‘A mi hijo lo secuestraron y cuando lo llevé al Ministerio Público a ratificar la denuncia, se orinó en la puerta porque los secuestradores eran ellos’.
La "Cocoa" ataca: El priista Vallejo entregó Michoacán a los narcos/José Gil Olmos.
Revista Proceso # 1918, 3 de agosto de 2013:
En
medio de la violencia que envuelve a Michoacán, que incluye el asesinato de un
vicealmirante de la Marina, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio
Chong, se comprometió a recuperar la paz del estado, dijo, municipio por
municipio. Pero la senadora panista
Luisa María Calderón Hinojosa, Cocoa, critica al partido en el poder, el
PRI, por apoyar a Fausto Vallejo para la
gubernatura a sabiendas de que estaba enfermo y fue éste –quien hoy se
encuentra de licencia– el que cedió el poder a los grupos delincuenciales, dice
la hermana del expresidente Calderón, cuya guerra contra el narco se inició
precisamente en Michoacán.
Michoacán
es el foco rojo del gobierno de Enrique Peña Nieto.
Con
un gobernador enfermo que pidió una segunda licencia por seis meses, el crimen
organizado muestra su poder en esa entidad y pone en jaque al mandatario
interino Jesús Reyna con ataques indiscriminados a la Policía Federal y a la
población, mientras los grupos de autodefensa y las policías comunitarias se
multiplican y toman las armas para enfrentar la crisis de gobernabilidad.
A
diferencia de Tamaulipas, en Michoacán el crimen organizado controla todo el
territorio, sostiene la senadora panista Luisa María Calderón Hinojosa, y
considera evidente que el gobernador con licencia, Fausto Vallejo, cedió el
poder a esos grupos delincuenciales. El presidente Peña Nieto, dice, no ha dado
suficiente atención a la entidad, además de que ha cancelado su visita en tres
ocasiones.
La
legisladora señala que desde mayo la violencia se extendió a toda la entidad, y
apunta que la gobernabilidad está sostenida con alfileres, sobre todo por la
ausencia de Vallejo. A ello se suma la deuda pública de 12 mil millones de pesos,
la aparición de grupos de autodefensa ciudadana en Tierra Caliente y los
ataques de Los Caballeros Templarios a la Policía Federal, que ya cobraron 24
vidas, incluidas las bajas de cuatro integrantes de la fuerza pública.
Para
la excandidata a gobernadora y hermana del expresidente Felipe Calderón,
mientras las autoridades de Michoacán se debaten en la incertidumbre, los
grupos del crimen organizado tienen el control de los policías municipales,
algunos de los cuales participan en extorsiones contra la población.
Esos
grupos, afirma, controlan también la producción minera, así como la del
aguacate y el limón; cobran impuesto a comerciantes, empresarios,
profesionistas, campesinos, hoteleros, transportistas… a todo el que se les
antoje. Es más: “Son los dueños de las minas y manejan incluso los trenes que
llegan a Lázaro Cárdenas”, sostiene.
De
acuerdo con la Encuesta Nacional de Victimización de Empresas 2012 (ENVE) del
Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi), hasta 2011 Michoacán era
una de las entidades con menores tasas de delitos a empresas; ocupaba el sitio
16 entre las 32 entidades con índice de 2 mil 936 casos por cada 10 mil
unidades económicas.
La
situación empeoró. En mayo pasado firmas como Saba y Danone salieron de la entidad luego de que en Tierra
Caliente Los Caballeros Templarios bloquearan la distribución de sus productos.
La intimidación se inició a finales de mayo de 2012, cuando el grupo criminal
atacó centros de distribución e incendió 40 vehículos de la subsidiaria del
Grupo PepsiCo en varios municipios porque realizaban “actividades nocivas”
contra sus sicarios.
En
algunos municipios de Tierra Caliente la gente ha optado por abandonar sus
tierras. Según el diputado perredista Osbaldo Esquivel, cada dos semanas salen
entre 30 y 40 personas rumbo a Guanajuato y Jalisco.
Desde
que inició este gobierno la situación en Michoacán es terrible, comenta la
senadora Calderón, y asegura que el gobernador Fausto Vallejo dobló las manos
ante el crimen organizado.
En
las ciudades, dice, los secuestros y extorsiones están a la orden de día. Hoy,
la delincuencia organizada controla todo el territorio. Los pistoleros de Los
Caballeros Templarios piden cuotas a los propietarios de los negocios; cuando
se niegan, los amenazan. En Morelia proliferan los anuncios de “se renta o se
vende”; muchos locales comerciales están vacíos. Eso sucede en todos lados,
insiste la senadora.
Meses
después de los comicios de 2011, en los que Fausto Vallejo resultó ganador,
relata Calderón Hinojosa, ella le pidió ayuda para los 28 candidatos a alcaldes
panistas con la finalidad de enfrentar a los criminales. “Así están todos”,
afirma Cocoa que le contestó el gobernador; y se pregunta: “¿Qué más se puede
decir?”.
Agrega
que la falta de una autoridad les deja el terreno libre a todos los
delincuentes, quienes le están cobrando al PRI el apoyo que le dieron durante
la campaña electoral. Y así como Vallejo ganó la elección, también la debe. “Yo
le pedí que no se arrodillara frente a los delincuentes organizados…”.
–¿Se
arrodilló?
–Bueno.
No ha podido hacer gran cosa; no ha podido cambiar funcionarios. El Centro de
Inteligencia, Comunicaciones y Mando de la policía C4 lo tienen bajo control
(los delincuentes). ¡Qué es eso! A los ministeriales también los tienen bajo su
control. ¡Qué es eso! Y no ha podido cambiar las cosas. Esto no es un secreto,
lo sabemos todos.
La
crisis de gobernabilidad
El
jueves 1, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, se reunió
por primera vez con el gobernador interino Jesús Reyna, los representantes del
Congreso local, empresarios, académicos, los líderes de los partidos en el
estado y senadores de la entidad. El encuentro duró más de tres horas y fue a
puerta cerrada.
Mientras
el presidente Peña Nieto se recuperaba de la operación de la tiroides, Osorio
Chong prometió a los michoacanos que el Ejército, la Marina y la Policía
Federal continuarían en el estado. “hasta devolverle la paz y tranquilidad”.
Estarán ahí hasta que la entidad tenga las instituciones y la capacidad en
materia de seguridad para enfrentar a la delincuencia organizada, según un
comunicado de Gobernación.
Osorio
Chong declaró que las fuerzas federales irían “municipio por municipio,
comunidad por comunidad, a devolverles la paz, la estabilidad y el control a
los michoacanos”.
A
su vez, el gobernador interino, Jesús Reyna, dijo que la renuncia del
procurador Plácido Torres y la dimisión del secretario de Finanzas, Carlos Río
Valencia, eran parte de los ajustes en su equipo de trabajo.
Cristóbal
Arias –quien buscó dos veces la gubernatura arropado por el PRD e incluso fue
senador por ese partido– sostiene que la estrategia de contención calderonista
que ahora continúa Peña Nieto ha sido un fracaso. Sólo ha convertido a
Michoacán en una zona de desastre, afirma.
“La
ingobernabilidad es tal –añade– que las autoridades locales son formales pero
no gobiernan. Hemos desembocado en un Estado fallido, aun cuando lo nieguen el
gobernador y el propio presidente Enrique Peña Nieto.”
Arias
lo admite: La delincuencia organizada ha sustraído parte del territorio al
dominio gubernamental local. Si esta situación no se resuelve, la violencia criminal
y de inseguridad se incrementará. Según él, habrá más sangre en la mayor parte
del territorio michoacano, con la posibilidad de hacerse extensivo a otros
lugares.
Considera
que la estrategia de seguridad para Michoacán no debe ser de contención, de patrullajes
y retenes, sino de investigación, persecución, detención y congelamiento de
bienes y cuentas bancarias. Y advierte: para enfrentar la crisis general del
estado, es urgente atender los programas de educación, salud y empleo.
Durante
la entrevista, realizada en sus oficinas del Senado, Luisa María Calderón
insiste en que en Michoacán no hay certidumbre porque Fausto Vallejo no logró
que su gobierno despegara a causa de su enfermedad.
Y
en cuanto al interino Jesús Reyna, dice, parece estar más ocupado en cabildear
para quedarse el resto de la gestión –dos años y medio– que en establecer un
programa y enfrentar la crisis en el estado. Plantea: Vallejo debe evaluar su
salud. Si no puede continuar, tendrá que dejar el gobierno a Reyna y permitir
al estado recuperar la certidumbre.
“Lo
que ahorita necesitamos es certidumbre –reafirma–, que nos digan hacia dónde y
cómo hacerlo para que los diputados hagan su tarea, para que el gobernador
tenga claro a dónde va, para poderle pedir cuentas y los senadores podamos
empujar.”
El
PRI, insiste, tiene una enorme responsabilidad porque desde el proceso
electoral sus dirigentes sabían que Fausto Vallejo estaba enfermo y lo
eligieron candidato, y ya como gobernador insistieron en mantenerlo.
“Decir
que no pasa nada no nos ayuda, las cosas han ido empeorando”, reitera, y señala que hay muchos responsables
por la situación de Michoacán, incluidos los dos gobernadores del PRD, Lázaro
Cárdenas Batel y Leonel Godoy.
Sin
embargo, en esta parte de la entrevista Cocoa omite citar a su hermano Felipe
Calderón, quien apenas arribó a Los Pinos declaró su “guerra” al narcotráfico
desplazando tropas del Ejército y policías federales a Michoacán, su estado
natal, con los resultados desastrosos que ahora han hecho crisis en la región.
Viejos
problemas
Según
Calderón el narcotráfico en Michoacán se remonta a la Segunda Guerra Mundial,
cuando los gobiernos de México y Estados Unidos firmaron un contrato por el
cual el primer país se comprometió a enviar cargamentos de mariguana en
cigarrillos y goma de opio para que allá se produjera heroína y se mandara a
los soldados del frente de batalla.
“Hasta
allá –relata– se remonta la historia. Se desgaja de Sinaloa a Michoacán, donde
se siembra desde hace muchos años.”
Cuenta
una anécdota: Afirma que en 1986 ella atestiguó el poder del narco durante la
campaña de su correligionario Luis Mejía Guzmán. Un día, en una plaza apareció
un chico de 13 años a bordo de una camioneta con rines de magnesio y un cuerno
de chivo. “Traía un enorme aparato de sonido y decía que no iba a la escuela,
que él trabajaba moviendo macetas de día hacia donde estaban los rayos del sol.
Luego vimos a otros chiquillos con los dedos negros por estarle quitando la
goma a las amapolas”.
Por
esas fechas empezaron a secuestrar mucha gente. Decían que en tiempo de estío
el negocio de la venta de droga se equilibraba con plagios: “Empezaban los
secuestros de gente adinerada en los municipios pequeños, como Ario de Rosales,
pero también en Uruapan y Aguililla. Cuando íbamos a Lázaro Cárdenas (los
sicarios) ponían en fila a los autobuses, bajaban a la gente, le quitaban sus
cosas; había incluso violaciones.
“Así
que no es un tema nuevo. Tiene muchos años, pasan muchos años y ya hay este
tipo de diversificación”, cuenta la senadora.
Las
cosas fueron empeorando. En el sexenio de Vicente Fox crecieron las
narcotienditas, así como la producción de drogas sintéticas –hoy Michoacán
ocupa el primer lugar en este fenómeno– y la aparición de grupos locales del
crimen organizado.
En
2006 el narcomenudeo se tipificó como delito federal y se hizo concurrente su
persecución en los estados, pero en Michoacán no se legisló en la materia y se
dejó crecer el problema, comenta.
Además,
agrega, la delincuencia organizada comenzó a actuar con la siguiente lógica:
“‘Bueno, si estos policías estatales y municipales van a ser mis enemigos,
mejor los hago mis amigos’. Entonces empieza a cooptarlos. La primera llamada
de atención grave fue el secuestro de la secretaria del ayuntamiento de Uruapan
en 2007”.
Ese
mismo año personeros de las bandas delincuenciales citaron a los aguacateros en
un hotel. Ahí, presuntamente Nazario Moreno, El Chayo, les pidió una cuota para
protegerlos. Y como los aguacateros aceptaron, los cobros de piso se
extendieron a los productores de limón y a los empacadores de los ejidos, según
Cocoa.
En
2009, advierte, los grupos criminales irrumpieron en la política. En el proceso
electoral intermedio, que ella coordinó para el PAN, a varios precandidatos de
los municipios pequeños de Tierra Caliente y del oriente de la entidad los
grupos criminales les dijeron que no contendieran porque ellos iban a poner a
los candidatos.
“El
día de las elecciones amenazaron a nuestros representantes de casilla. Les
pidieron no presentarse y amenazaron con matar a quienes votaran por nuestros
candidatos. Además, a algunos de nuestros candidatos los levantaban para
asustarlos.”
Asimismo,
el crimen organizado logró imponer a los jefes de la Policía Municipal y a los
agentes ministeriales.
“Los
secuestros se repiten una y otra vez. Muchos decían: ‘A mi hijo lo secuestraron
y cuando lo llevé al Ministerio Público a ratificar la denuncia, se orinó en la
puerta porque los secuestradores eran ellos’. Algunas gentes cuentan que los
secuestraron y los trajeron en una patrulla varios días, mientras escuchaban
por radio cuando le decían a la policía del municipio: ¡Ábrame cancha porque
aquí traigo uno!”
En
el proceso electoral estatal de 2011, la situación fue parecida, advierte la
senadora. “Teníamos señales desde los cierres de campaña; algunos candidatos
nuestros ya no llegaron. Después nos dijeron que los habían levantado, que los
mandaron llamar para decirles: ‘¡Mejor ni se metan!’”.
“Ellos
(los sicarios) dicen a quién van a apoyar, y si a pesar de ello la gente
participa y gana, ellos van y cobran. Y deciden quién debe quedar en la Policía
Municipal.”
Y así como rechaza la idea de la desaparición de
poderes en Michoacán, se muestra contraria a la realización de comicios
extraordinarios, porque, dice, es imposible llevarlos a cabo sin la injerencia
de Los Caballeros Templarios
2 comentarios:
Su hermano fue Presidente....era la oportunidad con todo lo que describe de haberle puesto un alto......y no pudieron. Al día de hoy tampoco. Creo no hay voluntad para terminar de una vez y para siempre con tanta impunidad. Solo un milagro a como están las cosas en todo nuestro País!!!!
Que fácil habla pero su hermano o hizo nada más que acribillar más al estado
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