las acciones en materia de seguridad,
generar confianza tanto entre los órdenes de Gobierno, como entre la ciudadanía
y las autoridades.
Estamos
reorganizando los recursos del Estado a fin de que cada una de las cinco
regiones en que hemos dividido al país, cuente con suficientes capacidades para
hacerle frente al crimen organizado y, sobre todo, para ampliar su capacidad
para realmente hacer valer la ley, con policías mejor preparados y mejor
remunerados; con adecuadas capacidades en materia de inteligencia criminal, de
investigación científica y tecnológica, así como con servicios periciales de
calidad.
Y esto es
fundamental, porque si bien esta política es de alcance nacional, también,
reconoce y toma en cuenta las características y particularidades de cada región
y de cada entidad del país.
Esta
coordinación regional que privilegia el uso de la inteligencia, por encima del
uso de la fuerza. Junto con labores de procuración de justicia, creemos
permitirá reducir significativamente lo que es una prioridad de esta política
del Estado por la seguridad y la justicia: reducir la violencia.
Quinta.
Transformación institucional. Sigue adelante la agenda de reformas
institucionales para mejorar la seguridad pública del país, así como la
procuración y administración de justicia.
Es necesario
establecer el nuevo modelo de justicia penal acusatorio y oral, tanto a nivel
Federal, como en todas las entidades del país.
Igualmente,
se requiere la modificación del marco legal para mejorar y agilizar la
capacidad del Estado para hacer valer la ley. Me refiero, entre otros
instrumentos legales necesarios para este propósito, el Código Único de
Procedimientos Penales y a una nueva Ley General Penal.
Entre
otras acciones y entre otros ordenamientos que deberán modificarse para
asegurar el propósito que aquí ya he señalado, el fortalecimiento institucional
a la capacidad del Estado, precisamente para asegurar el orden y la
tranquilidad entre los mexicanos.
Sexta
línea acción. Evaluación y retroalimentación. Como lo expresé el pasado 17 de
diciembre, a propósito de la Sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública.
La
política en esta materia será flexible y dinámica. Se ajustará conforme se
requiera y la ciudadanía deberá calificarla democráticamente.
Es el
deseo de todos ver resultados lo más pronto posible. Sin embargo, estamos
claros que ante este reto debemos actuar con responsabilidad, con seriedad y,
sobre todo, asegurando que las políticas y los instrumentos y acciones que se
han definido para alcanzar este objetivo de darle a México un clima de paz, de
orden y de tranquilidad se estén llevando a cabo y se estén ejecutando óptima y
convenientemente.
Para
reducir la violencia con apego y respeto a la ley, no existen rutas cortas o
soluciones fáciles. La autoridad tiene la obligación ineludible, irrenunciable
e intransferible de hacer valer el Estado de Derecho.
Las
líneas de acción a las que he hecho referencia y que seguramente se
enriquecerán con sus aportaciones, tienen como objetivo reducir la violencia a
través de la aplicación de la ley.
Nuestra
prioridad es salvaguardar la vida, la libertad y los bienes de los mexicanos.
En los
primeros meses de esta Administración se aprecian, en la comisión de algunos
delitos, algunas sensibles bajas sobre estos fenómenos, sobre diversos delitos.
Sin embargo, no podemos ni caer en triunfalismos ni menos suponer que esto es
la condición ya generalizada en todo el país.
Son
cifras alentadoras pero, también, un compromiso mayor para asegurarnos de que
la política que estamos instrumentando dé resultados. Lo que verdaderamente
habrá de contrastar lo que este Gobierno viene realizando con esfuerzos
anteriores, serán los resultados.
Porque
tengamos en claro lo siguiente: Es para el Estado mexicano, como ya lo dije,
una obligación ineludible e irrenunciable asegurar la aplicación de la ley.
Combatir todas las modalidades que pueda haber del crimen organizado y asegurar
para la sociedad el clima de paz y de armonía social.
Los
esfuerzos que venimos desplegando, los que habremos de realizar, a partir de
sus aportaciones, de sus propuestas, de esto que vendrá a afinar la política
del Estado mexicano en materia de seguridad pública, estoy convencido y tengo
certeza de que nos va a permitir, en un mediano plazo, darles mayores
resultados a la sociedad mexicana.
El que
podamos ver en todos los indicadores y en todas las mediciones que se hacen
para calificar las condiciones de seguridad de cualquier país, en cualquier
parte del mundo, podrá mostrarse en México una reducción sensible y
significativa en los niveles de criminalidad que hoy tiene nuestro país y de
los que venía teniendo años atrás.
Señoras y
señores:
Como
Presidente de la República, reafirmo que es prioridad de mi Gobierno hacer
valer el Estado de Derecho. Aprovechemos estos foros de consulta para
enriquecer y complementar la política de Estado por la seguridad y la justicia
de los mexicanos.
Yo estoy
convencido de que sí se puede recuperar la tranquilidad y la armonía social. Sí
es posible disminuir los niveles de violencia que lamentablemente se han
acentuado o se encuentran en algunas partes de la República Mexicana, pero sólo
lo lograremos con el compromiso y la coordinación del Estado mexicano en su
conjunto.
Se
requiere del trabajo corresponsable y articulado de los Poderes de la Unión, de
los tres órdenes de Gobierno, de la sociedad civil organizada, de los medios de
comunicación y de la propia ciudadanía.
Alcanzar
la paz es una causa que nos convoca y nos compromete a todos los mexicanos.
Los
mexicanos tenemos la energía, la capacidad, la pasión, el talento para
construir una Nación a la altura de nuestras expectativas.
Nadie
vendrá a hacer por nosotros lo que nosotros no seamos capaces de construir por
nosotros mismos.
Hoy nos
hemos propuesto mover a México para que realmente podamos modelar un México a
la altura de las expectativas de la sociedad presente y hacer de ello nuestro
mayor esfuerzo para legar a las futuras generaciones un mejor país.
Y esto
está muy claro. No va a ocurrir por inercia o de manera fortuita, implica que
todos nos pongamos a trabajar, manos a la obra.
Implica
que depongamos a veces actitudes sesgadas o individuales, para que juntos
hagamos un esfuerzo conjunto, con unidad de propósitos en esto que queremos
tener para nuestro país.
Quiero
concluir felicitando las ponencias que tuve oportunidad de escuchar en quienes
me antecedieron en el uso de la palabra.
Todas
ellas, sin duda, muy ilustrativas de lo que esperan distintos sectores de la
sociedad mexicana. La sociedad en general.
Todas
ellas haciendo un balance y una valoración muy clara del México que hoy tenemos
y de la transformación que ha tenido en su democracia y como ahora, en este
México plural, democrático, diverso, debemos encontrar los espacios suficientes
para hacer coincidir nuestra visión en lo que México todo quiere para sí.
Y hoy nos
convoca el que podamos alimentar la política pública del Gobierno de la
República en materia de seguridad pública, para logar un objetivo: ofrecer a
los mexicanos el México de paz y de tranquilidad que todos queremos.
Hago
votos porque realmente este esfuerzo redunde en políticas de orden público que
verdaderamente den los resultados deseados. Y que ello permita que México pueda
desplegar su enorme potencial en oportunidad de lograr que más mexicanos se
puedan incorporar al desarrollo y al crecimiento que su país les ofrece.
Muchas
gracias.
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